Los maestros de los años 50 y 60.
Juan Carlos Sánchez Corralejo.
Cada profesor llevaba un grupo de alumnos y se
hacía responsable de ellos desde 1º hasta 6º Grado, impartiendo todas las
asignaturas del currículo. No obstante, se impuso cierta especialización. La
mitad del profesorado recibía el encargo de los tres primeros grados, dando
clases a los niños de 6 a 9 años, y el resto el de los tres grados superiores,
correspondientes a los niños de entre 9 y 12 años.
La distribución de
aulas en la década de 1950 era la que sigue:
AULA
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PROFESOR
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Aula nº 1
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Antonio
Infante Acosta
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Aula nº 2
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Manuel Medina Mora
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Aula nº 3
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Gregorio Romero
Bogado
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Aula nº 7
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Miguel Rasero
/ Francisco Romero Calleja
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Aula nº 4
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Fausto Arroyo Lazo
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Aula nº 5
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Evaristo Arrayás Mariano
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Aula nº 6
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Antonio Rodríguez
Cepeda
|
Los maestros de los
años 60 eran Antonio Infante, Francisco Romero, Gregorio Romero, Antonio
Rodríguez, Manuel Medina, Fausto Arroyo, Antonio Castillo Manrubia, Fernando
Gómez, Pedro Márquez y Severino Fernández.
AULA
|
PROFESOR
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Aula nº 1
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Antonio Infante
Acosta / Fernando Gómez Becerro
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Aula nº 2
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Manuel Medina Mora
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Aula nº 3
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Teodoro González
García
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Aula nº 7
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Francisco Romero
Calleja
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Aula nº 4
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Gregorio Mora /
Pedro Ceferino Márquez Mora
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Puerta de servicios
del primer ala
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Puerta de servicios
del segundo ala
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Puerta de servicios
de profesores
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Aula nº 5
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Antonio Cuevas Real
/ Severino Fernández García
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Aula nº 6
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Fausto Arroyo Lazo
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Comedor escolar
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Fausto
Arroyo Lazo,
nacido en el año 1900, era cuñado de Manuel Medina, ya que era hermano de la
esposa de éste, Dulce Nombre Arroyo. Era hijo del zapatero Juan Arroyo Hidalgo
y de Elvira Lazo Castilla. Para complementar su exiguo salario daba clases
particulares, como la mayoría de maestros de aquella época. Fue miembro de la
Junta Local de Primera Enseñanza como representante del colectivo de maestros,
y secretario de la misma desde 1951 a
1960.
Llegó a Valverde en
1951, procedente de Santa Bárbara de Casa, pueblo que le profesa especial
devoción[1]. Su carácter
demócrata, republicano, y su valentía personal, escribieron algunas de las
páginas más interesantes del anecdotario del Menéndez y Pelayo. En Santa
Bárbara de Casa vivió la entronización del crucifijo en la escuela, tras la
toma de la población por las fuerzas franquistas[2]. Casi al final de su
carrera docente fue desterrado de Valverde con
destino a Elche (Escuela Española. Provisión de destinos. 21 de junio de 1966). .
Teodoro
González García, natural
de Carboneras, aldea de Aracena, vivió y estudió en Huelva, ya que su padre era
trabajador de correos en aquella capital. En 1956 llegó a Valverde, recién
casado con Carmen Sevilla. En 1959 se unió
al grupo de maestros del Grupo, en virtud del turno de consortes del
concurso general de traslados[3]. Al inaugurarse el
Grupo Escolar del Santo pidió traslado, por cercanía a su domicilio particular,
permaneciendo en él hasta 1975. En ese año volvió con su esposa al Menéndez y
Pelayo, donde se jubilaron ambos. Era –así nos lo reconocía Dª Carmen- un
maestro recto, pero a la par muy simpático y ocurrente. Murió en 1989.
Manuel
Zamorano Negri era
otro de los maestros del colegio. Llegó para ocupar la plaza de Andrés Rite.
Vivió en el nº 28 de la calle General Castejón, donde, de antiguo, se ubicó la
escuela de la Cuesta de la Estación. Tras su paso por Valverde llegó a ser
locutor y más tarde director de Radio Cadena Española en Huelva, la primera
cadena radiofónica de la capital onubense, y destacado miembro del Frente de
Juventudes.
Antonio Infante Acosta (1915-1996), natural de Bollullos del Condado, llegó a Valverde
por una permuta en el curso escolar 1952/53. Parte de su estancia en el Grupo
la cumplió como secretario del centro durante la dirección de Antonio
Rodríguez-Cepeda García, entre 1953 y 1956. En el curso 1966/67 pasó a la Escuela de Artes y Oficios, donde existía un
aula de primaria que servía de preparación para el ingreso en la formación
profesional, en la que permanecerá hasta el curso 1975/76.
Fernando
Gómez Becerro
(1929), tras su experiencia como interino[4], impartió clases en
Valverde por primera vez en 1955, supliendo a Antonio Rodríguez-Cepeda en uno
de sus habituales ataques de bronquitis, y después durante la excedencia de
Antonio Castillo Manrubia, mediante nombramiento del delegado administrativo,
Fulgencio Prat, y en 1956 sustituyó a D Manuel Medina por sus obligaciones de
director. No se incorporó de manera permanente al colegio hasta el 1 de
septiembre de 1961, con 31 años de edad[5], tras la jubilación
de Gregorio Romero Bogado, tras abandonar su destino anterior, la escuela rural del Manzanito, dependiente
del Patrimonio Forestal del Estado. Se jubiló en 1992, con 62 años y 38 de
servicios.
Francisco
Díaz Aranda, natural
de Ciudad Real, llegó al centro en 1956 y durante su estancia en Valverde fue
el director del centro. El curso escolar 1959/60 obtuvo destino en la escuela
nacional de Bolaños (Ciudad Real)[8], aunque en aquel
curso seguía siendo director del Menéndez y Pelayo.
Severino
Fernández García
llegó desde su León natal, pero se marchó pronto a Baracaldo. Vivía en una de
las casas de los maestros del Grupo, junto a su esposa, la también maestra
Mercedes Rodríguez
Piñán.
Su hija Mª Mercedes era alumna del Grupo
Escolar en 1967, año inaugural de la escuela femenina, pero además el
matrimonio tuvo varios hijos en nuestra población. Junto a sus desvelos por sus
alumnos, ayudó a preparar las Ciencias Naturales de bachillerato a algunos
valverdeños[9].
Pedro
Ceferino Márquez Mora (1931),
natural de San Juan del Puerto, llegó al
centro en el curso 1964/65, tras su paso por Chucena, El Campillo, Las Delgadas
y la Escuela Parroquial de Zalamea la Real. En la década de los 70 y los 80 era
el maestro de lengua de la tercera etapa. A principios de los 70 fue asesor o representante de la mutualidad dentro de la Junta de
Maestros y destacado miembro de la Junta de Excursionismo. Se jubiló en 1991, al
cumplir los 60 años de edad, ya como maestro del Colegio Los Molinos. .
A ellos se unieron
abundantes maestros interinos. El artículo 81 del
Estatuto del Magisterio de 24 de octubre de 1947, preveía cubrir ciertas
vacantes mediante un sistema de provisión interina, sujeto a criterios de
mérito y con publicidad:
«Si se diese la
circunstancia de que se agotase el número de Maestros comprendidos en el punto
anterior, las escuelas se atenderán interinamente, para lo cual será formada
una lista en cada provincia, que encabezarán los Maestros nacionales que se
encuentren en situación de excedencia voluntaria, que lo soliciten, seguidos de
los Maestros de Enseñanza Primaria ordenados por el tiempo de servicios
interinos. Los que carezcan de dichos servicios se ordenarán a continuación por
la mayor antigüedad en la terminación de los estudios del Magisterio. La
convocatoria que se realizará por la Permanente del Consejo Provincial, exigirá
los documentos que acrediten conducta intachable en todos los aspectos, carecer
de antecedentes penales y no padecer tuberculosis, enfermedad contagiosa, ni
defecto físico que le imposibilite para el ejercicio de la profesión; se
remitirá al Ministerio para su aprobación la lista de aspirantes. En la misma
forma se procederá al agotarse los dos tercios de la anterior».
Entre el personal
interino aparece un bisoño Pedro Márquez Mora, quien estuvo en el grupo en el curso 1959/60 con
carácter provisional, ocupando la interinidad que anteriormente tenia José
Arrayás[13]. Un paso fugaz
tuvieron el valverdeño José Arrayás
Arroyo, primero en diciembre de 1958 sustituyendo a Jesús González Martín[14], y luego en el curso
1959/60[15]. Al año siguiente
vinieron otros interinos, como Antonio Rivera
Quintero[16], que además dio
repaso a los alumnos que preparaban bachillerato; o Francisco Mendoza Cejudo, como propietario provisional en el curso
1966/67, con un primer curso ubicado en la séptima unidad, espacio éste que se
ofrecía a menudo al último profesor que llegaba.
A los maestros se
unieron las primeras maestras. Desde 1967 formaban la plantilla femenina del
grupo escolar Águeda Díaz Barragán, Pepita Morcillo Navarro, María Josefa
González, Manuela Serrano, Margarita Alburquerque y Pepita Garfia. A su labor y
a la de sus sucesoras dedicamos el capitulo V del presente estudio.
[1]. ROMERO
ÁLVAREZ, Andrés (2012): “La escuela de Don Fausto”. Abril de 2012. Conferencia
organizada dentro de los actos del 75 aniversario del colegio Menéndez y
Pelayo. En Santa Bárbara, Fausto Arroyo impartió docencia durante 16 años, se
ganó el aprecio de sus convecinos y hoy tiene dedicada una plaza. Además de las clases habituales, daba repaso
en la casilleta del corral, a la luz del carburo. Una tarde a la semana salía
con sus alumnos al campo y les instruía sobre insectos y pájaros.
[2]. ODIEL,
sábado 12 de septiembre de 1936, p. 4., junto a los maestros Inés Gutiérrez
Morón, Pilar Migens Romero y Joaquín Fernández Caraballo.
[3].
Comunicación de nombramiento de 10 de agosto de 1959. Leg. 360. BOE de 14 de
agosto de 1959.
[4]. Impartió
clases de alfabetización en El Buitrón (nov. 51/ feb, 52), y más tarde en las
escuelas de Rociana (1952), El Campillo
(dic 53/ marzo 54), la Escuela Unitaria
de Fuenteheridos (1954/55), la Unitaria de Beas (sept-.nov de 1957).
[5].
Comunicación del Delegado de Educación a
la alcaldía acerca de la Orden de la Dirección General de Enseñanza Primaria de
23 de agosto de 1961, sobre nombramiento del citado profesor en el concurso
general de traslados por el turno V.
Leg. 360.
[6]. Escuela
Española. Madrid 15 de enero de 1960.
Recoge la adjudicación de destinos de los concursos de traslados
del Boletín Oficial del Ministerio de Educación
Nacional. Segundo Suplemento al nº 1003
de 14 de enero.
[7]. Orden de la Dirección General de
Enseñanza Primaria de 2 de febrero de 1960. Credencial de 10 de agosto de 1960. Leg. 360.
[8]. A.M.V.C.
Comunicación de nombramiento de 10 de agosto de 1959. Leg. 360. BOE de 14 de
agosto de 1959.
[9]. Manuel
Arroyo nos comenta que daba clases con él en los recreos y al finalizar el
horario de tarde, para preparar las ciencias naturales de 3º de
bachillerato.
[10]. A.M.V.C.
Credencial de 10 de agosto de 1959. Leg. 360.
[11]. A.M.V.C.
Credencial de abril de 1959. Leg. 360.
[12]. La familia ocupó, junto a sus hijas Pepita y
Mª Teresa Cuevas, una de las casas de maestros, al tiempo que las niñas
estudiaron en el propio centro escolar. Abandonó la enseñanza para regentar un
conocido camping de Cartaya.
[13].
Credencial de nombramiento de 28 de marzo de 1960. Leg. 360
[14].
Notificación del director del Menéndez y Pelayo. 9 de diciembre de 1958. Leg.
360.
[15].
A.M,V.C., Credencial de nombramiento interino de 9 de septiembre de 1959. Leg.
360. De allí pasó al aula de primaria de la escuela profesional “José Antonio”, donde estuvo
el curso escolar 1960-61 con nombramiento interino, para acabar definitivamente
en el Grupo Escolar José Nogales.
[16]. Credencial como maestro interino. 30 de septiembre
de 1960.
Leg. 360.
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