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domingo, 26 de agosto de 2018

VALVERDE DEL CAMINO EN EL SIGLO XVI


VALVERDE DEL CAMINO Y SU PARROQUIA  (II): EL SIGLO XVI 

Juan Carlos Sánchez Corralejo
Revista Facanias. Especial de Feria. Agosto de 2018 


Valverdeños de principios del siglo XVI

El archivo de Medina Sidonia conserva los Padrones de Cuantías[1] de Niebla y de sus villas y aldeas: Valverde, Trigueros, Beas, Villarasa, Calañas, El Alonso, Villanueva de las Cruces,  Puebla de Guzmán, Paymogo,  Osma, Bonares, Rociana y Lucena.  Gracias a estos padrones, transcritos por A. Anasagasti y L. Rodriguez Liañez,  conocemos a los valverdeños de la década de 1500.



Vecinos
Estado social/ Profesion
Cuantia (en maravedís)
1)       
Alonso Hernández
Caballero
71.200
2)       
Alonso Ortega

6.750
3)       
Benito García

10.820
4)       
Francisco Martín de la Vaca

7.900
5)       
Alonso Moro

14.400
6)       
Juan Martín Blanco

23.550
7)       
Francisco Gil

1.300
8)       
Diego Díaz
Casado con Juana Domínguez
33.800
9)       
Francisco Díaz Valdayo

19.970
10)    
Cristóbal  Rodríguez Valdayo

13.180
11)    
Cristóbal Martín Sobrero

1.000
12)    
Catalina Martín
Pobre
-
13)    
Diego Alonso
Molinero
2.360
14)    
Francisco Hernández
Pobre
1.000
15)    
Alonso de Lepe
De Lepe

16)    
Catalina González.
Mujer de Diego Martín Haldón
1.000
17)    
Francisco Márquez

1.000
18)    
La de Pero González
Vieja y pobre
-
19)    
Inés Bernal

4.560
20)    
Andrés González
Franco por el señor San Lazaro
12.000
21)    
Teresa Alonso
mujer de  Alonso Hernández Valdayo
1.000
22)    
Leonor Díaz, La Morgada
Alias la Morgada,  pobre
-
23)    
Gonzalo Martín de la Vaca

9.500
24)    
Diego Domínguez

1.000
25)    
Alonso Lorenzo
Franco por bacinador de San Antón
1000
26)    
Martín Martínez de la Corte

12.000
27)    
Francisco Martín, hijo del anterior

1.000
28)    
Juan García el mozo

14.810
29)    
Benito Alvárez

16.260
30)    
Jorge González

4.720
31)    
Fernando Martín Rico

3.800
32)    
Bartolomé Sánchez

7.200
33)    
Andrés García del Pozuelo
Del Pozuelo
8.500
34)    
Alonso Martín Blanco

8.740
35)    
Pero González
Sastre
3.250
36)    
Juan Rodríguez

5.400
37)    
Diego Bernal
Casado con Inés Martin
3.250
38)    
Bartolomé González

6.690
39)    
Diego Martín Cabrera

15.400
40)    
Cristóbal Domínguez

38.810
41)    
Juan Marín
Vaquero
34.060
42)    
Pero Miguel de Calañas,
De Calañas
12.010
43)    
Bartolomé Alonso
Ovejero
37.690
44)    
Alonso Martín
Ovejero.   Franco por cinco años por el Concejo porque vino de Aracena en 1502
2.000
45)    
Andrés Martín Haldón

5.410
46)    
Esteban Gómez

1.500
47)    
Juan García de la Huerta

4.960
48)    
Diego Márquez

49.130
49)    
Bernal González

7.600
50)    
Juan Alonso Rengel

12.150
51)    
Bartolomé Caro

8.500
52)    
Alonso Pérez Simón

12.900
53)    
Pero García del Alosnillo

3.500
54)    
Gonzalo García,
Hijo de  Alonso Sánchez Serrano
13.140
55)    
Alonso González Serrano

153.000
56)    
Diego González Simón

16.600
57)    
Andrés Hernández

15.300.
58)    
Alonso Pérez Borrero

41.560
59)    
Francisco Martín
Escribano
35.900
60)    
Juan García del Alosnillo

46.140
61)    
Juan Martín de Almonte
De Almonte
5.100
62)    
Miguel Sánchez

12.050
63)    
Alonso González Haldón

27.000
64)    
Alonso García del Pozuelo
Del Pozuelo
5.500
65)    
Francisco Martín Soriano

6.250
66)    
Alonso González Haldón, el mozo

4.400
67)    
Diego Martín Rico

2.700
68)    
Anton Lorenzo

24.200
69)    
La mujer de Pero Lorenzo

16.760
70)    
Alonso Martín
Ballestero
3.520
71)    
Juan García, el viejo
Del  Pozuelo
19. 820.
72)    
Pero Ortega

5.500
73)    
Andres Martín de la Parra

1000
74)    
Juan Martin de Pero Juan el viejo

1000
75)    
Juan Martín de la Corte

5.040
76)    
Lorenzo Alonso

8.870
77)    
Diego Suero

1.000
78)    
Bartolomé Alonso Palanco

8.100
79)    
Isabel Martín de la Vaca

8. 200
80)    
Cristóbal Rodrígiez, el mozo

6. 220
81)    
Catalina González

3.040
82)    
Diego Díaz Simón

18.400
83)    
Juan Ruíz

18.390
84)    
Sebastián Diaz

9.100
85)    
Alonso Yanez

24.670
86)    
Diego de Torres

1.000
87)    
Juan Martín de Pero Juan

1.000
88)    
Bartolomé Martín Rico

1.000
89)    
Bartolomé Diaz del Encinosa

5.400
90)    
Martín Alonso

30.600
91)    
Diego, hijo de Esteban hernandez
Menor
2.000
92)    
Dos hijos de Rodrigo Alonso


93)    
Dos hijos de Rodrigo Alonso

6.000
94)    
Benito
Menor

95)    
Benito Alonso,
Hijo de Alonso Yanez

96)    
Rodrigo,

53.500

Subtotal:

1.323. 750  mrs.
Fuente. Padron de Cuantias de Valverde del Camino de 1503. ANASAGASTI VALDERRARA, A.M., y RODRIGUEZ LIAÑEZ, L: Niebla y su tierra en la Baja Edad Media, 2006,  ff. 1332-1333.  Completado con dastos del Archivo de Protocolos de Valverde

Algunos apellidos procedentes del padrón de cuantías de 1503 aluden a ocupaciones: molinero,  bacinador[2], vaquero, ovejero, escribano,  sastre.  Otros apellidos informan de la procedencia de algunos moradores, cuyo foco de origen se sitúa en villas y lugares cercanos. Leemos en su desglose los nombres de Alonso de Lepe,  Andrés García del Pozuelo, Alonso García del Pozuelo, Pero Miguel de Calañas o Juan Martín de Almonte. Suelen ser vecinos llegados de  aldeas o villas comarcanas con un nivel de rentas ínfimo que tratarían de mejorar sus expectativas vitales.

Se detectan varios apellidos de origen norteño. Unos como Bernal[3] o Martín[4] son de origen francés. Hay apellidos de origen asturiano como Cabrera[5] o Rico[6]; otros son apellidos vizcaínos como Caro y algunos son castellanos como Ortega, Serrano[7], Ballestero, etc.

Una parte del contingente repoblador que llegó a Valverde parece proceder de Asturias,  Zamora y Salamanca. Ruy Fernández, era de Robleda. Quizá otro pueblo que pudiera  estar detrás del origen de Valverde del camino sea  Santa María de Valverde, nombre coincidente con el de nuestra Iglesia Mayor a lo largo del siglo XVI.  También a principios del siglo XVI,  detectamos en la capital ilipense vecinos procedentes del norte peninsular, como Juan de Salamanca. Otros norteños estaban avecindados en Trigueros, caso de Juan de León, Tomás de León, Ferrando de Toro o Juan González de Sueiros,  población de La Coruña.

Otros apellidos valverdeños de principios del siglo XVI eran casi exclusivos del Antiguo Reino de Sevilla como Valdayo, en sus diferentes variantes de Bardayo y Bardallo.

También aparecen apellidos patronímicos como Hernán[8], González, Domínguez y Sánchez.  González deriva de Gonzalo, por lo que no existe necesariamente relación entre las distintas familias extendidas en diversas regiones. Domínguez es un patronímico de Domingo y existen múltiples ramas, ya que el nombre fue muy común por la arraigada devoción a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos y a Santo Domingo de Silos, benedictino español del Siglo XI. Igualmente, Sánchez, patronímico derivado del nombre propio Sancho, estaba muy difundido en toda España y América.

Los principales caudales estaban en manos de Alonso González Serrano (153.000 maravedís), del que desconocemos ocupación, seguido muy lejanamente por el único representante de la nobleza local,  el caballero Alonso Hernández (71.200), Diego Márquez (49.130) o Cristóbal Domínguez (38.810). Le siguen los principales ganaderos locales, representados por Bartolomé Alonso (37.790), dueño de ovejas, y Juan Marín (34.060), intitulado como vaquero, y un tal  Juan Díaz (33.800).

Los nobles y caballeros gozaban ya de exención de la moneda forera[9], hecha  extensiva a los caballeros de cuantía o ciudadanos. Desde el punto de vista de la fiscalidad directa, la diferencia entre la categoría de pecheros y la de nobles y caballeros se limitó a la moneda forera desde finales del siglo XIV y a lo largo del XV[10].

Las franquicias, es decir, los privilegios de que gozaron los vecinos, en general, y distintos colectivos, en particular, respecto a la fiscalidad regia como a la concejil sí fueron un elemento de atracción.  Se trata de las franquicias de repoblación. A. Collantes de Terán  cuantifica su importancia entre el 18 y el 23% de la población[11]. Muchos llegaban  por concesiones de la casa ducal, otros por concesiones del propio municipio. Son abundantes en Beas y Villarrasa, varios por su condición de monteros o ballesteros, otros varios procedentes de Portugal o de otros estados nobiliarios. En Trigueros eran francos algunos oficiales – en concreto un escribano de cabildo y el casero del comendador- excepto en casos de servicios militares. o un tal Diego Candon “porque sana braços e piernas de balde”.
 
En Valverde solo vemos tres francos en 1503; Alonso Martín, natural de Aracena, de menguado peculio,  pues solo tenía una cuantía de 2.000 mrs,  asentado un año antes, atraído por una franquicia de cinco años concedida por el concejo valverdeño, y Alonso Lorenzo, bacinador de San Antón, lo que nos hablaría de un culto primigenio local[12]. Andres González era bacinador de San Lázaro y obtuvo franquicia de vecindad por ello. 

En los pueblos comarcanos hubo también varios bacinadores de San Lázaro, como Marcos de La Palma en Trigueros o Martín Gómez en Villarrasa. Eran personas pobres, acontiadas en apenas 1.000 maravedís, cuya labor diaria consistía en recoger limosnas con la ayuda de una bacinilla para instituciones eclesiásticas, como hospitales, leproserías o lazaretos. 
    






       
La Posada de Facanías, sita en la esquina con las Cuatro Casas.  RICO A. Valverde en Sepia, lám. 22


Valverde, encrucijada de caminos

En opinión de Santos Madrazo[13], en el sur peninsular se detectan dos grandes zonas con sistemas de comunicación muy precarios. Uno de ellos englobaba precisamente la mayor parte de la provincia de Huelva, el sur de Sevilla, la provincia de Cádiz y la zona occidental de Málaga.

El Camino Real de Huelva a Extremadura circulaba, al norte de la población, por los parajes de Citolero, la Peña del Calvario,[14], El Lagarejo, Carabales y el majadal o majadalillo de Cafanes o Escafanes, todos ellos colonizados por los valverdeños desde al menos el siglo XVII[15]. A la salida sureña del casco urbano, se divisaban los cercados del ruedo sur  que comenzaban en el Carrasquillo[16]. El camino real comunicaba Valverde con los cercados del Puerto Blanco[17], la huerta de Juan Cano[18] y la cañada de la Rosa, distante tres cuarto de leguas[19]. Más tarde, pasada una legua de camino, cruzaba por el Saltillo, un espacio dedicado desde el siglo XVII a los plantíos de viñedos. Lindantes al camino real de Huelva aparecían majestuosas las viñas, puestas en hileras de la Algayda del Salvador[20]. A una legua se encontraban asimismo las viñas de la Mojarilla. Del Saltillo se accedía a las Gamonosas y el Cuco, igualmente colonizados con viñas.

El camino real proseguía al sur hacia los baldíos de Niebla. Los valverdeños colonizan la Navahermosa[21] y, más al sur, se extendieron hacia los parajes beasinos de Pallares, San Ginés, La Algaida del Cazar, El Pelado, Las Presas, el Galame, la Giralda, las Vegas de la Fuente del Rey, la Parrilla, las Camachas y la Dehesa de Beas. Llama la atención la presencia de valverdeños en la Parrilla y la Fuente del Rey, los dos parajes tradicionalmente dedicados a la molinería en Beas. Incluso los valverdeños compran o alquilan tierras en San Juan del Puerto en los sitios de Buhedo y Valdegallinas.

 A veces el Camino Real de Extremadura aparece en los documentos como Camino de Alájar.  Comunicaba la villa de Zalamea la Real con Alájar y se prolongaba en dirección sur hasta llegar a Valverde, tras pasar por el valle de la murta[22],  la «esquina del Buitró[23],  y el peñedo[24]. Algunos valverdeños llegaron a poseer tierras en término de Zalamea, en los parajes de la Fuente de Mesto o el Buitroncillo[25].  Otro camino secundario de menor radio pero muy transitado era el camino del Buitrón a Valverde

 El Camino Real de Valverde a Sevilla cruzaba la  llamada pasada del Albercón que estaba dentro de la dehesa valverdeña[26]. Facilitaba el acceso de los agricultores locales que se dirigían a los cercados situados, con anterioridad al siglo XVIII, en las proximidades de Los Gabrieles[27]. Serpenteaba en las faldas de la cumbre del Gamo, situada junto a la venta de Carazacho[28] para más tarde entrar en los baldíos de Niebla acercándose a las villas de La Palma y Villarrasa.

El camino de la ermita de la Coronada comunicaba Valverde con la ermita situada en la atalaya del rio Odiel. Al salir del casco urbano serpenteaba entre los cercados de los Prados Redondos y en sus cercanías se situaba la fuente y el arroyo de la adelfa[29]. Lindantes con este camino se levantaban los cercados de la Cañada de la Perra, en parte privados y en parte pertenecientes a la dehesa concejil. Desde el puerto de las Cañadas de las Perras podía divisarse el regajo de las adelfillas[30]. 

A media legua de la población se levantaba la cruz de los cuatro pies[31]. Igualmente localizados junto al camino de la Coronada aparecían cercados en las Sanguijolillas, los Prados Redondos y la Corte Elvira. Debió ser un lugar preferente de instalación de valverdeños gracias a las aguas del llamado arroyo de los prados redondos. Los cercados de los Prados Redondos y de la Corte Elvira se extendían hasta la zona del Cuervo, comunicados a través del camino del risco del Cuervo que pasaba por el sitio de Don Martín[32].


      

Cruz de Calañas. https://de-valverde.com                    




   Calle de El Sol

El camino a la Coronada debió tener enorme importancia para el desarrollo de la arriería y  permitió a los valverdeños acceder a sus tierras situadas en los baldíos en las cercanías de Calañas.[33]

 Buena parte de los asentamientos valverdeños en los baldíos de Niebla se realizaron en las cercanías del Camino Real de La Palma y en el Camino de Valverde a Niebla. En las proximidades del Camino Real de La Palma del Condado se asentaron varios núcleos dispersos de valverdeños  en los parajes de Las Arenas, La Aldehuela, el Morcillo o El Turmalejo. Desde al menos principios del siglo XVII, los valverdeños realizaban sus rozas, previo pago del terrazgo, en los sitios de las Arenas y  la Majada de la Plata hasta los pra­dillos de Barran­coso[34]; en la Aldehuela[35] y el Morcillo.[36]

Otros parajes colonizados fueron el Turmalejo, El Charco Redondo, la Fuente del Meto, el Charco de los aceiteros y la Lanteja, dedicados a una agricultura de rozas[37], de «rozas y barbecho»[38]. o «en roza y labrados estercados»[39].           Los valverdeños, en su afán colonizador, se extendieron por el arroyo de Barrancoso[40] y llegan hasta las veguillas de Martín Pérez, junto al Rio Tinto.[41]

En las inmediaciones del Camino de Beas a Villarrasa se levantó otro de los asentamientos preferidos por los valverdeños de los baldíos: La Alcaría y la Mesa de Bando[42] en un paraje  compartido por vecinos de Villarrasa y La Palma

En las inmediaciones del Camino de Valverde a Niebla los valverdeños colonizan Caballón, Raboconejo y otros lugares cercanos como Puerto Jineta, la Algaida del Caballar[43].  A mediados del siglo XVII, ya existía el Molino de la llave en el arroyo de Caballón y hay intentos para la construcción de otros molinos[44]. Esta fiebre  molinera  evidencia una ocupación progresiva e incesante de los baldíos, pero a la par, manifiesta la intención de los valverdeños de los baldíos de mantener la accesibilidad respecto al núcleo matriz, seña de identidad de todos los colonos.

Igualmente aquellos colonos se situaron en los Posteruelos[45]; en la  Tierras Nuevas que lindaban con el llamado valle del Pozuelo,  en los Toriles, y  en los Baldíos de La Peñuela[46] y Candón, lugares preferidos por los valverdeños para realizar sus arrendamientos. Poco antes de llegar a Niebla el camino se detenía en Lavapies. Los valverdeños se beneficiaron de cercados en el arroyo de Lavapiés, en plenos baldíos, obtenidos por compras[47].




Los baldios . Chozas y chivitines de juncos.
RICO PERZ; A. Valverde en Sepia. Lam. 37

Esta red de caminos intermunicipales se completaban con otros puramente locales. El Camino de las Adelfillas comunicaba los cercados de la Cumbre del Peñedo y se dirigía a la fuente de las aldefillas, un paraje compuesto de varios cercados y huertas desde fines de siglo XVI.  El camino que unía la Cabeza del León con Citolero existía al menos desde principios del siglo XV, según testimonio de Alfonso Simón, vecino de El Buitrón.[48]

Los protocolos notariales hablan del camino de Valverde a la Sausadilla, ya en término de Beas, y  de otros caminos a Pajarrón y a las Alcoleas[49], donde los valverdeños realizaban sus aprovechamientos. A mediados del siglo XVII se practicaban rozas allí[50] e igualmente pastaban en aquellos parajes amplíos rebaños de vacas y bueyes[51].

Las Alcoleas eran lugar de explotación común de los vecinos de Niebla, Beas, Trigueros y Valverde. Los valverdeños sembraban rozas y poseían ganado, estancias y tenencias en aquellos parajes. Ello provocó varios incidentes, debido al apresamiento continuado de cabalgaduras y a las «molestias y vejaciones» que los vecinos de Trigueros realizaban sobre los valverdeños afincados en las Alcoleas y los Posteruelos. Esa era, al menos, la versión valverdeña[52]. Precisamente, estos fueron los terrenos que, en el año 1883, Diego Bull solicitó al gobernador provincial para su declaración de utilidad pública y la consiguiente expropiación, a fin de construir una vía férrea que facilitara sus labores mineras en Campanario

Otro camino, bien conocido, comunicaba Niebla con la Laguna de Doña Elvira. En sus proximidades y linderos se detecta la presencia de aprovechamientos agrícola-ganaderos de valverdeños.

Junto a los caminos aparecen referencias a la existencia de veredas de carne. Sabemos de la existencia de una vereda que circulaba por el valle del Peladillo y el Valle de Santa María, en plenos baldíos de Niebla[53]. Se trata del conocido como Cordel de Portugal. De la misma manera las fuentes históricas hablan de viejas cañadas, como la Cañada del Pozo se encontraba cerca de las «sepulturas» y al sur de la casas de Citolero.

La Economía

Valverde era una aldea de agricultores, apicultores, pastores y arrieros.

La ganadería debió ocupar un lugar privilegiado en la economía de aquellos tiempos. Sabemos que hacia 1420, Gonzalo Esteban Zorro, vecino de Facanías, se dedicaba a «ballestear» y guardar ganado desde la cabeza de León hasta el Segunderalejo[54]. Hacia 1430, otro vecino de la entonces Facanías llamado Gonzalo Martín Faldón guardaba puercos en las cercanías de la contienda de Zalamea[55]. Ya hemos comentado que algunos de los principales capitales, según las informaciones obtenidas del padrón de cuantías de 1503, eran ovejeros y vaqueros.

A través de los datos del “registro de los puercos de Andevalo del año de 1583” conocemos a algunos de los ganaderos de porcino de la localidad:

Ganaderos
Cabezas declaradas
Pedro Martin Regidor
70
Juan Pedro Alonso
40
Miguel Esteban
50
Gonzalo Martin del Arrayaz [sic]
24
Registro de puercos. 17 de octubre de 1583. A.P.V. Leg. 1

A fines de siglo XVI, el clérigo Bartolomé Cruzado era propietario de una chivetada conocida en la provincia[56]. Otros criadores de cabras y chivos eran Bartolomé González, Benito Hernández, Juan Caballero de la Aldehuela o los menores de Pedro Alonso[57]. Ellos surtían a la población pero también a compradores venidos de la villas cercanas, como el calañés Juan Martin.[58] 

Los papeles municipales hablan de rejas de arados, de la actividad frenética de los herreros para echar rejas a los arados y de las protestas vecinales contra el gremio de herreros, que obligó al cabildo a establecer tasas o precios máximos por las labores de echar calzas a las rejas de arado.[59]

Las epidemias de langosta asolan los campos. En 1583, en Valverde hay una muchedumbre della que ai comiendo i distruyendo los trigos y sementeras que ahora están en berça. Para su eliminación, el concejo apoderó a Alonso Lorenzo para ir a Córdoba ante el licenciado Ginés de Perea, juez comisionado para su extinción.

En España, la primera plaga de langosta documentada se produjo en el año 1040. Las puestas de  langosta o gañafotes quedaban enterradas durante el otoño y el invierno, y eclosionaban en primavera. Al detectarse una zona infectada, se labraba la tierra para dejar al aire los canutos con las puestas, antes de ser amontonados y quemados. Todos los vecinos mayores de doce años tenían la obligación de recoger la langosta, y se les pagaba un tanto por hacerlo.  Solían utilizarse animales domésticos para su exterminio, principalmente los cerdos y gallinas. Lo que no se conseguía con la colaboración de hombres animales, se intentaba con la quema de rastrojos y matorrales para que tanto las langostas como sus puestas perecieran.

En pocas horas, la langosta era capaz de segar los campos dejando tras sí la ruina y el hambre. Las Relaciones Topográficas de Felipe II, llevadas a cabo entre 1575-1579 aluden a ellas unas veces de forma directa y otras indirectamente. En tierras castellanas hubo plagas entre 1540 y 1550, y se recrudecen en las décadas de 1580 y 1590. Especialmente duros fueron los años de 1578, 1579 y 1583.[60]

En 1583 tres valverdeños deben acudir a la Chancillería de Granada: Gregorio Martin Caballero, Alonso Mezo y Diego Ramirez apoderan a Melchor de Aguilera y Alonso Enríquez Andrés Monte en el pleito iniciado por el concejo de Villarrasa contra las rozas que estos valverdeños habían iniciado en el sitio de Buenavista, baldíos de Niebla, y la quema de ciertos árboles.[61] 

Pese a los continuos inconvenientes y pleitos, los baldíos de Niebla permitieron mantener en sus propios términos municipales a una población ávida de tierras que, de otra manera, hubiera tenido que emigrar. Ya a mediados del siglo XVI unos quinientos labradores valverdeños sembraban en los baldíos, ya que «no tienen donde otra parte», mientras que dos siglos más tarde seguían afirmando que la maior parte de sus labores y sementeras las hacen en los campos comunes de la villa de Niebla con quien tiene comunidad, y con los demás pueblos del Condado.[62]
   
Estos valverdeños practicaron una agricultura itinerante de rozas, previo pago de la renta del terrazgo[63] al concejo de la capital condal. Desde el primer tercio del siglo XVII,  rozaban los parajes  de las Arenas, la majada de La Plata, La Aldehuela, los pradillos de Barrancoso, los Morcillos o el Turmalejo, Caballón y Raboconejo, la  Soriana, las Coles de Montemolín y el Encinar. Poseían caseríos diseminados en Tamujoso, Villarejos, Romerales de la Bóveda o la Cabeza de los Vinos, situados en los confines con la dehesa boyal de Beas y llegaron a Candón , El Palmar, Malrecado y las Veguillas de Martín Pérez. Además, se extendieron por los parajes de Pajarrón, las Alcoleas y la Fuente de la Corcha, emplazamiento de aprovechamiento común de los vecinos de Valverde, Beas y Trigueros, dando lugar a continuos pleitos.

Pronto entran en conflicto los aprovechamientos ganaderos y los apícolas. A mediados del XVI, la majada del valverdeño Francisco Domínguez se vio invadida por las colmenas de Luís Ramírez y de otros valverdeños. El primero logró un mandamiento del corregidor de Niebla en defensa de sus derechos ordenando “las sacasen del dicho término y vendiesen las dichas colmenas que sacasen, las que fuesen menester, para pagar las costas que  oviese falta el dicho Francisco Domínguez[64] y fueron vendidas en la plaza pública por orden del alcalde de Valverde, Andres González.   

 Hubo, además, decenas de colmeneros valverdeños en las majadas de la Plata, de Palomino, de las Cañas, del Prado, del Castillejo, de la Sierra de Rite, el valle del Gamonital, el Castaño, la Atalaya Campera, en las cercanias del Manzanito, la majada de la Lobilla, o Lavapiés[65]. Destacaron los aprovechamientos de belloteo en el Encinar de Niebla, la Sierra de Rite, El Garduño, Helechoso y Turmalejo

Pero los baldíos de Niebla fueron siempre escenario permanente de pleitos. En ocasiones, eran disputas entre la capital condal y alguno de sus lugares. Niebla trataba de usurpar los baldíos en su beneficio exclusivo, mientras que las aldeas  alegaban que, como calles o hábitats dependientes de una villa matriz, debían gozar de los mismos derechos que los capitalinos. De esta forma los moradores de Valverde, Beas y Villarrasa obtuvieron varias provisiones ducales y ejecutorias de la Chancillería en las que se reconocían sus derechos comunales, partiendo de su consideración de vecinos de Niebla y del ejercicio de dichos disfrutes desde tiempo inmemorial. Nos referimos al pleito de Candón (1511-1517) entre Beas y Niebla, despachado ante la justicia ducal, que terminó con el reconocimiento a los beasinos de su derecho anterior de pastaje gratuito desde el arroyo Candón hasta Niebla[66]; o el Pleito de Valpajoso y Alcaría Rubia entre Valverde y Niebla (1553-1569), substanciado en la Chancillería de Granada, que acabó reconociendo -por sentencia de 2 de julio de 1559, confirmada por otra de revista de 18 de noviembre de 1569-, el derecho valverdeño a aprovecharse y pastar libremente no sólo en los parajes que iniciaron el pleito, sino en todos los baldíos, como lo hacían los iliplenses, con la única excepción de los cotos y dehesas boyales[67]. Niebla había fracasado en su intento de convertir en propios algunos de los pagos más interesantes de los baldíos: Valpajoso, Alcoleas, Candón, Alcaría Rubia, los Toriles, el Prado del Conde, las Berlangas o Lavapiés. Sin duda la ejecutoria de 1569 alentó el empeño valverdeño, sirviéndole de estímulo y acicate para posteriores litigios.[68] 


Real Chancillería de Granada

La cilla o pósito, cuyos repartos debían ser aprobados por el corregidor de Niebla,  garantizaba los préstamos de grano para la sementera y para el consumo en los meses mayores, ya cercano el estío, antes de la recogida de la nueva cosecha. En Valverde existe al menos desde la década de 1580. Diego González Camacho compró 102 fanegas de trigo a precio de dos ducados y medio.
 
El cabildo arrendaba, además, los pagos de la dehesa boyal, acotada por la huerta de la Serrana, la Cruz de la Atalayuela, el Pozo del Gamo, el camino de Villarrasa con la raya de Niebla, la Fuente de Martin Martínez, el Judío, los Posteritos y el camino del Segunderalejo hasta la Rivera[69]. Junto a la dehesa Boyal eran bienes de propios arrendables las dehesas de El Alosnillo, Los Abades y el Casarejo.



Dehesa de las Capellanías.  Valverde del Camino

Los lavaderos de lana acotados por el cabildo, que nos dan indicios de la transformación textil existente en la localidad, eran la Higueruela, el Melero, La Tallisca, los Pilones del Fresnajoso y el Rio Odiel[70]

Los testamentos de la década de 1560 nos hablan de la existencia del  tejar de Andrés García. Los de la década de 1580 hablan de la existencia de peones que , como Tomé Lorenzo, se  ganaban la vida con la soldada de las vacas  que obtenían del cuidado de las reses de grandes propietarios y de la trilla de sus  parvas o parvillas. También vemos algunas referencias a los primeros molinos de la localidad.[71]  

El concejo del lugar de Facanías estaba formado en el siglo XVI por dos alcaldes ordinarios, tres regidores, un alguacil y un escribano. Conocemos el nombre de algunos de los primeros munícipes valverdeños. En 1480 eran alcaldes, Johán Pérez Atahonero y Pedro Lorenzo; Rodrigo Alonso Valdayo, Johán Martín Blanco y Johan Lorenzo, el viejo eran los regidores; Ruy García, el mayordomo y Juan Martín Rico, el escribano público.

El profesor Pérez Embid  nos adentra en las preocupaciones de los lugareños del Condado de Niebla en la segunda mitad del siglo XVI  a través de las Consideraciones sobre la visita al Condado de Niebla y Cinco Villas onubenses  del estado del Duque de Medina Sidonia de 1583, que recogen las quejas más comunes elevadas por los vasallos del duque, respecto del régimen de gobierno y una relación, localidad por localidad, de esos agravios.[72] 

Las quejas más habituales eran  la quiebra  de una justicia impartida por los corregidores de los pueblos cabeceras del territorio, Niebla y Huelva, que  dispensaban o hacían menguar los regidurías perpetuaos, pidiéndose limitar los cargos a solo un año.  El pósito, que debía garantizar la subsistencia era asimismo objeto de críticas por las irregularidades de los repartos;  y, también,  una fiscalidad  mal gestionada por los concejos en detrimento del común, ya que los empréstitos del duque, las  cargas militares y las multas recaían de forma especial sobre los elementos más pobres o débiles del vecindario.

Otras quejas comunes eran la poca ecuanimidad en las  igualas que los montaraces o guardas de montes pactaban con los poderosos de cada lugar, ya que eran capaces de comprar su inmunidad, mientras el oficial cargaba sobre los más débiles; o la  falta de padres de menores en unos sitios, o el descontrol del cargo en otros. Se criticaba, asimismo, la falta de control sobre las cuentas municipales, origen de  abusos y usurpaciones, las deudas impagadas al común de vecinos o la falta de delimitación de sus dehesas y montes.

 Continuará  (…)






[1] Padrón de tipo fiscal que asocian una cierta cantidad de maravedís a cada vecino  que funciona en correspondencia con un baremo establecido. 
[2] Un bacinador o bacinero era la persona que pedía limosna para el culto religioso o para obras pías en nombre de una parroquia, ermita o hermandad.
[3] Bernal es un apellido muy extendido por Aragón, Cataluña, Navarra y Valencia que, en el siglo XV, se utilizaba tanto como apellido como nombre.
[4] Martín es un apellido patronímico, derivado del nombre de pila homónimo. El nombre Martín, procede del latín Martinus, que al igual que Marcial, Marco, Marcos y Marciano, hace alusión al dios romano de la guerra, Marte.
[5] Cabrera, al parecer procede de  D. Osorio, primo y caudillo del rey Don Pelayo.
[6] Rico es igualmente de origen asturiano, de Luarca, desde donde se extendió por toda la península.
[7] Serrano procede de las montañas de Burgos, aunque muy extendido por toda la Península y Canarias.
[8] Hernán, Apellido patronímico derivado del nombre de Hernando. Muy extendido por toda España y América, sin que todas las ramas de este apellido tengan un único origen común.
[9] Vid. ARTOLA, Miguel (1982). La Hacienda del Antiguo Régimen. Madrid, Alianza Editorial. Procede de un servicio con que contribuyeron las cortes medievales de Castilla y León  a cambio del compromiso del rey de no devaluarla acuñando monedas de menor contenido en metal precioso. Con el paso del tiempo se hizo permanente  a todos  los vecinos pecheros con un mínimo de patrimonio de 120 maravedíes. Se cobraba en el primer y último año de cada periodo de siete años. Su recaudación fue declinando con el tiempo hasta hacerse casi insignificante. Se extinguió con las reformas borbónicas de 1724.
[10] COLLANTES DE TERÁN SÁNCHEZ, A (2006): “Los sevillanos ante el impuesto: de la repoblación al encabezamiento de las alcabalas” en  Fiscalidad y sociedad en el Mediterráneo bajomedieval. (Málaga, 17-20 de mayo 2006)
[11] COLLANTES DE TERÁN SÁNCHEZ, A., 2006,  Op. Cit.
[12] Trigueros poseía un hospital dedicado a San Antón. Desconocemos la extensión de su culto en Facanias.  
[13] MADRAZO, S., El sistema de transportes en España, 1750-1850, Madrid, 1984, pp. 31 y ss.
[14] A.P.V., Leg. 21, f. 119.
[15] Andrés Martín de la Acebuchosa compró un cercado de 4 fanegas en el Valle de Citolero. A.P.V., 1622, mayo, 22. Leg. 7, ff. 34v.-35v. En 1624, Juan Martín del Citolero compró un cercado de 3 fanegas en el paraje del citolero, perteneciente a Valverde y lindante con el término de Zalamea la Real. Víd. A.P.V., 1624, [  ], 7. Leg. 8, ff. 63v.-64v.
[16] A.P.V., Leg. 5, f. 279 v.-280.
[17] En 1623, Alonso Díaz compró un cercado de 3 fanegas «abajo del Puerto Blanco entre la encina temprana y la cañada de la cerca», en precio de 66 reales. A.P.V., 1623, diciembre, [16]. Leg. 7, ff. 185v.-186v.
[18] A.P.V., Leg. 9, f. 130
[19] A.M.V., Catastro de Ensenada. Leg. 693, f. 720v.
[20] A.P.V., Escritura de obligación. 25 de mayo de 1692.Leg. 37, ff. 102-103.
[21] 1639, octubre, 6. Recibo de bienes y carta de pago. Bartolomé [Pretesbanido] y Ana María, su mujer reciben de los parientes del primero,García Suarez y Catalina Gomez, entre otras cosas, un trozo de sementera y barbecho hecho en el sitio de «Navahermosa», baldíos de Niebla, valorado en 20 ducados. A.P.V. Leg. 12, ff. 188-189 v. (2º libro).
[22] Respuesta al interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Pedro Esteban, vecino de Trigueros. 8 de septiembre de 1450. A.M.V. Leg. 334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684.
[23] Respuesta al interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Simón Alfonso, vecino de Niebla. 8 de septiembre de 1450.  A.M.V. Leg. 334. Leg. 334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684.
[24] Respuestas al interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Gonzalo Martín Haldón.  8 de septiembre de 1450. A.M.V. Leg. 334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684, f. 23 v.
[25] A.P.V., Leg. 16, f. 196.
[26] En 1650, Pedro Sánchez se obligó a reparar la pasada del Albercón que estaba dentro de la dehesa valverdeña para que pudieran pasar por ella todas las personas y pasajeros que venían por el camino Real que iba desde Valverde a la Palma y a Sevilla. A.P.V., Leg. 15, f. 404.
[27] Conocemos la existencia del llamado cercado de Becerro. A.M.V. Acuerdo de 28 de febrero de 1701. Leg. 3.
[28] A.P.V. Leg. 21, f. 247.
[29] A.P.V. Leg. 8, ff. 166-167v.
[30] A.P.V. 1635, diciembre, [7], Leg. 11, f. 222v.
[31] A.M.V. Catastro. Leg. 693, f. 695v.
[32] A.P.V. Leg. 11, f. 141 (II).
[33] En 1634, Bartolomé González Rico compró al calañés Pedro Alonso de la Charneca un pedazo de tierra de pan sembrar en los baldíos de Niebla, limitación de  Cala­ñas,  en el sitio de la «Vaca». A.P.V. Domingo, 10 de septiembre de 1634. Leg. 10,  ff. 180-182 (II). 
[34] 1628, diciembre, 9. A.H. Moguer, sección Niebla, leg. 555.
[35] A.P.V. 30/08/ 1632. Leg. 9,  ff. 201-201 (II).  02/01/1633 Leg. 10, f. 3 r. y v. Ante el E. P. Pedro Díaz Despino.
[36] A.P.V. Partición des bienes de Pedro Márquez. 1665, septiembre, [2]. Leg. 22, ff. 324-329.  Poseía 3 arados de sementera de roza y estercada con cierta porción de paja. Como lugar de vivienda construyó una choza, cobijada con corchas
[37] Víd. 1628, enero, 4.  A.H. Moguer, Niebla, leg. 554. 1630, enero, 2.  A.H. Moguer, Niebla, leg. 555.
[38] A.P.V., Capital. 1666, octubre, 5. Leg. 23, ff. 272-275.
[39] 1664, septiembre, 22. Capital. A.P.V., leg. 21, ff. 277-279 (II). Escribano: Juan Ramírez Manzano.
[40] 1620, diciembre, 15. A.H. Moguer, Niebla, leg. 549, ff.
[41] 1621, abril, 17. A.H. Moguer, Niebla, leg. 549, ff.
[42] A.P.V. Capital. 1668, abril, 6. Leg. 24, f. 74 r. y v. Escritura de venta. 1668, diciembre, 24. Leg. 24, ff. 323-324.
[43] Víd. 1628, enero, 4. Niebla. A.H.P. de Moguer, Niebla, leg. 554, ff.
[44] 1656, marzo, 25. Poder al licenciado Francisco Cruzado Caballero. A.P.V., leg. 17, ff. 87-88..
[45] A.P.V. Capital que  Juan García Quiñones el mozo llevó a su matrimonio con Polonia García. 1663, enero, 27. Leg. 21, ff. 17-18.
[46] A.P.V. Escritura de venta. 16 de enero de 1689. Leg. 35, ff. 19-20v.  Alonso Manuel Arrayás adquirió 14 fanegas de tierra en dos abesanas en los Toriles, lindantes con los baldíos de La Peñuela
[47] En 1656 Juan García Muñoz compró a un vecino de Niebla, Martín Estebán un corral con una cerca de vara y media dealto para la crianza de colmenas en la peña Sequilla,  junto al arroyo de Lavapies en precio de 77 reales. A.P.V., Escritura de venta. 1656, febrero, 27. Leg. 17, f. 65-66.
[48] Respuesta al interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Alfonso Simón o Gimón, vecino de El Buitrón. 11 de septiembre de 1450. A.M.V. Leg. 334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684, f. 33. 
[49] A.M.V., Cabildo de 13 de mayo de 1883. Leg. 39. f.40.
[50] A.P.V. Capital. 1663, septiembre, 13. Leg. 21, ff. 237-238. Ante el escribano Román Ramírez.
[51] A.P.V. Testamento. 1669, junio, 19. Leg. 24, ff. 103-106.
[52] Desde 1652 se sigue pleito en la Chancillería de Granada contra el concejo de Trigueros para que se permitiera a los valverdeños hacer sus rozas libremente en las Alcoleas y los Posteruelos. A.P.V., 1652, abril, 12. Leg. 16, f. 46 r. y v.
[53] A.P.V., Escritura de venta. 20 de diciembre de 1731. Leg. 57, ff. 219-220v.
 [54] Respuestas al interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Gonzalo Esteban Zorro. Facanías. Jueves, 10 de septiembre de 1450. A.M.V. Leg. 334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684, f. 30.
[55] Respuestas al interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Gonzalo Martín Faldón. 8 de septiembre de 1450. A.M.V. Leg. 334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684, ff. 23 r. y v.
[56] En 1583, dos moguereños, Simón Alonso y Luis Bermos, compran 400 chivos de machos viejos.  Escritura de obligación. 15/04/1583. Leg. 1 
[57] A.P.V. Remate de bienes de los menores de Pedro Alonso. 29 de mayo de 1583. Leg. 1 . 27 cabras a favor de Bartolomé González  y otras 150 en Benito Hernández
[58] A.P.V. Obligación a favor de Juan Caballero de la Aldehuela por la compra de 102 chivatos a precio de 11 reales. Leg. 1.
[59] A.M.V./L.A.C. de 1643, 20 de octubre.
[60] Vid. La Plagas en la edad media : Langostas por Manuel Fernández Grueso. http://juanlopezdocon.blogspot.com/2009/
[61] A.P:V. Poder. 1
[62] SANCHEZ CORRALEJO, Juan C. (2004): “Los baldíos de Niebla durante los siglos XVI y XVII: aprovechamientos comunales en el corazón del Condado Valverde del Camino, Trigueros, Beas y Villarrasa”. VIIª Reunión Científica de la Fundación Española de Historia Moderna / coord. por Francisco José Aranda Pérez, Vol. 2, 2004 (El mundo rural en la España moderna), ISBN 84-8427-297-4, p. 1037.
[63] La obligación de pagar el terrazgo era extensible al resto de lugares y villas condales en el espacio comprendido entre los ríos Odiel y Tinto, afectando a los lugareños de Valverde, Beas, Trigueros y Villarrasa, y en menor medida a los de Rociana, Bonares, Lucena y Calañas. En los lugares ubicados en el Andévalo su incidencia debió ser puramente testimonial. Hacia la década de 1620, dominaba el pago en especie, cuyo porcentaje, solía ser «de cada trese fanegas de trigo, cebada, senteno vna, y de cada trese mañadas de lino vna de todo lo que se coxiere».  Según las ordenanzas de 1504, el desbroce y la quema del monte debían efectuarse desde el día de la Virgen de Agosto
[64] A.P.V. Leg. 1
[65] SÁNCHEZ CORRALEJO, Juan C. (2004): “Los baldíos de Niebla, p. 1042.
[66] A.M.Beas. Provisión de Alonso Perez de Guzmán de 31 de enero de 1517, confirmación de otra antecedente de su padre,  Juan de Guzmán. Leg. 31.
[67] A.M.V. Traslado del pleito de Valpajoso, incluido en el testimonio de la Ejecutoria de 1621 sobre aprovechamientos en los baldíos. Leg. 350. Libro, nº 9.
[68] SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C., 2004 Los baldíos de Niebla…   
[69] A.M.V./L.A.C. de 1641, 15 de septiembre.
[70] A.M.V./L:A.C. de 1642, 3 de mayo. 
[71] A.P.V. Testamento de Bartolomé González.  23 de septiembre de 1583. Leg. 1. Habla del molino de Cadaval
[72] PÉREZ-EMBID WAMBA; Javier, “El régimen señorial en la segunda mitad del siglo XVI: estado del condado de niebla”. Huelva en su Historia, 12. 2005, pp.  219-255. Universidad de Huelva.

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