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miércoles, 11 de enero de 2012

ETNOHISTORIA DE VALVERDE DEL CAMINO: A COMPÁS DE PALMAS.

A compás de palmas                               Tomás López López
 

Presentación del libro
Para conseguirlo:
http://librosbajodemanda.elcorteingles.es/A-COMPAS-DE-PALMAS-TOMAS-LOPEZ-LOPEZ--EDITORIAL-CIRCULO-ROJO-EDITORIAL-ANUBIS-LibroEbook-9788499914367.html



VARIAS PÁGINAS DEL LIBRO
"A Compás de palmas"
CEDIDAS POR EL AUTOR A
http://historiavalverde.blogspot.com/




El marco tradicional
(Referido a Valverde del Camino)


Aunque con la llegada de los ingleses a Huelva para la explotación de las minas del Andévalo y la Cuenca Minera, Valverde del Camino resultó beneficiada experimentando un significativo impulso industrial, la base de su economía estuvo siempre ligada a la agricultura y, en menor medida, a la ganadería.  

Pascual Madoz[1], en 1847, recogía que la producción agrícola de Valverde del Camino se basaba en las cosechas de “trigo, cebada, garbanzos y habas” que, apostilla, resultaban insuficientes para abastecer el consumo local. Respecto a la ganadería, dice que “hay ganado lanar, vacuno y cabrío y caza de conejos, perdices y algunas piezas mayores”. En cuanto a la industria, anota que hay “una fábrica de cencerros, dos de sombreros, doce molinos harineros de viento y varios de agua”. Así pues, parece claro que a mediados del siglo XIX los recursos y formas de vida aún estaban ligados a las prácticas agrarias y ganaderas. 

Las características de la tierra de Valverde no son buenas para la agricultura. Años antes a las anotaciones de Madoz, la pobreza y escasa fertilidad del suelo valverdeño -junto a un significativo aumento demográ-fico en detrimento de otras poblaciones del entorno- hicieron que, desde el siglo XV, los Hijos de Facanías ocuparan progresivamente unas tierras comunales del Condado de Niebla[2]. En el coleccionable Valverde Milenario se dice:

“…los conflictos entre Valverde y Niebla por cuestiones territoriales empezarán a aparecer y a convertirse en una verdadera preocupación para los valverdeños de los siglos XVI, XVII y parte del XVIII. Y todo porque, mientras que en Niebla la población era cada vez menor, en Valverde aumentaba (y puede que la razón de la subida de una estuviese en la bajada de la otra), y con este aumento surgían nuevas necesidades de tierras que colonizar y explotar, necesidades de las que nacen todas esas aldeas que no están en nuestro término y, sin embargo, se ven habitadas sobre todo por vecinos nuestros. (…)”. [3]

Así, desde el siglo XV, valverdeños e iliplenses[4] se empeñaron en la defensa de sus intereses originando conflictos que desembocaron en un rosario de pleitos, entre los que destacan el Pleito de los Baldíos[5], el Pleito del Terrazgo (1594-1631)[6], el de la Dehesa de Jareta[7], ya a finales del siglo XVII y principios del XVIII, y el que los Hijos de Facanías mantuvieron con el Honrado Concejo de la Mesta de los pastores de Castilla (1588-1625).[8]

Esta ocupación, enraizada en el tiempo, justifica los asentamientos y la presencia de valverdeños en las aldeas del entorno, especialmente en aquellas que se acercan a la “Tierra Llana”, aunque éstas pertenezcan a otros términos municipales. 

“Esta lucha de los valverdeños por su derecho al usufructo de las tierras ha sido ardua, porque muchos de ellos han terminado en las cárceles, o con embargo de aperos y ganados, o soportando muchas humillaciones. La huella que han dejado esos valverdeños en los baldíos está en la gran cantidad de aldeas pobladas por ellos, diseminadas por el condado: La Huesa, Guijillo, Peñuela, Raboconejo, etc., en término de Niebla; Candón, Navahermosa y Fuente la Corcha en Beas; además, muchas casas que se encuentran en la Alcolea, el Tumalejo[9], Puente, el Castaño, etc.” [10]   

A decir de Sánchez Corralejo, los ocupantes de los Baldíos gozaban, entre otros privilegios, del

“Derecho de construcción de casas de labor y chozas”. Durante el siglo XVII, muchas familias de Valverde y, en menor medida, de Trigueros o Beas, trataron de colonizar las tierras comunales mediante la apropiación privada de pequeñas parcelas. (…) A veces, la parcela contaba con una “casa de gañanía”, pequeñas casas de moradas de estos agricultores-ganaderos.


[1] MADOZ. Pág.133.
[2] Muy interesante resulta el artículo “La Peñuela y sus hombres” (Apuntes para la historia) que al respecto escribe Antonio Rico Pérez en el número Extraordinario de la Feria de Agosto de 1981 en la revista FACANÍAS, en el que relata un conflicto previo al “Pleito del Terrazgo” que aconteció en 1553 a los valverdeños  Fernando Moreno, Juan Carrero y Pedro Lorenzo, que evidencia que “los valverdeños pisaban las tierras de La Peñuela hace mucho más de quinientos años, porque ya entonces decían nuestros paisanos que ellos labraban y labraban en esos baldíos “desde tiempo inmemorial”, que es lo mismo que decir: desde hace tanto tiempo que ya nadie se recuerda cuando ni como se empezó”.
[3] VALVERDE MILENARIO. Pág. 47.
[4] Gentilicio de los naturales de Niebla.
[5] ROMERO PÉREZ. Su libro Un pueblo colonizador, es un recorrido histórico de la ocupación de los Baldios de Niebla por parte de los Hijos de Facanías, un conflicto entre Niebla y Valverde que se inició en el siglo XV y no ha quedado resuelto definitivamente hasta 1955.  
[6] Ibídem. Pág. 274 a 279.
[7] Ibídem. Pág. 58-60.
[8] Ibídem. Pág. 50-57.
[9] Geográficamente su nombre es “Tumbalejo”.
[10] VALVERDE MILENARIO. Pág. 50.




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