VALVERDE Y SU PARROQUIA (V):
Las devociones valverdeñas del siglo XVI
En estos años, se documenta una fuerte devoción a
la vírgenes de Coronada y del Rosario, Santa Ana y San Sebastián, e
incluso a la Virgen de Clarines. Además, se mantuvo la costumbre de la limosna de San Antón,
que ya existía en el siglo XV.
Las
Cuatro Cofradías. Devoción y mandas testamentarias
En la
década de 1580, a tenor de las informaciones emanadas de las mandas testamentarias¸ existían en Valverde cuatro cofradías: del Santísimo Sacramento -al
que más tarde se unió la advocación de Nuestra Señora Santa María de
Jesucristo-, de las Ánimas, del Rosario y
la Cofradía del Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia, conocida
como de la Sangre o de la Veracruz, existente con anterioridad a 1576, radicada en el Hospital de la Misericordia y
su capilla anexa.
Las
Cofradías de las Ánimas del Purgatorio y del
Santísimo Sacramento fueron quizá las dos principales cofradías valverdeñas
a lo largo de la Edad Moderna[1]. También fueron habituales las mandas testamentarias conjuntas
a favor de “las Cuatro Cofradías”.
Alonso Pérez de la Mora era el Hermano Mayor de la
Cofradía de las Ánimas del Purgatorio en
el tránsito de los siglos XVI a XVII, y su mayordomo desde 1603. Entonces se
convierte en nuevo hermano mayor Antón García de la Rubia. La práctica totalidad de
testadores dedican entre 1 y 6 misas a las Ánimas del Purgatorio. De esta forma se refuerza el
altar y la propia hermandad de las Ánimas,
Algunos realizaban mandas testamentarias directas. El resto pide que se
paguen de la venta en almoneda de sus bienes. Para Lara Ródenas es obvio
que de todas las ánimas del Purgatorio, a los ojos de los testadores destacaban
las de los familiares difuntos.[2]
Juan Caballero,
escribano publico de Valverde, era además el hermano mayor de la Cofradía del
Rosario a fines del siglo XVI.
Esas
cofradías fueron las destinatarias del
cumplimiento sacramental: confesión, comunión y extremaunción, y especialmente de las misas postmortem y de
las mandas testamentarias con las que muchos testadores querían manifestar
públicamente su devoción principal, incluso después de dejar la vida terrenal.
Fecha
|
Testador
|
Cofradía
|
Manda0
|
Misas anuales
|
1564, nov. 12
|
Animas
|
1
|
||
1564, nov. 19
|
Martin Alonso
|
Animas
|
1
|
|
1564, nov. 20
|
Diego Gómez
|
Animas
|
2
|
|
1564, nov. 26
|
Lorenzo Pérez
|
Animas
|
1
|
|
1564, nov, 27
|
Marina Hernández
|
Animas
|
1
|
|
1564, nov, 30
|
Juana Domínguez
|
4
|
||
1564, nov, 30
|
Francisco Pérez Calvo
|
Animas
|
4
|
|
1564, dic., 8
|
Diego Díaz Marismeño
|
Animas
|
3
|
|
1564, dic., 18
|
Inés Martín, esposa de Diego Bernal
|
Animas
|
3
|
|
1583
|
Leonor Gómez
|
1
|
||
1583
|
Pedro Díaz de
el Viejo
|
Santísimo y Nuestra Señora
|
11 colmenas
|
1
|
1583, abril, 21
|
Alonso García [Caçador]
|
Animas
|
1
|
|
1583, agosto
|
Diego Díaz
|
Animas
|
6
|
|
1583, agosto, 21.
|
Isabel Pérez, viuda de Pedro Sánchez
|
Animas
|
1
|
|
1583, sep. 23
|
Bartolomé González
|
2
|
||
159?
|
Juan Caballero, padre de Pedro Caballero
|
Ánimas
|
8 ducados
|
|
15??
|
Isabel Alonso, hija de María Gómez,
|
30 ducados
|
1
|
|
1602, dic. 11
|
Catalina Domínguez, mujer de Diego Márquez
|
Animas
|
2
|
|
1602, dic. 21
|
Juana Márquez, mujer de Juan Martin Márquez
|
Animas
|
2
|
|
1603, abril, 8
|
Catalina Díaz, viuda de Diego Ramírez
|
Animas
|
1
|
|
1603, abril, 20
|
Juan
Martín Infante
|
Animas
|
2
|
|
1603,
abril, 29
|
Isabel Alonso, mujer de Andrés Martín
|
Cofradía del Rosario
|
12 ovejas
|
4
|
1603,
abril, 29
|
Isabel Alonso, mujer de Andrés Martín
|
Animas
|
6 ovejas
|
4
|
1603, mayo, 24
|
Domingo González, porquero
|
San Sebastián
|
4 rs. Para la Capilla
|
|
1603, sept. 23,
|
Francisco Martin Moro, el moço
|
Cuatro Cofradias
|
4 rs a cada
una
|
|
1603, oct.
|
Catalina Martin, La Garrida, mujer de Bartolomé Alonso
|
Vera Cruz
|
1 ducados
|
|
1603, oct.
|
Catalina Martin, La Garrida
|
San Sebastian
|
Unos manteles
|
|
1603, oct.
|
Andrés González, el viejo
|
Nuestra Señora de Clarines (Beas)
|
2 ducados
|
|
1604, agosto
|
Juan Caballero del Castaño
|
Animas Purgatorio
|
2 reales
|
|
Santa Ana
|
2 reales
|
|||
Nª Señora de Guadalupe
|
2 reales
|
Misas y mandas testamentarias a las Cofradías
Valverdeñas (1564
1604)
. Archivo de Protocolos de Valverde. Elaboracio propia
La manda pía era un encargo del testador que
servía para destinar determinados bienes
de la herencia, imponiendo al heredero
o legatario el gravamen de una donación
mortis causa. A veces son donaciones, otras limosnas, otras imposiciones para
pagar misas. Las Siete Partidas[4] consideraban mandas piadosas a los legados
testamentarios que tenían por beneficiarios
a la Iglesia, los hospitales, los pobres o la redención de cautivos.
A menudo, las mandas testamentarias no eran altruistas.
Eran cesiones al administrador de la Fábrica Parroquial o de una Cofradía con
el encargo explícito de conceder cierta cantidad de maravedís a censo y tributo para, con los
réditos obtenidos, pagar el importe de las misas pro remedio animae de los impositores. Eso es lo que hizo, por
ejemplo, Juan Caballero, quien dejó a la
Cofradía de las Ánimas 8 ducados con el cometido de repartirlos a censo
y tributo y pagar las misas contenidas en su testamento. O Isabel Alonso, mujer
de Andrés Martin, quien cedió 30 ducados a la Cofradía de las Ánimas y 12 ovejas a la Cofradía del Rosario para
sufragar sus misas post mortem.
Las devociones particulares valverdeñas. Misas de devoción a la Virgen y a
los santos taumaturgos
En el Valverde de la segunda mitad del siglo XVI,
dominan las misas post mortem de Nuestra Señora, las de Luz, la de Cruz, los
treintanarios de San Amador, las de las Llagas de Cristo, las de la Pasión de Cristo y las del Espíritu Santo.
Este compendio forma parte del imaginario colectivo local, pero además es coincidente con los resultados de
varios estudios de la misma cronología para otros ámbitos geográficos.
Frente a ello, queremos destacar otras misas de
devoción, unas de amplia extensión, como la de la Virgen del Rosario, y otras
dedicadas a cultos más locales, caso los de la Virgen de Coronada, Santa Ana y San
Sebastián, que nos ayudan a delimitar un devocionario más local y especifico.
La imagen del Rosario es una de las más
requeridas por los valverdeños de finales del siglo XVI, hecho coincidente con su reforzamiento en el orbe
católico, tras el proceso que relacionó
la mano de la Virgen con la victoria de
Lepanto. Según la leyenda, la Virgen
María se apareció a santo Domingo de Guzmán, en el año 1208, en una capilla del
monasterio de Prouilhe (Francia) con un rosario en las manos, le enseñó a rezarlo y le dijo que lo
predicara entre los hombres. En el siglo XV, la devoción al rosario había
decaído, pero renace con enorme fortaleza en la centuria siguiente: San Pío V
instauró la festividad del 7 de octubre, tomando como referencia el aniversario de la Batalla de Lepanto,
donde los cristianos derrotaron a los turcos que invadían Europa, victoria
atribuida a la Virgen.
El
Papa Pío V pidió a la cristiandad reforzar sus rezos, particularmente el
rosario, para obtener la victoria,
conocedor de la desventaja en número y recurso de la flota cristiana. La armada de la Liga Santa obtuvo un sonado triunfo en
Lepanto, en su lucha contra los turcos musulmanes, aquel famoso 7 de
octubre de 1571. Tras esta gesta, se instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias, que así se llamó a aquella advocación que
alentó el triunfo contra los otomanos. Pasó a denominarse Nuestra Señora del
Rosario durante el pontificado de Gregorio XIII (1572-1585). Siglos después, Pío
X (1903-1914) la fijó para el 7 de octubre y creó aquella frase convertida en
lema de la cristiandad: “Denme un ejército que rece el Rosario y vencerá al
mundo”.
Aparición de la
Virgen del Rosario en la batalla de Lepanto. Lucas Valdés. Iglesia de la
Magdalena. Sevilla
F. Arroyo Navarro documentó en su día varias mandas
a favor de la Virgen de Rosario en la década final del siglo XVI[5]: en 1593 un testador le cede un ducado,
otro pedía una misa post morten en el altar del Rosario; otra le cede 10 reales
para el fuego de cuatro hachas durante su enterramiento, y un cuarto testador le cedía una colmena. En 1597, otro
testador pide dos misas de Nuestra Señora del Rosario, junto a otras
9 misas a las nueve fiestas de Nuestra Señora.[6]
Por nuestra parte, identificamos las siguientes
misas en su devoción:
Fecha
del testamento
|
Testador
|
Nº
misas
|
1602, dic. 31
|
Juana Márquez,
viuda de Gonzalo Martin Baco
|
2
|
1603, abril, 20
|
Juan Martín Infante
|
1
|
1603, abril, 29
|
Isabel Alonso, mujer de
Andrés Martin
|
4
|
1603, mayo, 21
|
Pedro
Sánchez, el Viejo, tendero
|
1
|
1603, julio, 8
|
Isabel ´Martin, mujer de
Pedro Alonso
|
1
|
1603,
sept., 24
|
Marina Díaz, de Gonzalo Martín
|
1
|
1603, octub, 11
|
Catalina Martín, mujer
de Bartolomé Alonso
|
2
|
1603, octub, 27
|
Juana Domínguez, mujer
de Juan Martin
|
1
|
1603, dic., 10
|
Isabel García,
la Chaparra
|
1
|
Enero de 1604
|
Isabel Alonso,
mujer de Antón Pérez
|
1
|
1604, febrero, 24
|
Inés García,
esposa de Alonso Martín
|
1
|
1604, mayo
|
Diego Díaz
|
1
|
1604, sept. 14
|
Pascuala Domínguez
|
1
|
1604, oct, 3
|
Hernando Alonso
|
1
|
1604, oct
|
Lucas Martín
|
1
|
1604, dic. 3
|
Alonso Simón
|
2
|
Misas postmorten a la Virgen del Rosario. Protocolos
de Valverde. Elaboración propia
Igualmente, la Virgen de Coronada se
encuentra entre las advocaciones preferidas en las misas post morten, y podría decirse que su devoción fue in crescendo desde la década de 1580.
Peticinario
|
Nª
|
1583
|
Alonso García [Caçador]
|
1
|
1583, abril, 21
|
Leonor
Alonso, mujer de Alonso Lorenzo
|
3
|
1583, agosto, 5
|
Isabel
perez, viuda de Pedro Sánchez
|
1
|
1583, agosto, 21.
|
Bartolomé
González
|
1
|
1583, sept. 23
|
Alonso
Rodríguez
|
1
|
1583, sept.
|
Juana Márquez,
mujer de Juan Martin Márquez
|
1
|
1602, dic. 21
|
Juana Márquez ,
viuda de Gonzalo Martin Baco
|
1
|
1602, dic. 31
|
Isabel Alonso, mujer de
Andrés Martin
|
1603, abril, 29
|
|
Isabel Martin, mujer de Pedro
Alonso
|
1
|
1603, julio, 8
|
Marina Díaz, de Gonzalo Martín
|
1
|
1603, sept. 24
|
Juana Domínguez, mujer
de Juan Martin
|
1603, octub, 27
|
|
Isabel García,
la Chaparra
|
1
|
1603, dic., 10
|
Inés García,
esposa de Alonso Martin
|
1
|
1604, febrero, 24
|
Diego Díaz
|
1
|
1604, mayo
|
Lucas Martín
|
1
|
1604, oct., 8
|
Misas pro
remedio animae a la Virgen de Coronada. Elaboración propia
El santo de la ermita del cabezo de San
Sebastián, construida para cobijar la imagen del centurión de la guardia
pretoriana de Diocleciano, concitaba el fervor y la piedad de los feligreses
ante la inminencia del último viaje,
como emblema de aliento de los martirizados.
Fecha
del testamento
|
Testador
|
Nº
misas /mandas
|
1603
|
Isabel
Ramírez, moça (1)
|
1
|
1603, mayo, 24
|
Domingo González, porquero
|
4
rs. para la Capilla
|
1604, mayo
|
Diego Diaz
|
1
|
1604, sept. 14
|
Pascuala Dominguez
|
1
|
1604, sept., 18
|
Manuel Rodriguez
|
1
|
1604, oct, 8
|
Lucas Martín
|
1
|
Misas por remedia animae a San Sebastián
Otros testadores se decantan por misas a
Santa Ana que parecen incrementarse desde el año 1583, seguramente coincidiendo con la finalización
de su ermita. Observamos además como varios testadores se decantan por una misa
a la trilogía formada por La Coronada, Santa Ana y Santa Caterina.
Fecha
del testamento
|
Testador
|
Reales
|
Nº
misas
|
1583, abril, 21
|
Alonso
Garcia [Caçador]
|
1
|
|
1583, agosto, 5
|
Leonor Alonso,
mujer de Alonso Lorenzo
|
1
|
|
1583, sep. 23
|
Bartolomé González
|
1
|
|
1603, mayo, 21
|
Pedro
Sánchez, tendero
|
1
|
|
1603, julio, 8
|
Isabel Martín, mujer de Pedro
Alonso
|
1
|
|
1604, mayo
|
Diego Díaz
|
1
|
|
1604, agosto
|
Juan Caballero del Castaño
|
2
|
Misas pro
remedio animae a Santa Ana. Elaboracion propia
Nuestra Señora de Clarines. Según la tradición popular, de nuevo recogida por el incombustible
Fray Felipe de Santiago[7], la Virgen de Clarines se apareció a principios del siglo XIV al
pastor Juan Bautista García, cuando éste se hallaba con su ganado por tierras
que serían propiedad de monjes benedictinos. Un día, al amanecer, oyó un sonar
de clarines y al acercarse encontró una imagen de la virgen. Después de que la
virgen obrara el milagro de curarle la mano que tenía manca, los vecinos
decidieron construirle una ermita[8].
La ermita beasina de Nuestra Señora de Clarines fue construida junto
al arroyo del Naranjal, a media legua de distancia del vecindario y en las
cercanías de una antigua población -en estado de ruinas desde el siglo XVIII-, denominada
San Benito del Álamo, pero en
cuyas proximidades vivieron algunos valverdeños de los siglos XVI y XVII. La
ermita sufrió obras de reparación en el año 1598. Las obras, rematadas a pregón,
fueron adjudicadas a un albañil de Trigueros llamado Cristóbal Rodríguez por un
monto total de 90 ducados.
Varios valverdeños aparecen vinculados a esta aldea y arriendan los
diezmos de la misma desde mediados del siglo XVI[9]. Otros de los devotos valverdeños de la Virgen de Clarines, como
Andrés Gónzález, el
viejo, son arrieros que se mueve por Manzanilla e Hinojos y posiblemente
tambien por Beas. Otros fueron seguramente propietarios y labradores de los
baldíos.
Fecha
del testamento
|
Testador
|
Nº
misas /mandas
|
20 de octubre de 1603
|
Andrés González el viejo
|
2
ducados
|
1604, oct, 8
|
Lucas Martín
|
1
|
Misas
postmorten a Nuestra Señora de Clarines
Santa Caterina o Catalina de Siena (1347-1380) fue
una monja del Tercer orden de Santo Domingo, venerada como santa. Fue
canonizada por Pío II en 1461, por parte de este pontífice natural de Siena, al
igual que la Santa.
Su festividad litúrgica se incluyó en el calendario romano desde 1597, y tuvo
bastante aceptación por estos lares.
Fecha
del testamento
|
Testador
|
Nº
misas /mandas
|
1564, nov. 12
|
Juana Domínguez, viuda de Juan Diaz Pozo
|
1
|
1583, abril, 21
|
Alonso García [Caçador]
|
1
|
1583, agosto, 5
|
Leonor Alonso, mujer de
Alondo, Lorenzo
|
1
|
1583, agosto, 21.
|
Isabel Pérez, viuda de Pedro Sánchez
|
1
|
1583, sep. 23
|
Bartolomé González
|
1
|
1583, sep.
|
Alonso Rodríguez
|
1
|
1603, sep.,
|
María Rodríguez, mujer de Juan Sayago
|
1
|
1604, sept., 18
|
Catalina Alonso, viuda
|
1
|
Misas de
devoción a Santa Caterina de Siena
Los
testamentos nos informan de otras devociones más particulares y por ello menos
extendidas, aunque también presentes, como la de Santa Marina[10] , Nuestra
Señora de Guadalupe[11], San Jacinto[12] o Santa
Úrsula y las once mil vírgenes.[13]
Las limosnas de San Antón. Valverde y la Encomienda
Mayor Antoniana de Sevilla desde el Siglo XV.
Las limosnas de San Antón
son otro elemento recurrente de la vida valverdeña desde el siglo XV.
La encomienda mayor antoniana de Sevilla fue una de
las 23 Casas Hospitales de la encomienda antoniana castellana, dependiente de
la encomienda mayor de
Castrojeriz[14].
La Orden
Hospitalaria de San Antonio Abad, los Antonianos, auxiliaba a los
peregrinos y caminantes, inicialmente en los pasos alpinos, pero además se
ocupó de albergar a los enfermos que padecían dolencias cutáneas contagiosas:
peste, lepra, sarna, enfermedades venéreas, y, particularmente, el llamado
fuego de San Antón. Durante el reinado de los Reyes Católicos, se dictaron
varias disposiciones reales que favorecieron la situación económica de la Orden
de San Antón española: se garantizaban todos su privilegios para pedir limosna
y para que puedan andar libremente por el Reino acompañados
de cochinos, recorriendo las ciudades y villas sin temor a ser prendados,
heridos ni matados.[15]
El 2 de junio de 1492, los Reyes Católicos, desde Córdoba, confirmaron
los privilegios y exenciones de la encomienda mayor antoniana de Sevilla[16]. La monarquía reforzó la autoridad del comendador
mayor, amplió los privilegios de la Orden de San Antón y permitió que los
frailes antonianos pudieran postular acompañados de cerdos y beneficiarse con
el producto de la venta de los cerdos criados en las calles y alimentados por
los vecinos.
La demanda de San Antón
en Valverde
Fray Juan de Haro fue comendador de San Antón de Sevilla y uno de los
personajes de mayor relevancia de la familia antoniana en España. Quiso que la Casa Hospital de San Antón de Sevilla
extendiera su radio de acción hacia la actual provincia de Huelva. En el año 1503 documentamos la presencia en
Valverde de un tal Alonso Lorenzo, que había logrado una franquicia de vecindad
por su condición de bacinador de San Antón.
A lo largo del siglo XVI, continuó la presencia de un bacinador en
nuestro pueblo, en nombre de la Casa de San Antón de Sevilla, que recogía
limosnas todos los domingos, y la tradición continuó en el siglo XVII. En la primavera de 1604 llega a Valverde un
tal Benito Gómez, procedente de Sevilla. Era procurador de la Casa del bienaventurado
Santo Antón con poder del padre Fray Juan Martínez de Rojas, comendador de la
Orden de Santo Antón de Salamanca, y administrador de la de Sevilla, y se
produce su nombramiento como hermano mayor de la casa de San Antón
«Y que por ser tan notorio no va aquí inserto
firmado y signado de Pascual de Miranda, escribano de la ciudad de Sevilla, su
fecha, en ella en diez y nueve días del
mes de henero de mil y seiscientos y quatro años, y dixo que por virtud del
dicho poder que tiene para la cobranza de la limosna que pide del dicho bienaventurado
Santo Antón y para remover el bacín que
en este dicho lugar se pide y limosna
por quanto el que hasta agora lo a pe-//dido a muchos años y esta
fatigado de el trabajo, con acuerdo de la justicia deste dicho lugar que para ello se
aconsejó con los alcaldes del dicho lugar, nonbraba e nonbró para pedir la dicha limosna en el dicho lugar los
domingos de todo el año y lo más que
conviene a la bendita casa del bienaventurado santo Antón a Diego Martin mesonero, vezino deste dicho
lugar, todo el tiempo que fuere voluntad del dicho Fray Juan Martínez de Rojas,
comendador y procurador mayor de la
dicha casa” [17] .
El mesonero local, Diego Martín, se obligó a pedir la limosna de San
Antón y “la tendrá guardada y dará buena
quenta della con pago cada y quando que le fuere pedida y demandada por la
persona que para ello traxere poder bastante de la dicha casa del santo
bendito, y ante mi el presente escribano hizo el dicho Diego Martín el
juramento que se requiere”. [18]
Algunas devotas, como Isabel Alonso, mujer de Antón Pérez, dedican una
misa a San Antón en su testamento, fechado en enero de 1604.
Esta tradición
limosnera se continúa en otros testamentos.
Varios testadores dejan pequeñas cantidades de maravedís “a los santuarios e
baçines”. Unos como María Domínguez dispensan
cuatro maravedís a cada uno[19]; otros varios mandan a los santuarios, a cada uno la “limosna acostumbrada”.[20]
Estas
alusiones a santuarios e baçines se
observan asimismo en otras partes de
España, como Murcia:
“Iten
mando a los baçines y santuarios que andan los domingos y fiestas por la
iglesia a cada uno de ellos ocho maravedís de mis bienes”. [21]
Continuará (…)
[1] Así en 1804, el ayuntamiento valverdeño, ante la desolación en que vivían muchos vecinos y
labradores de la villa restringió la petición de limosnas por parte de las
cofradías locales, exceptuando a la
Cofradía del Santísimo Sacramento «por ser de primitiva fundación» y la
Cofradía de las Animas «por el sugragio que de las limosnas reciben en
eterno descanso». A.M.V./L.A.C. de 1804, 19 de agosto. Leg. 26.
[2] LARA RODENAS,
Manuel J. (1999): La Muerte Barroca: Ceremonia y sociabilidad funeral en Huelva
durante el siglo XVII. Universidad de Huelva, p. 422.
[3] Madre de 4
hijos, a saber, Leonor Díaz, Catalina Domínguez, Juan Díaz y Marina García y
una ya fallecida, Juana Domínguez. Fueron sus albaceas testamentarios su
hermano Luis Pérez y su suegro, Gonzalo Martín.
[4] Vid. Las Siete Partidas del Sabio Rey Don Alonso
el Nono, glosadas por el licenciado Gregorio López del Consejo real de Indias (1789). Tomo III.
Sexta partida. Titulo IX. “de las mandas que los omes fazen en sus
testamentos”.
[5] No las hemos
localizado en el archivo de Protocolos. Desconocemos la causa
[6] ARROYO NAVARRO;
F., Op. Cit, pp. 25 y 26
[7] SANTIAGO, Felipe
de: Op.
Cit., fols 88 v-89 r. La referencia
es de GONZÁLEZ GÓMEZ, J.M. y. CARRASCO TERRIZA, M.J., Op. Cit,.,
p. 431
[8] RUÍZ GONZÁLEZ, J.E. Huelva, según las relaciones
enviadas al geógrafo real Tomás López en el siglo XVIII. Diputación de Huelva,
p. 69
VÁZQUEZ LEÓN, A. (1997), Ermitas rurales de la
provincia de Huelva, Diputación Provincial, pp. 107-116.
[9] Pedro Lorenzo de la Fuente y
Benito Hernández Herrero, Juan Martín Camacho, Alonso Pérez de la Mora, Diego
González Camacho, el mozo, Alonso Pérez
Blanco y Pedro Lorenzo del Valle.
[10] Le dedica una
misa específica Juana Domínguez, esposa
de Juan Martin. Octubre de 1603. Leg. 1
[11] 1604, agosto. Juan
Caballero del Castaño concede 2 rs a
Nuestra Señora de Guadalupe.
[14] Las restantes se situaron en Castrojeriz,
fundado en el año 1230, Valladolid, Medina del Campo, Toledo, Sevilla, Cuenca,
Murcia, Salamanca, Plasencia, Segovia, Córdoba, Toro, Benavente, Atienza,
Talavera, Cadahalso, Ciudad Real, Iruela, Albacete, Baeza, Cuevas, Alcalá la
Real y México.
[15] Vid relación completa de privilegios en Víd RODRIGUEZ
MASA, Juan C.: “Puercos, campanillas, bacines y atabaques” para la
demanda de San Antón”. En CHDE Trujillo. Asociación Cultural Coloquios Históricos de
Extremadura. http://www.chdetrujillo.com
[16] SÁNCHEZ DOMINGO, Rafael (2016): “Una institución hospitalaria en el Camino
de Santiago: la ciencia médica de la Encomienda antoniana de Castrojeriz
(Burgos)”. Estudios Superiores del Escorial. La Iglesia Española y las
Institucionesde Caridad. Actas del Simposium 1/4-IX-2006. Colección del
Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas. Ediciones
Escurialenses (EDES). Servicio de Publicaciones. Madrid, 2006. Página 547. A.G.S.,
R.G.S., Confirmación real de privilegios a la cabeza de las encomiendas de la
orden de San Antón. Privilegios de 1364, 1371, 1379 y 1391 respectivamente, f.
13”. SÁNCHEZ DOMINGO, Rafael. Op. Cit., p. 186. En dicho texto constan insertas la carta de Enrique
II, a favor de la orden de San Antón de Castrojeriz, así como las
confirmaciones del propio monarca y de sus sucesores otorgadas los años 1364,
1371, 1379 y 1391, respectivamente, en las que se hace referencia al rey don
Alfonso, padre de don Enrique, benefactor de la orden “que era hospital en el
que se recogían enfermos y plagados del fuego infernal”.
[17] Nombramiento de
hermano mayor en Valverde de la casa sevillana de San Antón. 18 de abril de
1604, f 134 y ss. Leg. 1
[18] Ibídem.
[19] A.P.C. Codicilo
de María Domínguez. 30 de agosto de 1604. Leg. 1
[20] A.P.V.
Testamento de Alonso Simón, viudo de María de Mora de 3 de diciembre de 1604.
Leg. 1
[21] Vid. por ejemplo
Testamento de Leonor Vicente. Legajo: 1C-1. Año 1589. Documentos jurídico-notariales del siglo XVI
(1534-1590) del archivo de protocolos notariales de Yecla, p. 42.
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