El Grupo Escolar de niños, un sueño desde 1925.
La dictadura de Primo de Rivera
inauguró una tradición de mayor preocupación por las construcciones escolares[1], que se vio reforzada durante la II República. En
dicho marco de actuación se sitúa la larga gestación del Grupo Escolar Menéndez
y Pelayo de Valverde del Camino.
A lo largo de la dictadura primorriverista
era más que evidente la insuficiencia de
los locales-escuela. Las gestiones para la obtención de un Grupo Escolar,
compuesto de seis escuelas graduadas, se iniciaron en 1925 con un expediente
que quedó en agua de borrajas. Tres años después, su construcción parecía más
cercana, gracias al R.D. de 10 de julio de 1928, que obligaba a los
ayuntamientos a construir escuelas nacionales en locales que contasen con las
debidas condiciones higiénicas y pedagógicas. Dicho decreto señalaba dos
procedimientos para su edificación, la construcción municipal o la estatal, en
este último caso con una aportación del ayuntamiento no inferior al 25% del
monto total.
En octubre de 1928 se decidió la
venta de varias láminas de deuda pública -fruto del proceso desamortizador de
los bienes de propios-, con cuyo importe se pretendía atender varias obras
urgentes, entre ellas la construcción de dichas escuelas, pero la obra siguió
sin iniciarse, al decir de los papeles municipales por la falta de apoyo del
gobierno de la nación. Por fin, en enero de 1931, durante la alcaldía de
Cristóbal Mora Benítez, se acordó por unanimidad la construcción municipal de
las escuelas, sin perjuicio de solicitar la oportuna subvención al Ministerio
de Instrucción Pública y Bellas Artes. Esta modalidad resultaría más gravosa
para las arcas municipales, pero con ella se pretendía evitar dilaciones
burocráticas innecesarias, con las miras puestas en solucionar, de una vez por
todas, el problema escolar de la
localidad. Se acordó, entonces, solicitar una subvención de 70.000 pesetas y se
decidió iniciar el expediente de construcción en el solar que la Compañía
Alkali poseía en la calle Primo de Rivera.
Para tal efecto, se autorizó al alcalde a iniciar las gestiones de compra y se
designó al perito aparejador municipal, Ramón Fernández, para levantar el plano
del solar y campo de juego anexo y redactar el informe reglamentario de ambos.
El alcalde debía, en los siguientes meses, dirigirse a la Comisión Provincial
de Construcciones Escolares para suplicar la concesión, pero el cambio de
régimen político paralizó
momentáneamente esas diligencias.
Los
esfuerzos de la República.
A mediados de octubre, el nuevo alcalde, Francisco Vizcaíno Bermejo, fue facultado para firmar los contratos de arrendamiento de los locales-escuela, propiedad de José Parreño Ramírez y Pedro Vizcaíno Mora, a razón de 60 y 100 pesetas mensuales: la Escuela de la Estación y la Escuela de la Zona, respectivamente.
Fue inaugurada el curso académico 1931/32, a fin de ampliar la oferta educativa del barrio y descongestionar la masificación del aula de San Carlos. El inmueble disponía de dos pisos. En la planta inferior había dos clases, una de niñas y otra de niños, esta última bajo la tutela de Antonio Rodríguez-Cepeda García y, más tarde, de Antonio Marín de Sardi. En el piso superior aparecían dos clases de niñas, regentadas inicialmente por Josefina Alfonso Matellán y Catalina Tenorio.
La Escuela del Pósito se localizó en el edificio de la antigua alhóndiga, una edificación levantada en 1736, situada en uno de los frentes de la antigua plaza del Coso. Debió abrir las puertas en el curso académico 1931/32. Una de las primeras medidas del cabildo consistió en garantizar el aprovisionamiento de agua por parte de la chavalería: «Igualmente se acuerda proceder a la instalación de suministro de agua para bebida y limpieza de la Escuela de los altos del Pósito»[2]. Ésta cerró sus puertas en 1935, tras la demolición de la vieja alhóndiga y la construcción de la nueva plaza local[3].
La Escuela de la Estación se situó en un inmueble propiedad de José Parreño Ramírez, uno de los pioneros de la carpintería valverdeña contemporánea, en la calle Juan González, actual Cuesta de la Estación, 28. En noviembre de 1931 se decidió obrar el inmueble para adaptarlo a su nueva función docente. Su reforma fue adjudicada a Ramón Fernández García en la cantidad de 550 pesetas[4], y se creó un espacio diáfano, sin muros, a modo de salón corrido. Allí impartió docencia Manuel Viso Toscano. Muchos de sus alumnos fueron los primeros inquilinos del Grupo Escolar a partir del curso 1937/38.
El proyecto de Escuela en la Capilla del Santo Cristo, en el número 1 de la calle Andrés Mora. Desde octubre de 1931, existió un proyecto de escuela en la capilla del Santo Cristo. Hacía años de la clausura de la primigenia y desdichada escuela de niñas del Hospital, cuando una década después volvió a aparecer un proyecto de colegio en la capilla aneja del Santo Cristo. Finalmente, se optó por el derribo de la misma, a fin de ensanchar el cabecillo Martín Sánchez. Ya analizamos en otra ocasión su triste final[5].
Poco más sabemos del proyecto de escuela. Poco después, el edificio fue convertido en la Delegación de la Comisaría de Abastecimiento y Transporte[6], regentada por Enrique Domínguez Ramírez. Este edificio hoy acoge las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo.
Pese a los esfuerzos denodados, en septiembre de 1935 seguía habiendo escasez de locales. Fue entonces cuando el Consejo Local de Primera Enseñanza propuso el desdoblamiento de la auxiliaría de la escuela de niños nº 2. El Ayuntamiento se ocupó de facilitar el material ordinario de dicha escuela «hasta que el Estado se haga cargo de estas atenciones»[7].
Junto a las escuelas oficiales existieron numerosas clases de repaso. Entre ellas, las ofertadas por un viejo maestro, Francisco Romero Sánchez, ya jubilado, en la casilleta del fondo de su domicilio en Real de Arriba, o las de Manuel Medina y Fausto Arroyo, en el nº 1 del Cabecillo de la Cruz[8].
D. Manuel Viso y sus alumnos[9] en la puerta de la Escuela de la Estación.
Muchos años después, Manuel Medina, maestro y
director del Grupo Escolar, achacaba su concesión a las gestiones de Fernando Rey Mora[19], joven abogado y único diputado a Cortes del
Partido Radical, electo en 1933 por Huelva, aunque los papeles oficiales de
aquella época nada refieran sobre este último. Nosotros no hemos podido
constatar documentalmente su relación con el grupo escolar. Sólo desde el
desmoche del ayuntamiento local –utilizamos la terminología de Cristóbal García
para referirnos a los cambios forzados impuestos tras la Revolución de 1934-,
en octubre de 1934, debió acrecentarse la figura de este diputado[20].
El 1 de octubre de 1934, el Ministerio aprobó la
construcción de la nueva escuela graduada de seis secciones para niños de
Valverde del Camino[21]:
«A propuesta del Ministro de Instrucción
pública y Bellas Artes y de acuerdo con el Consejo de Ministros, vengo en
decretar lo siguiente:
Artículo
1º. Se aprueba el proyecto redactado por la Oficina Técnica de Construcción de
Escuelas, para construir en Valverde del Camino (Huelva) un edifico de nueva
planta con destino a Escuelas Graduadas, con seis secciones para niños, por su
presupuesto de 97.853’24 pesetas, incluidos los honorarios por formación del proyecto y dirección de la obra,
ascendentes cada uno de ellos a 2.233’16 pesetas.
Artículo.
2º. El mencionado edificio se construirá por el sistema de contrata y por la
cantidad de 93.386’93 pesetas, a que se eleva el presupuesto de esta índole,
una vez deducido de su total importe el de ambas clases de honorarios.
Artículo.
3º. La cantidad de pesetas 66.496’07 a cargo del Estado (incluidas las 2.253’16
pesetas que, sin baja alguna, ha de abonar por los honorarios de dirección de
las obras ), se satisfará con cargo al capítulo 4º, artículo 1º, concepto 9º,
subconcepto 3º del vigente presupuesto del Ministerio de Instrucción Pública y
Bellas Artes, fijándose 10.496’07 pesetas (más las referidas 2.233’16 pesetas
que directamente ha de soportar el Estado) para el actual ejercicio económico y
66.000 pesetas para el de 1935.
Artículo
4º. La aportación que en metálico hará el Ayuntamiento de Valverde del Camino
por el 20 por ciento del importe de las obras y que, en principio, asciende a 19.124’01 pesetas, será ingresada en la
Caja General de Depósitos, a disposición de la Dirección General de Primera
Enseñanza, remitiéndose el oportuno resguardo al expresado Ministerio, sin cuyo
requisito no se procederá a la subasta de la obra.
Dado
en Madrid a primero de Octubre de mil novecientos treinta y cuatro- Niceto
Alcalá-Zamora y Torres. El ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes,
Filiberto Villalobos González»[22].
El proyecto inicial era un edificio de seis secciones, trazado por
Lorenzo Gallego, de la Oficina técnica del Ministerio
de Instrucción Pública.
En noviembre de 1934, la Dirección General de Primera Enseñanza recibió la aportación municipal de 19.124 pesetas, y se comenzó la construcción. Ésta se llevó a cabo a lo largo del año 1935, a cargo del constructor valverdeño Manuel Vázquez Batanero por un valor final de 81.199 pesetas, después de efectuarse une rebaja del 13’05% frente a la proposición inicial de 93.386 pesetas[23]. El 14 de Febrero de 1935 se consignaron en la Caja General de Depósitos tres títulos de deuda amortizable al 3%, por valor de 8.000 pesetas, y 120 pesetas en metálico. Entonces se inician las obras previas de alcantarillado.
En la primavera de 1935 surgen problemas y se paralizan las obras, debido a la «imperfección del proyecto en el que ha dejado de incluirse el desmonte del terreno en que ha de emplazarse el edificio», y su coste adicional de unas 10.000 pesetas. En abril se faculta al alcalde, Nicolás Hidalgo, para resolver los inconvenientes en el Ministerio de Instrucción[24].
Estos inconvenientes se suman al desmoche de cargos de 1934, que supuso una nueva línea política. En el verano de 1935, el inspector de primera enseñanza consideraba que el proyectado grupo escolar «no satisface ni con mucho las necesidades de la enseñanza en la población».
Del ambicioso proyecto de Pérez Carasa
a la cruda realidad.
La alcaldía decide, entonces, hacer nuevas gestiones para lograr un nuevo
grupo escolar, ahora de 10 grados, cuyo proyecto fue encargado al arquitecto
provincial José María Pérez Carasa[25]. La garantía del arquitecto y
la mayor amplitud de la obra debieron resultar satisfactorias, pero la realidad
truncó ambas aspiraciones, la majestuosidad del edificio y sus mayores
dimensiones
El plano del nuevo
grupo escolar, obra de Pérez Carasa, preveía la construcción de una entrada
general por la carretera de Calañas, una segunda entrada de honor por los
jardines, y una tercera por la llamada
calle de la Adelfilla, actual calle
Madrid. Se compondría de un pabellón longitudinal unitario, jalonado por
jardines y bancos de estudio y se completaría con un enorme espacio dedicado a
juegos y deportes, jalonado por un porche y dos zonas de duchas y servicios,
además de la vivienda del conserje, proyectada en el ala norte. Dispondría de
sala de profesores con un ropero anexo, una cocina y un comedor.
Pérez Carasa fue asimismo el encargado de la
dirección de obras del nuevo ayuntamiento valverdeño, cuya erección comenzó en
1940.
En septiembre de 1935 se
planteaba la necesidad de un proyecto adicional para obras imprescindibles, no
recogidas en el presupuesto general, y se agilizaban las obras del caño de
desagüe, a fin de empalmar con la red de
alcantarillado general. Dos meses después, el gobernador civil daba cuenta de
sus gestiones ante el ministro, para dotar de material adecuado a la futura
escuela, así como de la promesa
ministerial de atender sus demandas[26].
Proyecto del grupo Escolar de José María Pérez
Carasa. Archivo Municipal de Valverde.
[1]. El número de escuelas
nacionales pasó de 27.080 a 130.904 entre 1923 y 1929. (Anuario Estadístico de
España, 1930, p. 616).
[2]. A.M.V. /L.A.C. de
1932, 6 de julio.
[3]. SÁNCHEZ CORRALEJO J.C.
(2005), 43-44. Era un salón corrido al que se
accedía por una ancha escalera situada en la calle Real de Arriba, justamente
por encima de la taberna de Miguel Romero. Allí impartió docencia D. Ángel,
maestro asimismo de la Escuela de la Luz. Se situaba frente al
ayuntamiento viejo y encima del estanco de Ildefonsa Batanero, la taberna de Miguel Romero Castilla,
«Furrique», y los puestos de carne, pescado y hortalizas de la
antigua plaza de abastos En marzo de 1935, con motivo de la
construcción del nuevo paseo público, la alcaldía propuso buscar un local adecuado a la
escuela.
[4] A.M.V. /L.A.C. de 1931,
18 de noviembre.
[5]. A.M.V. /L.A.C. de 1932, 23 y 30 de noviembre y 1 de diciembre. El presupuesto inicial de la obra de
demolición del Hospital de la Misericordia se elevó a 3.547 pesetas. La obra
debió encontrar cierta contestación social que dilató su ejecución. Pero, un
año más tarde, a
fines de 1932, un escrito de los vecinos de la zona centro y calles adyacentes
a la del Cabecillo de Martín Sánchez relanzó el proyecto. Estos vecinos
solicitan al ayuntamiento que el terreno ocupado por la capilla, una vez fuera
derribada, quedara «íntegramente a
beneficio de la vía pública y como ensanche de la calle Martín Sánchez».
Entonces aparecieron dos soluciones alternativas: el teniente de alcalde, Luis
Parreño Sánchez, y tres concejales propusieron el derribo de la ermita, a fin
de lograr una anchura de 4’30 metros,
mientras que el resto del solar debería destinarse a escuela o archivo. El
resto de concejales se inclinó por dejar a beneficio de la vía pública la
totalidad del solar ocupado por la
ermita. Ganó la
segunda opción, por 8 votos contra 7. En la sesión siguiente, algunos
concejales de desdicen de su propuesta y
se oponen al derribo de la ermita. Tal
iniciativa fue encabezada por el concejal
Luis Parreño Sánchez. Aducía el compromiso anterior con el maestro de
obras Aníbal Mora Cruz, a fin de erigir
un grupo escolar. Contó con el apoyo del alcalde Juan Fernández y 4 concejales
más.
A.M.V./L.A.C.
de 1933, 31 de marzo y 28 de julio. El 7 de
diciembre de 1932 los vecinos del nº 2 de la calle Martín Sánchez, Manuela
Gerardo Marín y José Quintero Gerardo, elevan queja escrita por los daños
producidos en su vivienda con motivo del derribo de la ermita. Creemos que fue
entonces cuando se derribó su espadaña y poco más, ya que en marzo de 1933 aún
estaba en pie el Santo Cristo y en julio su inmueble era ofrecido de manera
provisional para instalar el centro de segunda enseñanza solicitado.
A.M.V.
Proyecto de Escuela en Capilla del Santo Cristo. Leg. 235. La obra del derribo
debía suponer un desembolso de 7.300 pesetas. Dichos fondos garantizaban la
demolición del edificio y la obra de construcción, consistente en la ampliación
del muro de medianería con el Hospital y su corral, la apertura de cinco
ventanas y sus correspondientes rejas, y el
arreglo completo de los muros del Hospital, su azulejería, bovedillas y
otras menudencias, así como de la vivienda anexa, propiedad -si seguimos la única
referencia del propio presupuesto municipal- de «La Coneja», y el blanqueo de
los muros.
[6]. La Comisaría fue creada por Ley de 10 de marzo de 1939, con
el fin de organizar la política intervencionista del Estado franquista y hacer
frente al desabastecimiento. Se ocupó de la lucha contra el “estraperlo”, la distribución de productos de primera
necesidad a través de las cartillas de racionamiento y la propuesta de
importaciones y exportaciones. Una ley de 1941 le atribuyó la distribución de
artículos alimenticios de primera necesidad, además de combustibles domésticos,
medicamentos, tejidos, vestidos y calzados, velas y bujías, jabones y lejías,
etc., y establecía su autoridad sobre
los Servicios Provinciales del Ministerio de Agricultura y el Servicio Nacional
de Trigo, las organizaciones provinciales y locales de los sindicatos, los
alcaldes, inspectores veterinarios municipales, comerciantes, almacenistas y
exportadores. El servicio fue extinguido en 1981, y el SENPA, Servicio Nacional
de Producción Agraria, asumió sus bienes
y obligaciones.
[7]. A.M.V./L.A.C. de 1935,
11 de octubre. Tal cargo de auxiliar debió ser
ocupado por D. Manuel Medina, aunque no podemos afirmarlo con rotundidad.
[8]. Uno de sus alumnos fue
José Bermejo Mora (1925).
[9]. Los alumnos, de arriba
abajo, y de izquierda a derecha son:
-
Fila superior: Cristóbal, Manuel Caballero, Antonio Pernil Huerta, José Pérez
Rivera. D. Manuel Viso Toscano, Alfonso Parreño, Becerrillo, Silva,
Villadeamigo, Juan Soriano y Conrado Fiscal.
-
Segunda fila: Benito Sánchez, José Parreño, Ambrosio “el trapero”, José Pérez
Valero, Ernesto Hidalgo, Antonio Guerrero, Ramón Duque, José Borrero Trabajo,
Luis Alcaría y González Méndez.
-Tercera fila: José Moreno,
Reverendo Señor Garrido, Gachi, Paco [Llanes], Francisco García y Delio Pernil
Huerta, Manuel Pérez Rivero y Agustín Cejudo Rentero.
-
Fila inferior: Daniel Bermejo Ponce, “El Mulero del Rocío”, Francisco Llanes
“Zanaga”, Cayetano Parra, José Canasta, Eugenio Villadeamigo, Salvador Palanco,
Emilio Martínez, José Lineros y Francisco Sánchez Ramírez “Faico”. Otros alumnos de la escuela fueron Domingo Romero Malavé, los hermanos José Mª y Francisco Llanes
Fernández, Fernando Duque, Salvador Palanco, José Dolores Manzano…,
[10]. A.M.V./L.A.C. de 1932,
31 de agosto.
[11]. A.M.V./ L.A.C. de
1933, 24 de febrero, 3, 8, 17, 22 y 31
de marzo.
[12]. A.M.V./ L.A.C. de
1933, 14 de julio.
[13]. Cartas con Juan Fernández Romero, sobre la creación de un
Instituto en Valverde del Camino. Centro Documental de la Memoria
Histórica: PS-MADRID, 2464, 79. Cartas de 12 y 18 de agosto de 1933.
[14]. Víd. GARCÍA GARCÍA, C. 2001, p.. 239.
[15] A.M.V., Cartas de 12, 15 y 17 de septiembre. También hablan de la inauguración de un centro
de izquierdas en Valverde
[16]. A.M.V./ L.A.C. de
1934, 18 de mayo y 1 de junio.
[17]. A.M.V./L.A.C. de 1934,
3 de agosto y 7 de septiembre.
[18]. Nota oficiosa de la
Reunión Ministerial l. Recogido por ABC, Edición de Andalucía, viernes 28 y
sábado 29 de septiembre de 1934, pp. 20 y 19 respectivamente.
[19]. Carta de D. Manuel
Medina a D. Francisco Romero. Madrid, 5 de junio de 1990. Archivo personal de
Francisco Romero.
[20]. A.M.V./L.A.C. de 1935,
22 de febrero.
[21]. Gaceta de 3 de Octubre de 1934. Recogido por REYES SANTANA y DE PAZ SÁNCHEZ,
2009, 98.
[22]. Gaceta de Madrid: Diario Oficial
de la República núm. 276, de 03/10/1934, p.
88.
[23]. A.M.V. Comunicación de
la adjudicación de la obra al alcalde de Valverde. 15 de enero de 1935. Contamos
además con los datos extraídos de una carta remitida por D. Manuel Medina a D.
Francisco Romero. Madrid. 5 de junio de 1990.
Archivo personal de Francisco Romero. Asimismo hemos podido hablar con
su hijo Salvador Vázquez Marín quien además nos destaca su presencia en las
obras de construcción de la Escuela Profesional.
[24]. A.M.V./L.A.C. de 1935,
22 de marzo y 26 de abril.
[25]. A.M.V./L.A.C. de 1935,
19 de julio.
[26]. A.M.V./L.A.C. de 1935,
20 de septiembre y 15 de noviembre.
[27]. A.M.V./L.A.C. de 1935,
6 de diciembre.
[28]. A.M.V./L.A.C. de 1936,
30 de marzo y 17 de junio.
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