Madruga 2013.
A las cuatro en punto, como manda la tradición, comenzó la Madruga
valverdeña 2013.
Hubo que abrir los paraguas por una tenue llovizna, pero al crujir del cerrojo la lluvia cesó de manera casi milagrosa
El silencio llenaba la cuesta del santo de respeto y admiración
para contemplar al que para muchos es el Señor de Valverde.
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