NOTAS SOBRE EL
VIEJO GRUPO ESCOLAR JOSE NOGALES (1945-1973) [1].
Juan Carlos Sánchez Corralejo
El Proyecto de escuela femenina graduada del Santo
La
historia que relatamos a continuación fue una odisea, la misma que ocurrió en el
desarrollo de la mayoría de obras escolares en la época franquista. Quince años
de proyectos y gestiones fueron necesarios para levantar un grupo escolar en
Valverde que debía ser para niñas, pero que acabó siendo para niños.
Desde
1945, el gobierno municipal, presidido a la sazón por Juan Parreño Romero, se
planteó la necesidad de construir un edificio destinado a escuelas de niñas «por
exigirlo la muy defectuosa instalación de las mismas en locales inadecuados»[2].
En octubre de 1948, el grupo escolar de niñas y otras obras urgentes se veían
como un medio de acabar con el paro de la población[3].
Desde 1950 toma cuerpo el nuevo proyecto de Grupo Escolar de niñas, aunque su construcción vio varios planes y
cambió de signo en varias ocasiones. La escuela de niñas de la zona militar era
de propiedad municipal y suponía “una
carga para nuestro presupuesto”.
El 21 de mayo de 1952, la comisión permanente
del ayuntamiento decidió acelerar el proyecto. Aspiraba a crear seis secciones
graduadas, un aula de labor, la biblioteca, el pabellón de dirección y un campo
de deportes, a razón de 40.000 pesetas de subvención por cada unidad,
además de la casa del guarda que se
elevaría a otras 20.000 pesetas. El entonces alcalde, Pedro
Vizcaíno Rodríguez, inició contactos con el arquitecto Antonio Solesio González
-vinculado a Valverde como responsable del proyecto de la escuela profesional
“José Antonio”-, quien recibió el cometido de elaborar el proyecto y el
presupuesto[4], y
se remitió al Ministerio de Educación la petición de subvención correspondiente.
El
ayuntamiento se decidió inicialmente –a diferencia de la obra del Menéndez y
Pelayo- por la fórmula de construcción
municipal, con subvención estatal, a razón de 40.000 pesetas por grado,
cantidad que sería entregada en dos plazos según el avance de las obras, y que
implicaba la libre elección municipal del arquitecto. En octubre de 1952,
Solesio se muestra dispuesto a aceptar
el proyecto, pero dos años después, en 1955, había otro proyecto en la
mesa del alcalde, obra del arquitecto sevillano José María Morales Lupiáñez, representante
de la arquitectura ecléctica de los años 50. Morales Lupiáñez fue asimismo el
encargado del trazado de la barriada de la Inmaculada Concepción y de la
ampliación del cementerio y del mercado de abastos, ambos en 1958.
La
obra iría emplazada en una amplia parcela de 15.000 m2 situada al SO
del casco urbano, frente a la ermita del Santo, en un pequeño cerro entre las
cotas 278 y 286 metros, con una superficie construida de 615m2,
con acceso por la plaza de la ermita y al final de la calle San Sebastián[5].
Era el emplazamiento preferido de los arquitectos: “En cuanto al emplazamiento, estuve hablando con Alejandro Herrero y
quería que se hiciese en un cabezo que hay enfrente de la ermita del Santo, al
otro lado de la calle San Sebastián.¿Podría ser esto? Pues en el terreno de Machaquito,
además de ser insuficiente, está muy próximo a la carretera y alejado del
centro tanto como el cabezo que te indico.[6]
Los
nuevos planos del colegio del Santo incluían un vestíbulo, despacho de la
directora, sala de profesoras, seis clases, galería cubierta de acceso al campo
de juegos, aseos para profesoras y alumnas y un almacén de material. El arquitecto
optaba por un edificio de planta única en forma de ala abierta al suroeste,
techo inclinado, teja árabe, carpintería de pino Soria y ventanales de 2’50. El
terreno de juego se compondría de dos campos de arena de diez por diez metros.[7]
En
octubre de 1955, Morales Lupiáñez se queja al alcalde, Pedro Vizcaíno, de
haberle metido mucha prisa inicial, pero de no haber solicitado de forma
oficial informe de los terrenos a Ricardo Anadón Frutos, arquitecto escolar
provincial, a fin de incluir la obra en
el plan de obras provinciales. Él, por su parte, estaba adaptando los planos
iniciales “a la nueva ley”.[8]
Casi
tres años después, el 17 de marzo de 1958, el pleno del ayuntamiento decide aprobar
de una manera definitiva el proyecto de
Morales Lupiáñez con un presupuesto final de 759.930 pesetas, incluidos los
honorarios del aparejador y la dirección de obra. Aun era una escuela de niñas[9].
Solo uno de los concejales, Juan Parreño Romero, se opuso al emplazamiento del
colegio en el Cabezo de Santo, al tiempo que pedía la ejecución de un nuevo
grupo escolar de niños de 9 secciones[10].
En noviembre de 1958, el consistorio valverdeño pedía, además, la mejora de las
viviendas de los maestros, 4 nuevas escuelas con sus viviendas correspondientes,
el grupo escolar de 9 secciones para varones, dos unidades de párvulos varones
y una escuela unitaria en Los Pinos. Según sus estimaciones el 40% de niños y
el27% de las niñas “no reciben enseñanza
primaria de ninguna clase”.[11]
Planos de Morales Lupiáñez. Abril de 1955
El
Plan de Construcciones Escolares de 1958
concedió una subvención de 450.000 pesetas por parte de la junta provincial de
construcciones escolares. El 50% sería abonado cuando la construcción se
encontrara a cubierto de agua y el resto una vez finalizadas las obras. El
ayuntamiento procedió a la subasta y adjudicación a favor del proyecto de Morales
Lupiáñez[12]. Pero
de nuevo se volvió a demorar el comienzo de la obra.
El
18 de noviembre de 1959, alcalde y secretario se reúnen con el gobernador civil
y las autoridades educativas provinciales. En vista de las dificultades de la
provincia para encarar las construcciones escolares, el 18 de enero de 1960, el
pleno municipal sustituyó el sistema de subvención estatal por el de aportación conjunta estado-municipio.
Ello supondría el rechazo del proyecto de Morales Lupiáñez –aunque el
ayuntamiento se resistió-, pero al
menos se agilizaría el comienzo de las obras. Para ello, en mayo de 1960, el
ayuntamiento valverdeño cerró una operación de tesorería con la Caja de Crédito
y Cooperación Provincial por valor de 114.854 pesetas[13]
-monto de la aportación municipal del
nuevo proyecto de los arquitectos Laorga y López Zanón, que ascendió a 522.067
pesetas, más los gastos de adaptación y de dirección de obra que harían un
total de 574.273 pesetas-, con una comisión anual del 1% y un interés del
3%, amortizable en 5 años, a razón de
cuotas fijas de 22.971 pesetas.
Desde
el verano de 1960 se avanza en la ejecución de las seis clases proyectadas[14],
que prosiguió hasta la primavera de 1961. La empresa constructora fue Viuda de M. Pérez González, representada
por Marcos Antona de la Calle. Nunca se levantaron las viviendas proyectadas inicialmente
para las maestras. El suministro eléctrico se retrasó hasta principios del año
1963, y fue montado por la empresa Rafael
Fleming Zarza, regentada por su hijo Diego. Recibió el nombre de José Nogales en “memoria del gran escritor y poeta local” por acuerdo del plenario
de 4 de marzo de 1961.
Hasta
julio de 1962 no se aprobó el presupuesto de la obra del despacho de dirección
y de abastecimiento de agua –conducción desde el pozo del recinto hasta las
instalaciones- por valor de 68.094
pesetas, de las que 13.618 serian aportadas por el municipio, cantidad que se
vio incrementada y que exigió una nueva aportación municipal de otras 3.486
pesetas. Fue ejecutada por el
contratista Agustín Echevarría.
Planos
de Morales Lupiáñez. Abril de 1955 A.M.V.
Legs. 360 y 1244.
El Grupo Escolar de niños
A
principios de 1961 se modificó el proyecto inicial: el Santo ya no sería un
grupo de niñas, sino de niños. El origen del cambio se sitúa en febrero, cuando
el inspector jefe provincial de enseñanza primaria, Juvenal de Vega y Relea, destacó
los inconvenientes del emplazamiento –en lo alto de un cabezo con un camino
lleno de barro- y consideró más idóneo que el grupo se dedicara a seis
secciones de niños, ya que la «enseñanza de niñas está actualmente
suficientemente atendida y más distribuida en los distintos sectores del casco
urbano, pues se cuenta con el grupo de la calle Lucía Ramírez, la escuela de
San Carlos, y las Hermanas de la Cruz, recogiéndose así, sin cubrir grandes
distancias, toda la población escolar femenina de Valverde». Se argumentaba
que con los niños no ocurría lo mismo, pues la población sólo contaba con el
Menéndez Pelayo, situado en el extremo norte del casco urbano, obligando a los
críos a importantes caminatas diarias. Se decidió informar de estos cambios al
Ministerio de Educación Nacional, por conducto de la Inspección Provincial. Pero el argumento no era
cierto. A las siete unidades del Menéndez y Pelayo se unen ahora las
seis del recién inaugurado José Nogales. Ello vino a significar la existencia
de 13 unidades escolares para la población masculina, y apenas cinco para la
población femenina
Por aquellos días se barajó la posibilidad de
una solución coeducativa e integradora: dedicar en todos los grupos escolares
la mitad de las clases para niños y la otra mitad para niñas[15],
aunque no se llego a profundizar en dicha propuesta.
La
obra del Santo no respetó el proyecto de Lupiáñez: al final se compuso de 3
pabellones, subdivididos por la mitad para un total de seis aulas, obra de los
arquitectos Luis Laorga Gutiérrez y José López Zanón, bajo la dirección de
obras de Ricardo Anadón[16],
que seguían el modelo normalizado de escuelas de Andalucía Interior y la Baja Extremadura.
Las aulas se reducen a 53’5m2. El 18 de febrero de 1961, se produjo la
recepción provisional por parte del ayuntamiento, al tiempo que se buscaba un
guarda para el inmueble entre los ancianos e inválidos de la población[17].
A mediados de mayo, el ayuntamiento trataba de adquirir 10m2 de
terreno aledaño, propiedad de José Manuel Mantero para construir un pozo y
asegurar el suministro de agua del nuevo grupo escolar. El 18 de diciembre de
1961 se firmo el acta definitiva de recepción.[18]
La elección de su emplazamiento y sus defectos de
fábrica fueron evidentes para lugareños y observadores externos: «el grupo escolar José
Nogales, edificado en los años cincuenta con un presupuesto de 300.000 pesetas,
además de insuficiente y mal planteado, se situó
sobre un cerro, de tal forma, que el campo de juegos infantiles queda en una de
las cuestas más pronunciadas de la población».[19]
Grupo Escolar José Nogales. Valverde en fiestas
1961.
Los
primeros maestros, desde el curso 1961/62, fueron Luis
Retamero, el primer director interino desde octubre de 1961, acompañado de varios
maestros con adjudicación provisional como el granadino Manuel Rojo Jiménez[20],
Rafael López Muñoz, Antonio Rivera Quintero, Jerónimo
Nogueroles Candela, natural del Puerto de Santa María,[21]
e Ildefonso Arrayás Mora, opositor del
año 1963.[22]
El abogado Antonio
López Pavón, natural de Ciudad Real, sustituyó a Luis Retamero y se
convirtió en el segundo director del
centro. Junto a él llegaron a Valverde Manuel Orihuela,
de Iznalloz, Amador del Pino Izquierdo,
hijo de un conocido profesor de la escuela normal de Huelva, opositor del año
1961, quien se convertiría en el tercer
director del colegio y desde el curso 1967/68 trasladado a la unidad de niños
del colegio San Fernando de Huelva del Patronato Nacional de Juventudes. Junto
a ellos, en el curso 62/63 se incorporaron dos valverdeños aún con carácter
provisional, opositores de abril de 1962: Juan Cruz Cera,
y José Luis Infante Tocino, Este último llegó
por el turno restringido de volantes, por su condición de hijo de maestro, aunque tuvo que ceder finalmente su plaza a Manuel Villadeamigo[23],
ya que este había sacado las oposiciones por el turno ordinario y debía tener prevalencia
sobre el anterior
El calañés Martín Rico Jaldón, estudió parte del bachillerato en la Academia de Valverde, y el
bachillerato en La Normal y el Colegio Menor de la capital onubense; opositor de
1963, también obtuvo plaza provisional en el Santo
y venia a diario en su vespa desde su
Calañas Natal. En 1967 fue trasladado a Tharsis.[24]
En los cursos siguientes llegaron al Santo Francisco
Javier Domínguez Romero, antes de su paso por Campofrío y su Beas natal, y José Arrayás Arroyo, quién
tras un paso fugaz por el Menéndez y
Pelayo, primero en diciembre de 1958, sustituyendo a Jesús González Martín[25],
y luego en el curso 1959/60, y otro año más como maestro del aula de primaria
de la Escuela Profesional[26], en el curso 1961/62, tras sacar las
oposiciones, se instaló en la escuela de los Baldios de Niebla, de donde pasó
en 1966 al José Nogales, convirtiéndose en uno de sus maestros más reconocibles[27]. Juan
Manuel Alcaría Capado, tras obtener
plaza definitiva en Valverde,
estuvo dos cursos escolares en el José Nogales del cabezo del Santo, desde 1967
hasta 1969, antes de llegar a las aulas
del Menéndez y Pelayo.[28]
En 1968 se incorporó Teodoro González García.
Natural
de Carboneras, aldea de Aracena, vivió y estudió en Huelva, ya que su padre era
trabajador de correos en aquella capital. En 1956 llegó a Valverde, recién
casado con Carmen Sevilla. En 1959 se unió
al grupo de maestros del Menéndez Pelayo, por el turno de consortes[29],
pero al inaugurarse el Grupo Escolar del Santo pidió traslado, por cercanía a
su domicilio del barrio de la Cruz, permaneciendo en él hasta 1975. En ese año
volvió con su esposa al Menéndez y Pelayo, donde se jubilaron ambos.
En
1969, se incorporaron tres nuevos
maestros valverdeños, Francisco Mendoza, Juan Cruz, procedente de El Cerro y
Juan Sánchez, de las campañas de alfabetización: Juan Sánchez Borrero, tras su paso por el seminario, terminó bachiller y
los estudios de magisterio por libre, y sacó sus oposiciones en 1963. Seis años
dedicó a las campañas de alfabetización,
hasta que en 1969 obtuvo la plaza definitiva en el José Nogales. Juan Bautista Cruz Cera obtuvo las oposiciones en 1962, junto a Manuel
Villadeamigo y desde marzo de 1963 excedencia forzosa por cumplimiento del
servicio militar en los regulares de Melilla. Tras pasar por la escuela del Castillo del Cerro de
Andévalo, volvió al José Nogales en el curso 70/71, retomando a sus antiguos
alumnos de primero, que ahora ya estaban en sexto. Francisco Mendoza Cejudo llego procedente de la escuela de la Mina del
Perrunal.[30]
Manuel
Villadeamigo Cera volvió al José Nogales en el curso 1973/74, tras
una estancia de nueve años en al
colegio San José de Calasanz de Calañas. Tras la implantación de la EGB fue un maestro especializado de la segunda
etapa y preferentemente de 8º. No lo abandonó hasta el año 1997 para impartir el primer ciclo de la ESO en el
IES Don Bosco: «Yo daba matemáticas, que era mi especialidad, pero además
lengua, ciencias naturales y aquel francés macarrónico que aprendimos con D.
José Castilla en la Academia».[31]
Curso
|
Alumnos
|
Profesor
|
1º
|
40
|
Manuel Villadeamigo Blas
|
2º
|
30
|
José Arrayás Arroyo
|
3º
|
33
|
Teodoro González García
|
4º
|
33
|
Juan Cruz Cera
|
5º
|
20
|
Francisco Mendoza Cejudo
|
6º
|
35
|
Juan
Sánchez Borrero
|
Total
|
191
|
Fuente: Informe sobre Matricula. Escuela Graduada
José Nogales. 24 de Septiembre de 1973.Leg. 360.
Juan Cruz Cera y sus alumnos del José Nogales. Curso 1970-71
Escuela Municipal Infantil Valleverde.
En el curso escolar 1961/62
llegaron los primeros alumnos, quienes, procedentes del Menéndez Pelayo, fueron
derivados al Santo en función de la ubicación de los domicilios familiares.
Algunos de aquellos primeros chicos fueron Fernando Arrayás, Wenceslao Sánchez,
Juan Feria, Francisco Márquez, Fernando Cruz, Manuel Limón, José Castilla y un
larguísimo etcétera. En 1967, el
alumnado de José Nogales se componía de 164 chicos que vivían en las calles más
cercanas al centro escolar.
Nombre y apellidos
|
Edad
|
Padres
|
Domicilio
|
|
1.
|
Eliseo
Alamillo Bau
|
11
|
Manuel
y Ana
|
Huerta
Nueva
|
2.
|
Francisco
Alamillo Bau
|
13
|
Manuel
y Ana
|
‘’ ‘’
|
3.
|
Manuel
Alamillo Bau
|
11
|
Manuel
y Ana
|
‘’ ‘’
|
4.
|
José
R. Alamillo Caballero
|
9
|
José
Blas y Benita
|
Cabezo
Molino A, 14
|
5.
|
Pedro
Alcaría Azogil
|
10
|
Pedro
e Isabel
|
José
María Pemán
|
6.
|
Juan
Miguel Alcuña Marín
|
6
|
José
y Bartolina
|
José
María Pemán 52
|
7.
|
Manuel
Alcuña Pérez
|
7
|
Francisco
y Juana
|
San
Sebastián, 4
|
8.
|
Fernando
Alonso Ramírez
|
7
|
José
y María
|
Toril,
2
|
9.
|
José
M. Arroyo García
|
13
|
José
(+) y Andrea
|
Santa
Ana 31
|
10.
|
Antonio
Arroyo Lazo
|
8
|
José
y Antonia
|
Italia,
23
|
11.
|
José
Arroyo Lazo
|
10
|
José
y Antonia
|
Italia,
23
|
12.
|
Salvador
Azogil Jiménez
|
12
|
Valeriano
y Josefa
|
D.
Francisco Romero, 12
|
13.
|
José
Antonio Bermejo Arrayás
|
8
|
José y Ángeles
|
Huerta
Nueva, 8
|
14.
|
Manuel
Bermejo Marín
|
11
|
Manuel
y Gregoria
|
San
Sebastián
|
15.
|
José
Mª Bermejo Membrillo
|
7
|
Francisco
y Manuela
|
Queipo
de Llano, 39
|
16.
|
Juan
M. Bermejo Membrillo
|
6
|
Francisco
y Manuela
|
Queipo
de Llano, 39
|
17.
|
Manuel
Bermejo Ponce
|
11
|
Andrés
y Reposo (+)
|
Sor
Ángela, 43
|
18.
|
Manuel
Berrocal Morián
|
6
|
Manuel
y Concepción
|
Cervantes,
14
|
19.
|
José
Francisco. Berrocal Morián
|
8
|
Manuel
y Concepción
|
Cervantes,
14
|
20.
|
Manuel
Bonaño Feria
|
8
|
Manuel
y Francisca
|
Rodrigo
Caballero, 16
|
21.
|
Antonio
Caballero Alcuña
|
9
|
José
y Petra
|
Trinidad,
66
|
22.
|
Manuel
Caballero Camacho
|
9
|
Manuel
y Fernanda
|
San
Sebastián, 16
|
23.
|
Francisco
José Caballero Pérez
|
6
|
Gregorio
y Elena
|
Sor
Ángela, 42
|
24.
|
José
Calderay Romero
|
11
|
José
y Manuela
|
Alemania,
21
|
25.
|
Juan
Calero Feria
|
7
|
Andrés e Inés
|
San
Sebastián, 14
|
26.
|
José
María Calero Palanco
|
13
|
Gregorio
y Josefa
|
Millán
Astray, 23
|
27.
|
José
Antonio Calvo Morales
|
9
|
Calos
y María
|
Gral.
Goded, 20
|
28.
|
Gregorio
Carrero Becerro,
|
8
|
Alejandro
y Juana
|
Huerta
Nueva, 4
|
29.
|
Ildefonso
Carrero Boza
|
9
|
Ildefonso
y Carmen
|
Cardenal
Segura, 17
|
30.
|
Manuel
Carrero Lorca
|
8
|
Gregorio
y Petra
|
Huerta
Nueva, 6
|
31.
|
14
|
Antonio Josefa
|
José
María Pemán, 15
|
|
32.
|
Gº Miguel Castellano Romero
|
8
|
Manuel y Josefa
| |
33.
|
Juan Francisco Castilla Álvarez
|
7
|
José y María
|
Rollo, 18
|
34.
|
Francisco Castilla Castilla
|
7
|
José y Manuela
|
General Franco, 46
|
35.
|
José María Castilla Ramírez
|
12
|
Antonio y Juana
|
Teniente Marín, 38
|
36.
|
Juan
José Castilla Tirado
|
10
|
Juan
y Reposo
|
Cabezo
Molino, 20
|
37.
|
Aníbal
Cejudo Feria
|
9
|
Juan
José y Dolores
|
Sevilla,
7
|
38.
|
Salvador
Cera Carrero
|
11
|
Salvador
y Josefa
|
Cardenal
Segura, 17
|
39.
|
Gregorio
Cera Recio
|
18
|
José
y Dolores
|
Queipo
de Llano, 56,
|
40.
|
Manuel
cera Recio
|
11
|
José
y Dolores
|
Queipo
de Llano, 56
|
41.
|
José
Blas Conejo Jiménez
|
6
|
José y Mª España
|
General
Goded, 28.
|
42.
|
Manuel
Conejo Jiménez
|
9
|
José y Mª España
|
General
Goded, 28.
|
43.
|
Manuel
Conejo Quintero
|
8
|
Joaquín
y Gregoria
|
Sevilla,
12
|
44.
|
Francisco
Corralejo Garrido
|
11
|
Francisco
y María Jesús
|
Niebla,
39
|
45.
|
Gregorio
Corralejo Garrido
|
7
|
Francisco
y María Jesús
|
Niebla,
39
|
46.
|
Juan
Cuesto Gutiérrez
|
10
|
Francisco
y Dolores
|
S.
Sebastián, 33
|
47.
|
Andrés
Cuesto Mendoza
|
13
|
Andrés
y Magdalena
|
Cabezo
Molino
|
48.
|
Justiniano
Cumplido Rastrello
|
14
|
José
y Candelaria
|
Bda.
Sagrada Familia, 4
|
49.
|
Manuel
Doblado Jiménez
|
7
|
Agustín
y Francisca
|
Gral.
Goded, 39
|
50.
|
Juan
Domínguez Alonso
|
8
|
Juan
y Mercedes
|
Gral.
Mola, 17
|
51.
|
Leonardo
Domínguez Alonso
|
12
|
Juan
y Mercedes
|
Gral.
Mola, 17
|
52.
|
Fº
Javier Domínguez Gutiérrez
|
7
|
Cándido
y Petra
|
Millán
Astray, 25
|
53.
|
Manuel
Domínguez Gutiérrez
|
10
|
Cándido
y Petra
|
Millán
Astray, 25
|
54.
|
José
D. Domínguez Llanes
|
11
|
Alejandro
y Esperanza
|
Millán
Astray, 37
|
55.
|
Fernando
Domínguez Malavé
|
7
|
José
Mª y Vicenta
|
Cabezo
Molino, 5
|
56.
|
Manuel
Domínguez Márquez
|
11
|
No
consta
|
Niebla
20 (Baja)
|
57.
|
Rafael
Domínguez Ramírez
|
10
|
Manuel
y Florentina
|
J.
María Pemán, 30
|
58.
|
Bernardo
Escudero Borrero
|
10
|
Manuel
y Rosario
|
Cabezo
Molino A, 3
|
59.
|
Pedro
Escudero Borrero
|
13
|
Manuel
y Rosario
|
Cabezo
Molino A, 3
|
60.
|
Eugenio
Espada Robles
|
12
|
José
y Eugenia
|
Niebla,
27
|
61.
|
Gregorio
Fernández Contioso
|
9
|
Gregorio
y Consolación
|
Huerta
Nueva 1.
|
62.
|
Juan
Fernández Contioso
|
13
|
Gregorio
y Consolación
|
Huerta
Nueva 1.
|
63.
|
Inocencio
Fernández Gabarro
|
7
|
Oran y María
|
Cabezo
Molino, B, 7
|
64.
|
Manuel
Fernández Pérez
|
10
|
Rafael
y María
|
Rollo,
8
|
65.
|
Sebastián
Fernández Pérez
|
13
|
Rafael
y María
|
Rollo,
8
|
66.
|
Rafael
Galán Donaire
|
14
|
Juan
(+) y Rafaela
|
José
María Pemán, 46
|
67.
|
Luis
Gamonoso Salas
|
10
|
Fernando
y Manuela
|
Coronel
Yagüe, 2
|
68.
|
Antonio
García Carrero
|
6
|
Gaspar
y Rocío
|
Cabezo
Molino, A, 2
|
69.
|
José
L. García Mora
|
11
|
Rafael
y Paloma
|
Cardenal
Segura, 11
|
70.
|
Gregorio
Girol Blanco
|
11
|
José
Manuel y Josefa
|
Cardenal
Segura, 13
|
71.
|
Carlos
Gómez Flores
|
10
|
José
y Benita
|
Cardenal
Segura, 18
|
72.
|
Alberto
González Domínguez
|
12
|
José
María y Nélida
|
Calvo
Sotelo, 19
|
73.
|
José
María González Domínguez
|
8
|
José
María y Nélida
|
Calvo
Sotelo, 19
|
74.
|
José
Dolores Guisado Malavé
|
9
|
Claudio
y Gregoria
|
Cabezo
Molino, 13
|
75.
|
José
Gutiérrez Mantero
|
12
|
José
(+) y Reposo
|
San
Sebastián, 10
|
76.
|
Pedro
Gutiérrez Márquez
|
12
|
Juan
y Rosa
|
Venta
Tablas
|
77.
|
Andrés
Mª Gutiérrez Márquez
|
8
|
Juan
y Rosa
|
Venta
Tablas
|
78.
|
Ángel
L. Gutiérrez Rivera
|
8
|
Cristóbal
y Purificación
|
Cabezo
Molino B, 1
|
79.
|
José
M. Gutiérrez Rivera
|
11
|
Cristóbal
y Purificación
|
Cabezo
Molino B, 1
|
80.
|
José
Hermoso Domínguez
|
6
|
Juan
y Juana
|
Sor
Ángela, 48
|
81.
|
Pablo
Hermoso Vázquez
|
10
|
Andrés
y Victoria
|
Italia,
5
|
82.
|
Alfonso
Herrera Maestre
|
12
|
Juan
y María
|
Santa
Ana, 23
|
83.
|
Manuel
herrera Ortega
|
7
|
José
y Ángela
|
Cabezo
Molino B, 6
|
84.
|
José
D. Herrera Rivera
|
14
|
Manuel
y Francisca
|
Cardenal
Segura, 26
|
85.
|
Manuel
Herrera Rivera
|
11
|
Manuel
y Francisca
|
Cardenal
Segura, 26
|
86.
|
Fernando
Herrezuelo Fernández
|
10
|
Fernando
y Gregoria
|
Millán
Astray, 32
|
87.
|
Manuel
Hidalgo Sánchez
|
13
|
Ildefonso
y María
|
Millán
Astray, 13
|
88.
|
Gregorio
Lazo Domínguez
|
12
|
Lázaro
y Guadalupe (+)
|
Gral.
Fanjul, 8
|
89.
|
Gregorio
López Buenaventura
|
12
|
José
y Carmen
|
Cabezo
Molino A, 38
|
90.
|
Manuel
López Buenaventura
|
10
|
José
y Carmen
|
Cabezo
Molino A, 38
|
91.
|
Gregorio
López López
|
10
|
Gregorio
y Matilde
|
Rollo,
5
|
92.
|
Fernando
Lorca Herrera
|
11
|
Antonio
y Reposo
|
Italia,
10
|
93.
|
Manuel
Luna Pinazo
|
10
|
Antonio
y Josefa
|
Crta.
San Juan , 17
|
94.
|
Diego
Márquez Borrero
|
13
|
Manuel
y Dolores
|
Rollo,
15
|
95.
|
Francisco
Martin de Toro
|
9
|
Diego
y Ana
|
Murillo,
23
|
96.
|
Fº
Javier Matías Domínguez
|
8
|
Francisco
y Mº Jesús
|
Rollo,
2
|
97.
|
Ramón
Matías Domínguez
|
11
|
Francisco
y Mº Jesús
|
Rollo,
2
|
98.
|
Ricardo
Millán Bermejo
|
7
|
Francisco
y Luisa
|
Teniente
Marín, 33
|
99.
|
Domingo
Mora Arcas
|
8
|
Cayetano
(+) y Bernardina
|
Crta.
San Juan , 30
|
100.
|
José
de Jesús Mora Camacho
|
7
|
Jesús
y Manuela,
|
Santa
Ana 41
|
101.
|
Francisco
Mora Camacho
|
6
|
Jesús
y Manuela,
|
Santa
Ana 41
|
102.
|
José
María Mora Domínguez
|
12
|
Manuel
y Francisca
|
Gral.
Goded, 44
|
103.
|
Antonio
Abad Mora Márquez
|
10
|
José
y Juana
|
Gral.
Goded, 6
|
104.
|
Cristóbal
Mora Márquez
|
12
|
José
y Juana
|
Gral.
Goded, 6
|
105.
|
Manuel
Mora Márquez
|
8
|
José
y Juana
|
Gral.
Goded, 6
|
106.
|
Alfonso
Mora Moya
|
9
|
Francisco
y Manuela
|
Víctor
Pradera, 3
|
107.
|
Juan
Mora Sánchez
|
12
|
Juan
e Isabel
|
José
María Pemán, 50
|
108.
|
Manuel
Guillermo Mora Romero
|
9
|
Antonio
y Manuela
|
José
María Pemán, 20
|
109.
|
Juan
Moreno Vizcaíno
|
12
|
José
y Ángela
|
Manuel
Arrayás, 14
|
110.
|
Pedro
Mosqueda Morales
|
14
|
Pedro
y Rosario
|
Sor
Ángela, 6
|
111.
|
Bernardo
Moya Tocino
|
8
|
Bernardo
y Fernanda
|
Calvo
Sotelo, 54
|
112.
|
Manuel
Noguera Duque
|
10
|
Pedro
y Andrea
|
Sevilla,
5
|
113.
|
José
M. Palanco Blanco
|
7
|
José
Antonio y María
|
Millán
Astray, 45
|
114.
|
Benito
Palanco Gómez
|
13
|
Gregorio
y Reposo
|
Gral.
Goded, 30
|
115.
|
José
Gregorio Palanco Gómez
|
11
|
Gregorio
y Reposo
|
Gral.
Goded, 30
|
116.
|
Marcelo
Palanco Macías
|
12
|
Diego
y Felisa
|
Santa
Ana, 10
|
117.
|
Fº
Javier Palanco Palanco
|
9
|
José
Dolores y Josefa
|
Trinidad,
68
|
118.
|
Juan
Parreño Bando
|
14
|
Juan
y Rosario
|
Cardenal
Segura, 12
|
119.
|
Manuel
Parreño Vélez
|
13
|
Antonio
y Juana (+)
|
Millán
Astray, 8
|
120.
|
Andrés
Pérez Camacho
|
9
|
José
y Rita,
|
Sor
Ángela, 35
|
121.
|
José
Pérez Sánchez
|
11
|
Gregorio
y Adoración
|
Vega,
9
|
122.
|
Antonio
Pérez Tirado
|
12
|
Antonio
y Ana
|
Niebla,
28
|
123.
|
Eugenio
primo Rojo
|
9
|
Licerio
y Laura
|
Sor
Ángela, 53
|
124.
|
Nicasio
Quintero Atienza
|
13
|
Juan
y Reposo
|
Rollo,
12
|
125.
|
Francisco
Ramírez Linero
|
8
|
José
M. y reposo
|
Cabezo
Molino, 4
|
126.
|
Martin
Ramírez Mojarro
|
13
|
Gregorio
y Carmen
|
Cabezo
Molino, 8
|
127.
|
Gregorio
Ramírez Mora
|
9
|
José
e Ildefonsa
|
J.
María Pemán, 53
|
128.
|
José
F. Rivera Alcuña
|
8
|
Juan
y María Jesús
|
Cardenal
Segura, 16
|
129.
|
Francisco
Rivera Bonaño
|
6
|
Francisca
|
Cardenal
Segura, 26
|
130.
|
Benito
J. Rivera López
|
6
|
Vicente
y Josefa
|
Queipo
de Llano, 27
|
131.
|
José
Rivera López
|
10
|
Vicente
y Josefa
|
Queipo
de Llano, 27
|
132.
|
José
J. Rodríguez Contioso
|
12
|
Manuel
y Francisca
|
Niebla,
17
|
133.
|
Antonio
Rodríguez Rivera
|
9
|
José
y María
|
Italia,
8
|
134.
|
José
Luis Rodríguez Rivera
|
8
|
José
y María
|
Italia,
8
|
135.
|
Ramón
Rojo Pascual
|
9
|
No
vive en el pueblo
|
Sor
Ángela, 53
|
136.
|
Francisco
J. Romero Barba
|
8
|
Cristóbal
y María
|
Santa
Ana, 18
|
137.
|
Juan
Luis Romero Contioso
|
10
|
Luis
y Amelia
|
Sor
Ángela, 43
|
138.
|
José
Mª Romero Mora
|
9
|
Manuel y Reposo
|
Queipo
de Llano, 2
|
139.
|
José
Romero Romero
|
9
|
Benito
y Antonia
|
Charca,
6
|
140.
|
Diego
Romero Oreal
|
14
|
Diego
(+) y María
|
-
|
141.
|
José
Salguero Feria
|
7
|
José
(+) y Rafaela
|
Teniente
Marín, 30
|
142.
|
Miguel
Salguero Feria
|
7
|
José
(+) y Rafaela
|
Teniente
Marín, 30
|
143.
|
José
G. Salguero Gallardo
|
6
|
Pedro
y Josefa
|
Charca,
3
|
144.
|
Juan
Salguero Gallardo
|
11
|
Pedro
y Josefa
|
Charca,
3
|
145.
|
Francisco
Sánchez Cruz
|
13
|
Julián
y Reposo
|
Niebla,
18
|
146.
|
José
Antonio Sánchez Márquez
|
11
|
Eloy
y Ana
|
Cabezo
Molino
|
147.
|
Francisco
Javier Sánchez Morano
|
6
|
Gregorio
y Josefa
|
Teniente
Marín, 37
|
148.
|
José
Sánchez Morano
|
11
|
Gregorio
y Josefa
|
Teniente
Marín, 37
|
149.
|
Manuel
Sánchez Morano
|
8
|
Gregorio
y Josefa
|
Teniente
Marín, 37
|
150.
|
Manuel
Sánchez Moreno
|
13
|
José
María y Catalina
|
Vázquez
Díaz, 1
|
151.
|
José
María Santos Alamillo
|
11
|
José
María y Benita
|
Huerta
Nueva, 24
|
152.
|
Juan
Miguel de los Santos Quintero
|
10
|
Antonio
y Ana
|
Sor
Ángela, 57
|
153.
|
Tomás
Carlos de los Santos Quintero
|
12
|
Antonio
y Ana
|
Sor
Ángela, 57
|
154.
|
Fernando
Sousa Losada
|
13
|
Juan
y María
|
Trinidad,
74
|
155.
|
Manuel
Tejero López
|
10
|
Diego
y Dolores
|
San
Sebastián, 23
|
156.
|
Jerónimo
Tocino Martín
|
9
|
Juan
(+) y Catalina
|
Calvo
Sotelo, 52
|
157.
|
Gregorio
Vázquez Infante
|
9
|
Gregorio
y Antonia
|
Triana
B, 26
|
158.
|
José
Luis Vélez Castilla
|
13
|
Lorenzo
y Manuela
|
San
Sebastián, 40
|
159.
|
José
María Vélez Corralejo
|
14
|
José
María y Beatriz
|
Huerta
Nueva, 24
|
160.
|
Gregorio
J. Villadeamigo Rentero
|
9
|
Antonio
e Inés
|
Gral.
Goded, 15
|
161.
|
José
Vizcaíno Bermejo
|
11
|
José
y Josefa
|
Teniente
Marín, 25
|
162.
|
Gregorio
Vizcaíno Linero
|
7
|
Isidoro
y Josefa
|
Cabezo
Molino, 1
|
163.
|
José
Vizcaíno Salas
|
11
|
Juan
y Juana
|
Italia,
21
|
164.
|
Diego
Vizcaíno Salas
|
11
|
Juan
y Juana
|
Italia,
21
|
Fuente. Relación de alumnos
matriculados en la escuela graduada José Nogales. Año 1967 A.M.V.C. Leg. 360
Tomás y Juan Miguel de
los Santos Quintero. Hacia 1963.
La Cultura escolar
El
mobiliario escolar se componía de bancas bipersonales que dividían cada aula en
3 filas, cada una de ellas organizadas, bien por la edad, bien por el nivel de
conocimientos de los chicos. En la primavera de 1961, llegó la dotación del Ministerio:
60 mesas bipersonales para niños
de 13 años, de la cooperativa de muebles Esteban Díaz de Yecla (Murcia), además
de 7 mesas, 7 armarios y 4 sillas de adultos, procedentes de la casa Federico
Giner de Tavernes del Valldigna (Valencia). Acto seguido, el cabildo gestionó
la adquisición del 50% del mobiliario restante. Sabemos que al menos compró 30
bancas bipersonales de asientos abatibles y barnizadas en color avellana, para alumnos
de 10-12 años, construidas por la Cooperativa
Muebles Valverde por valor de 12.900 pesetas, tras un “concursillo entre los fabricantes de la localidad”.[32]
El material escolar inicial se compuso de una bandera
nacional con su asta, 6 cuadros de la Inmaculada Concepción, 6 mapas esféricos, 6 perchas, 6 carpetas y
otras tantas escribanías, un libro de actas, el libro de registro escolar y los libros de visitas de la inspección
educativa y de contabilidad. Sobre
la mesa camilla del maestro se erigían el crucifijo, las litografías de Franco
y de José Antonio Primo de Rivera.[33]
Los
medios eran muy escasos, apenas pizarra y tiza, lápices bicolores y tinta, y un exiguo material curricular:
una colección de láminas anatómicas, folios y cuadernos apaisados, y, algo más
tarde, el sistema métrico
decimal y las cajas de sólidos geométricos[34]. Las
ventanas, que se abrían a medio eje, provocaban continuos golpes con la secuela
de cristales rotos. En noviembre de 1964,
el agua de lluvia entraba en las clases “debido
a la falta de varios cristales”, pero además hubo hurtos de lápices y
bolígrafos. Extremar la vigilancia era imprescindible[35].
Al comienzo del curso escolar 64/65 , con una matrícula de 150 alumnos,
solo 50 pupitres estaban en perfecto estado. Amador del Pino pedía la
reparación de 27 en mal estado y otros 11 inservibles. Las puertas se deterioraron de
tal forme que en 1971 el frio del cabezo del Santo azotaba a maestros y
discípulos, por lo que un envalentonado Juan Sánchez mando a sus pupilos a casa
para dar realce a su queja continuada, y estos, ni cortos ni perezosos, se
dirigieron al ayuntamiento y lograron que al momento “llegaran al centro D. Manuel Tocino y los carpinteros a arreglar las
puertas”.[36]
Muchos de los inquilinos del colegio procedían del
parvulario de las Salesianas o de las escuelas
de cagones, o amiguillas de Dª María Domínguez, hermana
de Benedicto el de "los platillos", situada en calle D.
Rodrigo Caballero, Dª Bartolina Chaparro en la calle Coronel Morales, o
la de Dª Eugenia Marín, en la Calleja de Carpinteros.
Apenas llegados a la escuela, los niños eran
objeto de una prueba de nivel: “Nos ponían a leer y nos asignaban un curso: Tú a primero, tú a segundo. Mi primo hermano, Pepe Luis Infante, me envió directamente a la clase de D. Amador.
Pero, como no sabía dividir, aquel mismo día me gané mis dos primeros
guantazos. Aquella misma tarde, me enseño a dividir Pepe Luis.[37]
Antes de entrar en clase, se formaba y se cantaba el Cara
al sol, ante el mástil de la bandera situado junto al pabellón de
dirección,
pero además había que aprender otros cánticos para la celebración de fiestas
señaladas, como “Montañas Nevadas o
“Prietas las filas».
El
castigo fue un elemento básico de la
metodología de estos años, que se sintetiza con el dicho de que la letra con la sangre entra[38]. La gama de sanciones se componía de golpes,
cachetes, tirones de pelo y de orejas, pellizcos, coscorrones y castigos
colectivos. El instrumental varíaba, desde las manos del instructor a la temida
regla, varas de palma y correas de cuero. Pero, también hubo maestros jóvenes
como Claudio Lozano Seijas (1946)[39]
-presente en el colegio desde septiembre de 1964
a junio 1967-, más cercanos a los alumnos,
a su dignidad, y menos proclives a la
sanción y al castigo, aunque ni siquiera él se libro de un incidente ocurrido
con el alumno Francisco Oso.
La distribución del alumnado
seguía pautas de una escuela selectiva y segregadora: En la primera fila se
sentaban los listos, y los torpes eran condenados a ocupar los últimos lugares.
Saberse la lección del día anterior generaba una noble competencia para ocupar
el primer puesto de la clase.
Casi todo el saber estaba
contenido en las páginas de la enciclopedia
Álvarez, que tuvo una vida casi paralela a la del viejo José Nogales, prolongada
desde los años 50 hasta 1972/73, fecha a partir de la cual se fueron imponiendo
los
libros especializados por asignaturas. El
alumnado de Grado Medio (8-9 años) utilizaba el 1er Grado de la Enciclopedia
Álvarez; el del 3er Grado (10-11 años), el 2º Grado, mientras que el 3er Grado
de la Enciclopedia era el utilizado para la preparación de los alumnos de
bachillerato y formación profesional,
aunque luego apareció la “Enciclopedia de Iniciación Profesional", los cuadernos
de ejercicios y los cuadernos para uso del profesor. Una de las razones de su éxito fue su sencillez y la búsqueda de
textos fáciles y cercanos a los niños. Tras cada lección teórica –nociones, en
el lenguaje de la propia enciclopedia,- había una serie de preguntas, que
servían para resumir la lección; el titulo de esta actividad, a modo de juego,
se denominaba "A ver si lo sabes". Tras esta actividad, venían los
ejercicios de tipo complementario que abarcaban diversas funciones del
aprendizaje del niño: recoger y examinar, reproducir dibujos, vocabulario,
observación e historia local.[40]
Enciclopedia Álvarez. Primer Grado. Valladolid. 1965.
Las páginas dedicadas
por la Enciclopedia Álvarez a la
Historia de España estuvieron marcadas por grandes hitos y por grandes
prohombres: Viriato, el catolicismo de la Monarquía visigoda, las hazañas
frente a los musulmanes de Don Pelayo y el Cid Campeador-, la unificación
española de los Reyes Católicos, la gesta imperial y los descubrimientos y
conquistas de Cristóbal Colón, el
heroísmo español en la Guerra de Independencia frente a los franceses, y la loa a José Calvo Sotelo, al general
Moscardó, a Franco, a José Antonio Primo de Rivera y a la llamada Guerra de
Liberación.
Los maestros más mayores y más afectos, como D. Teodoro González,
seguían llevando el Cuaderno de Rotación para la Formación del Espíritu Nacional,
aunque fueron desapareciendo de las aulas según avanzaba la década de los 60.
El Consultor Ciencias Sociales, Santillana, 1972.
Desde el curso 1971/72 se implantó de forma transitoria la EGB. Desde ese momento las editoriales se lanzan a diseñar fichas de trabajo, ya que el nuevo reto
metodológico debía ser la investigación.
Ya no valía con responder por responder, había que buscar en el libro, en las
enciclopedias y en los periódicos, para conformar una respuesta personal y
completa. El Consultor, de la editorial Santillana, fue el libro de consulta
más utilizado en el colegio.
El catecismo
del Padre Ripalda Hurtado era utilizado por los maestros de mayor edad, como D. Teodoro González para
preparar a su alumnado para la primera comunión. En los años sesenta, ya el maestro no
acompañaba a sus pupilos, pero los domingos y
"fiestas de guardar" había que ir a misa, obligatoriamente. Don
Teodoro insistía en ello, al tiempo que enseñaba el Catecismo de memoria y
seleccionaba a sus alumnos más aventajados para participar en los concursos del
Obispado. Yo me sabia el catecismo en diagonal, de derecha a
izquierda, las oraciones, los pecados capitales, nos dice uno de aquellos alumnos.[41]
Por las tardes, las permanencias,
o clases de repaso ampliaban el horario escolar de 5 a 6 y permitían a los maestros incrementar sus
exiguos salarios. Los detractores han insistido a menudo en el carácter
discriminatorio de esta práctica para el alumnado que no podía asistir[42]. Las permanencias
eran una hora más de clase en la escuela, pagadas por la familia al maestro.
Según el profesor Sánchez-Redondo Morcillo, el objetivo era que los chiquillos
estuvieran ocupados cuanto más tiempo mejor[43]. Sirvieron a menudo
para hacer los deberes o tareas del día siguiente. Para la mañana de los sábados
quedaban las lecciones de la Biblia y los rezos en el patio central del
colegio, en perfecta formación.
Pero, además los maestros del viejo José
Nogales proseguían con las clases de
preparación de los alumnos de bachiller: Juan Sánchez se ocupaba de lengua
y latín, e incluso preparó de griego a una alumna, Esperanza Franco; José
Arrayás, de literatura y Juan Cera, de las
matemáticas y las ciencias. Aunque era una escuela de
niños, algunas muchachas pisaron sus aulas para preparar sus exámenes de
bachillerato como Manoli Arroyo Morián, o
Esperanza Franco. La presencia femenina alentaba la curiosidad de
aquellos zagales y alguno se ganó un guantazo por apenas levantarse del aula,
con intención de mirar la zona de dirección donde eran recluidas estas féminas.
La academia de la Cruz de Calañas. D. Jesús
Nieto junto a varios alumnos
Varios de los maestros del José Nogales aprobaron el
bachiller y el magisterio gracias a la Academia. También, los colegiales más
afortunados continuaron sus estudios de bachiller en la Academia Virgen del Reposo,
reconvertida, en 1961, en Colegio Libre Adoptado, en sus distintas ubicaciones,
los altos de las Escuelas Vicentinas, los altos de la Biblioteca Municipal de
la Calle Real de Abajo, la Carretera de
Calañas, la Tenería de Triana, y
la Casa de Ejercicios Espirituales, anexa a la ermita de Santa Ana.
Aquellos maestros, asentaron su formación permanente
gracias a los Centros de Colaboración
pedagógica,
creados por Orden de 22 de octubre
de 1957. Reunían a los maestros de la segunda
zona de Inspección, que englobaba una porción del Partido Judicial de Valverde,
a la búsqueda del “perfeccionamiento de
las tareas escolares y la mejora de los procedimientos educativos”. La estructura de las reuniones era muy sencilla. Se iniciaba con
una o dos ponencias sobre práctica docente y organización escolar a cargo de
maestros previamente designados por el inspector, seguido por un coloquio, y
terminaba con el resumen del inspector,
que añadía orientaciones prácticas, doctrinales y bibliográficas. Para
estimular el perfeccionamiento, se instaba a cada centro a suscribirse a
revistas pedagógicas, a fin de crear una biblioteca profesional de utilización
rotatoria.
La participación de los maestros del José Nogales fue
siempre activa: En 1965, Amador del Pino Izquierdo versó sobre Métodos de Comprobación de
Niveles; en junio de 1966, Teodoro González García lo hizo sobre Prácticas de la Iniciación Profesional en
los cursos 7º y 8º; en 1967, de nuevo Amador del Pino es el ponente de Reglamentos de centros estatales y de
Escuelas de Patronato; en 1968, José Arrayás Arroyo disertó sobre Ortografía y redacción. En alguna
ocasión, como en marzo de 1968, las ponencias son sustituidas por mesas de
debate, con temas diferentes, dejando a
cada maestro libertad para integrarse en la de su mayor interés. Ello se debió
a la llegada de una nueva inspectora, María Pura Sánchez Fernández, quien
permaneció en la zona apenas un curso escolar, así que pronto se volvió a la
organización anterior. Muchas de aquellas
sesiones se celebraron en el Menéndez y Pelayo, lo que permitía organizar una comida de
hermandad en su comedor escolar. En la de noviembre de 1965 «se escucharon discos de poetas
contemporáneos de la discoteca del Ministerio de Educación Nacional”,
comentados por el maestro y poeta local, José Arrayás Arroyo.
El José
Nogales fue también centro de clases de
adultos, bajo la dirección de A. López Pavón durante los cursos 62/63 y 63/64, aunque desde 1964 la enseñanza de adultos fue monopolizada
por las aulas y el profesorado del Menéndez y Pelayo,
Recreo y juegos escolares
El
patio de recreo poseía una
inclinación del 20% que, de forma milagrosa, -así nos los recuerda Juan Sánchez
Borrero - no provocó ningún accidente de gravedad. En abril de 1962, la
comisión de cultura elevó a la corporación municipal la necesidad de levantar
una valla «en las partes que tienen unas pendientes muy pronunciadas y la
conveniencia de comprar alguna finca colindante para expansión y recreo de los
alumnos»[44].
Para tal fin, en 1965, el ayuntamiento compró los terrenos aledaños, propiedad
de Manuel Bermejo, Petra Arrayas y José Manuel Mantero Vizcaíno y con ello se
amplió el campo de recreo, la construcción de un pozo –éste ya existente desde 1961-, y se permitió el acceso al
centro escolar desde la ermita del Santo[45].
En 1965, se levantó, por fin, una alambrada de
140 metros de longitud entre hincos de
hormigón armado.
Croquis del cerramiento y la alambrada. A.M.V.C. Leg. 235
Al
igual que en el resto de colegios públicos, los niños del Santo debían tomar el
llamado complemento alimenticio e ingerir
aquella leche en polvo, de sabor impreciso y llena de grumos, que se impuso en
la escuela franquista, merced a los acuerdos con EEUU. Era
preparada por Reposo Mantero Díaz, “la mantera”, en una enorme marmita llena
de agua, que a menudo solo era comestible gracias al paquete de cola-cao o de
canela que se llevaban los chicos de casa para matar el sabor de aquel brebaje.
La hora elegida era el recreo de la tarde, de 4
a 4:30 horas. Desde 1963, se doto a las escuelas de batidoras o túrmix, para
desterrar los grumos de la leche, y desde finales de los años sesenta la
leche, para suerte de las chavalería, empezó a venir en botellas de cristal.
En
el año 1962, la alcaldía pretendió crear un comedor escolar en el José Nogales, pero al carecer de espacio se
proponía establecerlo en un local municipal independiente, pero el servicio de
inspección , por voz de Asunción Merino, informó de que no había lugar a dicha
petición.[46]
Para
más penurias, el grupo poseía unos servicios diminutos –que además no
funcionaban debido a la falta de agua corriente-, de modo que los críos
utilizaban como letrina la propia tapia del colegio y acudían a la torronquilla
del Manani en caso obras mayores.
El tándem orines y zapatos dio lugar al
juego de la “resbalaera”, consistente
en dejarse caer por la torronca. Algunos de aquellos alumnos nos confiesan que
llegaban al colegio con la vejiga llena para disfrutar de aquellos momentos de
solaz y ampliar la distancia de deslizamiento.
También se practicaba
el fútbol, a pesar de las dificultades que presentaba el terreno, con las
porterías en sentido transversal aprovechando los pilares del vallado exterior.
Aquel serio obstáculo, sirvió para crear futbolista ambidextros y en perfecta forma
física, ya que el que mandara la pelota a la puerta del Manani “debía ir a por ella”. El dueño de un balón de badana se convertía en
el líder indiscutible del recreo, según nos comenta Juan Miguel de los Santos. No faltaron tampoco los bolinches, las trompas, el
"torito esconder”, el "torito
salvar" ni por supuesto, los burritos cailones. En tal caso, era bueno
rodearse de grandes saltadores, capaces de encaramarse sobre las espaldas del primer
porteador, aunque el juego lo decidía siempre la corpulencia de algunos jugadores, bien ganada
a base de puchera de garbanzos y una vida
relativamente sedentaria.
El colegio del santo se queda pequeño
En 1957, aun sin construirse el grupo del Santo, y
recién inaugurada la escuela profesional “José Antonio”, el cabildo había
iniciado las gestiones para la erección de un nuevo colegio en el barrio de
Triana[47].
El verano de 1960, la
alcaldía barajaba un presupuesto de 1.100.000 pesetas para la
ejecución de los dos colegios previstos, el del Santo y el de Triana, incluido
el solar trianero, «contándose con seiscientas mil pesetas de subvenciones,
y teniendo por tanto que concertarse un crédito de quinientas mil pesetas»[48].
Desde 1960, al
consistorio solicitó, con cargo al presupuesto de 1961, un grupo escolar de niños de 6 secciones, ofreciendo un solar de
20.000 m2 en la calle E de Triana[49],
al tiempo que el proyecto quedaba recogido en el plano general de urbanización
de Valverde. Sin embargo, aún habría que esperar varios años para el inicio de
las obras.
Niños
|
Niñas
|
||||
Niños en edad escolar (6 14 Años). Nacidos desde 1953 a 1961
|
876
|
Niñas en edad escolar (6 14 años. Nacidos desde 1953 a 1961
|
920
|
||
José Nogales
|
164
|
-
|
|||
Menéndez y Pelayo
|
246
|
222
|
|||
Mª Auxiliadora
|
51
|
175
|
|||
María Magdalena
|
-
|
170
|
|||
Taller Escuela
|
9
|
16
|
|||
C. L. Adoptado
|
48
|
27
|
|||
518
|
610
|
||||
Diferencia
|
358
|
310
|
Niños
|
Niñas
|
||
Residentes en término de Beas y Niebla
|
115
|
125
|
|
Residente en Los Pinos
|
17
|
26
|
|
Residentes en aldeas y parajes
diseminados distantes más de 5 kms.
|
50
|
50
|
|
Ausentes y fallecidos
|
176
|
109
|
Fuente:
Censo escolar de 1967. Ayuntamiento de Valverde del Camino. Leg. 360.
Desde 1970, la falta de
unidades escolares llevo al alcalde, Domingo Romero Malavé, con el respaldo del
pleno del ayuntamiento, reunido el 4 de
diciembre en sesión extraordinaria, a dirigirse al Ministerio de Educación y
Ciencia en petición de tres nuevas unidades, dos para párvulos en el Menéndez y
Pelayo, para lo que se habilitaría el antiguo salón comedor, y una tercera para niños, esta ultima en el
aula desocupada que existía en el colegio del Santo.[50]
En
octubre de 1972, el ayuntamiento volvía a ofrecer 10.000 m2
pertenecientes al antiguo campo de fútbol con el compromiso de ampliar la
donación con terrenos anexos, en caso necesario, a fin de acelera la construcción
de un colegio nacional de educación básica de 16 unidades[51].
Desde 1977, las reuniones
entre los maestros del Menéndez y Pelayo y del José Nogales, a modo de las actuales comisiones de
escolarización, establecieron el límite “de
la carretera”, como frontera de las respectivas áreas escolares. Esta
delimitación y el empuje de los niños de la generación del baby boom obligaron a habilitar cuatro
unidades suplementarias en la antigua estación del ferrocarril, donde se
acogieron los párvulos y los tres primeros cursos de EGB. Allí impartieron docencia maestros como José Cejudo Sánchez, opositor del 1965, Rafael Parreño Boza, opositor de 1967, Mª Luisa Arroyo Morián y Laureano Calero, mientras que las aulas de 4º a 8º seguirían en el Santo.[52]
El
expediente de construcción del nuevo
José Nogales se prolongó pues desde 1955 hasta 1979,
fecha en la que se inauguró el actual José Nogales[53].
Abrió
sus puertas un 24 de abril de 1979, con algunos días de retraso, debido a la
tardanza en el envío del material escolar por parte del Ministerio de Educación[54]. Para garantizar la
seguridad de sus nuevos alumnos, el ayuntamiento trasladó la parada de
autobuses de Damas a la calle Riotinto, junto al antiguo Matadero Municipal.
[1] Estas breves notas son el resultado de poner en orden
las alusiones al colegio José Nogales extraídas de SÁNCHEZ
CORRALEJO, J.C., “Las escuelas y los maestros de nuestros abuelos (III)”, Revista
Raíces, nº 9, 2006, pp. 46-48, bajo
el epígrafe De la escuela femenina
Graduada del Santo al grupo de Niños José Nogales; y de “El Grupo Escolar y Valverde del Camino”, 2012, pp. 49, 56, Sin duda, el colegio y la
reconstrucción de su historia merecen algo mejor. Animamos a futuros
investigadores a ampliar estos breves apuntes.
[3] Instancia del alcalde al comisario general del paro. 21 de octubre de
1948. Leg. 1244.
[4] A.M.V./L.A.C. de 1952, 1 de julio. Vid
también Moción de la alcaldía ante la comisión permanente de 21 de mayo. Certificación de 30 de mayo de 1952. Leg. 360.
[5] Memoria del proyecto de grupo escolar de niñas de
Valverde del Camino. Leg. 1244.
[6] Carta de 14 de marzo de 1955.
[7] Memoria del proyecto de grupo escolar de niñas de
Valverde del Camino. Leg. 1244.
[8] Carta de José María
Morales Lupiáñez al alcalde Valverde. 12 de octubre de 1955. Leg. 360.
[9] A.M.V.C/L.A.C. de 1958, 17 de marzo.
[10] A.M.V.C. Acta
capitular de 12 de agosto de 1958. Leg. 235.
[11] A.M.V.C. Acta
capitular de 3 de noviembre de 1958. Leg. 235.
[12] A.M.V.C. Notificación de la Junta Provincial de
Construcciones Escolares a la alcaldía. 21 de abril de 1958 Leg. 50. Véase también
A.M.V./L.A.C. de 1958, 12 de mayo.
[13] A.M.V. Leg. 1244.
[14] Valverde en fiestas, 1960.
[16] Profesionales especializados en centros educativos. De
ellos es también la Universidad Laboral de La Coruña y el colegio de educación
especial de Milagres do Medo, en Orense. Del mismo modo, colaboraron en el
diseño de las viviendas unifamiliares para las Fuerzas Aéreas de los Estados
Unidos aledañas a la base de Torrejón y las escuelas Náutico
Pesqueras de Cádiz, Bilbao, Vigo y Alicante.
[17] A.M.V.C./ L.A.C. de 15 de abril 1961.
[18] Acta de recepción definitiva. A.M.V.C. Leg. 1244.
[19] ABC.
Viernes 1 de julio de 1977, p. 21.
[20] Procede de la Escuela Normal de Granada (Archivo
Universitario de Granada). Vid también Escuela
Española. 24 de abril de 1963. Relación de admitidos para el
concurso-oposición a localidades de más de 10.000 habitantes.
[21] Las credencial de estos cuatro profesores fueron
emitidas por la Comisión Permanente del Consejo Provincial de Educación en 12
de Septiembre de 1961. Leg. 360. Jerónimo Nogueroles obtuvo destino provisional
en Valverde (Escuela Española. 31 de
julio de 1963). Sabemos que en 1974 fue destinado al Puerto de Santa
María.
[22] Credencial emitida por la Comisión Permanente del
Consejo Provincial de Educación. 4 de octubre de 1961. Leg. 360. En marzo de
1969 fue trasladado a Artés, a la escuela graduada Bosch y Jover.
[23] Llego al Santo,
tras
aprobar el magisterio por libre, con el apoyo de la Academia Nuestra Señora del
Reposo y haber sacado las oposiciones en 1961, aunque su primera estancia solo
duró un par de cursos. Escuela Española.
18 de enero de 1962, Tribunal de oposiciones a ingreso.
[25] Notificación del director del Menéndez y Pelayo. 9 de diciembre de 1958. Leg. 360.
[26] A.M.V.C. Credencial de
nombramiento interino de 9 de septiembre de 1959. Leg. 360. Credencial de la Comisión Permanente del Consejo
Provincial de Educación. 1960, sept., 19. Leg. 360.
[27] Credencial de la Comisión Permanente del Consejo
Provincial de Educación. 1961, sept., 12. Leg. 360.
[28] SANCHEZ CORRALEJO, J.C. 2012, “El Grupo Escolar y
Valverde del Camino”, p. 70.
[29] Comunicación de nombramiento
de 10 de agosto de 1959. Leg. 360. BOE de 14 de agosto de 1959.
[30] Vid. Escuela
Española. 20 de mayo de 1969, p. 766 y 774.
Reclamaciones estimadas y Nuevos destinos. Turno voluntario.
[31] Entrevista a Manuel Villadeamigo Blas.
[32] A.M.V./L.A.C. de 1961,15 de abril, 19 de mayo y 14 de
julio.
[33]
Estado del mobiliario.
Valverde 19 de septiembre de 1964, Amador del Pino, director accidental. Leg.
360.
[34] Recepción del pedido de material escolar del director
del José Nogales enviado a la Comisión de Cultura , Deporte y Sanidad, 19 de enero de 1962, y Sesión de la a Comisión Permanente de 31 de
enero Leg. 1244.
[35] A.M.V. Carta del director, Amador del Pino, al Alcalde-Presidente
de la Junta Local de Enseñanza. Leg. 360.
[36] Entrevista al maestro Juan Sánchez Borrero.
[37] Entrevista a Bernardo Moya Tocino.
[38] SUAREZ PAZOS, Mercedes
(2004): “Los castigos y otras estrategias disciplinarias vistos a través de los
recuerdos escolares”, en Revista de
Educación, 335, pp. 429-423.
[39] Actualmente es profesor de historia de la educación en
la Universidad de Barcelona. Ha publicados varios libros numerosos artículos sobre la educación
contemporánea en España y en América latina.
[40] ZAPATA PARRA, J.A.: La enseñanza de la historia en la escuela
primaria durante el franquismo: la historia de España y la enciclopedia
Álvarez. http://enciclopedia.blogcindario.com
[41] Entrevista a Juan Miguel de los Santos Quintero.
[42] BEAS MIRANDA M., 2006, 322.
[43] SÁNCHEZ-REDONDO MORCILLO, C., 2004, 42.
[44] A.M.V./L.A.C. de 1962, de 6 de abril.
[45] A.M.V./L.A.C. de1965, 15 de octubre.
[46] Expediente de comedor escolar para el Colegio José
Nogales. Junio de 1962. Leg. 360.
[49] A.M.V./L.A.V. de 1960, 25 de noviembre.
[50] Expediente para
la creación de tres nuevas unidades escolares. Leg. 360.
[51] A.M.V./L.A.C. de 1972, 30 de octubre. Véase también
certificación de la misma por parte de Emilio Guerra Librero Arroyo, secretario
municipal, con el visto bueno del alcalde. 6 de Noviembre de 1972. Leg. 360.
[52] A.C.M.P. Acta de claustro de 31 de mayo de
1977. La reunión se celebró la tarde anterior.
[53] Expediente de construcción del grupo escolar José
Nogales. Legs. 639 y 640.
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