VALVERDE DEL CAMINO Y SU PARROQUIA (II): EL SIGLO XVI
Juan Carlos Sánchez Corralejo
Revista Facanias. Especial de Feria. Agosto de 2018
Valverdeños
de principios del siglo XVI
El archivo de Medina Sidonia conserva los Padrones de Cuantías[1] de Niebla y de sus villas y aldeas: Valverde, Trigueros, Beas,
Villarasa, Calañas, El Alonso, Villanueva de las Cruces, Puebla de Guzmán, Paymogo, Osma, Bonares, Rociana y Lucena. Gracias a estos padrones, transcritos por A. Anasagasti y L. Rodriguez Liañez, conocemos a los valverdeños de
la década de 1500.
Vecinos
|
Estado social/ Profesion
|
Cuantia (en maravedís)
|
|
1)
|
Alonso Hernández
|
Caballero
|
71.200
|
2)
|
Alonso Ortega
|
6.750
|
|
3)
|
Benito García
|
10.820
|
|
4)
|
Francisco Martín de la Vaca
|
7.900
|
|
5)
|
Alonso Moro
|
14.400
|
|
6)
|
Juan Martín Blanco
|
23.550
|
|
7)
|
Francisco Gil
|
1.300
|
|
8)
|
Diego Díaz
|
Casado con Juana Domínguez
|
33.800
|
9)
|
Francisco Díaz Valdayo
|
19.970
|
|
10)
|
Cristóbal
Rodríguez Valdayo
|
13.180
|
|
11)
|
Cristóbal Martín Sobrero
|
1.000
|
|
12)
|
Catalina Martín
|
Pobre
|
-
|
13)
|
Diego Alonso
|
Molinero
|
2.360
|
14)
|
Francisco Hernández
|
Pobre
|
1.000
|
15)
|
Alonso de Lepe
|
De Lepe
|
|
16)
|
Catalina González.
|
Mujer de Diego Martín Haldón
|
1.000
|
17)
|
Francisco Márquez
|
1.000
|
|
18)
|
La de Pero González
|
Vieja y pobre
|
-
|
19)
|
Inés Bernal
|
4.560
|
|
20)
|
Andrés González
|
Franco por el señor San Lazaro
|
12.000
|
21)
|
Teresa Alonso
|
mujer de
Alonso Hernández Valdayo
|
1.000
|
22)
|
Leonor Díaz, La
Morgada
|
Alias la Morgada, pobre
|
-
|
23)
|
Gonzalo Martín de la Vaca
|
9.500
|
|
24)
|
Diego Domínguez
|
1.000
|
|
25)
|
Alonso Lorenzo
|
Franco por bacinador de San Antón
|
1000
|
26)
|
Martín Martínez de la Corte
|
12.000
|
|
27)
|
Francisco Martín, hijo del anterior
|
1.000
|
|
28)
|
Juan García el
mozo
|
14.810
|
|
29)
|
Benito Alvárez
|
16.260
|
|
30)
|
Jorge González
|
4.720
|
|
31)
|
Fernando Martín Rico
|
3.800
|
|
32)
|
Bartolomé Sánchez
|
7.200
|
|
33)
|
Andrés García del Pozuelo
|
Del Pozuelo
|
8.500
|
34)
|
Alonso Martín Blanco
|
8.740
|
|
35)
|
Pero González
|
Sastre
|
3.250
|
36)
|
Juan Rodríguez
|
5.400
|
|
37)
|
Diego Bernal
|
Casado con Inés Martin
|
3.250
|
38)
|
Bartolomé González
|
6.690
|
|
39)
|
Diego Martín Cabrera
|
15.400
|
|
40)
|
Cristóbal Domínguez
|
38.810
|
|
41)
|
Juan Marín
|
Vaquero
|
34.060
|
42)
|
Pero Miguel de Calañas,
|
De Calañas
|
12.010
|
43)
|
Bartolomé Alonso
|
Ovejero
|
37.690
|
44)
|
Alonso Martín
|
Ovejero.
Franco por cinco años por el Concejo porque vino de Aracena en 1502
|
2.000
|
45)
|
Andrés Martín Haldón
|
5.410
|
|
46)
|
Esteban Gómez
|
1.500
|
|
47)
|
Juan García de la Huerta
|
4.960
|
|
48)
|
Diego Márquez
|
49.130
|
|
49)
|
Bernal González
|
7.600
|
|
50)
|
Juan Alonso Rengel
|
12.150
|
|
51)
|
Bartolomé Caro
|
8.500
|
|
52)
|
Alonso Pérez Simón
|
12.900
|
|
53)
|
Pero García del Alosnillo
|
3.500
|
|
54)
|
Gonzalo García,
|
Hijo de
Alonso Sánchez Serrano
|
13.140
|
55)
|
Alonso González Serrano
|
153.000
|
|
56)
|
Diego González Simón
|
16.600
|
|
57)
|
Andrés Hernández
|
15.300.
|
|
58)
|
Alonso Pérez Borrero
|
41.560
|
|
59)
|
Francisco Martín
|
Escribano
|
35.900
|
60)
|
Juan García del Alosnillo
|
46.140
|
|
61)
|
Juan Martín de Almonte
|
De Almonte
|
5.100
|
62)
|
Miguel Sánchez
|
12.050
|
|
63)
|
Alonso González Haldón
|
27.000
|
|
64)
|
Alonso García del Pozuelo
|
Del Pozuelo
|
5.500
|
65)
|
Francisco Martín Soriano
|
6.250
|
|
66)
|
Alonso González Haldón, el mozo
|
4.400
|
|
67)
|
Diego Martín Rico
|
2.700
|
|
68)
|
Anton Lorenzo
|
24.200
|
|
69)
|
La mujer de Pero Lorenzo
|
16.760
|
|
70)
|
Alonso Martín
|
Ballestero
|
3.520
|
71)
|
Juan García, el
viejo
|
Del
Pozuelo
|
19. 820.
|
72)
|
Pero Ortega
|
5.500
|
|
73)
|
Andres Martín de la Parra
|
1000
|
|
74)
|
Juan Martin de Pero Juan el viejo
|
1000
|
|
75)
|
Juan Martín de la Corte
|
5.040
|
|
76)
|
Lorenzo Alonso
|
8.870
|
|
77)
|
Diego Suero
|
1.000
|
|
78)
|
Bartolomé Alonso Palanco
|
8.100
|
|
79)
|
Isabel Martín de la Vaca
|
8. 200
|
|
80)
|
Cristóbal Rodrígiez, el mozo
|
6. 220
|
|
81)
|
Catalina González
|
3.040
|
|
82)
|
Diego Díaz Simón
|
18.400
|
|
83)
|
Juan Ruíz
|
18.390
|
|
84)
|
Sebastián Diaz
|
9.100
|
|
85)
|
Alonso Yanez
|
24.670
|
|
86)
|
Diego de Torres
|
1.000
|
|
87)
|
Juan Martín de Pero Juan
|
1.000
|
|
88)
|
Bartolomé Martín Rico
|
1.000
|
|
89)
|
Bartolomé Diaz del Encinosa
|
5.400
|
|
90)
|
Martín Alonso
|
30.600
|
|
91)
|
Diego, hijo de Esteban hernandez
|
Menor
|
2.000
|
92)
|
Dos hijos de Rodrigo Alonso
|
||
93)
|
Dos hijos de Rodrigo Alonso
|
6.000
|
|
94)
|
Benito
|
Menor
|
|
95)
|
Benito Alonso,
|
Hijo de Alonso Yanez
|
|
96)
|
Rodrigo,
|
53.500
|
|
Subtotal:
|
1.323. 750
mrs.
|
Fuente. Padron de Cuantias de Valverde del Camino
de 1503. ANASAGASTI VALDERRARA, A.M., y
RODRIGUEZ LIAÑEZ, L: Niebla y su tierra
en la Baja Edad Media, 2006, ff. 1332-1333.
Completado con dastos del Archivo de Protocolos de Valverde
Algunos apellidos procedentes del padrón de cuantías
de 1503 aluden a ocupaciones: molinero,
bacinador[2], vaquero, ovejero, escribano, sastre.
Otros apellidos informan de la procedencia de algunos moradores, cuyo
foco de origen se sitúa en villas y lugares cercanos. Leemos en su desglose los
nombres de Alonso de Lepe, Andrés García
del Pozuelo, Alonso García del Pozuelo, Pero Miguel de Calañas o Juan Martín de
Almonte. Suelen ser vecinos llegados de
aldeas o villas comarcanas con un nivel de rentas ínfimo que tratarían
de mejorar sus expectativas vitales.
Se detectan varios apellidos de origen norteño. Unos
como Bernal[3] o Martín[4] son de origen francés. Hay apellidos de
origen asturiano como Cabrera[5] o Rico[6]; otros son apellidos vizcaínos como Caro y
algunos son castellanos como Ortega, Serrano[7], Ballestero, etc.
Una parte del contingente repoblador que llegó a
Valverde parece proceder de Asturias, Zamora y Salamanca. Ruy Fernández, era de Robleda.
Quizá otro pueblo que pudiera estar
detrás del origen de Valverde del camino sea Santa María de Valverde, nombre coincidente
con el de nuestra Iglesia Mayor a lo largo del siglo XVI. También a principios del siglo XVI, detectamos en la capital ilipense vecinos
procedentes del norte peninsular, como Juan de Salamanca. Otros norteños
estaban avecindados en Trigueros, caso de Juan de León, Tomás de León, Ferrando
de Toro o Juan González de Sueiros,
población de La Coruña.
Otros apellidos valverdeños de principios del siglo
XVI eran casi exclusivos del Antiguo Reino de Sevilla como Valdayo, en sus
diferentes variantes de Bardayo y Bardallo.
También aparecen apellidos patronímicos como Hernán[8], González, Domínguez y Sánchez. González deriva de Gonzalo, por lo que no
existe necesariamente relación entre las distintas familias extendidas en
diversas regiones. Domínguez es un patronímico de Domingo y existen múltiples
ramas, ya que el nombre fue muy común por la arraigada devoción a Santo Domingo
de Guzmán, fundador de la Orden de los Dominicos y a Santo Domingo de Silos,
benedictino español del Siglo XI. Igualmente, Sánchez, patronímico derivado del
nombre propio Sancho, estaba muy difundido en toda España y América.
Los principales caudales estaban en manos de
Alonso González Serrano (153.000 maravedís), del que desconocemos ocupación,
seguido muy lejanamente por el único representante de la nobleza local, el caballero Alonso Hernández (71.200), Diego
Márquez (49.130) o Cristóbal Domínguez (38.810). Le siguen los principales
ganaderos locales, representados por Bartolomé Alonso (37.790), dueño de
ovejas, y Juan Marín (34.060), intitulado como vaquero, y un tal Juan Díaz (33.800).
Los
nobles y caballeros gozaban ya de exención de la moneda forera[9], hecha extensiva a los caballeros de cuantía o
ciudadanos. Desde el punto de vista de la fiscalidad directa, la diferencia
entre la categoría de pecheros y la de nobles y caballeros se limitó a la
moneda forera desde finales del siglo XIV y a lo largo del XV[10].
Las franquicias, es decir,
los privilegios de que gozaron los vecinos, en general, y distintos colectivos,
en particular, respecto a la fiscalidad regia como a la concejil sí fueron un elemento
de atracción. Se trata de las franquicias de repoblación. A. Collantes de Terán cuantifica
su importancia entre el 18 y el 23% de la población[11].
Muchos llegaban por concesiones de la
casa ducal, otros por concesiones del propio municipio. Son abundantes en Beas
y Villarrasa, varios por su condición de monteros o ballesteros, otros varios
procedentes de Portugal o de otros estados nobiliarios. En Trigueros eran
francos algunos oficiales – en concreto un escribano de cabildo y el casero del
comendador- excepto en casos de servicios militares. o un tal Diego Candon “porque sana braços e piernas de balde”.
En Valverde solo vemos tres francos en 1503;
Alonso Martín, natural de Aracena, de menguado peculio, pues solo tenía una cuantía de 2.000 mrs, asentado un año antes, atraído por una
franquicia de cinco años concedida por el concejo valverdeño, y Alonso Lorenzo,
bacinador de San Antón, lo que nos
hablaría de un culto primigenio local[12]. Andres González era bacinador de San Lázaro y obtuvo franquicia de vecindad por
ello.
En los pueblos comarcanos hubo también varios
bacinadores de San Lázaro, como Marcos de La Palma en Trigueros o Martín Gómez
en Villarrasa. Eran personas pobres, acontiadas
en apenas 1.000 maravedís, cuya labor diaria consistía en recoger limosnas con
la ayuda de una bacinilla para instituciones eclesiásticas, como hospitales,
leproserías o lazaretos.
La Posada de Facanías, sita en la esquina con las
Cuatro Casas. RICO A. Valverde en Sepia,
lám. 22
Valverde, encrucijada de caminos
En
opinión de Santos Madrazo[13], en el sur peninsular se detectan dos grandes zonas con sistemas de
comunicación muy precarios. Uno de ellos englobaba precisamente la mayor parte
de la provincia de Huelva, el sur de Sevilla, la provincia de Cádiz y la zona occidental
de Málaga.
El Camino Real de Huelva a
Extremadura circulaba, al norte
de la población, por los parajes de Citolero,
la Peña del Calvario,[14], El Lagarejo, Carabales y el majadal
o majadalillo de Cafanes o Escafanes, todos ellos colonizados
por los valverdeños desde al menos el siglo XVII[15]. A la salida sureña del casco urbano, se divisaban los cercados del
ruedo sur que comenzaban en el Carrasquillo[16]. El camino real comunicaba
Valverde con los cercados del Puerto Blanco[17], la huerta
de Juan Cano[18] y la cañada de la Rosa, distante tres
cuarto de leguas[19]. Más tarde, pasada una legua de camino, cruzaba por el Saltillo, un
espacio dedicado desde el siglo XVII a los plantíos de viñedos. Lindantes al
camino real de Huelva aparecían majestuosas las viñas, puestas en hileras de la Algayda del Salvador[20]. A una legua se encontraban asimismo las viñas de la Mojarilla. Del
Saltillo se accedía a las Gamonosas y el Cuco, igualmente colonizados con viñas.
El
camino real proseguía al sur hacia los baldíos de Niebla. Los valverdeños colonizan la Navahermosa[21] y, más al
sur, se extendieron hacia los parajes beasinos de Pallares, San Ginés, La
Algaida del Cazar, El Pelado, Las Presas, el Galame, la Giralda, las Vegas de la
Fuente del Rey, la Parrilla,
las Camachas y la Dehesa de Beas.
Llama la atención la presencia de valverdeños en la Parrilla y la Fuente del Rey,
los dos parajes tradicionalmente dedicados a la molinería en Beas. Incluso los
valverdeños compran o alquilan tierras en San Juan del Puerto en los
sitios de Buhedo y Valdegallinas.
A veces el Camino Real de Extremadura aparece
en los documentos como Camino de Alájar. Comunicaba la villa de
Zalamea la Real
con Alájar y se prolongaba en dirección sur hasta llegar a Valverde, tras pasar
por el valle de la murta[22], la «esquina del Buitrón»[23], y el peñedo[24]. Algunos valverdeños llegaron a poseer tierras en término de Zalamea,
en los parajes de la Fuente
de Mesto o el Buitroncillo[25]. Otro camino secundario de
menor radio pero muy transitado era el camino del Buitrón a Valverde
El Camino Real de Valverde a Sevilla cruzaba la llamada pasada
del Albercón que estaba dentro de la dehesa valverdeña[26]. Facilitaba el acceso de los agricultores locales que se dirigían a
los cercados situados, con anterioridad al siglo XVIII, en las proximidades de Los
Gabrieles[27]. Serpenteaba en las faldas de la cumbre del Gamo, situada junto a la
venta de Carazacho[28] para más tarde entrar en los baldíos de Niebla acercándose a las
villas de La Palma
y Villarrasa.
El camino de la ermita de la
Coronada comunicaba Valverde con la ermita situada en la
atalaya del rio Odiel. Al salir del casco urbano serpenteaba entre los cercados
de los Prados Redondos y en sus cercanías se situaba la fuente y el arroyo de
la adelfa[29]. Lindantes con este camino se levantaban los cercados de la Cañada de la
Perra, en parte privados y en parte pertenecientes a la dehesa
concejil. Desde el puerto de las Cañadas de las Perras podía divisarse el
regajo de las adelfillas[30].
A media
legua de la población se levantaba la cruz
de los cuatro pies[31]. Igualmente localizados junto al camino de la Coronada aparecían
cercados en las Sanguijolillas,
los Prados Redondos y la Corte Elvira. Debió ser un lugar preferente
de instalación de valverdeños gracias a las aguas del llamado arroyo de los
prados redondos. Los cercados de los Prados Redondos y de la Corte Elvira se
extendían hasta la zona del Cuervo, comunicados a través del camino del
risco del Cuervo que pasaba por el sitio de Don Martín[32].
El
camino a la Coronada
debió tener enorme importancia para el desarrollo de la arriería y permitió a los valverdeños acceder a sus
tierras situadas en los baldíos en las cercanías de Calañas.[33]
Buena parte de los asentamientos valverdeños
en los baldíos de Niebla se realizaron en las cercanías del Camino Real de La Palma y en el Camino de
Valverde a Niebla. En las proximidades del Camino Real de La Palma del Condado se
asentaron varios núcleos dispersos de valverdeños en los parajes de Las Arenas, La Aldehuela, el Morcillo o
El Turmalejo. Desde al menos principios del siglo XVII, los valverdeños
realizaban sus rozas, previo pago del terrazgo, en los sitios de las Arenas y la
Majada de
la Plata
hasta los pradillos de Barrancoso[34]; en la Aldehuela[35] y el Morcillo.[36]
Otros
parajes colonizados fueron el Turmalejo, El Charco Redondo, la Fuente del Meto, el Charco de los aceiteros y la Lanteja,
dedicados a una agricultura de rozas[37], de «rozas y barbecho»[38]. o «en roza y
labrados estercados»[39]. Los valverdeños, en
su afán colonizador, se extendieron por el arroyo de Barrancoso[40] y llegan hasta las veguillas de Martín Pérez, junto al Rio Tinto.[41]
En
las inmediaciones del Camino de Beas a Villarrasa se levantó otro de los asentamientos preferidos por los valverdeños
de los baldíos: La Alcaría
y la Mesa de
Bando[42] en un paraje compartido por
vecinos de Villarrasa y La Palma
En las inmediaciones del Camino de Valverde a
Niebla los valverdeños colonizan Caballón, Raboconejo
y otros lugares cercanos como Puerto Jineta, la Algaida del Caballar[43]. A mediados del siglo XVII, ya
existía el Molino de la llave en el arroyo de Caballón y hay intentos para la
construcción de otros molinos[44]. Esta fiebre molinera evidencia una ocupación progresiva e incesante
de los baldíos, pero a la par, manifiesta la intención de los valverdeños de los baldíos de mantener
la accesibilidad respecto al núcleo matriz, seña de identidad de todos los
colonos.
Igualmente
aquellos colonos se situaron en los Posteruelos[45]; en la Tierras Nuevas que lindaban con el
llamado valle del Pozuelo, en los
Toriles, y en los Baldíos de La Peñuela[46] y Candón, lugares preferidos por los valverdeños para realizar sus
arrendamientos. Poco antes de llegar a Niebla el camino se detenía en Lavapies.
Los valverdeños se beneficiaron de cercados en el arroyo de Lavapiés, en plenos
baldíos, obtenidos por compras[47].
Los baldios . Chozas y chivitines de juncos.
RICO PERZ; A. Valverde en Sepia. Lam. 37
Esta
red de caminos intermunicipales se completaban con otros puramente locales. El
Camino de las Adelfillas comunicaba los cercados de la Cumbre del Peñedo y se
dirigía a la fuente de las aldefillas, un paraje compuesto de varios cercados y
huertas desde fines de siglo XVI. El
camino que unía la Cabeza
del León con Citolero existía al menos desde principios del siglo XV, según
testimonio de Alfonso Simón, vecino de El Buitrón.[48]
Los
protocolos notariales hablan del camino de Valverde a la Sausadilla, ya
en término de Beas, y de otros caminos a
Pajarrón y a las Alcoleas[49], donde los valverdeños realizaban sus aprovechamientos. A mediados del
siglo XVII se practicaban rozas allí[50] e igualmente pastaban en aquellos parajes amplíos rebaños de vacas y
bueyes[51].
Las Alcoleas
eran lugar de explotación común de los vecinos de Niebla, Beas, Trigueros y
Valverde. Los valverdeños sembraban rozas y poseían ganado, estancias y
tenencias en aquellos parajes. Ello provocó varios incidentes, debido al
apresamiento continuado de cabalgaduras y a las «molestias y vejaciones»
que los vecinos de Trigueros realizaban sobre los valverdeños afincados en las Alcoleas y los Posteruelos. Esa era, al menos, la versión valverdeña[52]. Precisamente, estos fueron los terrenos que, en el año 1883, Diego Bull solicitó al gobernador
provincial para su declaración de utilidad pública y la consiguiente
expropiación, a fin de construir una vía férrea que facilitara sus labores
mineras en Campanario
Otro
camino, bien conocido, comunicaba Niebla
con la Laguna
de Doña Elvira. En sus proximidades y linderos se detecta la
presencia de aprovechamientos agrícola-ganaderos de valverdeños.
Junto a
los caminos aparecen referencias a la existencia de veredas de carne. Sabemos
de la existencia de una vereda que circulaba por el valle del Peladillo y el
Valle de Santa María, en plenos baldíos de Niebla[53]. Se trata del conocido como Cordel de Portugal. De la misma manera
las fuentes históricas hablan de viejas cañadas, como la Cañada del Pozo
se encontraba cerca de las «sepulturas» y al sur de la casas de Citolero.
La Economía
Valverde
era una aldea de agricultores,
apicultores, pastores y arrieros.
La ganadería debió ocupar un lugar
privilegiado en la economía de aquellos tiempos. Sabemos que hacia 1420,
Gonzalo Esteban Zorro, vecino de Facanías, se dedicaba a «ballestear» y
guardar ganado desde la cabeza de León hasta el Segunderalejo[54]. Hacia 1430, otro vecino de la entonces Facanías llamado Gonzalo
Martín Faldón guardaba puercos en las cercanías de la contienda de Zalamea[55]. Ya hemos comentado que algunos
de los principales capitales, según las informaciones obtenidas del padrón de cuantías
de 1503, eran ovejeros y vaqueros.
A
través de los datos del “registro de los puercos de Andevalo del año de 1583”
conocemos a algunos de los ganaderos de porcino de la localidad:
Ganaderos
|
Cabezas declaradas
|
Pedro Martin Regidor
|
70
|
Juan Pedro
Alonso
|
40
|
Miguel Esteban
|
50
|
Gonzalo
Martin del Arrayaz [sic]
|
24
|
Registro de puercos. 17 de octubre de 1583. A.P.V. Leg.
1
A
fines de siglo XVI, el clérigo Bartolomé Cruzado era propietario de una chivetada conocida en la provincia[56].
Otros criadores de cabras y chivos eran Bartolomé González, Benito Hernández, Juan
Caballero de la Aldehuela o los menores de Pedro Alonso[57].
Ellos surtían a la población pero también a compradores venidos de la villas
cercanas, como el calañés Juan Martin.[58]
Los
papeles municipales hablan de rejas de arados, de la actividad frenética de los
herreros para echar rejas a los arados y de las protestas vecinales contra el
gremio de herreros, que obligó al cabildo a establecer tasas o precios máximos
por las labores de echar calzas a las
rejas de arado.[59]
Las epidemias de langosta asolan los campos. En 1583, en Valverde hay
una muchedumbre della que ai comiendo i
distruyendo los trigos y sementeras que ahora están en berça. Para su
eliminación, el concejo apoderó a
Alonso Lorenzo para ir a Córdoba ante el licenciado Ginés de Perea, juez
comisionado para su extinción.
En España, la primera
plaga de langosta documentada se produjo en el año 1040. Las puestas de langosta o gañafotes quedaban enterradas durante
el otoño y el invierno, y eclosionaban en primavera. Al detectarse una zona
infectada, se labraba la tierra para dejar al aire los canutos con las puestas,
antes de ser amontonados y quemados. Todos los vecinos mayores de doce años tenían
la obligación de recoger la langosta, y se les pagaba un tanto por hacerlo. Solían utilizarse animales domésticos para su
exterminio, principalmente los cerdos y gallinas. Lo que no se conseguía con la
colaboración de hombres animales, se intentaba con la quema de rastrojos y
matorrales para que tanto las langostas como sus puestas perecieran.
En pocas horas, la
langosta era capaz de segar los campos dejando tras sí la ruina y el hambre. Las
Relaciones Topográficas de Felipe II,
llevadas a cabo entre 1575-1579 aluden a ellas unas veces de forma directa y
otras indirectamente. En tierras castellanas hubo plagas entre 1540 y 1550, y
se recrudecen en las décadas de 1580 y 1590. Especialmente duros fueron los
años de 1578, 1579 y 1583.[60]
En 1583 tres valverdeños deben acudir a la
Chancillería de Granada: Gregorio Martin Caballero, Alonso Mezo y Diego Ramirez
apoderan a Melchor de Aguilera y Alonso Enríquez Andrés Monte en el pleito
iniciado por el concejo de Villarrasa contra las rozas que estos valverdeños
habían iniciado en el sitio de Buenavista, baldíos de Niebla, y la quema de
ciertos árboles.[61]
Pese a los continuos inconvenientes y pleitos, los baldíos de Niebla permitieron mantener
en sus propios términos municipales a una población ávida de tierras que, de
otra manera, hubiera tenido que emigrar. Ya a mediados del siglo XVI unos
quinientos labradores valverdeños sembraban en los baldíos, ya que «no
tienen donde otra parte», mientras que dos siglos más tarde seguían
afirmando que la maior parte de sus labores y sementeras las hacen en los
campos comunes de la villa de Niebla con quien tiene comunidad, y con los demás
pueblos del Condado.[62]
Estos valverdeños practicaron una agricultura itinerante de rozas,
previo pago de la renta del terrazgo[63] al concejo de la capital condal. Desde el primer tercio del siglo
XVII, rozaban los parajes de las Arenas, la majada de La Plata, La
Aldehuela, los pradillos de Barrancoso, los Morcillos o el Turmalejo, Caballón
y Raboconejo, la Soriana, las Coles de
Montemolín y el Encinar. Poseían caseríos diseminados en Tamujoso, Villarejos,
Romerales de la Bóveda o la Cabeza de los Vinos, situados en los confines con la dehesa boyal de Beas y
llegaron a Candón , El Palmar, Malrecado y las Veguillas de Martín Pérez.
Además, se extendieron por los parajes de Pajarrón, las Alcoleas y la Fuente de
la Corcha, emplazamiento de aprovechamiento común de los vecinos de Valverde,
Beas y Trigueros, dando lugar a continuos pleitos.
Pronto entran en conflicto los aprovechamientos ganaderos y los apícolas. A mediados
del XVI, la majada del valverdeño Francisco Domínguez se vio invadida por las
colmenas de Luís Ramírez y de otros valverdeños. El primero logró un
mandamiento del corregidor de Niebla en defensa de sus derechos ordenando “las sacasen del dicho término y vendiesen
las dichas colmenas que sacasen, las que fuesen menester, para pagar las costas
que oviese falta el dicho Francisco Domínguez[64] y fueron vendidas en la plaza pública por orden del alcalde de
Valverde, Andres González.
Hubo, además,
decenas de colmeneros valverdeños en las majadas de la Plata, de Palomino, de las Cañas, del Prado, del
Castillejo, de la Sierra de Rite, el valle del Gamonital,
el Castaño, la Atalaya Campera, en las cercanias del Manzanito, la majada de la Lobilla, o Lavapiés[65]. Destacaron los aprovechamientos
de belloteo en
el Encinar de Niebla, la Sierra de
Rite, El Garduño, Helechoso y Turmalejo
Pero
los baldíos de Niebla fueron siempre escenario
permanente de pleitos. En ocasiones, eran disputas entre la
capital condal y alguno de sus lugares. Niebla trataba de usurpar los
baldíos en su beneficio exclusivo, mientras que las aldeas alegaban que, como calles o hábitats dependientes
de una villa matriz, debían gozar de los mismos derechos que los capitalinos.
De esta forma los moradores de Valverde, Beas y Villarrasa obtuvieron varias
provisiones ducales y ejecutorias de la Chancillería en las que se reconocían
sus derechos comunales, partiendo de su consideración de vecinos de Niebla y
del ejercicio de dichos disfrutes desde tiempo inmemorial. Nos referimos al pleito
de Candón (1511-1517) entre Beas y Niebla, despachado ante la
justicia ducal, que terminó con el reconocimiento a los beasinos de su derecho
anterior de pastaje gratuito desde el arroyo Candón hasta Niebla[66]; o el Pleito de Valpajoso y Alcaría Rubia entre Valverde y Niebla
(1553-1569), substanciado en la Chancillería de Granada, que acabó reconociendo
-por sentencia de 2 de julio de 1559, confirmada por otra de revista de 18 de
noviembre de 1569-, el derecho valverdeño a aprovecharse y pastar libremente no
sólo en los parajes que iniciaron el pleito, sino en todos los baldíos, como lo
hacían los iliplenses, con la única excepción de los cotos y dehesas boyales[67]. Niebla había fracasado en su intento de convertir en propios
algunos de los pagos más interesantes de los baldíos: Valpajoso, Alcoleas,
Candón, Alcaría Rubia, los Toriles, el Prado del Conde, las Berlangas o
Lavapiés. Sin duda la ejecutoria de 1569 alentó el empeño valverdeño,
sirviéndole de estímulo y acicate para posteriores litigios.[68]
La cilla o pósito, cuyos repartos debían ser aprobados por el corregidor
de Niebla, garantizaba los préstamos de
grano para la sementera y para el consumo en los meses mayores, ya cercano el
estío, antes de la recogida de la nueva cosecha. En Valverde existe al menos
desde la década de 1580. Diego González Camacho compró 102 fanegas de trigo a
precio de dos ducados y medio.
El
cabildo arrendaba, además, los pagos de la dehesa
boyal, acotada por la huerta de la
Serrana, la Cruz de la Atalayuela,
el Pozo del Gamo, el camino de
Villarrasa con la raya de Niebla, la Fuente
de Martin Martínez, el Judío, los
Posteritos y el camino del Segunderalejo hasta la Rivera[69].
Junto a la dehesa Boyal eran bienes de propios arrendables las dehesas de El Alosnillo, Los Abades y el Casarejo.
Dehesa de las Capellanías. Valverde del Camino
Los
lavaderos de lana acotados por el
cabildo, que nos dan indicios de la transformación textil existente en la
localidad, eran la Higueruela, el Melero,
La Tallisca, los Pilones del Fresnajoso y el Rio Odiel[70]
Los
testamentos de la década de 1560 nos hablan de la existencia del tejar
de Andrés García. Los de la década de 1580 hablan de la existencia de
peones que , como Tomé Lorenzo, se
ganaban la vida con la soldada de las vacas que obtenían del cuidado de las reses de
grandes propietarios y de la trilla de sus parvas o parvillas.
También vemos algunas referencias a los primeros molinos de la localidad.[71]
El concejo
del lugar de Facanías estaba formado en el siglo XVI por dos alcaldes
ordinarios, tres regidores, un alguacil y un escribano. Conocemos el nombre de
algunos de los primeros munícipes valverdeños. En 1480 eran alcaldes, Johán Pérez Atahonero y
Pedro Lorenzo; Rodrigo Alonso Valdayo, Johán Martín Blanco y Johan Lorenzo, el viejo eran los regidores; Ruy García,
el mayordomo y Juan Martín Rico, el escribano público.
El profesor Pérez Embid nos
adentra en las preocupaciones de los
lugareños del Condado de Niebla en la segunda mitad del siglo XVI a través de las Consideraciones
sobre la visita al Condado de Niebla y Cinco Villas onubenses del estado del Duque de Medina Sidonia de 1583, que
recogen las quejas más comunes elevadas por los vasallos del duque, respecto
del régimen de gobierno y una relación, localidad por localidad, de esos
agravios.[72]
Las quejas más habituales eran
la quiebra de una justicia
impartida por los corregidores de los pueblos cabeceras del territorio, Niebla
y Huelva, que dispensaban o hacían
menguar los regidurías perpetuaos, pidiéndose limitar los cargos a solo un año.
El pósito, que debía garantizar la
subsistencia era asimismo objeto de críticas por las irregularidades de los
repartos; y, también, una fiscalidad mal gestionada por los concejos en detrimento
del común, ya que los empréstitos del duque, las cargas militares y las multas recaían de
forma especial sobre los elementos más pobres o débiles del vecindario.
Otras quejas comunes eran la poca ecuanimidad en las igualas que los montaraces o guardas de montes
pactaban con los poderosos de cada lugar, ya que eran capaces de comprar su
inmunidad, mientras el oficial cargaba sobre los más débiles; o la falta de padres de menores en unos sitios, o
el descontrol del cargo en otros. Se criticaba, asimismo, la falta de control sobre
las cuentas municipales, origen de abusos y usurpaciones, las deudas impagadas al
común de vecinos o la falta de delimitación de sus dehesas y montes.
Continuará (…)
[1] Padrón de tipo
fiscal que asocian una cierta cantidad de maravedís a cada vecino que funciona en correspondencia con un baremo
establecido.
[2] Un bacinador o
bacinero era la persona que pedía limosna para el culto religioso o para obras
pías en nombre de una parroquia, ermita o hermandad.
[3] Bernal es un apellido muy
extendido por Aragón, Cataluña, Navarra y Valencia que, en el siglo XV, se
utilizaba tanto como apellido como nombre.
[4] Martín
es un apellido patronímico, derivado del nombre de pila homónimo. El nombre
Martín, procede del latín Martinus, que al igual que Marcial, Marco, Marcos y
Marciano, hace alusión al dios romano de la guerra, Marte.
[6] Rico es igualmente de
origen asturiano, de Luarca, desde donde se extendió por toda la península.
[7] Serrano
procede de las montañas de Burgos, aunque muy extendido por toda la Península y
Canarias.
[8] Hernán,
Apellido patronímico derivado del nombre de Hernando. Muy extendido por toda
España y América, sin que todas las ramas de este apellido tengan un único
origen común.
[9] Vid. ARTOLA,
Miguel (1982). La Hacienda del Antiguo Régimen. Madrid, Alianza
Editorial. Procede de un servicio con que contribuyeron las
cortes medievales de Castilla y León a
cambio del compromiso del rey de no devaluarla acuñando monedas de menor
contenido en metal precioso. Con el paso del tiempo se hizo permanente a todos los vecinos pecheros con un mínimo de
patrimonio de 120 maravedíes. Se cobraba en el primer y último año de cada
periodo de siete años. Su recaudación fue declinando con el tiempo hasta
hacerse casi insignificante. Se extinguió con las reformas borbónicas de 1724.
[10] COLLANTES DE TERÁN SÁNCHEZ, A (2006): “Los sevillanos
ante el impuesto: de la repoblación al encabezamiento de las alcabalas” en Fiscalidad
y sociedad en el Mediterráneo bajomedieval. (Málaga, 17-20 de mayo 2006)
[11] COLLANTES DE
TERÁN SÁNCHEZ, A., 2006, Op. Cit.
[12] Trigueros poseía
un hospital dedicado a San Antón. Desconocemos la extensión de su culto en
Facanias.
[13] MADRAZO, S., El
sistema de transportes en España, 1750-1850, Madrid, 1984, pp. 31 y ss.
[14] A.P.V., Leg. 21, f. 119.
[15] Andrés Martín
de la Acebuchosa
compró un cercado de 4 fanegas en el Valle de Citolero. A.P.V., 1622, mayo, 22.
Leg. 7, ff. 34v.-35v. En 1624, Juan
Martín del Citolero compró un cercado de 3 fanegas en el paraje del citolero,
perteneciente a Valverde y lindante con el término de Zalamea la Real. Víd.
A.P.V., 1624, [ ], 7. Leg. 8, ff.
63v.-64v.
[16] A.P.V., Leg. 5, f. 279 v.-280.
[17] En 1623, Alonso
Díaz compró un cercado de 3 fanegas «abajo del Puerto Blanco entre la encina
temprana y la cañada de la cerca», en precio de 66 reales. A.P.V., 1623,
diciembre, [16]. Leg. 7, ff. 185v.-186v.
[18] A.P.V., Leg. 9, f. 130
[20] A.P.V.,
Escritura de obligación. 25 de mayo de 1692.Leg. 37, ff. 102-103.
[21] 1639, octubre,
6. Recibo de bienes y carta de pago. Bartolomé [Pretesbanido] y Ana María, su
mujer reciben de los parientes del primero,García Suarez y Catalina Gomez,
entre otras cosas, un trozo de sementera y barbecho hecho en el sitio de «Navahermosa»,
baldíos de Niebla, valorado en 20 ducados. A.P.V. Leg. 12, ff. 188-189 v. (2º
libro).
[22] Respuesta al
interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Pedro Esteban, vecino de Trigueros. 8 de septiembre de 1450. A.M.V. Leg.
334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684.
[23] Respuesta al
interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Simón Alfonso, vecino de Niebla. 8 de septiembre de 1450. A.M.V.
Leg. 334. Leg. 334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684.
[24] Respuestas al
interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Gonzalo Martín Haldón. 8
de septiembre de 1450. A.M.V. Leg. 334. Concordia
entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684, f. 23 v.
[25] A.P.V., Leg. 16, f. 196.
[26] En 1650, Pedro
Sánchez se obligó a reparar la pasada del Albercón que estaba dentro de la
dehesa valverdeña para que pudieran pasar por ella todas las personas y
pasajeros que venían por el camino Real que iba desde Valverde a la Palma y a Sevilla. A.P.V., Leg. 15, f. 404.
[27] Conocemos la
existencia del llamado cercado de Becerro. A.M.V. Acuerdo de 28 de febrero de
1701. Leg. 3.
[28] A.P.V. Leg. 21, f. 247.
[29] A.P.V. Leg. 8,
ff. 166-167v.
[30] A.P.V. 1635,
diciembre, [7], Leg. 11, f.
222v.
[31] A.M.V.
Catastro. Leg. 693, f.
695v.
[32] A.P.V. Leg. 11, f. 141 (II).
[33] En 1634,
Bartolomé González Rico compró al calañés Pedro Alonso de la Charneca un pedazo de tierra de pan sembrar en
los baldíos de Niebla, limitación de
Calañas, en el sitio de la
«Vaca». A.P.V. Domingo, 10 de septiembre de 1634. Leg. 10, ff.
180-182 (II).
[34] 1628,
diciembre, 9. A.H.
Moguer, sección Niebla, leg. 555.
[35] A.P.V. 30/08/ 1632.
Leg. 9, ff. 201-201 (II). 02/01/1633 Leg. 10, f. 3 r. y v. Ante el E.
P. Pedro Díaz Despino.
[36] A.P.V.
Partición des bienes de Pedro Márquez. 1665, septiembre, [2]. Leg. 22, ff.
324-329. Poseía 3
arados de sementera de roza y estercada con cierta porción de paja. Como lugar
de vivienda construyó una choza, cobijada con corchas
[37] Víd. 1628,
enero, 4. A.H. Moguer, Niebla, leg. 554.
1630, enero, 2. A.H. Moguer, Niebla,
leg. 555.
[38] A.P.V.,
Capital. 1666, octubre, 5. Leg. 23, ff. 272-275.
[39] 1664,
septiembre, 22. Capital. A.P.V., leg. 21,
ff. 277-279 (II). Escribano: Juan Ramírez Manzano.
[41] 1621, abril, 17. A.H. Moguer, Niebla, leg.
549, ff.
[42] A.P.V. Capital. 1668, abril, 6. Leg. 24, f. 74 r. y v. Escritura
de venta. 1668, diciembre, 24. Leg. 24, ff. 323-324.
[43] Víd. 1628, enero, 4. Niebla. A.H.P. de Moguer, Niebla, leg. 554, ff.
[45] A.P.V. Capital que Juan García
Quiñones el mozo llevó a su matrimonio con Polonia García. 1663, enero, 27.
Leg. 21, ff. 17-18.
[46] A.P.V. Escritura de venta. 16 de enero de 1689. Leg. 35, ff. 19-20v. Alonso Manuel Arrayás adquirió
14 fanegas de tierra en dos abesanas en los Toriles, lindantes con los baldíos
de La Peñuela
[47] En 1656 Juan García Muñoz compró a un vecino de Niebla, Martín
Estebán un corral con una cerca de vara y media dealto para la crianza de
colmenas en la peña Sequilla, junto al
arroyo de Lavapies en precio de 77 reales. A.P.V., Escritura de venta. 1656, febrero,
27. Leg. 17, f.
65-66.
[48] Respuesta al
interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Alfonso Simón o Gimón, vecino de El Buitrón. 11 de septiembre de 1450. A.M.V. Leg. 334. Concordia entre
Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684, f. 33.
[51] A.P.V. Testamento. 1669, junio, 19. Leg. 24, ff. 103-106.
[52] Desde 1652 se sigue pleito en la Chancillería de Granada contra el
concejo de Trigueros para que se permitiera a los valverdeños hacer sus rozas
libremente en las Alcoleas y los Posteruelos. A.P.V., 1652, abril, 12. Leg. 16, f. 46 r. y v.
[53] A.P.V., Escritura de venta. 20 de diciembre de 1731. Leg. 57, ff.
219-220v.
[55] Respuestas al
interrogatorio del doctor Fray Rodrigo Ortiz de Gonzalo Martín Faldón. 8 de septiembre de 1450. A.M.V. Leg.
334. Concordia entre Zalamea y Niebla de 1450. Traslado de 1684,
ff. 23 r. y v.
[56] En 1583, dos moguereños,
Simón Alonso y Luis Bermos, compran 400 chivos de machos viejos. Escritura de obligación. 15/04/1583. Leg.
1
[57] A.P.V. Remate de
bienes de los menores de Pedro Alonso. 29 de mayo de 1583. Leg. 1 . 27 cabras a
favor de Bartolomé González y otras 150
en Benito Hernández
[58] A.P.V. Obligación
a favor de Juan Caballero de la Aldehuela por la compra de 102 chivatos a
precio de 11 reales. Leg. 1.
[59] A.M.V./L.A.C. de
1643, 20 de octubre.
[60] Vid. La Plagas
en la edad media : Langostas por Manuel Fernández Grueso. http://juanlopezdocon.blogspot.com/2009/
[61] A.P:V. Poder. 1
[62] SANCHEZ CORRALEJO, Juan C. (2004):
“Los baldíos de Niebla durante los siglos XVI y XVII: aprovechamientos
comunales en el corazón del Condado Valverde del Camino, Trigueros, Beas y
Villarrasa”. VIIª
Reunión Científica de la Fundación Española de Historia Moderna / coord. por Francisco José Aranda Pérez, Vol. 2, 2004 (El mundo rural en la España
moderna), ISBN 84-8427-297-4, p. 1037.
[63] La obligación de
pagar el terrazgo era extensible al resto de lugares y villas condales en el
espacio comprendido entre los ríos Odiel y Tinto, afectando a los lugareños de
Valverde, Beas, Trigueros y Villarrasa, y en menor medida a los de Rociana,
Bonares, Lucena y Calañas. En los lugares ubicados en el Andévalo su incidencia
debió ser puramente testimonial. Hacia la década de 1620, dominaba el pago en
especie, cuyo porcentaje, solía ser «de cada trese fanegas de trigo, cebada,
senteno vna, y de cada trese mañadas de lino vna de todo lo que se coxiere». Según las ordenanzas de 1504, el desbroce y
la quema del monte debían efectuarse desde el día de la Virgen de Agosto
[64] A.P.V. Leg. 1
[66] A.M.Beas. Provisión de Alonso
Perez de Guzmán de 31 de enero de 1517, confirmación de otra antecedente de su
padre, Juan de Guzmán. Leg. 31.
[67] A.M.V. Traslado del pleito de
Valpajoso, incluido en el testimonio de la Ejecutoria de 1621 sobre
aprovechamientos en los baldíos. Leg. 350. Libro, nº 9.
[69] A.M.V./L.A.C. de
1641, 15 de septiembre.
[70] A.M.V./L:A.C. de
1642, 3 de mayo.
[71] A.P.V.
Testamento de Bartolomé González. 23 de
septiembre de 1583. Leg. 1. Habla del molino de Cadaval
[72] PÉREZ-EMBID
WAMBA; Javier, “El régimen señorial en la segunda mitad del siglo XVI: estado
del condado de niebla”. Huelva en su
Historia, 12. 2005, pp. 219-255.
Universidad de Huelva.
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