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viernes, 15 de mayo de 2015

LAS PRIMERAS CENTRALES ELECTRICAS de Valverde del Camino (1904-1918)



Retales de Valverde del Camino en las décadas de 1930 y 1940 (III). La economía que venció a la crisis. Notas sobre el suministro eléctrico ( 2º parte)

Juan Carlos Sánchez Corralejo
Revista Facanías. Abril de 2015.

Las primeras centrales eléctricas de Valverde del Camino (1904-1918)


Al decir de A. Rico, la primera central eléctrica de Valverde fue fundada por Tomás Gallart González en 1906. Era el inmueble de la conocida como «fábrica antigua», que funcionaba con gas pobre y, según Antonio Rico, llegó a contar con una potencia de 125 Kw[1].  Estuvo  ubicada en la Carretera de Calañas, en el solar que hoy ocupan la Casa de la Cultura y la Cruz Roja, en la prolongación de la, por entonces, calle Primo de Rivera y actual Real de Arriba. En Valverde, estos ingenios primitivos de gas pobre solían funcionar, al parecer, con carbón de chispa, obtenido de la combustión de la cepa de brezo, que daba una potencia calorífica similar a la de la encina.  


Según los datos contenidos en la matrícula de la contribución industrial, la fábrica de luz eléctrica de Gallart fue fundada en enero de 1907, y se localizó en la calle “Fábrica de electricidad”. En realidad, tal calle nunca existió en Valverde, y la ubicación  parece corresponder a los ejidos que fueron prolongación de la calle Real de Arriba. Poseía una potencia inicial de 108 kilovatios. Cierto es que seis meses antes, el 2 de junio de 1906, Gallart había dado de alta un molino harinero de una piedra en el mismo inmueble de la fábrica de electricidad. Desde el 15 de febrero de 1908, la potencia había aumentado a 125 kilovatios. En aquel emplazamiento se abrió en el año 1927 la llamada Escuela de la Luz, y muchos de sus alumnos recuerdan los dos pilones para agua de la antigua instalación fabril.  

Otras fuentes, las más fidedignas, adelantan la inauguración de la fábrica de la luz eléctrica al año 1904. Tomó el nombre de la patrona de Valverde, Nuestra Señora del Reposo y nos hablan de las planes empresariales de los Gallart:   Parece que  los propietarios, señores Gallart, se proponen extender su red de distribución hasta algunas poblaciones inmediatas (Madrid Científico nº 144, p. 16. Imprenta alemana  ) 

   La biografía de aquel pionero es obra de Rodolfo Jimeno y de la historiadora valverdeña  Aurora Mora Montín. Mecánico industrial y minero, experto en el funcionamiento de máquinas de vapor y hombre de  formación casi autodidacta, estuvo ligado a la minería onubense decimonónica. Se asentó en Valverde del Camino, donde inició una estirpe, y además realizó importantes esfuerzos empresariales: Tomás Gallart González había nacido en 1856 en Almuñécar (Granada). Tras su aprendizaje de adolescencia, en 1883 pasa a ser  subdirector de las minas de Sotiel Coronada y como tal coordinó el montaje del taller: máquinas de tracción, el muelle y los aparatos mecánicos[2]. Pero, además, trabajó por cuenta propia en otras explotaciones mineras, especialmente en Tinto-Santa Rosa.[3] 

 Tomás Gallart se casó con Fernanda Nieto López, natural de Lora del Río, al parecer en los años finales de la década de 1870, seguramente en 1879, según sospecha A. Mora Montín. El matrimonio arrastró en su peregrinaje a varios miembros de sus familias respectivas. Ella llegó a Calañas con algunos de sus hermanos, como Sebastián y María, avecindados en la villa calañesa en 1897.[4] También Tomás llegó con su hermano Miguel Gallart González, de quién sabemos, por A. Bruno Romero, que vivía en Sotiel a fines del XIX junto a su esposa, Marina Mora Pérez, y 5 hijos: Teresa, Antonio, Dolores, Miguel y Fernanda, en la primera fila de la calle Carretera[5]. Tomás Gallart Mora nació posteriormente, concretamente en el año 1907. Por su parte, en 1898 Tomás Gallart  González tenía 43 años y vivía en la  Calle de Gomar, nº 9, de Calañas, junto a su esposa y algunos de sus hijos, como Tomás y Fernanda Soledad. La prole se extendía a Luis, Trinidad y el benjamín de la familia, Sebastián, nacido en Sevilla, algunos de ellos dedicados a la gestión de fincas en el Aljaraque sevillano.[6]

En el terreno que nos ocupa ahora Tomás Gallart, conocido como el “Marqués de Calañas”, fue el primero que trajo la electricidad a Valverde del Camino, y suyo era uno de los primeros coches que circularon por nuestro pueblo.


                                                         

Familia de Tomás Gallart González:

Trinidad Gallart Nieto,su hija. Trinidad Fernández Boeck,bisnieta y Axel Boeck Meyer, yerno de Tomás                 


 
       Aquellas fábricas de la luz de inicios del siglo XX  funcionaban mediante sistemas de dinamos de corriente continua, turbinas de vapor o de gas pobre. Esos eran las técnicas  más habituales desde fines del siglo XIX.

     En Valverde, en la década de 1920, existían dos fábricas de la luz en la Estación. La primera era propiedad de Tomás Gallart González y poseía una potencia de 17 Kw, destinados al alumbrado público,  y, según la fuente fiscal, 3 propios, creemos entender tres alternadores propios para el suministro de los hogares valverdeños.  A mediados de la década de 1920, esta empresa tenía el contrato municipal del alumbrado público[7], pero además debió suministrar luz a los particulares en función de los vatios consumidos mensualmente. Pese al avance evidente, el alumbrado público era escaso, con farolas situadas a distancia de cien metros: una bombilla en la cruz de Calañas, otra a media calle, otra en la esquina de las Casas Solas. 


    La fábrica de Tomás Gallart funcionaba con gas pobre, una mezcla de agua y gas producido normalmente por carbón de coque. El sistema de obtención de gas a partir del vapor de agua y la utilización del coque era -en palabras de los especialistas del tema- algo similar a la destilación del carbón de hulla, con la ventaja de que, una vez iniciado el proceso, se podía usar cualquier combustible. En el gasógeno propiamente dicho, se producía la combustión del coque mezclado con vapor de agua producido por una caldera auxiliar. El sistema daba lugar a un gas de baja calidad lumínica pero de alto poder calorífico y un subproducto, el carburo de acetileno, utilizado también como combustible. A falta de documentación directa de aquella fábrica precursora, no sabemos a ciencia cierta si la central utilizó coque, leña de encina como la central Santa Teresa de Jabugo, o quizá  madera  de cepa de brezo. Seguramente, la introducción de motores diesel debió retrasarse hasta la década de 1930.  

Aquel gas pobre podía activar motores de 25, 50, 100 o 200 CV. En 1890 se puso en marcha una instalación de 20 CV para el alumbrado de la ciudad francesa de Saint-Génis-le-Bas. En España, el sistema se utilizó para producir electricidad como sistema alternativo a las centrales térmicas, con anterioridad a las centrales  hidráulicas. A menudo se conocía como gas Strache, nombre que procede del austriaco que introdujo el sistema en Italia, mientras en Viena se levantó la primera planta de gasificación. Se difundió rápidamente por Cataluña.[8]


El hermano del fundador, Miguel Gallart  González, y los hijos de éste, Miguel y Tomás Gallart Mora, actuaron como encargados de la primera fábrica de la luz; además, los hijos pasaron a la de la familia Rodríguez cuando ésta absorbió a la fábrica antigua de la luz.  


Esquema de un gasógeno

En 1907, la Sociedad de Minas de Cobre de Nerva[9] había iniciado un proceso de venta pública de 200.000 acciones, de 60 pesetas cada una, con la esperanza de ampliar sus prospecciones y unir al grupo minero La Ratera los derechos de explotación de La Chaparrita, La Fe y La Caridad. Para ello calculaba  unos beneficios empresariales de 4 a 6 millones de pesetas, y se comprometía  a garantizar un interés del 4% en los tres primeros años a los nuevos suscriptores de acciones tipo A[10].  Desde noviembre de 1908, la Sociedad Minas de Cobre de Nerva -con sede local en la calle Jesús y María y posteriormente en la Calle del Duque-, había dado de alta su propia fábrica de electricidad en la Mina de los Silillos con una potencia de 60 kw para iluminación y de otros 180 kw de fuerza motriz, para la fábrica minero-metalúrgica de cobre asociada a la Mina de los Silillos.[11]


La fabrica de la luz (1907). Francisco Olivós, Arturo Fleming y Alfonso Duque Hidalgo. A. RICO, Valverde en Sepia, lám. 22.

La fábrica de la luz de la sociedad Rodríguez-Fleming

 Las perspectivas de aquellos negocios debieron animar a los capitales locales y pronto surgió la segunda suministradora eléctrica, perteneciente a la familia Rodríguez Romero.

La fábrica de la luz de la Sociedad Rodríguez-Fleming se situaba desde el año 1918 en la calle Juan González -posterior Comandante Castejón y actual Cuesta de la Estación-, en su parte inferior, ya que aún no existía la calle Estación. Inicialmente fue una “fabrica de electricidad dedicada al alumbrado exclusivo de su fábrica de harina y panadería  y  fuerza motriz de su panadería”. Por entonces tenía un promedio de producción de 4 kilovatios.

Manuel Rodríguez Romero y Rafael Fleming Zarza regentaban una fábrica de harinas de 12 decímetros situada en la calle Andrés de Mora –posterior Real de Abajo-, al menos desde el año 1915, pero desde 1918 regentaron una fábrica de elaboración de pan de mayores dimensiones, que ahora aparece situada en la Estación. Manuel Rodríguez Romero[12] aparecía como gerente o apoderado de la misma. En 1925 poseía una potencia de 15 kw  y un alternador propio[13]. Era hijo de Diego Rodríguez Sánchez-Doblado, “Papa Diego”, y Juana Romero Lineros, “Mama Juana”, matrimonio prolífico que trajo al mundo a diez vástagos, los Rodríguez Romero: Salvador, Daniel[14], Manuel,  Patricio, Fernando, y las niñas Rita, Elena, Dolores, Lucia y Felisa. A. Bruno Romero aporta un interesante esbozo biográfico sobre el matrimonio y sobre el origen del capital familiar que emana de aquel emprendedor dedicado inicialmente a la carpintería de puntales y pontones y que acabó dedicado a la explotación minera[15]. Pronto llegaron los negocios de madera que Diego Rodríguez tuvo en Valverde, San Juan del Puerto y Carrión de los Céspedes, y que pasarían a administración de varios de sus hijos[16]. “Papa Diego” construyó Los Cuartos en Los Pinos para sus descendientes[17]  y casas en Valverde para todos ellos.  Detrás de muchos de los negocios familiares estuvo el apoyo económico decidido de Salvador Rodríguez Romero[18].
   
    Manuel Rodríguez Romero vivía en el 33 de la calle Andrés de Mora, actual Real de Abajo, y estaba casado con Aurora Varón, natural de Riotinto; falleció en 1946. Era propietario de uno de los pocos coches de la localidad por aquel entonces, un plymouth matriculado con la H-1862.

Si Tomás Gallart mantuvo el contrato de alumbrado público hasta el bienio 1924-25[19], desde julio de 1925 Manuel Rodríguez Romero se convierte en el contratista del alumbrado público de la localidad. Si interpretamos bien los escuetos datos de la fuente fiscal, desde el año 1924-25 –o quizá antes-  el alumbrado público deja de ser un  monopolio de Gallart y es repartido entre ambas centrales: la de Gallart le dedica una potencia de 17 kw y la de Rodríguez de 15 kw. La primera contaba con 3 propios y la segunda con un propio, entendemos que alternadores para la transformación de corriente contínua en  corriente alterna destinada para el resto del vecindario. Esta situación se mantuvo hasta 1926.



Propietario
Fábrica
Domicilio empresarial
Cuota  tesoro
Cuota + recargo municipal + 5% cobranza
Tomas Gallart González
Fabrica de electricidad 17 k pº y 3 propios
Estación
187,31
263’87
Manuel Rodríguez Romero
Idem 15 k público y  1 propio
Estación
156’93
204, 32

A.M.V.C. Matricula de la contribución industrial. 1925-26. Leg. 710.

Poco después de ese entorno temporal debió producirse la absorción de la antigua fábrica de la familia Gallart[20]: en el segundo semestre de 1926 aparece como contratista de suministro eléctrico el tándem formado por Tomás Gallart y Manuel Rodríguez Romero -por primera vez juntos, aunque sea en un apunte de la contribución-. La empresa eléctrica de Gallart parece contar con un nuevo socio, Pedro Quiñones Donaire. En realidad, a lo largo del año 1926 desaparece Tomás Gallart de la nómina de empresas eléctricas y aparece una nueva, la de Pedro Quiñones Donaire, domiciliado en la calle San Sebastián. La dualidad de empresas eléctricas, la de Rodríguez y la de Quiñones, se mantuvo hasta el año 1932. Pedro Quiñones fue además dueño del llamado Pocillo Quiñones de la Huerta Nueva, ubicado en los Trascorrales, en el posterior El Candil.   


Desde 1932, la única central eléctrica valverdeña fue la de la familia Rodríguez. Por su parte, Miguel Gallart Mora aparece en los papeles de la contribución como instalador eléctrico, desde el fin de la fábrica de electricidad de su padre. De ella, apenas conservamos unos datos sobre la venta de fluido y el volumen puntual de operaciones a fines de la década de 1920. Nueva documentación y nuevos esfuerzos investigadores aclararán los pormenores de su funcionamiento y de su proceso final de fusión o absorción.[21]  


Año
Establecimiento
Volumen de operaciones
1927
Venta de fluido eléctrico
118,  017

Por aquellos años de finales de la década de los 20, Rafael Fleming Zarza aparecía como el gerente de la fábrica de harinas y de la tahona  o panadería de Triana[22]. Pero cuando los dos socios –y cuñados por más señas- partieron el negocio, Rafael Fleming se quedó con la fábrica de la luz de Triana, mientras que Manuel Rodríguez Romero lo hizo con la fábrica de harinas San Rafael.

Así nace la Fábrica de la Luz de Rafael Fleming Zarza (1880-1953)[23], de Triana, que se ocupó del suministro eléctrico público y privado de la localidad. Rafael era hijo de George Fleming Mackal (1846-1917), ingeniero mecánico del ferrocarril de Buitrón y más tarde jefe de explotación del mismo, y de la valverdeña Ildefonsa Zarza Batanero. Sustituyó a su padre como jefe de talleres y de explotación del ferrocarril entre 1911 y 1920, pasando, desde entonces a atender sus negocios particulares[24]. Tras su matrimonio con Rita Rodríguez Romero parece que mejoró la situación económica familiar. El matrimonio vivía en el número 10 de la calle Primo de Rivera. La sede administrativa de la fábrica de la luz de Fleming se situó inicialmente en José Antonio 10, de donde pasó a D. Rodrigo Caballero, 8, en el inmueble propiedad de Ana Casto Serrano, esposa de Diego Fleming Rodríguez, ya que Diego fue el encargado de la misma tras la muerte de su padre.[25]    


Jorge Fleming Mackal. A. RICO.
 Valverde en sepia, la. 52.   


Rafael Fleming Zarza









Ubicación de la fábrica de gas de la sociedad Rodríguez-Fleming 



Sede administrativa de la fabrica de Fleming.  Solar y entorno actual



[1] Vid RICO, A.,  Valverde en sepia.
[2] MORA MONTÍN, Aurora. Tomás Gallart González y la Mina de Santa Rosa. En Raíces, pp. 26-27.  http://garrat-patrimoniominero-industrial.blogspot.com.es/2012/01/tomas-gallart-gonzalez-y-la-mina-del.html
[3] Ibídem. Vid su biografía completa en MORA MONTÍN, Aurora. Tomás Gallart González y la Mina de Santa Rosa. En Raices, pp. 26-27. 
[4] MORA MONTÍN, Aurora. Tomás Gallart González y la Mina de Santa Rosa. En Raíces, pp. 26-27.  http://garrat-patrimoniominero-industrial.blogspot.com.es/2012/01/tomas-gallart-gonzalez-y-la-mina-del.html. Vid también  JIMENO; Rodolfo: Opúsculo Biográfico del Ilmo. Sr. D. Tomás Gallart González. Año 1904. Madrid. Imprenta de El Globo, Encarnación, 4.
[5]  ROMERO MANTERO, A.B., Valverdeños en el poblado minero de Sotiel en 1899. En Facanías, nº 241 y 244.
[6] A.M.C. (Calañas).Legajo 594. Cédulas personales 1897-1900,   nº 1373. El dato sobre el avecindamiento nos lo ofrece de forma generosa Aurora Mora Montín.
[7] A.M.V.C. Matricula de la Contribución Industrial. Año 1925-26. Leg. 710. N1 119.
[8] ARROYO, Mercedes: “La electricidad frente al gas”, en Horacio  CAPEL (dir.), 1994, Las tres chimeneas vol 1.  178-179. 
[9] La  sociedad española “Minas de Cobre de Nerva” fue creada en Madrid el año 1906, con un capital de 20 millones de pesetas. Parte de su capital era de procedencia francesa, bajo los auspicios del Banco Franco-Español, destinado a operar en las minas de Nerva y de Valverde del Camino. Desde la primavera de 1909 la empresa decidió ampliar el horno de manga de la central minero-metalúrgica de cobre. Fue su ingeniero director  Constancio Fernau, y presidente de su Consejo de Administración  Andrés Mellado, Ministro de  Instrucción pública. Miguel Higuera Martínez, representante de “Minas de Cobre de Nerva”, solicitó la ocupación de terrenos de dominio público para la construcción de un ferrocarril minero, que discurriría desde la estación de Valverde del Camino a la fundición de Los Silillos, propiedad de la misma. Su  establecimiento se autorizó por la R.O. de 1 de mayo de 1909, sujeto al pliego de condiciones particulares de la concesión, establecidas en la R.O. de 12 de abril de 1909 (Gaceta de Madrid, 19.05.1909).
[10] ABC de Sevilla. 10 y 13 de marzo de 1907. 
[11] Una anotación marginal en la fuente fiscal retrasa la concesión  al año 1910, aunque debe ser una confusión por 1909.
[12] Fue el donante de las rejas de la Iglesia en el año 1914. 
[13] A.M.V.C. Matricula de la Contribución Industrial. Año 1925-26. Leg. 710. N1 120. 
[14] Casado con Carmen Guerra-Librero Moreno. Fue dueño de la finca Santa Juana y de numerosos bienes. Testamento abierto. A.P.V.C. Leg. 577. 
[15] En facebook. 23 de diciembre de 2013. 
[16] El mayor de los varones, Salvador Rodríguez Romero, casado con Caridad de Sardi Mora, se ocupó de la explotación de madera, especialmente eucalipto, en Valverde, que se extendía desde las Capellanías del Saltillo hasta el Cuco y el Coto de Campanario, y se convirtió en uno de los principales capitales de la provincia, gracias a sus múltiples inversiones.  La madera del eucalipto blanco se utilizaba para la fabricación de traviesas y para las labores de entibación de las minas de la comarca, mientras el eucalipto negro ofrecía una madera que, enterrada en estiércol un  año, ofrecía una materia prima de calidad parecida a la caoba. Su  hermano Fernando  se ocupó del mismo menester en Carrión de los Céspedes, y Patricio en San Juan del Puerto.
[17]  La capilla recibió la antigua imagen de María Auxiliadora tras el regalo de la nueva por parte de Elena Rodríguez Romero. Actuó como ermita del enclave de Los Pinos y ofrecía  misa todos los domingos a cargo de D. Juan Romero Oviedo, y durante los meses de abril y mayo y principios del verano por D. Manuel Perea Villegas  y D. Andrés Cejudo. El conjunto disponía de fragua, una caldera de esencias, la centralita de la luz, y la casa del guarda. 
[18] Salvador Rodríguez Romero fue accionista de la Mina de Silillos y dueño de la finca de Campanario, posterior Coto Castilla. Vivió en el número 34 de la calle Sagasta, actual Real de Arriba, comprada a Daniel Mantero Rentero por valor de 2.820  pesetas y situada junto a la de los herederos de Eugenio Zarza y a espaldas de la  Escuela Pública de la Calle del Duque (actual Plaza de abastos) (A.P.V. leg. 577. Escritura de compraventa de 5 de julio de 1928), donde vivía con su mujer y su cuñada, Reposo de Sardi Mora. Parece ser que Salvador Rodríguez estuvo detrás del montaje de la fábrica de harina, regentada por su hermano Manuel. A Daniel Rodríguez Romero,  varias veces alcalde de Valverde por  el Partido Liberal en la Crisis de la Restauración y en la Dictadura de Primo de Rivera, lo apoyó en el montaje de la central de teléfonos ubicada en la calle D. Rodrigo Caballero, y en la representación para Valverde de la cerveza Cruzcampo.        
[19] A.M.V.C. Matrícula de la contribución industrial. 1924-1925. Leg. 710. 
[20] A.M.V.C. registro de altas de la contribución industrial. Julio de 1925. Leg. 709. 
[21] Matrícula de la Contribución industrial 2º semestre de 1926.
[22] A.M.V.C.  Declaraciones juradas de la contribución industrial y de comercio.
[23] Hijo de Jorge Fleming Mackal (1846-1917) y de Ildefonsa Zarza, domiciliados en la calle real de Arriba 36.  Fue socio fundador de la Inval S.A. y presidente de su consejo de administración en la década de 1920. .     
[24] Vid la biografía de ambos en RAMIREZ COPEIRO J.-  Ingleses en Valverde, 1985, 104 y 151.
[25] Entrevista a María Dolores Fleming Mantero (1933).

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