Gaceta de Valverde, pág. 6
JCSC, Jefe local de la Guardia Civil
Antes de la organización del Duque de
Ahumada puede afirmarse que ya existíamos, aunque fue el Gobierno de González
Bravo el creador de la Guardia
Civil de manera oficial, ante la
necesidad de disponer de una fuerza nacional capaz de hacer frente a la inseguridad motivada por el
bandolerismo. A través de sendos decretos de 28 de marzo y de 13 de mayo de 1844 se nos creó como Cuerpo
dependiente del Ministerio de la
Gobernación, en lo referente al servicio, y del Ministerio de la Guerra, en cuanto a organización.
El Duque de Ahumada, hombre de confianza de Narváez, militar de prestigio y profundo conocedor de la realidad española, siguió los dictados de su padre, el marqués de las Amarillas y nos imprimió nuestras señas de identidad: fuerte disciplina, capacidad de sacrificio, espíritu benemérito y lealtad a
Hasta ahora ha sido nuestro cometido
averiguar el paradero los ladrones y recuperar los efectos robados, proteger la
llegada de los correos y las diligencias, socorrer los carruaje y carros
volcados, ayudar a los viajeros perdidos, conducir las caballería sueltas y las
cabezas de ganado descarriadas. Junto a ello
contribuimos a cortar los incendios y velamos en todas partes por la
seguridad de las personas y conservación de las propiedades.
Debemos proteger de las inundaciones, terremotos, huracanes, temblores de tierra y tempestades. Nos está encomendada la conservación de los montes y arbolados, así como la de los bosques del Estado y de particulares, especialmente de los árboles frutales y viñedos que se encuentran en las inmediaciones de los caminos. Para todo ellola Cartilla de la Guardia Civil nos obliga a
poseer grandeza de alma y sublime
abnegación, cualidades necesarias para
tan delicadas funciones, virtudes que sólo pueden abrigarse en corazones puros
y limpios de toda mancilla.
Debemos proteger de las inundaciones, terremotos, huracanes, temblores de tierra y tempestades. Nos está encomendada la conservación de los montes y arbolados, así como la de los bosques del Estado y de particulares, especialmente de los árboles frutales y viñedos que se encuentran en las inmediaciones de los caminos. Para todo ello
En 1853 supimos adaptar nuestra organización
con vistas a cumplir misiones en caso de guerra. En este mismo año se creó la
llamada Compañía de Guardias Jóvenes, que, a partir de aquel momento, ha sido
un auténtico vivero de guardias civiles. Ya desde el año anterior, 1852,se
publicó la Cartilla ,
verdadero código moral del Guardia Civil, cuyos preceptos se han mantenido
inalterables con el paso del tiempo. En 1857, siendo nuevamente Director del
Cuerpo el Duque de Ahumada, se elevó la fuerza hasta los 10.000 hombres.
Además de lo dicho, las prerrogativas del Real Cuerpo de Carabineros de Costa y Fronteras
nos permite garantizar la vigilancia de
las Costas y Fronteras y hacemos cada
día más activa la guerra al contrabando en toda la Península , afianzamos la protección y fomento de la
industria nacional conforme a las leyes de Aduanas. Hoy somos
los garantes de orden público, pero no
hay que olvidar nuestra presencia en actividades humanitarias y el rigor en el
desempeñó del servicio.
Desde 1850 nos hicimos cargo del servicio de Torres Vigías por extinción del Cuerpo de Torreros de Costas. Una Real Orden de 5 de febrero de 1853 nos organizó para caso de guerra en batallones y escuadrones. Por ello, en 1859, participamos en la guerra de África con una fuerza especial para el control fiscal de proveedores, contratistas y bagajeros.
Grandes han sido nuestros desvelos para auxilio de la población en general, destacando las labor en las riadas de Valencia. Desde el año 1865 nos ocupamos de ejercer el servicio de Consumos, siendo la nueva modalidad de "Carabineros consumeros", aunque estos cargos solo han sido puestos en vigor en las Comandancias de Alicante, Tarragona,La Coruña , Barcelona, Madrid, Málaga y Cádiz, con un
contingente aproximado de 500 hombres.
Desde 1850 nos hicimos cargo del servicio de Torres Vigías por extinción del Cuerpo de Torreros de Costas. Una Real Orden de 5 de febrero de 1853 nos organizó para caso de guerra en batallones y escuadrones. Por ello, en 1859, participamos en la guerra de África con una fuerza especial para el control fiscal de proveedores, contratistas y bagajeros.
Grandes han sido nuestros desvelos para auxilio de la población en general, destacando las labor en las riadas de Valencia. Desde el año 1865 nos ocupamos de ejercer el servicio de Consumos, siendo la nueva modalidad de "Carabineros consumeros", aunque estos cargos solo han sido puestos en vigor en las Comandancias de Alicante, Tarragona,
A
partir de ahora se nos encomienda además la vigilancia de las estaciones de
ferrocarril ubicadas en zonas y puntos fiscales. Por ello, nos satisface la
llegada del ferrocarril a Valverde y nos agrada la nueva tarea que se nos
encomienda. Que no duden todos los
valverdeños que seguiremos garantizando el Buen Orden y la Seguridad Pública.
Todo sea por la patria.
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