Andrés Bruno Romero Mantero
Javier Clavo era muy amigo de Daniel Zarza Vázquez que, a su vez, lo era de mi padre. Así se consiguió que hoy luzca en el altar de la ermita del santo este precioso mosaico sin que le costara a la hermandad ni un céntimo.
Yo ví hacer este mosaico en su taller de la avenida de los toreros de Madrid, al que fui varias veces; alguna con mi compañero de residencia José Antonio Marín Rite.
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