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sábado, 17 de mayo de 2025

LAS ESCUELAS DE NIÑAS

"El mapa escolar en 1900. En EL Grupo Escolar y Valverde del Camino. 2012, pág. 24-27. . 

Juan Carlos Sánchez Corralejo.  



Las escuelas de niñas.- 

En 1862 existían una o varias escuelas de distrito de niñas, aunque desconocemos su localización primigenia. Sí sabemos, en cambio, que en dicha fecha había matriculadas doscientas jovencitas en Valverde. Al parecer, en la década de 1870 se utilizó para tal fin la antigua casa-cilla arzobispal, situada en la calle Real de Abajo nº 41, edificio que fuera propiedad del cabildo catedral de Sevilla desde 1769 y tristemente desaparecido, aunque otros autores piensan que allí pudo situarse la Escuela de la Casa Rectoral.[1]

  En 1899, el ayuntamiento compró el inmueble situado en la Calle Real de Abajo nº 7,  convertido desde entonces en escuela de niñas del primer distrito, que serviría también de habitación de la maestra. La Real Orden de 25 de febrero de 1911, durante el gobierno de José Canalejas, permitió el desdoble de todas las escuelas unitarias, a fin de duplicar la oferta educativa. El ayuntamiento valverdeño amplió el local en cinco metros y lo dividió y tabicó en dos clases con entradas independientes. Se decidió, además, ampliar la escuela, habilitando un local anexo con entrada por la calle Andrés Blas[2], aunque este propósito no se logró hasta 1920, por falta de presupuesto.[3] 


                                                 Escuela de niñas de la Calle real de Abajo, 7. 

 Desde 1916, la escuela de la Calle Real de Abajo presentaba un estado  ruinoso: se cayó el muro de entrada de la cuadra, se derrumbó una pared, se desprendió y cayó la puerta del corral y aparecieron varias hendiduras en el tejado. Entonces, se crea la Escuela del Hospital. Entre 1917 y 1919, las niñas fueron trasladadas a una de las salas del cercano Hospital de la Misericordia, pero pronto los padres se negaron a que sus hijas estudiaran en un sanatorio, cuyo destino principal era acoger a enfermos vagabundos.

 En noviembre de 1919, durante la alcaldía de Luis Valero Arroyo, se cerró definitivamente la Escuela del Hospital y, entre noviembre de 1919 y febrero de 1920, se construyó la Escuela Nacional San Carlos, ubicada en el Cabecillo de la Cruz, nº 6, actual calle Santa Ángela de la Cruz. Fue inaugurada el 14 de marzo de 1920, actuando como padrinos Carlos Kaesmacher, director general de «The United Álkali Company» y de la «Compañía Anónima del Buitrón», y su esposa Rella. La escuela fue bautizada con el nombre de «San Carlos» en honor del ingeniero de minas natural de Lieja[4], quizá esperando sacar provecho de su liberalidad y la de su esposa. Se convirtió en una escuela unitaria, que recogía niñas de distintas edades, y estaba desdoblada de la hasta entonces única escuela femenina de la localidad.

 En 1923, pues, existían dos aulas de niñas: una situada en la calle Andrés Blas, actual Santa Ángela de la Cruz, y la escuela de niñas de la Calle Abajo, por entonces rebautizada como Andrés Mora. En su día documentamos a sus primeras maestras[5].

 


Dª Carmen Romero Regaña y sus alumnas en la escuela del Cabecillo de la Cruz. Década de 1920. Archivo de Mª Jesús Domínguez Batanero.

 

Junto a la escuela pública de niñas, existieron desde el siglo XIX las «amigas», término que designaba a las maestras de niñas y, por extensión, a las escuelas regidas por mujeres, a menudo sin la instrucción y habilitación oportunas. Entre las escuelas privadas femeninas de las décadas de 1910 y 1920 sobresalió la regentada por Adelaida Pérez Martín, maestra natural de Bonares que, a tenor de la inspección de la Junta Local de Primera Enseñanza, ofrecía a sus discípulas una enseñanza de gran calidad. Su escuela se situaba en la calle del Duque Chica, esquina con la calle del Duque, y en las labores de bordado y costura contaba con la ayuda de Concepción Iñurrieta Macías. También tuvo relevancia la  escuela privada de párvulos de Carmen Romero Bogado, hermana de Gregorio Romero, sita en Real de Arriba n° 57.

   Otras familias optaron por colegios religiosos en las Salesianas, en la Casa Rectoral, en la casa de ejercicios de Santa Ana o en la Calle del Sol, además de las  Escuelas Vicentinas del Sagrado Corazón.

   El Colegio de María Auxiliadora fue el máximo referente de la educación confesional en el Valverde de la Restauración. Había sido inaugurado el 8 de enero de 1894 en su ubicación primigenia, en la casa de ejercicios de Santa Ana, hasta que en octubre de 1904 se produjo el traslado de la comunidad a la casa-colegio actual. En 1916, dicha institución creó además el «Protectorado de la Infancia», que se ocupó de dar estudios y comida gratuita a muchos niños necesitados, organismo éste donde destacó el papel de Rella Kaesmacher.

 Durante los años de la crisis de la Restauración, impartieron docencia en el colegio Sor Amelia, la directora Sor Francisca Miglietta, directora del centro entre 1919 y 1925, Sor Concepción Vilches, que sería directora entre 1947 y 1953, o Sor Elvira, quien vendía chucherías a la chavalería durante las clases vespertinas. Además de un nutrido grupo de niñas, a mediados de la década de 1920 pasaron por las aulas salesianas algunos muchachos[6].

Según el testimonio documentado en su día por A. Rico, siguiendo las referencias de la superiora Sor Virginia Ferraro, en 1938 el edificio constaba de un espacio de 400 m2 destinado a clases y vivienda de las hermanas, la capilla, un gran patio de recreo, portería, zaguán y el cortinal destinado a huerta[7].

 

  Tras el fortalecimiento del colegio salesiano, se produjo la creación de las Escuelas Vicentinas, una  escuela parroquial, filial de las Escuelas Granadinas del Ave María fundadas por el Padre Manjón, y las escuelas onubenses de Manuel Siurot, que se localizaron en el recién construido salón de las Escuelas del Sagrado Corazón, y que se dedicaron a impartir clases nocturnas y gratuitas para niñas y jovencitas que no podían acudir a las escuelas normales por su trabajo o pobreza[8].  Según las informaciones de F. Arroyo, en el piso bajo se impartía clases a los niños por parte de Gregoria Moya Bermejo y Conchita Iñurrieta, mientras que en el piso superior se situaron las escuelas nocturnas de niñas y las clases diurnas de niños, a cambio de una pequeña cuota. Por ellas pasó buena parte de la clerecía local[9]. Destacó la labor de Rosa Rite Ramos, responsable de la labor catequética de cientos de niñas de aquella época, ayudada por las hermanas Iñurrieta y Dolores Pernil Tejero. Concepción Iñurrieta Macías, aunque sin el título de magisterio, se había dedicado anteriormente a enseñar labores de bordado y costura en la escuela privada de Adelaida Pérez Martín.

   Desde 1927 se une a los anteriores el colegio de las Hermanas de la Cruz. La Congregación fue fundada en Sevilla el 2 de agosto de 1875, por Santa Ángela de la Cruz. Las Hermanas, asentadas en Valverde desde 1927, se ocuparon no sólo de dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, acoger a los peregrinos y visitar a los enfermos. En el capítulo primero de sus Constituciones, aprobadas por San Pío X en 1908, se señala, junto al fin de promover la divina gracia y salvación de los pobres, la gratuita y cristiana educación de niñas pobres, ya fuera en internados de huérfanas o en escuelas diurnas y nocturnas. En junio de 1927, cuando ya se acercaba el día de inauguración de la Casa Valverdeña, las hermanas perfilaban los actos de inauguración y finalmente hubo una gran fiesta: durante tres días se abrió la nueva casa de Nuestra Señora del Reposo para que los valverdeños pudieran contemplar el nuevo edificio. Al día siguiente de la inauguración, el 13 de junio, se celebró una misa devota en la capilla de Santa Ana. En cuanto a la labor docente, un bienhechor de la casa, D. José Limón –quizá el  ex-diputado liberal José Limón Caballero-, se comprometió formalmente a dar cinco duros mensuales para las clases de las niñas. En septiembre de 1927, al día siguiente de la festividad de la Patrona de Valverde, se abrieron las clases y se dieron dos comidas a los pobres en la propia clase, costeadas por Ildefonso Mora Benítez, concejal valverdeño durante la dictadura de Primo de Rivera. En dicho colegio se han educado cientos de valverdeñas[10].








[1]. RICO PÉREZ A.  op. cit.

[2]. A.M.V./A.C. de  1911, 15 de mayo. 

[3]. Véase para su creación y desarrollo en  SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C.  2004, 38.

[4]. A.M.V. / A.C. de 12, 17,  24 y 31 de enero, 7, 14 de febrero y 1, 6 y 15 de marzo de 1920. 

[5]. Josefa García Ruiz y Fulgencia de Prada eran las maestras nacionales de niñas a mediados de la década de 1910. En 1916 aparece una tercera maestra, Josefa María Sánchez Garrido, en sustitución de Fulgencia Prada. En 1919 dirigía la escuela de niñas Dorotea Carmen Romero, y desde abril de 1920 se hizo cargo de la  Escuela de San Carlos Carmen Romero Regaña, natural de Sevilla. A partir de la década de 1930, dicha escuela fue dirigida por María Ruiz Cobo de Guzmán.

[6]. Conocemos, por ejemplo, la presencia de Rafael Fleming Rodríguez, José Asuero Núñez, José Álvarez Blanco o  José Vizcaíno Mora.

[7]. RICO, 1993, 79.

[8]. Sus obras se iniciaron en abril de 1909, con presencia de Manuel Siurot y de Manuel González, por entonces arcipreste de Huelva. Estuvieron regentadas por Desiderio Gordillo Salas, encargado de la enseñanza primaria y por el presbítero Antonio Ulquiano Murga, profesor de enseñanza secundaria y director del centro, recién llegado del Colegio Español Romano. Más tarde, se unió a ellos el joven profesor Manuel Mora Gómez. La formación religiosa quedó a cargo de Rosa Rite y de Juana y Concepción Iñurrieta.

[9]. ARROYO NAVARRO, 1989,  242.

[10]. SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C., 2005, p. 39. 

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