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miércoles, 20 de junio de 2012

LA ESCUELA Y LOS MAESTROS DE NUESTROS ABUELOS (II)


EL  MAPA ESCOLAR VALVERDEÑO DESDE LA CRISIS DE LA RESTAURACIÓN HASTA A SEGUNDA REPÚBLICA (1923-1936)  

LA ESCUELA VALVERDEÑA DURANTE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA  



Juan Carlos Sánchez Corralejo. 
En Raices, nº 8, junio de 2005, pp. 36-37


Los colegios valverdeños a lo largo de la Dictadura de Primo de Rivera y de la II República continuaron siendo unitarios y, aunque las escuelas graduadas comenzaron a aparecer en España desde comienzos del siglo XX, su implantación fue muy lenta.  En Valverde habrá que esperar a la inauguración de la Escuela Femenina de la Zona  y más tarde al Grupo Escolar para niños. 

En otro orden de cosas, durante la dictadura primorriverista  se incentivó la concesión de ayudas a los municipios para la construcción de nuevos centros educativos.  El Estado subvencionaba a los ayuntamientos con 5.000 pesetas por cada sección de escuela, cantidad que fue incrementada a 9.000 pesetas por el decreto de 10 de julio de 1928. Fue entonces cuando se iniciaron las gestiones para la obtención de un Grupo Escolar de seis escuelas graduadas, aunque como veremos el proceso se dilató en el tiempo.  Por lo pronto, fue  el erario municipal el encargado de sostener  la oferta educativa. La red escolar se completó, en la década de 1920 con nuevos locales de propiedad municipal,  la llamada Escuela de la Luz y la Escuela Nacional San Carlos.

La escuela de la Luz.-  

Estuvo ubicada en la Carretera de Calañas, en el solar que hoy ocupan la Casa de la Cultura y la Cruz Roja, en la prolongación de la por entonces calle Primo de Rivera y actual Real de Arriba. Creada durante la alcaldía de D. Daniel Rodríguez Romero, su denominación responde al hecho de que allí estuvo instalada la primera central eléctrica de Valverde, fundada por D. Tomás Gallart González en el año 1906. Era pues el inmueble de la conocida en la localidad como «fábrica antigua»,  que funcionaba con gas pobre y llegó a contar  con una potencia de 125 Kw.

A mediados de 1927, la sociedad  Rodríguez-Fleming, a la sazón propietaria del edificio,  enterada de que el ayuntamiento gestionaba alquilar casas para instalar en ellas dos escuelas de nueva creación que se habían concedido a la localidad,  ofreció al ayuntamiento la finca. Apelando a su condición de  «amantes de la enseñanza», ofrecían el inmueble por una cantidad de 25.000 pesetas, o bien se comprometían a hacer una rebaja del 30% sobre el precio asignado por dos peritos designados por el propio ayuntamiento, «estando además dispuestos a contribuir con quinientas pesetas para los gastos que ocasione la pequeña adaptación que hay que realizar para la instalación de las escuelas»[1]. El día 28 de junio el inmueble fue visitado por los maestros Evaristo Arrayás y Manuel Viso Toscano, junto al maestro albañil Manuel Mora y los miembros del ayuntamiento:«resultando de la visita que los locales reúnen las condiciones exigidas por la legislación de Instrucción Pública y que la propiedad tiene un valor superior a cincuenta mil pesetas».

Pese a la opinión entusiasta del alcalde, hubo cierta controversia respecto a la idoneidad de la compra, resultando empatada, en primera instancia, la votación sobre la aceptación o el rechazo de la oferta. José Llanes Pérez  se opuso de forma vehemente, alegando para ello  su situación periférica y el supuesto carácter antihigiénico de los locales, muy cercanos a una tenería y al matadero público, mientras se decantaba por el ofrecimiento de otro local alternativo ofrecido por parte de Emilio Julián Gordillo. A ello añadiría después otra objeción: las dificultades para cruzar la carreteras en época de lluvias que obligaría a los críos «a saltar por el cortinal de la Compañía», en referencia a las tierras que la Alkali Company poseía al final de la calle Real de Arriba, junto a los chalets ajardinados que la propia compañía construyó  en 1916 y vendió a sus empleados en  1929 ( Víd. Ramírez: 135 y 175). Manuel Arrayás se unió a este parecer. Otros dos concejales, Diego Parreño y José Buenafé,  pidieron más tiempo para estudiar la segunda oferta, aunque en segunda instancia  estos dos últimos dejaron guiar sus votos en virtud de la valoración del inspector. Arrayás y Parreño eran los elementos más contestatarios a la alcaldía, que debía recaer en un miembro de la Unión Patriótica.  Finalmente, se aceptó la oferta de compra por valor de 25.000 pesetas, pagaderas en cuatro años,  en la sesión plenaria celebrada el 9 de julio de 1927.  La decisión contó con el respaldo del médico D. José María Mora Mora. Desde entonces se aceleraron las diligencias. Inmediatamente después, el inspector de primera enseñanza de la provincia cursó la correspondiente visita para comprobar la idoneidad de las nuevas instalaciones.

La escuela de la Luz funcionó desde 1927 y cerró sus puertas en 1937, cuando se inauguró el Grupo Escolar. El centro educativo estaba formado por dos aulas: la primera puerta de la izquierda daba acceso a la escuela de  D. Ángel, mientras la  escuela trasera era la de D. Manuel Viso Toscano. Eran escuelas tipo salón, con la mesa del maestro sobre la tarima y pupitres corridos. Desde 1932, contó con un guarda, Antonio Ramos Marín. Como compensación viviría gratuitamente en el inmueble, mientras desempeñara su cargo de vigilante, como lo había hecho en años anteriores en la parada de caballos sementales[2].

Tras su cierre, el edifico se convirtió en cárcel. Era el llamado reformatorio, uno de los puntales de la red carcelaria local, que se completaba con el conocido popularmente como «arvellano», dependencia carcelaria ubicada en el antiguo ayuntamiento, sito en al nº 1 de la Plaza Ramón y Cajal –actual Banco de Andalucía-, además de la cárcel comarcal ubicada en el inmueble que hoy ocupa el ayuntamiento, frente al viejo edificio de la Cooperativa La Unión, hoy El Monte.  


 

[1] A.M.V. / L.A.C. de 1927, 27 y 30 de junio
[2] A.M.V. /L.A.C. de 1932, 16 de noviembre.

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