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sábado, 8 de agosto de 2015

EL JOSÉ NOGALES DEL CABEZO DEL SANTO


NOTAS SOBRE EL VIEJO GRUPO ESCOLAR JOSE NOGALES (1945-1973) [1].

Juan Carlos Sánchez Corralejo

El Proyecto de escuela femenina graduada del Santo

La historia que relatamos a continuación fue una odisea, la misma que ocurrió en el desarrollo de la mayoría de obras escolares en la época franquista. Quince años de proyectos y gestiones fueron necesarios para levantar un grupo escolar en Valverde que debía ser para niñas, pero que acabó siendo para niños.  

Desde 1945, el gobierno municipal, presidido a la sazón por Juan Parreño Romero, se planteó la necesidad de construir un edificio destinado a escuelas de niñas «por exigirlo la muy defectuosa instalación de las mismas en locales inadecuados»[2]. En octubre de 1948, el grupo escolar de niñas y otras obras urgentes se veían como un medio de acabar con el paro de la población[3]. Desde 1950 toma cuerpo el nuevo proyecto de Grupo Escolar de niñas, aunque su construcción vio varios planes y cambió de signo en varias ocasiones. La escuela de niñas de la zona militar era de propiedad municipal y suponía “una carga para nuestro presupuesto”.  


 El 21 de mayo de 1952, la comisión permanente del ayuntamiento decidió acelerar el proyecto. Aspiraba a crear seis secciones graduadas, un aula de labor, la biblioteca, el pabellón de dirección y un campo de deportes, a razón de 40.000 pesetas de subvención por cada unidad, además  de la casa del guarda que se elevaría  a otras  20.000 pesetas. El entonces alcalde, Pedro Vizcaíno Rodríguez, inició contactos con el arquitecto Antonio Solesio González -vinculado a Valverde como responsable del proyecto de la escuela profesional “José Antonio”-, quien recibió el cometido de elaborar el proyecto y el presupuesto[4], y se remitió al Ministerio de Educación la petición de subvención correspondiente.


El ayuntamiento se decidió inicialmente –a diferencia de la obra del Menéndez y Pelayo-  por la fórmula de construcción municipal, con subvención estatal, a razón de 40.000 pesetas por grado, cantidad que sería entregada en dos plazos según el avance de las obras, y que implicaba la libre elección municipal del arquitecto. En octubre de 1952, Solesio se muestra dispuesto a aceptar  el proyecto, pero dos años después, en 1955, había otro proyecto en la mesa del alcalde, obra del arquitecto sevillano José María Morales Lupiáñez, representante de la arquitectura ecléctica de los años 50. Morales Lupiáñez fue asimismo el encargado del trazado de la barriada de la Inmaculada Concepción y de la ampliación del cementerio y del mercado de abastos, ambos en 1958.


La obra iría emplazada en una amplia parcela de 15.000 m2 situada al SO del casco urbano, frente a la ermita del Santo, en un pequeño cerro entre las cotas 278 y 286 metros, con una superficie construida de 615m2, con acceso por la plaza de la ermita y al final de la calle San Sebastián[5]. Era el emplazamiento preferido de los arquitectos: “En cuanto al emplazamiento, estuve hablando con Alejandro Herrero y quería que se hiciese en un cabezo que hay enfrente de la ermita del Santo, al otro lado de la calle San Sebastián.¿Podría ser esto? Pues en el terreno de Machaquito, además de ser insuficiente, está muy próximo a la carretera y alejado del centro tanto como el cabezo que te indico.[6]


Los nuevos planos del colegio del Santo incluían un vestíbulo, despacho de la directora, sala de profesoras, seis clases, galería cubierta de acceso al campo de juegos, aseos para profesoras y alumnas y un almacén de material. El arquitecto optaba por un edificio de planta única en forma de ala abierta al suroeste, techo inclinado, teja árabe, carpintería de pino Soria y ventanales de 2’50. El terreno de juego se compondría de dos campos de arena de diez por diez metros.[7]


En octubre de 1955, Morales Lupiáñez se queja al alcalde, Pedro Vizcaíno, de haberle metido mucha prisa inicial, pero de no haber solicitado de forma oficial informe de los terrenos a Ricardo Anadón Frutos, arquitecto escolar provincial,  a fin de incluir la obra en el plan de obras provinciales. Él, por su parte, estaba adaptando los planos iniciales “a la nueva ley”.[8] 


Casi tres años después, el 17 de marzo de 1958, el pleno del ayuntamiento decide aprobar de una manera definitiva el proyecto de Morales Lupiáñez con un presupuesto final de 759.930 pesetas, incluidos los honorarios del aparejador y la dirección de obra. Aun era una escuela de niñas[9]. Solo uno de los concejales, Juan Parreño Romero, se opuso al emplazamiento del colegio en el Cabezo de Santo, al tiempo que pedía la ejecución de un nuevo grupo escolar de niños de 9 secciones[10]. En noviembre de 1958, el consistorio valverdeño pedía, además, la mejora de las viviendas de los maestros, 4 nuevas escuelas con sus viviendas correspondientes, el grupo escolar de 9 secciones para varones, dos unidades de párvulos varones y una escuela unitaria en Los Pinos. Según sus estimaciones el 40% de niños y el27% de las niñas “no reciben enseñanza primaria de ninguna clase”.[11] 




 Planos de Morales Lupiáñez. Abril de 1955 


El Plan de Construcciones Escolares de 1958 concedió una subvención de 450.000 pesetas por parte de la junta provincial de construcciones escolares. El 50% sería abonado cuando la construcción se encontrara a cubierto de agua y el resto una vez finalizadas las obras. El ayuntamiento procedió a la subasta y adjudicación a favor del proyecto de Morales Lupiáñez[12].  Pero  de nuevo se volvió a demorar el comienzo de la obra.


El 18 de noviembre de 1959, alcalde y secretario se reúnen con el gobernador civil y las autoridades educativas provinciales. En vista de las dificultades de la provincia para encarar las construcciones escolares, el 18 de enero de 1960, el pleno municipal sustituyó el sistema de subvención estatal por el de aportación conjunta estado-municipio. Ello supondría el rechazo del proyecto de Morales Lupiáñez –aunque el ayuntamiento se resistió-, pero al menos se agilizaría el comienzo de las obras. Para ello, en mayo de 1960, el ayuntamiento valverdeño cerró una operación de tesorería con la Caja de Crédito y Cooperación Provincial por valor de 114.854 pesetas[13] -monto de la aportación municipal del nuevo proyecto de los arquitectos Laorga y López Zanón, que ascendió a 522.067 pesetas, más los gastos de adaptación y de dirección de obra que harían un total de 574.273 pesetas-, con una comisión anual del 1% y un interés del 3%,  amortizable en 5 años, a razón de cuotas fijas de 22.971 pesetas.


Desde el verano de 1960 se avanza en la ejecución de las seis clases proyectadas[14], que prosiguió hasta la primavera de 1961. La empresa constructora fue Viuda de M. Pérez González, representada por Marcos Antona de la Calle. Nunca se levantaron las viviendas proyectadas inicialmente para las maestras. El suministro eléctrico se retrasó hasta principios del año 1963, y fue montado por la empresa Rafael Fleming Zarza, regentada por su hijo Diego. Recibió el nombre de José Nogales en “memoria del gran escritor y poeta local” por acuerdo del plenario de 4 de marzo de 1961.


Hasta julio de 1962 no se aprobó el presupuesto de la obra del despacho de dirección y de abastecimiento de agua –conducción desde el pozo del recinto hasta las instalaciones- por valor de 68.094 pesetas, de las que 13.618 serian aportadas por el municipio, cantidad que se vio incrementada y que exigió una nueva aportación municipal de otras 3.486 pesetas. Fue ejecutada por  el contratista Agustín Echevarría.




Planos de Morales Lupiáñez. Abril de 1955  A.M.V. Legs. 360 y 1244.


El Grupo Escolar de niños


A principios de 1961 se modificó el proyecto inicial: el Santo ya no sería un grupo de niñas, sino de niños. El origen del cambio se sitúa en febrero, cuando el inspector jefe provincial de enseñanza primaria, Juvenal de Vega y Relea, destacó los inconvenientes del emplazamiento –en lo alto de un cabezo con un camino lleno de barro- y consideró más idóneo que el grupo se dedicara a seis secciones de niños, ya que la «enseñanza de niñas está actualmente suficientemente atendida y más distribuida en los distintos sectores del casco urbano, pues se cuenta con el grupo de la calle Lucía Ramírez, la escuela de San Carlos, y las Hermanas de la Cruz, recogiéndose así, sin cubrir grandes distancias, toda la población escolar femenina de Valverde». Se argumentaba que con los niños no ocurría lo mismo, pues la población sólo contaba con el Menéndez Pelayo, situado en el extremo norte del casco urbano, obligando a los críos a importantes caminatas diarias. Se decidió informar de estos cambios al Ministerio de Educación Nacional, por conducto de la Inspección Provincial. Pero el argumento no era  cierto. A las siete unidades del Menéndez y Pelayo se unen ahora las seis del recién inaugurado José Nogales. Ello vino a significar la existencia de 13 unidades escolares para la población masculina, y apenas cinco para la población femenina


Por aquellos días se barajó la posibilidad de una solución coeducativa e integradora: dedicar en todos los grupos escolares la mitad de las clases para niños y la otra mitad para niñas[15], aunque no se llego a profundizar en dicha propuesta.


La obra del Santo no respetó el proyecto de Lupiáñez: al final se compuso de 3 pabellones, subdivididos por la mitad para un total de seis aulas, obra de los arquitectos Luis Laorga Gutiérrez y José López Zanón, bajo la dirección de obras de Ricardo Anadón[16], que seguían el modelo normalizado de escuelas de Andalucía Interior y la Baja Extremadura. Las aulas se reducen a 53’5m2.  El 18 de febrero de 1961, se produjo la recepción provisional por parte del ayuntamiento, al tiempo que se buscaba un guarda para el inmueble entre los ancianos e inválidos de la población[17]. A mediados de mayo, el ayuntamiento trataba de adquirir 10m2 de terreno aledaño, propiedad de José Manuel Mantero para construir un pozo y asegurar el suministro de agua del nuevo grupo escolar. El 18 de diciembre de 1961 se firmo el acta definitiva de recepción.[18]   


La elección de su emplazamiento y sus defectos de fábrica fueron evidentes para lugareños y observadores externos: «el grupo escolar José Nogales, edificado en los años cincuenta con un presupuesto de 300.000 pesetas, además de insuficiente y mal planteado, se situó sobre un cerro, de tal forma, que el campo de juegos infantiles queda en una de las cuestas más pronunciadas de la población».[19]




                                  Grupo Escolar José Nogales. Valverde en fiestas 1961.


Los primeros maestros, desde el curso 1961/62, fueron Luis Retamero, el primer director interino  desde octubre de 1961, acompañado de varios maestros con adjudicación provisional como el granadino Manuel Rojo Jiménez[20], Rafael López Muñoz, Antonio Rivera Quintero, Jerónimo Nogueroles Candela, natural del Puerto de Santa María,[21] e Ildefonso Arrayás Mora, opositor del año 1963.[22]


 El abogado Antonio López Pavón, natural de Ciudad Real, sustituyó a Luis Retamero y se convirtió en el  segundo director del centro. Junto a él llegaron  a Valverde  Manuel Orihuela, de Iznalloz, Amador del Pino Izquierdo, hijo de un conocido profesor de la escuela normal de Huelva, opositor del año 1961, quien se convertiría  en el tercer director del colegio y desde el curso 1967/68 trasladado a la unidad de niños del colegio San Fernando de Huelva del Patronato Nacional de Juventudes. Junto a ellos, en el curso 62/63 se incorporaron dos valverdeños aún con carácter provisional, opositores de abril de 1962:  Juan Cruz Cera, y José Luis Infante Tocino, Este último llegó por el turno restringido de volantes, por su condición de hijo de maestro,  aunque tuvo que ceder finalmente su plaza a Manuel Villadeamigo[23], ya que este había sacado las oposiciones por el turno ordinario y debía tener prevalencia sobre el anterior


El calañés Martín Rico Jaldón, estudió parte del bachillerato en la Academia de Valverde, y el bachillerato en La Normal y el Colegio Menor de la capital onubense; opositor de 1963,  también obtuvo plaza provisional en el Santo y venia a diario en su vespa desde su Calañas Natal. En 1967 fue trasladado a Tharsis.[24]


En los cursos siguientes llegaron al Santo Francisco Javier Domínguez Romero, antes de su paso por Campofrío y su Beas natal, y José Arrayás Arroyo, quién tras un paso fugaz por el Menéndez  y Pelayo, primero en diciembre de 1958,  sustituyendo a Jesús González Martín[25], y luego en el curso 1959/60, y otro año más como maestro del aula de primaria de la Escuela Profesional[26], en el curso 1961/62, tras sacar las oposiciones, se instaló en la escuela de los Baldios de Niebla, de donde pasó en 1966 al José Nogales, convirtiéndose en uno de sus maestros más reconocibles[27]. Juan Manuel Alcaría Capado, tras obtener  plaza definitiva  en Valverde, estuvo dos cursos escolares en el José Nogales del cabezo del Santo, desde 1967 hasta 1969,  antes de llegar a las aulas del Menéndez y Pelayo.[28] 




En 1968 se incorporó Teodoro González García. Natural de Carboneras, aldea de Aracena, vivió y estudió en Huelva, ya que su padre era trabajador de correos en aquella capital. En 1956 llegó a Valverde, recién casado con Carmen Sevilla. En 1959 se unió  al grupo de maestros del Menéndez Pelayo, por el turno de consortes[29], pero al inaugurarse el Grupo Escolar del Santo pidió traslado, por cercanía a su domicilio del barrio de la Cruz, permaneciendo en él hasta 1975. En ese año volvió con su esposa al Menéndez y Pelayo, donde se jubilaron ambos.

 En  1969, se incorporaron tres nuevos maestros valverdeños, Francisco Mendoza, Juan Cruz, procedente de El Cerro y Juan Sánchez, de las campañas de alfabetización: Juan Sánchez Borrero, tras su paso por el seminario, terminó bachiller y los estudios de magisterio por libre, y sacó sus oposiciones en 1963. Seis años dedicó a las  campañas de alfabetización, hasta que en 1969 obtuvo la plaza definitiva en el José Nogales. Juan Bautista Cruz Cera obtuvo las oposiciones en 1962, junto a Manuel Villadeamigo y desde marzo de 1963 excedencia forzosa por cumplimiento del servicio militar en los regulares de Melilla. Tras pasar por la escuela del Castillo del Cerro de Andévalo, volvió al José Nogales en el curso 70/71, retomando a sus antiguos alumnos de primero, que ahora ya estaban en sexto. Francisco Mendoza Cejudo llego procedente de la escuela de la Mina del Perrunal.[30]



Manuel Villadeamigo Cera volvió al José Nogales en el curso 1973/74, tras una estancia de nueve años en al colegio San José de Calasanz de Calañas. Tras la implantación de la EGB  fue un maestro especializado de la segunda etapa y preferentemente de 8º. No lo  abandonó hasta el año 1997  para impartir el primer ciclo de la ESO en el IES Don Bosco: «Yo daba matemáticas, que era mi especialidad, pero además lengua, ciencias naturales y aquel francés macarrónico que aprendimos con D. José Castilla en la Academia».[31]


Curso
Alumnos
Profesor
40
Manuel Villadeamigo Blas
30
José Arrayás Arroyo
33
Teodoro González García
33
Juan Cruz Cera
20
Francisco Mendoza Cejudo
35
Juan  Sánchez Borrero
Total
 191

Fuente: Informe sobre Matricula. Escuela Graduada José Nogales. 24 de Septiembre de 1973.Leg. 360. 




Juan Cruz Cera  y sus alumnos del José Nogales. Curso 1970-71




Escuela Municipal Infantil Valleverde.


 En el curso escolar 1961/62 llegaron los primeros alumnos, quienes, procedentes del Menéndez Pelayo, fueron derivados al Santo en función de la ubicación de los domicilios familiares. Algunos de aquellos primeros chicos fueron Fernando Arrayás, Wenceslao Sánchez, Juan Feria, Francisco Márquez, Fernando Cruz, Manuel Limón, José Castilla y un larguísimo etcétera.  En 1967, el alumnado de José Nogales se componía de 164 chicos que vivían en las calles más cercanas al centro escolar.

 


Nombre y apellidos
Edad
Padres
Domicilio
1.         
Eliseo Alamillo Bau
11
Manuel y Ana
Huerta Nueva
2.         
Francisco Alamillo Bau
13
Manuel y Ana
‘’            ‘’
3.         
Manuel Alamillo Bau
11
Manuel y Ana
‘’            ‘’
4.         
José R. Alamillo Caballero
9
José Blas y Benita
Cabezo Molino A, 14
5.         
Pedro Alcaría Azogil
10
Pedro e Isabel
José María Pemán 
6.         
Juan Miguel Alcuña Marín
6
José y Bartolina
José María Pemán 52
7.         
Manuel Alcuña Pérez
7
Francisco y Juana
San Sebastián, 4
8.         
Fernando Alonso Ramírez
7
José y María
Toril, 2  
9.         
José M. Arroyo García
13
José (+) y Andrea
Santa Ana 31
10.      
Antonio Arroyo Lazo
8
José y Antonia
Italia, 23
11.      
José Arroyo Lazo
10
José y Antonia
Italia, 23
12.      
Salvador Azogil Jiménez
12
Valeriano y Josefa
D. Francisco Romero, 12
13.      
José Antonio Bermejo Arrayás
8
José  y Ángeles
Huerta Nueva, 8
14.      
Manuel Bermejo Marín
11
Manuel y Gregoria
San Sebastián
15.      
José Mª Bermejo Membrillo
7
Francisco y Manuela
Queipo de Llano, 39
16.      
Juan M. Bermejo Membrillo
6
Francisco y Manuela
Queipo de Llano, 39
17.      
Manuel Bermejo Ponce 
11
Andrés y Reposo (+)
Sor Ángela, 43
18.      
Manuel Berrocal Morián
6
Manuel y Concepción
Cervantes, 14
19.      
José Francisco. Berrocal Morián
8
Manuel y Concepción
Cervantes, 14
20.      
Manuel Bonaño Feria 
8
Manuel y Francisca
Rodrigo Caballero, 16
21.      
Antonio Caballero Alcuña
9
José y Petra
Trinidad, 66
22.      
Manuel Caballero Camacho
9
Manuel y Fernanda
San Sebastián, 16
23.      
Francisco José Caballero Pérez
6
Gregorio y Elena
Sor Ángela, 42
24.      
José Calderay Romero
11
José y Manuela
Alemania, 21
25.      
Juan Calero Feria
7
Andrés  e Inés
San Sebastián, 14
26.      
José María Calero Palanco
13
Gregorio y Josefa
Millán Astray, 23
27.      
José Antonio Calvo Morales
9
Calos y María
Gral. Goded, 20
28.      
Gregorio Carrero Becerro,
8
Alejandro y Juana
Huerta Nueva, 4
29.      
Ildefonso Carrero Boza  
9
Ildefonso y Carmen
Cardenal Segura, 17
30.      
Manuel Carrero Lorca
8
Gregorio y Petra
Huerta Nueva, 6
31.      
José María Carrero Morales
14
Antonio  Josefa
José María Pemán, 15
32.      
Gº Miguel Castellano Romero
8
Manuel y Josefa

Víctor Pradera, 2
33.      
Juan Francisco Castilla Álvarez
7
José y María
Rollo, 18
34.      
Francisco Castilla Castilla
7
José y Manuela
General Franco, 46
35.      
José María Castilla Ramírez
12
Antonio y Juana
Teniente Marín, 38
36.      
Juan José Castilla Tirado
10
Juan y Reposo
Cabezo Molino, 20
37.      
Aníbal Cejudo Feria
9
Juan José y Dolores
Sevilla, 7
38.      
Salvador Cera Carrero
11
Salvador y Josefa
Cardenal Segura, 17
39.      
Gregorio Cera Recio
18
José y Dolores
Queipo de Llano, 56,
40.      
Manuel cera Recio
11
José y Dolores
Queipo de Llano, 56
41.      
José Blas Conejo Jiménez
6
 José y Mª España
General Goded, 28.
42.      
Manuel Conejo Jiménez
9
 José y Mª España
General Goded, 28.
43.      
Manuel Conejo Quintero
8
Joaquín y Gregoria
Sevilla, 12
44.      
Francisco Corralejo Garrido
11
Francisco y María Jesús
Niebla, 39
45.      
Gregorio Corralejo Garrido
7
Francisco y María Jesús
Niebla, 39
46.      
Juan Cuesto Gutiérrez
10
Francisco y Dolores
S. Sebastián, 33
47.      
Andrés Cuesto Mendoza
13
Andrés y Magdalena
Cabezo Molino
48.      
Justiniano Cumplido Rastrello
14
José y Candelaria
Bda. Sagrada Familia, 4
49.      
Manuel Doblado Jiménez
7
Agustín y Francisca
Gral. Goded, 39
50.      
Juan Domínguez Alonso
8
Juan y Mercedes
Gral. Mola, 17
51.      
Leonardo Domínguez Alonso
12
Juan y Mercedes
Gral. Mola, 17
52.      
Fº Javier Domínguez Gutiérrez
7
Cándido y Petra
Millán Astray, 25
53.      
Manuel Domínguez Gutiérrez
10
Cándido y Petra
Millán Astray, 25
54.      
José D. Domínguez Llanes
11
Alejandro y Esperanza
Millán Astray, 37
55.      
Fernando Domínguez Malavé
7
José Mª y Vicenta
Cabezo Molino, 5
56.      
Manuel Domínguez Márquez
11
No consta
Niebla 20               (Baja)
57.      
Rafael Domínguez Ramírez
10
Manuel y Florentina
J. María Pemán, 30
58.      
Bernardo Escudero Borrero
10
Manuel y Rosario
Cabezo Molino A, 3
59.      
Pedro Escudero Borrero
13
Manuel y Rosario
Cabezo Molino A, 3
60.      
Eugenio Espada Robles
12
José y Eugenia
Niebla, 27
61.      
Gregorio Fernández Contioso
9
Gregorio y Consolación
Huerta Nueva 1.
62.      
Juan Fernández Contioso
13
Gregorio y Consolación
Huerta Nueva 1.
63.      
Inocencio Fernández Gabarro
7
Oran  y María
Cabezo Molino, B, 7
64.      
Manuel Fernández Pérez
10
Rafael y  María
Rollo, 8
65.      
Sebastián Fernández Pérez
13
Rafael y  María
Rollo, 8
66.      
Rafael Galán Donaire
14
Juan (­+) y Rafaela
José María Pemán, 46
67.      
Luis Gamonoso Salas
10
Fernando y Manuela
Coronel Yagüe, 2
68.      
Antonio García  Carrero
6
Gaspar y Rocío
Cabezo Molino, A, 2
69.      
José L. García Mora
11
Rafael y Paloma
Cardenal Segura, 11
70.      
Gregorio Girol Blanco
11
José Manuel y Josefa
Cardenal Segura, 13
71.      
Carlos Gómez Flores
10
José y Benita
Cardenal Segura, 18
72.      
Alberto González Domínguez
12
José María y Nélida
Calvo Sotelo, 19
73.      
José María González Domínguez
8
José María y Nélida
Calvo Sotelo, 19
74.      
José Dolores Guisado Malavé
9
Claudio y Gregoria
Cabezo Molino, 13
75.      
José Gutiérrez Mantero
12
José (+) y Reposo
San Sebastián, 10
76.      
Pedro Gutiérrez Márquez
12
Juan y  Rosa
Venta Tablas
77.      
Andrés Mª Gutiérrez Márquez
8
Juan y  Rosa
Venta Tablas
78.      
Ángel L. Gutiérrez Rivera
8
Cristóbal y Purificación
Cabezo Molino  B, 1
79.      
José M. Gutiérrez Rivera
11
Cristóbal y Purificación
Cabezo Molino  B, 1
80.      
José Hermoso Domínguez
6
Juan y Juana
Sor Ángela, 48
81.      
Pablo Hermoso Vázquez
10
Andrés y Victoria
Italia, 5
82.      
Alfonso Herrera Maestre
12
Juan y María
Santa Ana, 23
83.      
Manuel herrera Ortega
7
José y Ángela
Cabezo Molino B, 6
84.      
José D. Herrera Rivera
14
Manuel y Francisca
Cardenal Segura, 26
85.      
Manuel Herrera Rivera
11
Manuel y Francisca
Cardenal Segura, 26
86.      
Fernando Herrezuelo Fernández
10
Fernando y Gregoria
Millán Astray, 32
87.      
Manuel Hidalgo Sánchez
13
Ildefonso y María
Millán Astray, 13
88.      
Gregorio Lazo Domínguez
12
Lázaro y Guadalupe (+)
Gral. Fanjul, 8
89.      
Gregorio López Buenaventura
12
José y Carmen
Cabezo Molino A, 38
90.      
Manuel López Buenaventura
10
José y Carmen
Cabezo Molino A, 38
91.      
Gregorio López López
10
Gregorio y Matilde
Rollo, 5
92.      
Fernando Lorca Herrera
11
Antonio y Reposo
Italia, 10
93.      
Manuel Luna Pinazo
10
Antonio y Josefa
Crta. San Juan , 17
94.      
Diego Márquez Borrero
13
Manuel y Dolores
Rollo, 15
95.      
Francisco Martin de Toro
9
Diego y Ana
Murillo, 23
96.      
Fº Javier Matías Domínguez
8
Francisco y Mº Jesús 
Rollo, 2
97.      
Ramón Matías Domínguez
11
Francisco y Mº Jesús 
Rollo, 2
98.      
Ricardo Millán Bermejo 
7
Francisco y Luisa
Teniente Marín, 33
99.      
Domingo Mora Arcas
8
Cayetano (+) y Bernardina
Crta. San Juan , 30
100.   
José de Jesús Mora Camacho
7
Jesús y Manuela,
Santa Ana 41
101.   
Francisco Mora Camacho
6
Jesús y Manuela,
Santa Ana 41
102.   
José María Mora Domínguez
12
Manuel y Francisca
Gral. Goded, 44
103.   
Antonio Abad Mora Márquez
10
José y Juana
Gral. Goded, 6
104.   
Cristóbal Mora Márquez
12
José y Juana
Gral. Goded, 6
105.   
Manuel Mora Márquez
8
José y Juana
Gral. Goded, 6
106.   
Alfonso Mora Moya
9
Francisco y Manuela
Víctor Pradera, 3
107.   
Juan Mora Sánchez
12
Juan e Isabel
José María Pemán, 50
108.   
Manuel Guillermo Mora Romero
9
Antonio y Manuela
José María Pemán, 20
109.   
Juan Moreno Vizcaíno
12
José y Ángela
Manuel Arrayás, 14
110.   
Pedro Mosqueda Morales
14
Pedro y Rosario
Sor Ángela, 6
111.   
Bernardo Moya Tocino
8
Bernardo y Fernanda
Calvo Sotelo, 54
112.   
Manuel Noguera Duque
10
Pedro y Andrea
Sevilla, 5
113.   
José M. Palanco Blanco
7
José Antonio y María
Millán Astray, 45
114.   
Benito Palanco Gómez
13
Gregorio y Reposo
Gral. Goded,  30
115.   
José Gregorio Palanco Gómez
11
Gregorio y Reposo
Gral. Goded,  30
116.   
Marcelo Palanco Macías
12
Diego y Felisa
Santa Ana, 10
117.   
Fº Javier Palanco Palanco
9
José Dolores y Josefa
Trinidad, 68
118.   
Juan Parreño Bando
14
Juan y Rosario
Cardenal Segura, 12
119.   
Manuel Parreño Vélez
13
Antonio y Juana (+)
Millán Astray, 8
120.   
Andrés Pérez Camacho
9
José y Rita,
Sor Ángela, 35 
121.   
José Pérez Sánchez
11
Gregorio y Adoración
Vega, 9
122.   
Antonio Pérez Tirado
12
Antonio y Ana
Niebla, 28
123.   
Eugenio primo Rojo
9
Licerio y Laura
Sor Ángela, 53
124.   
Nicasio Quintero Atienza
13
Juan y Reposo
Rollo, 12
125.   
Francisco Ramírez Linero
8
José M. y reposo
Cabezo Molino, 4
126.   
Martin Ramírez Mojarro
13
Gregorio y Carmen
Cabezo Molino, 8
127.   
Gregorio Ramírez Mora
9
José e Ildefonsa
J. María Pemán, 53 
128.   
José F. Rivera Alcuña
8
Juan y María Jesús
Cardenal Segura, 16
129.   
Francisco Rivera Bonaño
6
Francisca
Cardenal Segura, 26
130.   
Benito J. Rivera López
6
Vicente y Josefa
Queipo de Llano, 27
131.   
José Rivera López
10
Vicente y Josefa
Queipo de Llano, 27
132.   
José J. Rodríguez Contioso
12
Manuel y Francisca
Niebla, 17
133.   
Antonio Rodríguez Rivera
9
José y María
Italia, 8
134.   
José Luis Rodríguez Rivera
8
José y María
Italia, 8
135.   
Ramón Rojo Pascual
9
No vive en el pueblo
Sor Ángela, 53
136.   
Francisco J. Romero Barba
8
Cristóbal y María
Santa Ana, 18
137.   
Juan Luis Romero Contioso
10
Luis y Amelia
Sor Ángela, 43
138.   
José Mª Romero Mora
9
Manuel  y Reposo
Queipo de Llano, 2
139.   
José Romero Romero
9
Benito y Antonia
Charca, 6
140.   
Diego Romero Oreal
14
Diego (+) y María
-
141.   
José Salguero Feria
7
José (+) y Rafaela
Teniente Marín, 30
142.   
Miguel Salguero Feria
7
José (+) y Rafaela
Teniente Marín, 30
143.   
José G. Salguero Gallardo
6
Pedro y Josefa
Charca, 3
144.   
Juan Salguero Gallardo
11
Pedro y Josefa
Charca, 3
145.   
Francisco Sánchez Cruz
13
Julián y Reposo
Niebla, 18
146.   
José Antonio Sánchez Márquez
11
Eloy y Ana
Cabezo Molino
147.   
Francisco Javier Sánchez Morano
6
Gregorio y Josefa
Teniente Marín, 37
148.   
José Sánchez Morano
11
Gregorio y Josefa
Teniente Marín, 37
149.   
Manuel Sánchez Morano
8
Gregorio y Josefa
Teniente Marín, 37
150.   
Manuel Sánchez Moreno
13
José María y Catalina
Vázquez Díaz, 1
151.   
José María Santos Alamillo
11
José María y Benita
Huerta Nueva, 24
152.   
Juan Miguel de los Santos Quintero
10
Antonio y Ana
Sor Ángela, 57
153.   
Tomás Carlos de los Santos Quintero
12
Antonio y Ana
Sor Ángela, 57
154.   
Fernando Sousa Losada
13
Juan y María
Trinidad, 74
155.   
Manuel Tejero López
10
Diego y Dolores
San Sebastián, 23
156.   
Jerónimo Tocino Martín
9
Juan (+) y Catalina
Calvo Sotelo, 52
157.   
Gregorio Vázquez Infante
9
Gregorio y Antonia
Triana  B, 26
158.   
José Luis Vélez Castilla
13
Lorenzo y Manuela
San Sebastián, 40
159.   
José María Vélez Corralejo
14
José María y Beatriz
Huerta Nueva, 24
160.   
Gregorio J. Villadeamigo Rentero
9
Antonio e Inés
Gral. Goded, 15
161.   
José Vizcaíno Bermejo
11
José y Josefa
Teniente Marín, 25
162.   
Gregorio Vizcaíno Linero
7
Isidoro y Josefa
Cabezo Molino, 1
163.   
José Vizcaíno Salas
11
Juan y Juana
Italia, 21
164.   
Diego Vizcaíno Salas
11
Juan y Juana
Italia, 21

Fuente. Relación de alumnos matriculados en la escuela graduada José Nogales. Año 1967  A.M.V.C. Leg. 360






Tomás y Juan Miguel de los Santos Quintero. Hacia 1963.


La Cultura escolar  


El mobiliario escolar se componía de bancas bipersonales que dividían cada aula en 3 filas, cada una de ellas organizadas, bien por la edad, bien por el nivel de conocimientos de los chicos. En la primavera de 1961, llegó la dotación del Ministerio: 60 mesas bipersonales para niños de 13 años, de la cooperativa de muebles Esteban Díaz de Yecla (Murcia), además de 7 mesas, 7 armarios y 4 sillas de adultos, procedentes de la casa Federico Giner de Tavernes del Valldigna (Valencia). Acto seguido, el cabildo gestionó la adquisición del 50% del mobiliario restante. Sabemos que al menos compró 30 bancas bipersonales de asientos abatibles y barnizadas en color avellana, para alumnos de 10-12 años, construidas por la Cooperativa Muebles Valverde por valor de 12.900 pesetas, tras un “concursillo entre los fabricantes de la localidad”.[32]


El material escolar inicial se compuso de una bandera nacional con su asta, 6 cuadros de la Inmaculada Concepción,  6 mapas esféricos, 6 perchas, 6 carpetas y otras tantas escribanías, un libro de actas, el libro de registro escolar y  los libros de visitas de la inspección educativa y de contabilidad. Sobre la mesa camilla del maestro se erigían el crucifijo, las litografías de Franco y de José Antonio Primo de Rivera.[33]


Los medios eran muy escasos, apenas pizarra y tiza, lápices bicolores y tinta, y un exiguo material curricular: una colección de láminas anatómicas, folios y cuadernos apaisados, y, algo más tarde, el sistema métrico decimal y las cajas de sólidos geométricos[34]. Las ventanas, que se abrían a medio eje, provocaban continuos golpes con la secuela de cristales rotos. En  noviembre de 1964, el agua de lluvia entraba en las clases “debido a la falta de varios cristales”, pero además hubo hurtos de lápices y bolígrafos. Extremar la vigilancia era imprescindible[35]. Al comienzo del curso escolar 64/65 , con una matrícula de 150 alumnos, solo 50 pupitres estaban en perfecto estado. Amador del Pino pedía la reparación de 27 en mal estado y otros 11 inservibles. Las puertas se deterioraron de tal forme que en 1971 el frio del cabezo del Santo azotaba a maestros y discípulos, por lo que un envalentonado Juan Sánchez mando a sus pupilos a casa para dar realce a su queja continuada, y estos, ni cortos ni perezosos, se dirigieron al ayuntamiento y lograron que al momento “llegaran al centro D. Manuel Tocino y los carpinteros a arreglar las puertas”.[36] 


Muchos de los inquilinos del colegio procedían del parvulario de las Salesianas o de las escuelas de cagones, o amiguillas de Dª María Domínguez, hermana de Benedicto el de "los platillos", situada en  calle D. Rodrigo Caballero, Dª Bartolina Chaparro en la calle Coronel Morales, o la de Dª Eugenia Marín, en la Calleja de Carpinteros.


Apenas llegados a la escuela, los niños eran objeto  de una prueba de nivel: “Nos ponían a leer y nos asignaban un curso: Tú a primero, tú a segundo. Mi primo hermano, Pepe Luis Infante, me envió directamente a la clase de D. Amador. Pero, como no sabía dividir, aquel mismo día me gané mis dos primeros guantazos. Aquella misma tarde, me enseño a dividir Pepe Luis.[37]  


Antes de entrar en clase, se formaba y se cantaba el Cara al sol, ante el mástil de la bandera situado junto al pabellón de dirección, pero además había que aprender otros cánticos para la celebración de fiestas señaladas, como “Montañas Nevadas o “Prietas las filas».


El castigo fue un elemento básico de la metodología de estos años, que se sintetiza con el dicho de que la letra con la sangre entra[38]. La gama de sanciones se componía de golpes, cachetes, tirones de pelo y de orejas, pellizcos, coscorrones y castigos colectivos. El instrumental varíaba, desde las manos del instructor a la temida regla, varas de palma y correas de cuero. Pero, también hubo maestros jóvenes como Claudio Lozano Seijas (1946)[39] -presente en el colegio desde septiembre de 1964 a junio 1967-, más cercanos a los alumnos, a su dignidad,  y menos proclives a la sanción y al castigo, aunque ni siquiera él se libro de un incidente ocurrido con el alumno Francisco Oso.   


La distribución del alumnado seguía pautas de una escuela selectiva y segregadora: En la primera fila se sentaban los listos, y los torpes eran condenados a ocupar los últimos lugares. Saberse la lección del día anterior generaba una noble competencia para ocupar el primer puesto de la clase.    


Casi todo el saber estaba contenido en las páginas de la enciclopedia Álvarez, que tuvo una vida casi paralela a la del viejo José Nogales, prolongada desde los años 50 hasta 1972/73, fecha a partir de la cual se fueron imponiendo los libros especializados por asignaturas.  El alumnado de Grado Medio (8-9 años) utilizaba el 1er Grado de la Enciclopedia Álvarez; el del 3er Grado (10-11 años), el 2º Grado, mientras que el 3er Grado de la Enciclopedia era el utilizado para la preparación de los alumnos de bachillerato  y formación profesional, aunque luego apareció la “Enciclopedia de Iniciación Profesional", los cuadernos de ejercicios y los cuadernos para uso del profesor. Una de las razones de su éxito fue su sencillez y la búsqueda de textos fáciles y cercanos a los niños. Tras cada lección teórica –nociones, en el lenguaje de la propia enciclopedia,- había una serie de preguntas, que servían para resumir la lección; el titulo de esta actividad, a modo de juego, se denominaba "A ver si lo sabes". Tras esta actividad, venían los ejercicios de tipo complementario que abarcaban diversas funciones del aprendizaje del niño: recoger y examinar, reproducir dibujos, vocabulario, observación e historia local.[40]



   

Enciclopedia Álvarez.  Primer Grado. Valladolid. 1965.

 Las páginas dedicadas por la Enciclopedia Álvarez a la Historia de España estuvieron marcadas por grandes hitos y por grandes prohombres: Viriato, el catolicismo de la Monarquía visigoda, las hazañas frente a los musulmanes de Don Pelayo y el Cid Campeador-, la unificación española de los Reyes Católicos, la gesta imperial y los descubrimientos y conquistas de Cristóbal Colón,  el heroísmo español en la Guerra de Independencia frente a los franceses,  y la loa a José Calvo Sotelo, al general Moscardó, a Franco, a José Antonio Primo de Rivera y a la llamada Guerra de Liberación.  

 


Los maestros más  mayores y más afectos, como D. Teodoro González, seguían llevando el Cuaderno de Rotación para la Formación del Espíritu Nacional, aunque fueron desapareciendo de las aulas según avanzaba la década de los 60.


        


El Consultor Ciencias Sociales, Santillana, 1972.

Desde el curso 1971/72 se implantó de forma transitoria la EGB. Desde ese momento las editoriales se lanzan a diseñar  fichas de trabajo, ya que el nuevo reto metodológico debía ser  la investigación. Ya no valía con responder por responder, había que buscar en el libro, en las enciclopedias y en los periódicos, para conformar una respuesta personal y completa. El Consultor, de la editorial Santillana, fue el libro de consulta más utilizado en el colegio.  


El catecismo del Padre Ripalda Hurtado era utilizado por los maestros de mayor edad, como D. Teodoro González para preparar a su alumnado para la primera comunión. En los años sesenta, ya el maestro no acompañaba a sus pupilos, pero los domingos y "fiestas de guardar" había que ir a misa, obligatoriamente. Don Teodoro insistía en ello, al tiempo que  enseñaba el Catecismo de memoria y seleccionaba a sus alumnos más aventajados para participar en los concursos del Obispado. Yo me sabia el catecismo en diagonal, de derecha a izquierda, las oraciones, los pecados capitales, nos dice uno de aquellos alumnos.[41]


Por las tardes, las permanencias, o clases de repaso ampliaban el horario escolar de 5 a 6  y permitían a los maestros incrementar sus exiguos salarios. Los detractores han insistido a menudo en el carácter discriminatorio de esta práctica para el alumnado que no podía  asistir[42]. Las permanencias eran una hora más de clase en la escuela, pagadas por la familia al maestro. Según el profesor Sánchez-Redondo Morcillo, el objetivo era que los chiquillos estuvieran ocupados cuanto más tiempo mejor[43]. Sirvieron a menudo para hacer los deberes o tareas del día siguiente. Para la mañana de los sábados quedaban las lecciones de la Biblia y los rezos en el patio central del colegio, en perfecta formación.  


Pero, además los maestros del viejo José Nogales proseguían con las clases de preparación de los alumnos de bachiller: Juan Sánchez se ocupaba de lengua y latín, e incluso preparó de griego a una alumna, Esperanza Franco; José Arrayás, de literatura y  Juan Cera, de las matemáticas y las ciencias. Aunque era una escuela de niños, algunas muchachas pisaron sus aulas para preparar sus exámenes de bachillerato como Manoli Arroyo Morián, o  Esperanza Franco. La presencia femenina alentaba la curiosidad de aquellos zagales y alguno se ganó un guantazo por apenas levantarse del aula, con intención de mirar la zona de dirección donde eran recluidas estas féminas.





La academia de la Cruz de Calañas. D. Jesús Nieto junto a varios alumnos


Varios de los maestros del José Nogales aprobaron el bachiller y el magisterio gracias a la Academia. También, los colegiales más afortunados continuaron sus estudios de bachiller en la Academia Virgen del Reposo, reconvertida, en 1961, en Colegio Libre Adoptado, en sus distintas ubicaciones, los altos de las Escuelas Vicentinas, los altos de la Biblioteca Municipal de la Calle Real de Abajo, la Carretera de  Calañas, la Tenería de Triana,  y la Casa de Ejercicios Espirituales, anexa a la ermita de Santa Ana.


Aquellos maestros, asentaron su formación permanente gracias a los Centros de Colaboración  pedagógica, creados por Orden de 22 de octubre de 1957. Reunían  a los maestros de la segunda zona de Inspección, que englobaba una porción del Partido Judicial de Valverde, a la búsqueda del “perfeccionamiento de las tareas escolares y la mejora de los procedimientos educativos”.  La estructura de las reuniones era muy sencilla. Se iniciaba con una o dos ponencias sobre práctica docente y organización escolar a cargo de maestros previamente designados por el inspector, seguido por un coloquio, y terminaba con el resumen  del inspector, que añadía orientaciones prácticas, doctrinales y bibliográficas. Para estimular el perfeccionamiento, se instaba a cada centro a suscribirse a revistas pedagógicas, a fin de crear una biblioteca profesional de utilización rotatoria.


La participación de los maestros del José Nogales fue siempre activa: En 1965, Amador del Pino Izquierdo versó sobre Métodos de Comprobación de Niveles; en  junio de 1966,  Teodoro González García lo hizo sobre Prácticas de la Iniciación Profesional en los cursos 7º y 8º; en 1967, de nuevo Amador del Pino es el ponente de Reglamentos de centros estatales y de Escuelas de Patronato; en 1968, José Arrayás Arroyo disertó sobre Ortografía y redacción. En alguna ocasión, como en marzo de 1968, las ponencias son sustituidas por mesas de debate, con  temas diferentes, dejando a cada maestro libertad para integrarse en la de su mayor interés. Ello se debió a la llegada de una nueva inspectora, María Pura Sánchez Fernández, quien permaneció en la zona apenas un curso escolar, así que pronto se volvió a la organización anterior. Muchas de aquellas sesiones se celebraron en el Menéndez y Pelayo, lo que permitía organizar una comida de hermandad en su comedor escolar. En la de noviembre de 1965 «se escucharon discos de poetas contemporáneos de la discoteca del Ministerio de Educación Nacional”, comentados por el maestro y poeta local, José Arrayás Arroyo. 

 


El José Nogales fue también centro de clases de adultos, bajo la dirección de A. López Pavón durante los cursos 62/63 y 63/64, aunque desde 1964 la enseñanza de adultos fue monopolizada por las  aulas  y el profesorado del Menéndez y Pelayo,

Recreo y juegos escolares


El patio de recreo poseía una inclinación del 20% que, de forma milagrosa, -así nos los recuerda Juan Sánchez Borrero - no provocó ningún accidente de gravedad. En abril de 1962, la comisión de cultura elevó a la corporación municipal la necesidad de levantar una valla «en las partes que tienen unas pendientes muy pronunciadas y la conveniencia de comprar alguna finca colindante para expansión y recreo de los alumnos»[44]. Para tal fin, en 1965, el ayuntamiento compró los terrenos aledaños, propiedad de Manuel Bermejo, Petra Arrayas y José Manuel Mantero Vizcaíno y con ello se amplió el campo de recreo, la construcción de un pozo –éste  ya existente desde 1961-,  y se permitió el  acceso al  centro escolar desde la ermita del Santo[45]. En 1965, se levantó, por fin, una alambrada de 140 metros de longitud  entre hincos de hormigón armado. 

 

Croquis del cerramiento y la alambrada. A.M.V.C. Leg. 235


Al igual que en el resto de colegios públicos, los niños del Santo debían tomar el llamado complemento alimenticio e ingerir aquella leche en polvo, de sabor impreciso y llena de grumos, que se impuso en la escuela franquista, merced a los acuerdos con EEUU. Era preparada  por Reposo Mantero Díaz, “la mantera”, en una enorme marmita llena de agua, que a menudo solo era comestible gracias al paquete de cola-cao o de canela que se llevaban los chicos de casa para matar el sabor de aquel brebaje. La hora elegida era el recreo de la tarde, de 4 a 4:30 horas. Desde 1963, se doto a las escuelas de batidoras o túrmix, para desterrar los grumos de la leche, y desde finales de los años sesenta la leche, para suerte de las chavalería, empezó a venir en botellas de cristal.


En el año 1962, la alcaldía pretendió crear un comedor escolar en el José Nogales, pero al carecer de espacio se proponía establecerlo en un local municipal independiente, pero el servicio de inspección , por voz de Asunción Merino, informó de que no había lugar a dicha petición.[46]    


Para más penurias, el grupo poseía unos servicios diminutos –que además no funcionaban debido a la falta de agua corriente-, de modo que los críos utilizaban como letrina la propia tapia del colegio y acudían a la torronquilla del Manani en caso obras mayores.  El tándem orines y zapatos dio lugar al juego de la “resbalaera”, consistente en dejarse caer por la torronca. Algunos de aquellos alumnos nos confiesan que llegaban al colegio con la vejiga llena para disfrutar de aquellos momentos de solaz y ampliar la distancia de deslizamiento. 


También se practicaba el fútbol, a pesar de las dificultades que presentaba el terreno, con las porterías en sentido transversal aprovechando los pilares del vallado exterior. Aquel serio obstáculo, sirvió para crear futbolista ambidextros y en perfecta forma física, ya que el que mandara la pelota a la puerta del Manani “debía ir a por ella”.  El dueño de un balón de badana se convertía en el líder indiscutible del recreo, según nos comenta Juan Miguel de los Santos. No  faltaron tampoco los bolinches, las trompas, el "torito esconder”,  el "torito salvar" ni por supuesto, los burritos cailones. En tal caso, era bueno rodearse de grandes saltadores, capaces de encaramarse sobre las espaldas del primer porteador, aunque el juego lo decidía siempre la  corpulencia de algunos jugadores, bien ganada a base de puchera de garbanzos y una vida relativamente sedentaria.


El colegio del santo se queda pequeño


En 1957, aun sin construirse el grupo del Santo, y recién inaugurada la escuela profesional “José Antonio”, el cabildo había iniciado las gestiones para la erección de un nuevo colegio en el barrio de Triana[47]. El verano de 1960, la alcaldía barajaba un presupuesto de 1.100.000 pesetas para la ejecución de los dos colegios previstos, el del Santo y el de Triana, incluido el solar trianero, «contándose con seiscientas mil pesetas de subvenciones, y teniendo por tanto que concertarse un crédito de quinientas mil pesetas»[48]. Desde 1960, al consistorio solicitó, con cargo al presupuesto de 1961, un grupo escolar de niños de 6 secciones, ofreciendo un solar de 20.000 m2 en la calle E de Triana[49], al tiempo que el proyecto quedaba recogido en el plano general de urbanización de Valverde. Sin embargo, aún habría que esperar varios años para el inicio de las obras.


Niños
Niñas
Niños en edad escolar (6  14 Años). Nacidos desde 1953 a 1961
876
Niñas en edad escolar (6  14 años. Nacidos desde 1953 a 1961
920
José Nogales
164
-
Menéndez y Pelayo
246
222
Mª Auxiliadora
51
175
María Magdalena
-
170
Taller Escuela
9
16
C. L. Adoptado
48
27
518
610
Diferencia
358
310


Niños
Niñas
Residentes en término de Beas y Niebla
115
125
Residente en Los Pinos
17
26
Residentes en aldeas y parajes diseminados distantes más de 5 kms.
50
50
Ausentes y fallecidos
176
109

Fuente: Censo escolar de 1967. Ayuntamiento de Valverde del Camino. Leg. 360.


Desde 1970, la falta de unidades escolares llevo al alcalde, Domingo Romero Malavé, con el respaldo del pleno del ayuntamiento, reunido el 4 de diciembre en sesión extraordinaria,  a  dirigirse al Ministerio de Educación y Ciencia en petición de tres nuevas unidades, dos para párvulos en el Menéndez y Pelayo, para lo que se habilitaría el antiguo salón comedor,  y una tercera para niños, esta ultima en el aula desocupada que existía en el colegio del Santo.[50]


En octubre de 1972, el ayuntamiento volvía a ofrecer 10.000 m2 pertenecientes al antiguo campo de fútbol con el compromiso de ampliar la donación con terrenos anexos, en caso necesario, a fin de acelera la construcción de un colegio nacional de educación básica de 16 unidades[51].


Desde 1977, las reuniones entre los maestros del Menéndez y Pelayo y del José Nogales,  a modo de las actuales comisiones de escolarización, establecieron el límite “de la carretera”, como frontera de las respectivas áreas escolares. Esta delimitación y el empuje de los niños de la generación del baby boom obligaron a habilitar cuatro unidades suplementarias en la antigua estación del ferrocarril, donde se acogieron los párvulos y los tres primeros cursos de EGB. Allí impartieron docencia maestros como José Cejudo Sánchez, opositor del 1965, Rafael Parreño Boza, opositor de 1967, Mª Luisa Arroyo Morián y Laureano Calero, mientras que las aulas de 4º a 8º seguirían en el Santo.[52]


El expediente de construcción del nuevo José Nogales se prolongó pues desde 1955 hasta 1979, fecha en la que se inauguró el actual José Nogales[53]. Abrió sus puertas un 24 de abril de 1979, con algunos días de retraso, debido a la tardanza en el envío del material escolar por parte del Ministerio de Educación[54]. Para garantizar la seguridad de sus nuevos alumnos, el ayuntamiento trasladó la parada de autobuses de Damas a la calle Riotinto, junto al antiguo Matadero Municipal.


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[1] Estas breves notas son el resultado de poner en orden las alusiones al colegio José Nogales extraídas de SÁNCHEZ CORRALEJO, J.C., “Las escuelas y los maestros de nuestros abuelos (III)”,  Revista Raíces, nº 9, 2006, pp. 46-48,  bajo el epígrafe De la escuela femenina Graduada del Santo al grupo de Niños José Nogales; y de  “El Grupo Escolar y Valverde del Camino”, 2012,  pp. 49, 56, Sin duda, el colegio y la reconstrucción de su historia merecen algo mejor. Animamos a futuros investigadores a ampliar estos breves apuntes. 
[2] A.M.V./L.A.C. de 1945, 25 de agosto. Leg. 49.
[3] Instancia del alcalde al  comisario general del paro. 21 de octubre de 1948. Leg. 1244.
[4] A.M.V./L.A.C. de 1952, 1 de julio. Vid también Moción de la alcaldía ante la comisión permanente de 21 de mayo.  Certificación de  30 de mayo de 1952. Leg. 360.
[5] Memoria del proyecto de grupo escolar de niñas de Valverde del Camino. Leg. 1244.
[6] Carta de 14 de marzo de 1955.
[7] Memoria del proyecto de grupo escolar de niñas de Valverde del Camino. Leg. 1244.
[8] Carta de José María  Morales Lupiáñez al alcalde Valverde. 12 de octubre de 1955.  Leg. 360.
[9] A.M.V.C/L.A.C. de 1958, 17 de marzo.
[10] A.M.V.C. Acta  capitular de 12 de agosto de 1958. Leg. 235. 
[11] A.M.V.C. Acta  capitular de 3 de noviembre de 1958. Leg. 235. 
[12] A.M.V.C. Notificación de la Junta Provincial de Construcciones Escolares a la alcaldía. 21 de abril de 1958 Leg. 50. Véase también A.M.V./L.A.C. de 1958, 12 de mayo.
[13] A.M.V. Leg. 1244.
[14] Valverde en fiestas, 1960.
[15] A.M.V./L.A.C. 24 de noviembre de 1960 y 4 de marzo de 1961. Leg. 49.
[16] Profesionales especializados en centros educativos. De ellos es también la Universidad Laboral de La Coruña y el colegio de educación especial de Milagres do Medo, en Orense. Del mismo modo, colaboraron en el diseño de las viviendas unifamiliares para las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos aledañas a la base de Torrejón y las escuelas Náutico Pesqueras de Cádiz, Bilbao, Vigo y Alicante.
[17] A.M.V.C./ L.A.C. de 15 de abril 1961.
[18] Acta de recepción definitiva. A.M.V.C. Leg. 1244.
[19] ABC. Viernes 1 de julio de 1977, p. 21.
[20] Procede de la Escuela Normal de Granada (Archivo Universitario de Granada). Vid también Escuela Española. 24 de abril de 1963. Relación de admitidos para el concurso-oposición a localidades de más de 10.000 habitantes.
[21] Las credencial de estos cuatro profesores fueron emitidas por la Comisión Permanente del Consejo Provincial de Educación en 12 de Septiembre de 1961. Leg. 360. Jerónimo Nogueroles obtuvo destino provisional en Valverde (Escuela Española. 31 de julio de 1963). Sabemos que en 1974 fue destinado al Puerto de Santa María. 
[22] Credencial emitida por la Comisión Permanente del Consejo Provincial de Educación. 4 de octubre de 1961. Leg. 360. En marzo de 1969 fue trasladado a Artés, a la escuela graduada Bosch y Jover.  
[23]  Llego al Santo, tras aprobar el magisterio por libre, con el apoyo de la Academia Nuestra Señora del Reposo y haber sacado las oposiciones en 1961, aunque su primera estancia solo duró un par de cursos. Escuela Española. 18 de enero de 1962, Tribunal de oposiciones a ingreso. 
[24] Entrevistas a Bernardo Moya Tocino (1958).  
[25] Notificación del director del Menéndez  y Pelayo. 9 de diciembre de 1958. Leg. 360.
[26] A.M.V.C. Credencial de nombramiento interino de 9 de septiembre de 1959. Leg. 360. Credencial  de la Comisión Permanente del Consejo Provincial de Educación. 1960, sept., 19. Leg. 360.
[27] Credencial de la Comisión Permanente del Consejo Provincial de Educación. 1961, sept., 12. Leg. 360.
[28] SANCHEZ CORRALEJO, J.C. 2012, “El Grupo Escolar y Valverde del Camino”, p. 70.   
[29] Comunicación de nombramiento de 10 de agosto de 1959. Leg. 360. BOE de 14 de agosto de 1959.
[30] Vid. Escuela Española. 20 de mayo de 1969, p. 766 y 774.  Reclamaciones estimadas y Nuevos destinos. Turno voluntario.
[31] Entrevista a Manuel Villadeamigo Blas.
[32] A.M.V./L.A.C. de 1961,15 de abril, 19 de mayo y 14 de julio.
[33] Estado del mobiliario. Valverde 19 de septiembre de 1964, Amador del Pino, director accidental. Leg. 360. 
[34] Recepción del pedido de material escolar del director del José Nogales enviado a la Comisión de Cultura , Deporte y Sanidad,  19 de enero de 1962, y  Sesión de la a Comisión Permanente de 31 de enero  Leg. 1244.
[35] A.M.V. Carta del director, Amador del Pino, al Alcalde-Presidente de la Junta Local de Enseñanza. Leg. 360.
[36] Entrevista al maestro Juan Sánchez Borrero.
[37] Entrevista a Bernardo Moya Tocino.
[38] SUAREZ PAZOS, Mercedes (2004): “Los castigos y otras estrategias disciplinarias vistos a través de los recuerdos escolares”, en Revista de Educación, 335, pp. 429-423.
[39] Actualmente es profesor de historia de la educación en la Universidad de Barcelona. Ha publicados varios libros  numerosos artículos sobre la educación contemporánea en España y en América latina.  
[40] ZAPATA PARRA, J.A.: La enseñanza de la historia en la escuela primaria durante el franquismo: la historia de España y la enciclopedia Álvarez. http://enciclopedia.blogcindario.com
[41] Entrevista a Juan Miguel de los Santos Quintero.
[42] BEAS MIRANDA M., 2006, 322.
[43] SÁNCHEZ-REDONDO MORCILLO, C., 2004, 42.
[44] A.M.V./L.A.C. de 1962, de 6 de abril.
[45] A.M.V./L.A.C. de1965, 15 de octubre.
[46] Expediente de comedor escolar para el Colegio José Nogales. Junio de 1962. Leg. 360.
[47] A.M.V./L.A.C. de 1957, 6 de mayo.
[48] Ibídem.
[49] A.M.V./L.A.V. de 1960, 25 de noviembre.
[50] Expediente  para la creación de tres nuevas unidades escolares. Leg. 360.
[51] A.M.V./L.A.C. de 1972, 30 de octubre. Véase también certificación de la misma por parte de Emilio Guerra Librero Arroyo, secretario municipal, con el visto bueno del alcalde. 6 de Noviembre de 1972. Leg. 360.
[52] A.C.M.P. Acta de claustro de 31 de mayo de 1977. La reunión se celebró la tarde anterior.
[53] Expediente de construcción del grupo escolar José Nogales. Legs. 639 y 640.




[54] Información de la Delegación Municipal de Educación. FACANIAS,  nº 75 septiembre de 1979.

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