LAS QUEDAS
A principios de la década de 1940 ya había “quedas” en Valverde. Acababa de terminar la Guerra Civil
Emilia Villegas Espada aún recuerda la queda en el doblao de
la casa de su amiga Petra Duque , en las Peñas. A pasar
de las estrecheces de la época y de su condición de féminas, la queda duraba
desde la 9 de la noche hasta las 9 de la mañana siguiente.
«Los muchachos no se
quedaban con nosotras. Algunos estaban en la casa de Francisco, el Bata, en la
cuesta de la Estación. De vez en cuando pasaban al grito de “Voy de paso”»[1].
« A veces entraba alguien con la guitarra. Bebíamos licor y vino
dulce de la caldera de Zarza. NO faltaban los piñonates de la Quiyoya y los alfajores de las
Manzanas.
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