LA VIRGEN DE REPOSO.
La advocación del Reposo ha sido relacionada históricamente con dos
significados, en parte compatibles, uno religioso y otro socio-económico:
Valverde y su virgen serían “reposo obligado del caminante”, acepción está vinculada al carácter de cruce de caminos de
Valverde y parada obligada en el camino de Aracena a Huelva. El segundo
significado es religioso y nace de la imagen bíblica de la huida de la Virgen María y San José a Egipto cuando el
Rey Herodes ordena matar a todos los niños varones menores de dos años. Durante
la huida María y José paran para
descansar y la madre debe dar de amamantar a su hijo, tras lo cual Jesús, como
cualquier niño, queda dormido, en
reposo. Este es el segundo significado y base de la iconografía de las
representaciones marianas del Reposo.
La imagen de la Virgen del Reposo
tiene entre sus brazos al niño dormido y con la otra mano se toca uno de sus
pechos que en otra época estaría descubierto, y que por pudor, posteriormente
se cubriría.
Desde la construcción de la
primera iglesia parroquial, con antelación al año 1585, el templo estuvo dedicado
a Santa María del Reposo. Según el
parecer del presbítero Francisco Arroyo
tal advocación aludiría al carácter primigenio de Valverde como lugar de
descanso y avituallamiento de los arrieros que realizaban la ruta entre la Sierra de Aracena y los
puertos de Huelva[1].
Si el templo parroquial fue situado, desde sus orígenes, bajo
la advocación de Santa María del Reposo el Patronazgo valverdeño de la virgen
del Reposo es muy posterior. Data del año 1672.
El 8 de agosto de dicho año, los cabildo eclesiástico y secular -reunidos en
cabildo abierto con presencia de varios vecinos y fieles valverdeños en la Iglesia Parroquial-
declararon patrona de nuestra ciudad a la virgen del Reposo ordenando, a la
par, que su imagen quedara colocada en el Altar Mayor. Su fiesta se celebraría
el día 17 de septiembre coincidiendo con la festividad del Dulce Nombre de
María[2].
El traslado de tal festividad litúrgica al 12 de septiembre, desde el año 1683,
estableció de forma definitiva la festividad de la patrona valverdeña.
Con anterioridad a la fecha de
1672 -presuponía Don Luis Arroyo- debió ser patrona de Valverde la Virgen de la Coronada.
LAS IMÁGENES DE LA
VIRGEN DEL REPOSO.-
La primitiva imagen de la Virgen
del Reposo data de finales del siglo XVI, fecha en la que se construyó el templo
dedicada a la imagen, la Parroquia de Nuestra Señora del Reposo.
Según Luis Arroyo, la construcción de
la Iglesia Mayor
valverdeña se inició en el primer tercio del siglo XVI. Entonces se habría
construido un templo de 3 naves, el crucero, el Altar mayor, la torre, la
sacristía vieja y la saleta, especie de sala de capítulos montada sobre a vieja
sacristía. Más tarde, hacia el año 1700, se habrían construido las cuatro
capillas: La del sagrario, la
Pureza , la de Animas y la del Pilar[3].
Datos mejor documentados son
los ofrecidos por D. Francisco Arroyo. Este autor afirma que su obra se había
iniciado con anterioridad a 1564. En 1576 ya debía tener torre o espadaña y se
inician las gestiones para comprar en Chiclana veinte quintales de metal con
los que fundir dos campanas para la
Iglesia valverdeña.
Desde la construcción de la primera iglesia parroquial, con
antelación al año 1585, el templo estuvo dedicado a Santa María del Reposo.
Según el parecer del presbítero
Francisco Arroyo tal advocación aludiría al carácter primigenio de
Valverde como lugar de descanso y avituallamiento de los arrieros que
realizaban la ruta entre la
Sierra de Aracena y los puertos de Huelva[4].
Igualmente desde finales del siglo
XVI funcionaba el cementerio
parroquial tanto para valverdeños como para indianos regresados de América.
Enrique Martín refiere el enterramiento de un indiano valverdeño, Francisco Rodríguez
el Perulero quién había vivido en Nombre de Dios[5],
perteneciente al Virreinato de Nueva España.
La efigie mariana del Reposo más
antigua de Valverde del Camino podría
datar de finales del siglo XVI, y se habría perdido en el siglo XVIII.
Aún subsisten muchas
incógnitas sobre la primitiva imagen renacentista que debió presidir el
templo. Dicha imagen del siglo XVI bien puede ser la analizada por Don
Francisco Arroyo y el profesor José Hernández Díaz, en el año 1986,
perteneciente a los hermanos Juan, Bella, Manuela y Francisco Doblado Calero,
quienes la heredaron de su padre, José Dolores Doblado Caballero de quién
escucharon una «tradición inmemorial» que la situaba en una hornacina
situada en Las Cuatro Casas.
Se trata de una pequeña imagen de 0'335 m . de altura, 0'15 de
anchura y 1'723 gramos
de peso, realizada en madera de nogal. Debió ser realizada por un autor
popular lo que explicaría sus tosquedad y arcaísmo, derivaba del tipo de
madonna sedente creada por el escultor francés Nicolás de León que trabajó en
Sevilla hacia mediados del siglo XVI y que cuenta con otras muestras en las
vírgenes de la
Purificación de Manzanilla y de la Granada de Almonte. En
todos los casos, interpretan el tema de la virgen de Belem, esto es el reposo
de la virgen en el largo camino de la huida a Egipto.
José Hernández Díaz |
En el siglo de las luces se realizaría una nueva talla que acabaría
reducida a cenizas en 1936, en los primeros días de la Guerra Civil. La imagen renacentista de la patrona
valverdeña fue sustituida por otra barroca en el siglo XVIII. Poco se sabe
sobre esta imagen barroca. Don Diego
Angulo Iñiguez, el insigne catedrático valverdeño
de historia del Arte, tuvo oportunidad de examinarla y se arriesga -con ciertos interrogantes- a
situarla en la primera mitad del siglo XVIII[6].
EL ORIGEN DE LA HERMANDAD.-
Es entonces en el siglo XVIII
cuando nace la Hermandad de la Virgen del Reposo. Muchas de las vírgenes del Condado
institucionalizaron sus reglas y su culto de manera francamente tardía. Así lo
atestiguan las cofradías de la
Virgen de Coronada de Calañas (1703) o la Virgen del Reposo de
Valverde del Camino (1757).
D. Pedro Castilla fue el primer hermano Mayor de la
Virgen del Reposo hasta
el fin de sus días, acaecido en
1760. Fue necesario elegir un
sustituto que actuaba en calidad de vice-hermano mayor. Hasta octubre de 1760
lo fue D. Pedro Clemente Hidalgo,
sustituido entonces por D. José de Mesa y Castilla, presbítero, sobrino carnal del hermano mayor perpetuo.
La elección de D. Pedro Castilla obedecía al hecho de ser el principal prohombre de
la pobre sociedad valverdeña. En primer
lugar se le envió copia de las reglas para lograr la confirmación papal así como « todas las gracias, indulgencias que sean dables para
mayor consuelo de los fieles».
La carta de la hermandad habla bien a las claras sobre estas intenciones:
Hizo donación de
21.000 reales o mil pesos de oro con los
que se costearon el Camarín de la
virgen, las andas de plata de Nuestra Señora del Reposo, un cetro de plata con
efigie de la Virgen
de Reposo que portaba el hermano mayor
en las procesiones, seis varales de plata para el palio de las andas.
Igualmente cedió su oratorio particular para adorno del templo. Sus donaciones
se completaron con la imagen de la virgen del Pilar, las indulgencias y jubileos que consiguió
para la hermandad del Reposo, la donación
de un reloj de péndulo para la sacristía transportado desde Madrid, un vestido
de raso y seda para Santa María de Jesús, un cáliz de plata, una casulla muy
valiosa del Cardenal Molina, un Lignus crucis verdadero que donó el mismo
eminentísimo señor y numerosos ornamentos y vestuario[7].
LA TALLA DE SEBASTIAN SANTOS ROJAS.-
El 21 de julio de 1936 la talla del Reposo desaparece en el incendio de la Iglesia Parroquial. En el
verano de 1940 Sebastián Santos Rojas realizó una réplica de la imagen
anterior. La hermandad pagaría al imaginero la cantidad de 8.000 pesetas.
Sebastián Santos Rojas
es quizá el imaginero onubense más conocido del siglo anterior. Nacido
en Higuera de la Sierra
en 1895 sus obras llena las procesiones de Semana Santa de Andalucía.
Desde 1919 se formó en la sevillana escuela de artes y
oficios, la llamada escuela del Museo, de la mano de
profesores como el pintor Gonzalo Bilbao y al escultor Francisco
Marco Díaz-Pintado. Su primera
actividad profesional fue la colaboración en el taller del ceramista Pedro
Navia. Más tarde se independizó y abrió taller propio en Sevilla.
Sebastián Santos se especializa en representaciones de la Virgen María. Su catalogo de obras es
impresionante, pudiendo destacarse Nuestra Señora de Piedras Albas patrona de El Almendro y Villanueva de los Castillejos, la Virgen del Valle de La
Palma del Condado, la Virgen del Refugio perteneciente a la Hermandad de San Bernardo (Sevilla) y Nuestra Señora del Prado de la Iglesia del Salvador también en Sevilla o Tambien esculpió a la primera
dolorosa de la Hermandad de la Borriquita de Alcala de Guadaira bajo la
advocación de Nuestra Señora de la Oliva, desaparecida tras un desafortunado
incendio o Dolorosa de la Hermandad de El Silencio, la Virgen de la Concepción.
Un denominador común son las manos de las Dolorosas -también en la Virgen de
Los Dolores del Cerro- es que se produce un acentuamiento entre los metacarpos
y las falanges, con ese quiebre tan pronunciado, característico a este periodo
de 1945 a 1959, y al cual pertenece la Virgen de la Concepción."
Sebastián Santos es conocido sobre todo por las Dolorosas, pero su obra es muy variada. Aborda el Crucificado, como es el
caso del Cristo de la Plaza de Aracena. En el Buen Pastor de Ronda, utiliza
como modelo a su hijo Jesús, El Cristo de la Cena de Sevilla, es sin lugar a
dudas una obra llega de unción sacra, inspira evidentemente devoción, sin
embargo técnicamente tiene una particularidad, está policromada encima de la madera, sin estuco, como
hacían los clásicos imagineros.
El espléndido
Nazareno de la Concepción de Huelva sorprende por su particular visión del
Nazareno.
Otros temas iconográficos
por los que se siente atraídos son los de de San José y la Inmaculada. Ejemplos de esta inclinación son el San
José de la iglesia de Zalamea, o el de
las Hermanas de la Caridad de Sevilla. Entre las Inmaculada las de iglesia de
Ronda, cuyo modelo fue la hija del Marqués de Villapales,
En palabras de su hijo, Sebastián Santos Calero,
La ternura, la sencillez y la dulzura de
los rostros son características comunes a su obra. Como admirador de Martínez
Montañés, busca el equilibrio, aparte imprime a sus imágenes de esa
religiosidad.
Pero no solo salen vírgenes de la mano de esta insigne
escultor. También son obras suyas el San Sebastián de la
iglesia homónima de Higuera de la Sierra, el Sagrado Corazón de la
Parroquia de la Concepción de Huelva, el Jesús Crucificado de la
Iglesia de San Jacinto de Sevilla y el Cirineo que durante muchos años
acompañó a la imagen de Jesús de la Hermandad de Pasión (Sevilla). Muy celebrado es el Cristo Yacente de la parroquia de la
Asunción de Jódar (Jaén), por el perfecto estudio del "rigor mortis". Se dice que el
escultor visitó los depósitos de
cadáveres de los hospitales y tomó apuntes de como quedaban los músculos tras
la muerte.
En el caso de la Virgen del Reposo de
Valverde del Camino, Sebastián Santos Rojas[8] se
sirvió de una serie de fotografías de la imagen incendiada y de su mantón de
paso en tela parisina de tisú de seda celeste entretejida de plata.
El 13 de agosto de 1940 fue
bendecida por el Cardenal Segura en el Palacio Arzobispal de Sevilla. La imagen
fue trasladada hasta la finca de Los
Cuartos y el 8 de septiembre recorrió
los 5 kilómetros que separan los
Pinos de Valverde con la ciudad.
LA VIRGEN DEL REPOSO EN
PROCESION.-
La Virgen del Reposo procesiona dos veces al año. La fiesta grande coincide
con su festividad. En la última década se sitúa el sábado cercano al día 12 de septiembre.
La virgen procesiona nuevamente
el día 1 de noviembre. Es el
agradecimiento de un pueblo por su pretendida intercesión frente al terremoto de Lisboa de 1755. La Virgen del
Reposo habría protegido a todos los valverdeños del desastre producido por el seísmo,
cuyos efectos devastadores se dejaron
sentir en buena parte de la España occidental. Por tal motivo, el 13 de
septiembre de 1756 se reunieron en sesión conjunta los cabildos eclesial y el
civil y declararon un Voto a Perpetuidad
del día 1 de noviembre como acción de gracias por la protección de la Virgen, mediante
misa cantada con órgano, sermón, procesión «por las calles acostumbradas con
el simulacrus sagrado de dicha Señora» y asistencia de ambos cabildos a la Iglesia Parroquial.
El Voto del terremoto promete eterno agradecimiento a la Virgen por haber salvado a
la villa y haber librado a sus vecinos de sus estragos. Desde entonces se
instituye en Valverde el llamado Sermón del terremoto, celebrado el día de
Tosantos. El cabildo secular se comprometía, amén de la asistencia a los actos
de acción de gracias, a costear los gastos derivados del sermón y de la cera.
Desde ese día Nuestra Señora del Reposo sale todos los años en la festividad de Todos
los Santos y procesiona alrededor del templo parroquial.
BIBLIOGRAFÍA
·
LORITE CRUZ, Pablo
Jesús. "El Yacente de la ciudad de Jódar, una desconocida imagen de Sebastián
Santos Rojas. Una aproximación a la gramática del imaginero."
Santiago
Barba, Francisco. Trascripción de la conferencia de Sebastián Santos Calero, en
el Ateneo de Sevilla, dentro del Ciclo: "Las Pasiones", sobre
Sebastián Santos Rojas: la Dulzura (2001
[4] ARROYO NAVARRO; F., Op. cit., p. 35.
[5] MARTIN, E., «Indianos valverdeños», en Facanías, nº 148. Noviembre de
1985.
[7]A.M.V.C./Actas de 28 de octubre de 1778. Vease también
la serie de artículos dedicada por A. RICO. A D. Pedro Castilla, en Apuntes para la
historia. Facanías, 1978 y ARROYO NAVARRO, F., Op. Cit., p. 122 y
[8] ARROYO VALERO, L., Op. Cit., p. 29.
Muy buen trabajo para conocer la religiosidad valverdeña.
ResponderEliminarMuy interesante. Me gustaría hacer una pregunta. En Sevilla, existe una barriada humilde llamada de La Corza, cuya Parroquia tiene la advocación de Ntra. Señora del Reposo. Se construyó a mediados de los años 40, pero no fué Parroquia hasta 1956. Alguien me ha dicho que el ponerle tal advocación fue porque su primer párroco era de Valverde. ¿Saben si esto es cierto y cual era su nombre? Enhorabuena por el blog. Un saludo.
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