Juan Carlos
Sánchez Corralejo
A la comunidad salesiana de
Valverde
En el bicentenario del nacimiento
de San Juan Bosco
La figura de San Juan Bosco, el santo fundador de los salesianos y de las hijas de María Auxiliadora, ha estado vinculada a Valverde a través de dos instituciones escolares: el Colegio María Auxiliadora, la segunda fundación salesiana femenina de España, que celebraba anualmente con gran fervor la fiesta de su fundador, y, muy posteriormente, la Escuela Taller de Formación Profesional, que esperaba con anhelo la celebración del que para ellos era el patrón de la Formación Profesional.
Si la Casa salesiana de Valverde abrió sus puertas en 11 de diciembre de 1893, el
Colegio de María Auxiliadora fue inaugurado
apenas un mes después , el 8 de enero de 1894 en su ubicación primigenia, en la casa de ejercicios de
Santa Ana, se trasladó en octubre de 1904 a la casa-colegio actual. En las primeras décadas
del siglo XX, las cuatro clases del corredor funcionaban como una escuela
unitaria, que
recogía niñas de distintas edades, lo mismo que hacían otros colegios de niñas
de la localidad, como la Escuela
Nacional San Carlos del Cabecillo de la Cruz, mientras que la clase de los
niños, de Sor Esperanza Pérez, se situaba en el sótano, junto a las de Sor Casilda, Sor Concepción Vilches y el comedor del Protectorado de la Infancia, creado en 1916, que permitió comida gratuita y enseñanza igualmente gratuita a alumnas, tanto internas como externas, de Valverde y de otros pueblos de la provincia.
El trio cofundador de la obra salesiana de Valverde del Camino
En el Colegio salesiano,
la festividad del santo fundador se centró históricamente en torno a tres
vértices: el triduo y la misa solemne cantada, la procesión y los sainetes y actuaciones musicales de su
teatro, a menudo dirigidos y siempre relanzados por las antiguas alumnas del
centro. La celebración de la festividad en honor de San Juan Bosco en Valverde
del Camino puede rastrearse a partir de la década de 1930.
En estos años y en los primeros años cuarenta, la casa valverdeña la componían las hermanas Sor Casilda, Sor María de Gracia, Sor Cayetana Romero, Sor Lucia Carrasco, Sor Julia Aparicio y Sor Virginia Ferraro, directora y profesora de corte y confección. Al ser trasladada la directora, la sustituyó Sor Paz Moreno y, a esta última, la valverdeña Sor Josefita Ruiz, en los primeros años cuarenta, coincidiendo con las bodas de oro de la llegada de la comunidad salesiana. Tras la marcha de Sor Josefita a Calañas fue directora Sor Concepción Vilches, monja que llevaba en Valverde ya varios años, además de las tres maestras de labores que fueron sustituyéndose unas a otras: Sor Elvira Molinet, Sor Elvira Ortega y Sor Amparo Saura. Muchas de las niñas de entonces recuerdan aún a Sor Elvira Molinet vendiendo chucherías durante las clases vespertinas de costura y labores, desde altramuces hasta pirulitos de miel y azúcar de fabricación propia, versión salesiana de las pachangas valverdeñas.
Aquel año de 1930 se celebró un teatro, concretamente el
día 19 de enero, que debía servir para costear los gastos del altar y de la
estatua del entonces beato Don Bosco[1].
Las alumnas del colegio nos relatan el sencillo homenaje que recibía en los
años treinta y primeros cuarenta: “Aquella
jornada no había clases. Nos pasábamos toda la mañana jugando en las pistas:
saltando a la comba en el patio de
arriba o en los columpios del patio inferior. Por la tarde había procesión con
la imagen de San Juan Bosco –presidida por los sacerdotes D. Jesús de Mora o D.
José Romero, -éste último posterior rector del seminario de Sevilla-, alrededor
de la iglesia, y de nuevo de vueltas al colegio. Las niñas marchaban en doble
fila con el uniforme blanco de cuello redondo azul y su cinturón, igualmente azul, y los niños varones, de la clase de Sor
Esperanza Pérez, vestidos de calle”.[2]
En enero de 1937, en plena Guerra Civil, se
sigue celebrando el triduo en honor de San Juan Bosco en la capilla de María
Auxiliadora, en aquella ocasión con sermón a cargo del párroco local, Jesús de
Mora y Mora, mientras que el día 31 de enero, coincidiendo con la festividad,
que aquel año cayó en domingo, hubo misa general cantada y sermón a cargo del coadjutor
José Barriga[3].
No obstante, aquella procesión humilde
de los años 30, del día 31 de enero, debió desaparecer, ya que también ha
desaparecido del recuerdo de sus antiguas alumnas.
La procesión reapareció en 1949, se suspendió de nuevo desde 1951 debido a la enfermedad de una de las hermanas, y no volvió a realizarse hasta 1967, pero desde entonces únicamente en los patios interiores del propio colegio.
La procesión reapareció en 1949, se suspendió de nuevo desde 1951 debido a la enfermedad de una de las hermanas, y no volvió a realizarse hasta 1967, pero desde entonces únicamente en los patios interiores del propio colegio.
San
Juan Bosco en Barcelona. 3 de mayo de
1886, junto a los niños de la obra salesiana de Sarriá. Finca de la familia
Martin Cugat. Foto de Joaquín Pascual y Martín-Cugat. Archivo familiar de
Josefa Rodríguez Ruiz (1891-1969).
Varias familias
vinculadas a las salesianas valverdeñas siguen conservando copia de una
fotografía de Don Bosco en Barcelona, convertida casi en una reliquia. La
instantánea recoge su visita de mayo de 1886, una de cuyos artífices fue la hoy
venerable Dorotea de Chopitea, una chilena afincada en Cataluña y promotora de numerosas
obras asistenciales, tanto en su país natal, como en España: escuelas,
iglesias, hospitales y asilos. Don Bosco fue acogido en la Casa salesiana de Sarriá
y visitó la basílica de Nuestra Señora de la Merced. Allí recibió unos terrenos
en la cumbre del Tibidabo, donde se levantó una pequeña ermita, y donde hoy se
erige la basílica del Sagrado Corazón de Jesús.
En los años 60, el
párroco D. Juan Romero Oviedo instaba a unir la festividad de San Juan Bosco, el apóstol de
los niños, con la Jornada Mundial de la Santa Infancia. En el año inicial de la
década, el triduo se celebro, como era habitual los días 28, 29 y 30 con
predicaciones a cargo de un padre jesuita de la residencia de Huelva, y la misa
se pospuso para el lunes 1 de febrero en la capilla de María Auxiliadora, pero,
a la par, se instaba a los fieles, a través de la Hoja Parroquial, de la necesidad
de aumentar las limosnas –la meta era superar las 2.000 pesetas del año
anterior- para las necesidades espirituales y materiales de los niños de las
Misiones, aumentar las casas cuna, los colegios- comedores de huérfanos y su
atención médica.[5]
Desde 1905, el colegio de las hijas de María Auxiliadora tuvo un parvulario de niños que desapareció coyunturalmente en torno a la Guerra Civil, pero estaba plenamente restablecido en los años 40. Bien es sabido también que muchos
de los alumnos del Grupo Escolar de los años cincuenta, sesenta e incluso
setenta procedían del parvulario de las Salesianas, donde estudiaban desde los
3 a los 5 años. Por sus aulas pasaron cientos de niños de distintas
generaciones, algunos de los cuales permanecían en el colegio salesiano algún
tiempo extra, pero debían abandonarlo tras hacer la primera comunión. Ellos
también se educaron en el respeto al santo italiano y algunos nos recuerdan que
a los mejores aprendices de catecismo se les otorgaba la
banda azul de María Auxiliadora, que portaban orgullosos por las calles de la
ciudad, tras salir de la misa dominical.
En 1993, con ocasión
del centenario de la llegada a Valverde de las primeras hijas de María
Auxiliadora a nuestra ciudad, la festividad de San Juan Bosco alcanzó una
solemnidad, si acaso especial, aunque
siguiendo una tradición de honda raigambre: hubo triduo en la capilla de María
Auxiliadora y el 31 de enero, que de nuevo cayó en domingo, misa solemne en la Iglesia Parroquial. De
vueltas al colegio, su patio fue centro de un festival de canciones a cargo de
las alumnas de 8º de EGB, y aquella noche hubo velada en el teatro del colegio
con protagonismo claro de las antiguas
alumnas, que ese día vuelven al colegio de su infancia y, a través de sus canciones,
tablas de gimnasia artística y representación de sainetes, sirven para regocijo
de todos los presentes, pero también para mantener los lazos afectivos de las
antiguas pupilas del centro con la comunidad salesiana. Aquel año de 1993 los
teatrillos tuvieron el corolario del estreno oficial de las sevillanas a San
Juan Bosco, escritas y musicadas por el poeta local M. González Mora. Una antigua discípula imploraba
en 1994 para que continuara la presencia de las antiguas alumnas en tan
señalada fecha: “Sirve de gran satisfacción
agradecer a todos los componentes del elenco artístico para que no falte nunca
ni decaiga su formidable contribución en fecha tan señalada”.[6]
En el siglo XXI se sigue manteniendo el
triduo por la tarde para los adultos y feligreses en general, y una celebración
especial para el alumnado del colegio en horario de mañana: en la capilla, bien
la directora, bien algún miembro de la pastoral, dirigen una plática acerca de
la vida del santo, de sus valores relacionados con la juventud y de su famoso
sueño de infancia que invita a ser capaces de terminar las disputas no con
golpes y violencia, sino con palabras y argumentos. La semana anterior se
celebra la semana de la Alegría, a
base de actividades vespertinas que rememoran los juegos infantiles
tradicionales -la sillita, las carreras de sacos o el pañolito-, talleres de manualidades y sesiones de cine. El 31 se
celebra la misa general, trasladada definitivamente a la Iglesia debido al
crecido número de alumnos del colegio. Vueltos al mismo, se inicia el pasacalles: lo abren la banda de
tambores de alumnos -actuales y pasados-, dirigidos por Manuel Fernández
Corralejo, la pancarta de Don Bosco y otras de diferentes temáticas referidas a
valores como la esperanza, la alegría, la pureza, el amor, la humildad o la
caridad.[7]
DON BOSCO Y EL TALLER ESCUELA.
De la misma manera, la festividad de San Juan Bosco era renombrada en el Taller Escuela José Antonio de Formación Profesional[8]. Ya dijimos en su día que la cocina del taller-escuela alivió mucha hambre y no sólo la de los chicos y profesores, sino también de albañiles de obras en el centro o transeúntes pobres de paso por Valverde. Pero cuando más se engalanaban sus fogones era por las fiestas de San Juan Bosco, cuando profesores, alumnos y autoridades comían a mesa y mantel. Entonces, el personal de cocina necesitaba ayuda exterior, llegando, a veces, ayudantes desde Huelva.
De la misma manera, la festividad de San Juan Bosco era renombrada en el Taller Escuela José Antonio de Formación Profesional[8]. Ya dijimos en su día que la cocina del taller-escuela alivió mucha hambre y no sólo la de los chicos y profesores, sino también de albañiles de obras en el centro o transeúntes pobres de paso por Valverde. Pero cuando más se engalanaban sus fogones era por las fiestas de San Juan Bosco, cuando profesores, alumnos y autoridades comían a mesa y mantel. Entonces, el personal de cocina necesitaba ayuda exterior, llegando, a veces, ayudantes desde Huelva.
En 1967 hubo misa a las 11, como de costumbre
con panegírico a cargo del asesor religioso de la Organización Sindical, el
padre Agustín Castro Merello[11],
Superior de la Residencia de Padres Jesuitas de Huelva y colaborador habitual
de diario Odiel. A fines de la
década de 1960, la eucaristía se hizo más rica, gracias a los cánticos del coro
mixto del colegio, que interpretaba a cuatro voces salmos y espirituales, y con
las ofrendas en el ofertorio de los trabajos realizados en piel, madera y chapa
por parte de los propios alumnos «mediante sencillas pero
devotas palabras». Eugenio Lobo Conde era el capellán del centro y Juan
Vázquez Limón, su director.[12]
La misa de San Juan
Bosco. Foto Calero.
La carrera de burros era de los actos más espectaculares. Los alumnos participantes buscaban el burro más viejo ya que, según las reglas de esta curiosa competición, ganaría el que más tarde llegara a la meta. La prueba bordeaba el antiguo campo de fútbol y volvía al centro a través de la calle Diputación. A continuación, se procedía a la entrega de premios de los campeonatos deportivos celebrados las semanas anteriores: tenis de mesa, ajedrez, damas, dominó, fútbol, baloncesto y voleibol.
Nunca faltaban los representantes de la
Organización Sindical franquista, siendo habitual la presencia del delegado
provincial de sindicatos. En el San Juan Bosco de 1967, a las 11 de la mañana,
como era habitual, se celebró la misa
oficiada por el capellán, con panegírico a cargo del asesor religioso de la
Organización Sindical, el Padre Castro Merello. Tras el programa de actividades
lúdicas, se impusieron medallas al escultor Antonio León Ortega, premiado por
la Delegación Nacional como artesano ejemplar, y al productor Contreras. Por la
tarde, se produjeron las habituales actividades deportivas y la sesión
cinematográfica[14].
Dos años más tarde, en 1969, las autoridades estaban compuestas por Ángel
García del Bello, secretario provincial
de Sindicatos, José Martí Pascual, vicesecretario de obras sindicales, y
Manuel Buades Castillo, secretario de la
obra sindical de Educación y Descanso[15].
DON BOSCO EN EL CORPUS VALVERDEÑO.
Junto a la
presencia de la sagrada ostia bajo el palio,
Don Bosco
estuvo presente también en el Corpus valverdeño en unos años en los que
se intentó recuperar en la procesión eucarística la presencia gremial de cada
sector productivo valverdeño. El 28 de mayo de 1964, la imagen de San Juan
Bosco representó a los trabajadores de la fábrica trianera de muebles Hijos de José Franco,
regentada por José Franco Rodríguez. La imagen procesionó en un Seat 600, de la
propia fábrica de muebles, conducido por Agustín Doblado, encargado de la misma, aunque aquel
artilugio mecánico fue adornado convenientemente como un paso más de corpus, mientras
que una menuda imagen de San José salió y representó a la fábrica de Los
Zarzales.
San Juan Bosco y
algunos carpinteros de la fábrica de José Franco Rodríguez: Pepe Tomico, Manuel
Asuero, Fernando Santos, Pedro Quiñones, Juan Romero Domínguez y su hijo Juan
Romero Bermejo, y José Franco.
Procesión del Corpus
28 de mayo de 1964.
La capital onubense
también celebraba la festividad de Don
Bosco y lo hacía por doble vía, la de los salesianos de Huelva y la del gremio
de cinematógrafos. Los salesianos lo hacían con un triduo y misa celebrada, a
menudo, por el obispo onubense en la Iglesia de la Concepción, donde se reunían
los miembros de la residencia Salesiana de la Escuela Stella Maris,
-creada en 1962 en el
edificio del antiguo Seamen´s Institute de la capital onubense, cedido a la
diócesis de Huelva por la compañía de Rio Tinto[16]-, pero también de los
alumnos de los centros de Formación Profesional e Industrial de la capital
onubense[17].
La misa de la mañana estaba especialmente dirigida al considerado santo de la
juventud, y la de la tarde para el resto de devotos.
Los alumnos del colegio salesiano Cristo Sacerdote, creado
en 1969, disfrutaban con cucañas, carrera de cintas en bicicleta en las que participaba
el alumnado de primaria y de bachillerato, juegos de bolos, de ping-pong, y un
campeonato de tiro al blanco[18].
Desde 1972 el colegio se dotó de una nueva pista polideportiva, donde comienzan
a celebrase trofeos triangulares de fútbol y baloncesto, y se terminaba con la
velada literaria y la representación de sainetes de Carlos Arniches.[19]
Además, Don Bosco era
considerado, a la sazón, patrón de la
cinematografía. Por esa razón, las empresas cinematográficas de la provincia de
Huelva organizaban proyecciones en el
Gran Teatro, y misa con panegírico en la Iglesia de las Madres Agustinas. La
relación entre el Santo del Piamonte italiano, y el invento de los Lumière era
explicado de esta guisa por el cronista F.G., del diario Odiel: “San Juan Bosco se valió de lo que existía entonces, el teatro, para
enseñar el catecismo; su bien cortada pluma escribió obras teatrales
encantadoras; practicó las prestidigitación, las acrobacias del circo, todo
aquello que fuera atrayente y ameno a la muchachada; con estos medios fundó sus
oratorios, que no son más que medios cautivadores de la juventud, para enseñar
el catecismo y educar cristianamente. No dudamos en afirmar que si Don Bosco
hubiera conocido el cine, como existe hoy, hubiera sido un formidable guionista
[…]”[20]. También el Cine Club de la Obra Sindical de Educación
y Descanso, presidido por José Luis Ruiz, celebraba el día de su patrón con
misa, sesión cinematográfica y cena de hermandad en un hotel céntrico de la
capital.[21]
El colegio masculino salesiano Santo Domingo Savio de La Palma del Condado, fundado en 1961, repetía con pocas variaciones las celebraciones realizadas en Valverde, consistentes en un triduo celebrado en la Iglesia parroquial de San Juan Bautista, seguido de competiciones deportivas, proyecciones de películas aventureras en el Cinema España, un concurso pictórico-literario y la escenificación de cantos corales y sainetes.[22]
[2] Entrevista a Purita Borrero
Becerro (1928), Pepita Márquez Rodríguez (1931), Isabel Nieto Mora (1933),
Dolores Rivera (1934), Amalia Becerro (1935) y Conchita Franco Rodríguez (1935).
Las informantes nos hablan de los babis color caqui de los chicos y algunas
creen recordar una palomita o lazo en el cuello.
[3]
ODIEL. 4 de febrero de 1937. El propio José Barriga
relato en “Perfiles de la vida de un sacerdote siempre joven” su experiencia pastoral
en Valverde, Sevilla, Cortegana y Écija. Recogido por ABC: Miércoles 24 de
marzo de 1982, p. 48.
[4] Pepita
Márquez Rodríguez nos cuenta que por las mismas fechas se bordó el palio de la
Virgen de los Dolores por parte de las alumnas de las Salesianas, en los altos de las
oficinas de la Luz de la familia Fleming, en la calle D. Rodrigo
Caballero.
[5] Boletín Parroquial de Valverde.
Año V. Domingos 24 y 31 de de enero de
1960, nº 4 y 5, p 1.
[6]
Fiesta de San Juan Bosco. En Facanías,
nº 248. Mayo de 1994, p. 21.
[7]
Entrevista a las antiguas alumnas María Senra, Luisa
Feria, Gloria Vizcaíno, Inma Gómez, Adela Batanero, Aitana Hernández, Iuliana
Spataru, Mónica Martín, Marina Pérez y Guillermina Marrodán.
[8] SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C.:"La Vida Cotidiana en
la Escuela profesional". En De la Escuela profesional al
IES Don Bosco (1956-2006).
Diputación de Huelva. 2006., pp. 63-66. Extraído de las páginas 63
a 66.
[9] Hoja parroquial. Domingo 31 de enero de 1960.
[10]
ODIEL. 2 de febrero de 1962. “El Taller Escuela José Antonio conmemoró el día
de San Juan Bosco”.
[11]
ODIEL. “El próximo martes festividad de San Juan Bosco. Actos en Valverde del
Camino”.
[12] ODIEL. 6 de febrero de 1969. “Valverde del
Camino. Festividad de San Juan Bosco”.
[13]
ODIEL. Viernes, 2 de febrero de 1962.
[14] ODIEL 26-1-1967.
[15] ODIEL 6-2-1969.
[16]
Esta institución del Apostolado del Mar, ubicada
en la manzana conformada por la Avenida de Italia, y las calles Duque de la
Victoria y Periodista Luca de Tena, tenía escuela, casino, habitaciones,
dormitorios y capilla. Era un hogar abierto a los marineros, que buscaba
minimizar su desarraigo familiar y afectivo. El edificio fue inaugurado por el
Ministro de Marina, almirante Pedro Nieto Antúnez, el 14 de enero de 1962.
[17] ODIEL. 1 de febrero de 1967.
“Los salesianos de Huelva celebraron la fiesta de San Juan Bosco con
extraordinaria brillantez”.
[18] ODIEL. 4 de febrero de 1971. “Las
fiestas de San Juan Bosco en el Colegio Salesiano”.
[19] ODIEL. 26 de enero de 1972. “Actos
en honor de San Juan Bosco en el Colegio Salesiano Cristo sacerdote”
[20] ODIEL.29 de enero de 1967. “San
Juan Bosco, patrono de la cinematografía.
[21] ODIEL. 31 de enero de 1967. “En
la fiesta del patrón de la cinematografía”.
[22] GARCIA, D.: “La Palma del Condado. Festividad de San Juan
Bosco”. En ODIEL. 2 de febrero de
1967.
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