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sábado, 17 de mayo de 2025

VALVERDE DEL CAMINO. EL MAPA ESCOLAR DE 1900

 

El MAPA ESCOLAR DE 1900.

                                                                                                  Juan Carlos Sánchez Corralejo   

El Grupo Escolar y Valverde del Camino  (1937-1986), págs. 21-24.  


La máxima de “muchos niños, pocas escuelas” resume a las claras la realidad española de la época de la Restauración y también la de Valverde del Camino.

 Las escuelas de niños.- El mapa escolar valverdeño de principios del siglo XX se componía, en lo tocante a los colegios masculinos, de dos escuelas de distrito de creación decimonónica[1]. La escuela del primer distrito se situaba, desde 1862, en la antigua casa-cuartel de la Guardia Civil, en el número 17 de la Calle del Duque, propiedad de los herederos de Isabel Ramírez. De ella conocemos a  algunos de sus maestros.[2]

  En 1892, la presión demográfica obligó a crear la escuela del segundo distrito.  Entonces, el consistorio compró el inmueble situado en el número 20 de la calle Nueva, propiedad de José de Mora Vizcaíno. Al decir de A. Rico, fue la primera escuela genuina de Valverde, especialmente proyectada y construida para tal fin, aunque no logró superar el carácter de amplio salón y el modelo de casa-escuela[3]. Igualmente hemos escrito en ocasiones anteriores acerca de sus primeros inquilinos.[4]

 En el cambio de centuria,  Valverde mantenía sus dos escuelas públicas para niños. La escuela de la calle del Duque ocupaba el extenso solar sobre el que se levantó la actual plaza de abastos en el año 1935, y aparecía rodeada por un hermoso cortinal, poblado de olivos y chumberas. Por su parte, en la  escuela de la calle Nueva impartieron clases algunos maestros que, andando el tiempo, serían los primero preceptores del Grupo Escolar, como Evaristo Arrayás Mariano (1882-1957) y Gregorio Romero Bogado (1890-1980), éste último hijo de Francisco Romero Sánchez (1864-1937), además de Antonio Rodríguez-Cepeda García (1891-1964), quien impartió su magisterio en todas las escuelas públicas de la localidad.

 Hasta el período de la Restauración dominaron las aulas situadas en casas particulares alquiladas por el concejo, o en edificios municipales que reunían pésimas condiciones de habitabilidad e higiene. Al menos, debían disponer de un patio o corral para el solaz de los pequeños, aunque a menudo era más lugar de exposición a la inseguridad, que de recreo y entretenimiento.


Francisco Romero Sánchez con sus alumnos en la escuela de la calle del Duque. Fue el iniciador de una destacada saga de maestros locales, formada por su hijo, Gregorio Romero Bogado y su nieto Francisco Romero Calleja

     Desde fines del siglo XIX existieron en Valverde varias escuelas privadas de niños. Hubo casos de instructores con alta cualificación pero, a menudo, los zagales estaban a cargo de mentores que carecían de título oficial y cuya mayor virtualidad era que cuidaban a unos niños cuyos padres y madres estaban trabajando.  A esta categoría perteneció, desde  principios del siglo XX, la escuela del callejón de las Brujas, regentada por José Quiñones, conocida popularmente como «la Ratonera», que pasó con posterioridad al domicilio del maestro, en el  Barrio Viejo. Además, según los datos aportados por José María Arroyo, había escuelas particulares «por dos y cuatro pesetas al mes, a las cuáles iba lo más selecto y adinerado de la población». Uno de los más distinguidos profesores particulares decimonónicos fue don Manuel Mora Vizcaíno, «el Catedrático».[5]

   La oferta escolar de niños se completó en 1927, con la llamada Escuela de la Luz. Estuvo ubicada en la Carretera de Calañas, en el solar que hoy ocupan la Casa de la Cultura y la Cruz Roja, en la prolongación de la, por entonces, calle Calvo Sotelo y actual Real de Arriba. Fue creada durante la alcaldía de Daniel Rodríguez Romero. Su denominación responde al hecho de que allí estuvo instalada la primera central eléctrica de Valverde, fundada por Tomás Gallart González[6] en el año 1906 y, a la sazón, propiedad de la sociedad Rodríguez-Fleming. Funcionó desde 1927 con dos escuelas unitarias, una de ellas regida por Manuel Viso Toscano, y la otra por Miguel Rasero, otros de los pioneros del Grupo Escolar. Anteriormente destacó la labor docente de D. Ángel y de D. Antonio Infante Valdayo.

 Eran escuelas tipo salón, con la mesa del maestro sobre la tarima, desde donde se controlaba a la perfección a unos zagales sentados en pupitres corridos. Desde 1932, contó con un guarda[7] .Tras su cierre, el edifico se convirtió en cárcel. Era el llamado reformatorio, uno de los puntales de la red carcelaria local.[8]



     

Gregorio Romero Bogado con sus alumnos de la escuela de la calle Nueva.

 


Los alumnos de la Escuela de la Luz y su maestro D. Antonio Infante Valdayo. Hacia 1929-1930. Archivo de Antonio Garrido Canto. Patio de la escuela, actual biblioteca José Arrayás Arroyo y antigua parada de sementales.

 



[1]. Puede seguirse su creación y desarrollo en  SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C.  2004, 37-38.

[2]. SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C.  2004.  Algunos de sus maestros fueron  Fernando Ramírez Villaseñor, que contaba con un ayudante.  Desde 1869 ocupó dicho cargo de adjunto el valverdeño Francisco Mora Marín. El cabildo lo nombró por tal teniendo en cuenta «su actitud y condiciones a propósito» y se le expidieron las oportunas credenciales, aunque también sabemos que fue el único aspirante a la plaza. En la década de 1890, la escuela de la calle del Duque  estuvo regentada por Francisco Romero Sánchez y, a partir de 1911, se unió a él Juan Antonio Gordillo Muñoz (1869-1927), cuando se desdobló la citada escuela.

[3]. RICO PÉREZ A., 1993.

[4]. SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C.  2004. Manuel Delgado Lora, originario de Osuna, fue el  encargado de inaugurar la escuela de la Calle Nueva, estrenada en 1893. Le acompañaba en el nuevo edificio Bernardino Iglesias Pérez, nacido en Zalamea la Real en 1865, dos años más joven que él.

 [5]. Era licenciado en filosofía y letras y regentaba una cátedra de universidad que perdió por enrolarse en el bando carlista. Amonestado al terminar la guerra, fue acogido en el primer colegio salesiano de España en Utrera. Pariente del que más tarde llegaría a ser arcipreste de Valverde,  D. Jesús de Mora, fue quien lo preparó para ingresar en el seminario. COPEIRO DEL VILLAR.  'Valverde a través de la fotografía'.

[6]. Era el inmueble de la conocida como «fábrica antigua», que funcionaba con gas pobre y llegó a contar  con una potencia de 125 Kw.

[7]. Su nombre era Antonio Ramos Marín. Como compensación viviría gratuitamente en el inmueble, mientras desempeñara su cargo de vigilante, como lo había hecho en años anteriores en la parada de caballos sementales. A.M.V. /L.A.C. de 1932, 16 de noviembre.

[8]. Ésta se completaba con el conocido popularmente como «arvellano», dependencia carcelaria ubicada en el antiguo ayuntamiento, sito en al nº 1 de la Plaza Ramón y Cajal –actual Banco de Andalucía-, además de la cárcel comarcal ubicada en el inmueble que hoy ocupa el ayuntamiento, frente al viejo edificio de la Cooperativa La Unión, hoy El Monte.

 

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