LOS MOLINOS DE
VIENTO DE VALVERDE DEL CAMINO.
1744-1978. (II)
Juan Carlos Sánchez
Corralejo
.
Actas de las VI
Jornadas del Patrimonio del Andévalo, pp. 168-173.
La construcción de los molinos
La construcción de molinos,
tanto de agua como de viento, se considera una banalidad o regalía privativa del duque de Medina Sidonia, ya que
éste era señor del dominio solariego de la villa valverdeña, en cuanto ésta
pertenecía al Condado de Niebla. Desde 1742 se construyeron siete molinos de
viento, acudiendo únicamente a la licencia municipal.
Ante la protesta de la Casa
Ducal, en 31 de agosto y 21 de septiembre de 1750, el cabildo valverdeño
remitió testimonio al duque Pedro de Alcántara Alonso de Guzmán el Bueno
(1724-1777), XXI conde de Niebla, y XIV duque de Medina Sidonia, para obtener
aprobación y confirmación de los siete molinos de viento construidos a esas
alturas, que había concedido el cabildo valverdeño “sin tener para ello facultad”.
«Y para que cada uno de los dueños a quienes
pertenecen los enumpciados molinos, tenga legítimo instrumento de pertenencia,
por lo que respecta a permiso para la fábrica y uso del suelo que ocupan, mando
se les entregue una copia auténtica // de esta mi provisión, y que original se
ponga en el oficio de la
Escrivanía de Cavildo, tomando razón de ella en los Libros
Capitulares para que en todo tiempo conste esta merced. Y las referidas
Justicias no darán, sin mi expreso consentimiento licencia alguna para otras/
fábricas so pena de veinte mil maravedís para mi Cámara y de que serán
demolidas las que se hicieren sin mi permiso. Para lo cual mande expedirla
presente firmada de mi mano, sellada con el sello de mis armas, y refrendada de
Don Manuel Escudero Gilón, mi secretario de cámara, en el Real sitio de San
Lorenzo, a veinte y quatro de octubre de mil setecientos y cinquenta [Firma del
duque]» [1].
Se situaron en cuatro cabezos que rodeaban la villa,
los de San Sebastián, San Gregorio, la Cabeza de la Cañada Luenga y la Peña Gorda, con cotas modestas que oscilan entre los 260 y los 299
metros de altitud sobre el nivel del mar:
«Uno en el Cabezo de San Gregorio a Alejo Gómez, otro en el cabezo de
San Sebastián a los herederos y sucesores de Antonio García Cavallero, ya
difunto, otro en dicho cabezo de San Gregorio a Simón Francisco; otro en la
cabezada de Cañada Luenga a Joseph García Borrero; otro en el cabezo de la Peña
Gorda a Athanasio de la Cruz Hidalgo, otro en el referido cabezo de San
Gregorio a D. Diego Díaz Arrayás, presbítero, y el otro en el mismo cabezo a
Diego Díaz Vara y el de agua situado en el vado de la pasada del rio Odiel que
había fabricado Martín Martínez [...]les doi la competente facultad para
usarlos en la forma que por bien tubiesen, ya sean // administrados por sí, o
arrendándolos a las personas que les
pareciere».[2]
El primer molino del cabezo de
San Gregorio fue el primer molino de
viento de Valverde. En febrero de 1744, Alejo Gómez recibe licencia para
levantarlo. La idea es muy bien acogida por el cabildo arguyendo que su
construcción reportaría mucho beneficio y ningún perjuicio por lo distantes
que están los molinos desta villa y sus vecinos, y por la falta de agua que en
el verano se experimenta y seguirse mucho beneficio a la causa pública[3]. Solo una semana después se pide licencia
para el molino del Cabezo de San Sebastián erigido por el labrador valverdeño
Antonio García Caballero. Se alude de nuevo al beneficio de los vecinos por su sercanía y porque en los veranos por
la falta de aguas no pueden moler los molinos.[4]
El segundo molino del Cabezo de
San Gregorio fue mandado construir
por Simón Francisco Gómez, labrador local, uno de los valverdeños que
hipotecaron sus bienes para la ampliación del templo parroquial a mediados del
siglo XVIII[5].
El Catastro de Ensenada lo define como un labrador con una renta calculada de 6200 reales.
El tercer molino del Cabezo
de San Gregorio fue mandado
construir por el presbítero Diego Díaz Arrayás, sacerdote natural de Valverde,
ordenado como tal en 1712[6]. El cuarto molino del cabezo de San Gregorio
fue propiedad de Diego Díaz Vara. Según las Respuestas Particulares del
Catastro muele con una piedra vaza y según respuestas generales produze de
utilidad a el año treinta fanegas de trigo, su valor seiscientos y sesenta
reales de vellón.[7]
El
sexto molino se situó en la cabezada de la Cañada Luenga, un espacio
de tránsito de merinas locales y ovejas mesteñas, reconvertido en el lenguaje
valverdeño en Cañalenguas. Era propiedad de José García Borrero y se levantaba junto a la cerca del
Hospital y, además de su función originaria, sirvió de mojón para acotar las
tierras de pasto de las bestias de trabajo locales, a mediados del XVIII[8]. Un
siglo después, hasta sus pies llegaban los rebaños de ganado vacuno que venían
a Valverde para ser vendidos en la primera feria de agosto que se prolongó de
1845 a 1851[9].
En el siglo XIX, el mapa de Coello lo refiere como molino de Pelón, mientras los bosquejos planimétricos hablan del Molino de Feria. Aún pueden observarse
sus restos.
|
|
Restos del molino de la Cañada Luenga
Antes de 1750 se construyó un
séptimo. Es el Molino del cabezo de la Peña Gorda, situado «extramuros
de la villa», Fue mandado construir por
Atanasio de la Cruz Hidalgo El
topónimo no se ha conservado. Se ha
relacionado tradicionalmente con la zona de las Peñas.
Pese a la construcción de estos
ingenios eólicos, las respuestas
particulares del Catastro de Ensenada, que llevan fecha de 6 de septiembre
de 1751, solo catalogan cinco. No aparecen los de Peña Gorda y Cañada Luenga,
que debieron ser los últimos en obtener licencia.
La construcción de estos molinos de viento no paralizó la
construcción de nuevos molinos de agua en el río Odiel. El molino de Vado fue
construido por Martín Martínez en la década de 1740, aunque no obtuvo aprobación expresa
del duque de Medina Sidonia hasta 1750[10].
En 1753 lo vendió a Diego Díaz Vara.
Cabezo de San
Gregorio o de los Molinos hacia 1875.
Fotografía del arcipreste José Manuel Vizcaíno Moya.
Ramírez Copeiro,
J.,1987, p. 180.
Sistema de propiedad y
explotación de los molinos de viento valverdeños
Molinos de viento
|
Propietario
|
Características y utilidad del molino
|
Rentas (reales)
|
Dueños
|
Maestro molinero[11]
|
1º Molino de
Cabezo de San Gregorio
|
Alejo Gómez
|
Licencia:24/02/1744
1 piedra baza
Solo muele en
verano
660 reales, en
torno al 8% de sus rentas.
|
11.189
|
Alcalde de
Valverde en 1740, 1745, 1746, 1750,
1751…
Dueño del molino del arroyo del Carrasco.
|
Martin Lorenzo
Duque
|
1º Molino del cabezo de San Sebastián
|
Antonio García
Caballero labrador
|
Licencia.:
2/03/1744
A la vera de esta
villa. En el ruedo
|
Difunto en 1750.
No aparece entre
los bienes de su viuda. Ana Domínguez.
|
Gregorio Ramírez
Santo
|
|
2º Molino de San Gregorio
|
Simón
Francisco Gómez
|
Licencia:
1/12/1744
Solo muele en
verano
660 reales
|
6.188
|
Alcalde ordinario
en 1743, 1744.
|
Juan Lorenzo
Duque
|
3º Molino del cabezo de San Gregorio
|
Diego Díaz
Arrayás
|
Licencia: N.C.
Recogidos en RG del Catastro
|
Presbítero natural de Valverde ,
|
||
4º Molino del cabezo de San Gregorio
|
Diego Díaz Vara
|
Licencia: N.C
1 piedra baza
660 reales
15% incluidos
otros dos molinos: la encinita y 1/3 del Gallego, ambos arroyo del Castaño
|
12.277
|
Alcalde en 1740
Regidor 1745
Cabaña ganadera
que supera 800 cabezas entre ganado vacuno, ovejas, caprino y de cerda
|
|
Molino de Cañada Luenga
|
José García
Borrero
|
Extramuros de esta villa
No aparece
recogido en el catastro
660 reales de
vellón
|
2.275
|
Dueño del molino
de la Llave en el Castaño
|
Benito Caballero
|
Molino del cabezo de Peña Gorda.
|
Atanasio de la Cruz Hidalgo
|
Extramuros de esta villa
No recogido en las Respuestas Particulares del Catastro
|
19.131[12]
|
Alcalde en 1746
molino de la Encinita + 1/3
molino del Gallego 15% de sus rentas
|
Francisco García Romero
|
Fuente: Catastro de
Ensenada y Actas Capitulares. Elaboración propia.
Los dueños de los
nuevos molinos aparecen en la nómina de los principales capitales de la villa. Poseen tierras de sembradura,
viñas y lagares, y son importantes propietarios de ganado, una de las
características comunes a los labradores
del Andévalo. Los más significativos eran Atanasio de la Cruz, Diego Díaz
Vara y Alejo Gómez, con rentas cuantificadas por el catastro entre 12.000 y
19.000 reales, solo superadas en la población por Diego Márquez de la Santa.
Diego Díaz Vara, el propietario del cuarto
molino de San Gregorio, era uno de los principales hacendados, un gran ganadero
a medio camino entre Valverde, Beas y Niebla, con una cabaña ganadera que
superaba las 800 cabezas entre ganado vacuno, lanar, caprino y de cerda,
tierras de sembradura en el ruedo, 6.000 cepas de viña entre las Mojarrillas y
Pallares, un pinar en el Saltillo, una casa-pajar en Candón y tres viviendas en
Valverde.[13]
Atanasio de la Cruz,
dueño del molino de
la Peña
Gorda, representó a Valverde en el Libro mayor hacendado[14]. Con
unas rentas de 19.169 reales adelantó al fallecido Diego Márquez de la Santa. Poseía
abundantes tierras cerealeras, viñas en El Cuco, pero, de nuevo, su mayor riqueza
se sustentaba en la propiedad de abundante ganado: 60 ovejas, 25 cabras, 24
bueyes, dos toros, 56 vacas con sus correspondientes crías, más varias yeguas,
caballos, jumentos y mulas. Y sobre todo 1.205 colmenas, repartidas por
Valverde, Niebla, Villarrasa, Trigueros y Gibraleón, de las que obtenía casi el
50% de sus ingresos.
Alejo Gómez destacaba por el ganado lanar,
vacuno y de cerda. Simón Francisco
Gómez obtenía la mayor parte de sus rentas de las colmenas y del ganado vacuno
y lanar. El presbítero Diego Díaz Arrayás, era dueño del tercer molino
del cabezo de San Gregorio, como bien patrimonial, pero no podemos seguir su
pista ya que el archivo valverdeño no conserva los libros de fincas de
eclesiásticos.
Casi
todos ellos tenían además molinos hidráulicos: Diego Díaz Vara compró en
junio de 1753 el molino del Vado en
el río Odiel[15];
Atanasio de la Cruz fue dueño
del molino de la Encinita, en el
Castaño, valorado en 2.200 reales, y de un tercio del molino del Gallego, por el que obtendría otros 733 reales. Los
ingresos derivados por la molienda vendrían a significar en torno al 15% de sus
rentas declaradas, sin contar su molino de viento. Alejo Gómez era dueño del molino del arroyo del Carrasco, localizado en
la llamada Majada del río Odiel, que estaba en desuso por falta de presa, pero además en 1751 elevó memorial al duque de
Medina Sidonia para ponerlo de nuevo en
uso. El informe del cabildo dio el visto bueno al no haber otros molinos
inmediatos y no ser zona de abrevadero de ganados, y en cambio sí el beneficio
de más aumento de moliendas.[16]
José García Borrero, con
unas rentas muy inferiores al resto, de solo 2.275 reales, obtenía casi el noventa por ciento de sus
rentas del molino de la Llave en el arroyo del Castaño, y debió animarse a
invertir en la molienda de viento para los difíciles meses del verano en un
caudal tan menguado como el del Castaño.
Continuará
(…)
[2]
1750, octubre, 24. Provisión del Duque de Medina Sidonia confirmando la
construcción realizada de siete molinos de viento y uno de agua. Leg. 7.
[3] A.M.V., actas capitulares de
24 de febrero de 1744. Leg. 6.
[4] 1744, marzo, 2.
Licencia para construir un molino de viento en el cabezo de San Sebastián. Acta
capitular de 2 de marzo de 1744. Leg. 6.
[5] Víd. ARROYO NAVARRO, F., Historia
de la parroquia de Valverde del Camino (Huelva).1469-1950. El
autor, p. 131.
[6] Víd. ARROYO NAVARRO, F., Op.
cit., p. 402.
[8] A.M.V.C. Actas
de 20 de abril de 1744. Leg. 6
[9] CASTILLA SORIANO J.C. y SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C. (1998): “Las
primitivas ferias de Valverde: San Pedro, Santiago y Santa Ana, y la primera
feria de agosto”. Raíces, nº 1. «Que
para el ganado vacuno se señala desde el arroyo del Pilar hasta la cerca del
Hospital y molino de viento inmediato…»
[10] La provisión señorial
concediendo la facultad data de 24 de octubre de 1750 y fue realizada en San
Lorenzo del Escorial, refrendada por el secretario de cámara, Manuel Escudero
Gilón. A. Protocolos. V. Leg. 64, ff. 75r.-76v.
[11]
A.M.V.C. Notificación del acuerdo de de
5 de julio de 1745 sobre rebaja de la maquila. Leg. 6.
[12] La
suma de las cantidades referenciadas en las respuestas particulares apuntan una
cantidad de 19.707 reales. La misma
fuente cuantifica en 24.841 reales la
renta de Diego Márquez de la Santa que sería de esta forma el mayor hacendado
de Valverde en 1749. Su muerte con antelación a las rectificaciones de 1754 convirtieron a Atanasio de la Cruz en el mayor hacendado.
[13] A.M.V., Rentas y Exacciones. Catastro de Ensenada. Fincas seculares.
Tomo II, ff. 617-625.
[16] A.M.V. 14 de
febrero de 1751. Informe sobre molinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario