EL CARLISMO EN
HUELVA DURANTE
EL
SEXENIO DEMOCRÁTICO (1869-1876).
UNA
APROXIMACIÓN DESDE LA PRENSA.
Juan Carlos Sánchez Corralejo
Actas
de las VII Jormadas
de
Patrimonio de El Andévalo, págs. 131-146.
1. INTRODUCCIÓN
El
carlismo se enmarca dentro de los movimientos contrarrevolucionarios europeos
que surgen ante el miedo a la Revolución Francesa y que se intensifican tras el
Congreso de Viena y la Restauración Europea. La historiografía ha acuñado el
término de Contrarrevolución Legitimista,
a cuya categoría pertenecen dos fenómenos ocurridos en el solar ibérico en
el siglo XIX: el miguelismo portugués y el carlismo español, que aúnan su
carácter de movimientos de oposición al liberalismo decimonónico con una nota
distintiva: la existencia de una disputa o cuestión sucesoria[1].
A esta realidad común, la provincia de Huelva une su carácter fronterizo con
Portugal y las concomitancias que
tuvieron el carlismo y el miguelismo.
Es
cosa sabida que la Tercera Guerra Carlista se desarrolló sobre todo en las
Provincias Vascongadas, Navarra y Cataluña. Pero es igualmente cierto que el
carlismo ideológico estuvo asentado en Andalucía y que hubo partidas carlistas
en nuestro territorio. El estudio trata de desentrañar algunas de las claves de
este fenómeno en una tierra excéntrica como la provincia de Huelva. Nos
adentramos en las bases sociales del carlismo onubense –con pocos datos, esa es
la verdad-, haciendo hincapié en la presencia rectora de los párrocos más
conservadores y la conversión de este empuje social en movimiento político a
través, primero, de la prensa, y después de la creación de candidaturas católico-monárquicas a las
Cortes para hacer frente a los candidatos progresistas dominantes, tratando de
visibilizar el lema clásico «Dios, patria, rey», y la legitimidad monárquica, frente a la confusión
y las veleidades del Sexenio democrático.
La aceptación del carlismo del juego parlamentario hará extender sus bases
sociales en Huelva. Al carlismo tradicional se unen las “Asociaciones
Católicas” creadas por el marqués de Viluma en diciembre de 1868, con el
propósito de velar por la unidad religiosa de España, y más tarde el
reforzamiento del Partido Carlista con neocatólicos como Cándido de Nocedal,
Navarro Villoslada, Aparisi y Guijarro. Al
presentarse como genuinos representantes, tratan de atraerse, por exclusión, a
la masa católica en el lapso de tiempo que media entre el fracaso de la opción
montpensierista, hasta el fortalecimiento de la alfonsina, tras el golpe de
estado de Sagunto.
La
segunda parte del estudio trata de reconstruir la presencia de partidas
carlistas. La Narración militar de la Guerra Carlista de
1869 a 1876[2], crónica exhaustiva desarrollada a lo largo de catorce
tomos, reduce la presencia de partidas carlistas en Huelva al verano de
1874, focalizadas en Cala, Encinasola y la aldea de El Buitrón, a escasos
kilómetros de Valverde del Camino, desde donde buscarían refugio en la vecina
Portugal a través de Cabezas Rubias y Alosno. También la Historia del Tradicionalismo Español de Melchor Ferrer olvida la
provincia de Huelva.
Nosotros
hemos detectado guerrillas carlistas, nacidas en el entorno de la Sierra y en
Sevilla, que recorren Huelva al menos en 1869, 1873, 1874 y 1875. Hemos tratado
de identificar sin éxito a sus cabecillas y andanzas, ya que la extracción
social de sus componentes no ha sido posible de esbozar debido a la escasez de
datos, así como pocas referencias sobre los apoyos a las mismas por parte del
carlismo social.
2. ESPAÑA EN 1868: REVOLUCIÓN Y
CONTRARREVOLUCIÓN
La «triple revolución» del 68 resume la complejidad organizativa
de la Septembrina de 1868 y su evolución posterior. Pero, además, fuera del
Pacto de Ostende y por tanto de la dirección revolucionaria, quedó el carlismo.
En este sentido, la
revolución tuvo, entre otras consecuencias, el “triste placer de exhumar al
partido carlista”: Comunión Tradicionalista o Comunión Católico-Monárquica.[3]
La
Constitución de 1869 fue calificada como “democrática” por el propio presidente
de las Cortes Constituyentes, cuando fue aprobada el 1 de junio por 214 votos a
favor y 55 en contra. Si no fue plenamente democrática –aún quedaba mucho
trecho para el voto femenino-, fue la
más liberal y colocaba a España a la vanguardia de las europeas.[4]
Promulgación de la Constitución de 1869. La Flaca[5].
Las elecciones a Cortes Constituyentes de enero de 1869 permitieron el voto
de los varones mayores de 25 años por el sistema de circunscripciones provinciales.
En ella, los carlistas
obtuvieron 20 diputados, expresión del 5.68% de los votos. En el debate
constituyente se opusieron a la libertad de cultos y defendieron el orden y el
catolicismo. Más tarde, desde julio de 1872, el pretendiente defiende la
restauración de los fueros abolidos por los decretos de Nueva Planta por Felipe
V, lo que contribuyó a la fuerza que el
movimiento tuvo en Cataluña, y en menor medida en Valencia y Aragón. La guerra
provocó entre 7.000 y 50.000 bajas.
Coalición Progresista-Liberal: 236 Partido
Republicano Federal: 85
Comunión Católico-Monárquica: 20 Independientes
de derechas: 3 Otros:
8
3. A LA BÚSQUEDA DE LOS CARLISTAS
ONUBENSES
Julián Montero destacó en su día la importancia
de la prensa como vehículo de la propaganda carlista[6]. Pero, además, la prensa
es un buen elemento, a veces el único, para adentrarnos en las bases sociales
del carlismo. El catálogo de carlistas onubenses no es fácil de elaborar. Sus
seguidores aparecen agazapados, frente a la fortaleza creciente de las
tertulias y comités progresistas, demócratas y republicanos. Solo noticias
indirectas, como la suscripción de periódicos afines, nos informan de su
militancia. Se fundaron periódicos carlistas
en 37 capitales de provincias españolas[7], no así en Huelva, pero
los fieles leían los diarios carlistas capitalinos.
Hemos detectado la presencia de
suscriptores a los principales diarios carlistas, especialmente de La
Esperanza y La Regeneración y, a partir de 1875, de El Siglo Futuro y,
en menor medida, de otros diarios de menor tirada. Todo ello sabiendo, eso sí, que estamos ante una prensa no de
masas, sino de élites.
La Esperanza[8] fue la principal cabecera de la prensa
absolutista española del siglo XIX y órgano oficioso del carlismo. Ha sido
difícil establecer a sus suscriptores onubenses[9]. Desde 1861, José María
Redondo Vélez, juez, era corresponsal en Huelva de La Esperanza[10],
y desde 1865 punto de suscripción de su competidor, El Pensamiento Español. En septiembre de 1869, el movimiento
carlista abrió una suscripción para el socorro de los carlistas pobres
encarcelados –encabezada por los diarios La
Esperanza, La Regeneración y El Pensamiento Español, y otros menores
como El Papelito, que desde enero de
1870 se amplió para los carlistas perseguidos y desde 1872 abiertamente
para los gastos y los participantes de
la Guerra Carlista. Su seguimiento nos permite acceder a algunos adeptos del
carlismo:
Año
|
Población
|
Donante
|
Oficio
|
Reales
|
1869
|
Huelva
|
G.R.D (Gregorio Rojo Delgado)
|
Vocal de Junta Provincial
|
40
|
Huelva
|
José María Redondo Vélez
|
Corresponsal y representante del
diario La Esperanza . Concejal
1867-68. Negocios mineros[11]
|
60
|
|
Huelva
|
Miguel Font Llopis
|
6
|
||
Huelva
|
Juan A. Parejo
|
8
|
||
Huelva
|
Un católico a la antigua
|
20
|
||
Huelva
|
Una devota de la Inmaculada
|
20
|
||
San Juan del
Puerto
|
Domingo
Domínguez Brioso
|
50
|
||
San
Juan del Puerto
|
José María Acosta
|
4
|
||
San
Juan del Puerto
|
Varios Carlistas
|
52
|
||
San
Juan del Puerto
|
Dª Luisa Villegas
|
4
|
||
San
Juan del Puerto
|
Unos defensores de la pureza de la Santísima Virgen
|
23
|
||
Cartaya
|
Un carlista de Cartaya[14]
|
10
|
||
1870
|
Lepe
|
Manuel Toresano
|
Rico propietario. Ganadero. Productor de vinos y aceites
|
10
|
Partidarios del carlismo. 1869-1870. La Esperanza
12/10/1869;
17/2/1870, Elaboración propia.
Año
|
Población
|
Donante
|
Características
Oficio
|
Reales
|
1869
|
Huelva
|
Juan Nepomuceno de Cepeda Pacheco
|
Católico,
apostólico, romano y carlista rancio
|
20
|
Huelva
|
Francisco de Paula Zambrano Salas
|
Presbítero. Párroco de Villalba del Alcor a fines del XIX
|
30
|
|
Huelva
|
Una señora
muy católica y por lo mismo muy carlista
|
20
|
||
Huelva
|
J. O. R[15]
|
Carlista,
carlista, carlista ,
|
20
|
|
1869
|
Huelva
|
R.T.I Rafael Toscano Iñiguez ¿Trigueros? ¿Paterna?
|
Carlista
per sécula seculorum
|
20
|
Huelva
|
D Josefa
Romero,
|
Viuda de
don Francisco Pacheco y Cepeda, antiguo
coronel carlista
|
40
|
|
Huelva
|
D. Pedro
Orihuela, ¿Almonte?
|
Carlista,
que no cabe más
|
10
|
|
Un
sacerdote
|
Que pide á
Dios sin descanso por el triunfo de la buena causa
|
10
|
||
1869
|
Huelva
|
Dª C. de C. Carmen de Cepeda Reyes (1815)
|
Carlista de Corazón
|
8
|
Huelva
|
Un carlista que diera la vida por D. Carlos VII, pero que no puede más
|
2
|
Suscripción para los carlistas presos. 1869. El Pensamiento español.
14/12/1869,
p. 1.
Se intensifican las
cuestaciones desde finales del 1872:
Población
|
Suscriptor
|
Datos
|
Reales
|
Fecha
|
Huelva
|
Margarita Blanca Domínguez Brioso
|
11
|
09/1872
|
|
Calañas
|
Juan
Bautista Romero Gante
|
Bachiller en teología
|
20
|
10/1872
|
Los Marines
|
José
Jerónimo Vázquez (1793), carlista.
|
Juez suplente
|
40
|
11/1872
|
Los Marines
|
José Ginés
Sánchez, carlista
|
Propietario
|
40
|
|
Los Marines
|
Vicente
Vázquez
|
Presbítero
|
40
|
|
Los Marines
|
José
María Vázquez, carlista
|
40
|
||
Los Marines
|
Melitón
Sánchez Corbacho, carlista
|
Presidente de la Junta Carlista de Los Marines desde 1896
|
20
|
|
Los Marines
|
Serapio
Sánchez, carlista
|
4
|
||
Los Marines
|
Juan
Lara, carlista
|
Pobre en extremo
|
2
|
|
Los Marines
|
José
Antonio Vázquez, carlista
|
2
|
||
Los Marines
|
Serapio
Martin, carlista
|
2
|
||
Los Marines
|
María
Durán (1791-)
|
2
|
||
Huelva
|
Domingo Domínguez Brioso, carlista
|
4
|
Enero 1873
|
|
Huelva
|
Su esposa,.
Dª Beatriz Villegas
|
4
|
Enero 1873
|
|
Huelva
|
Carlos Alfonso
Domínguez y Villegas
|
4
|
Enero 1873
|
|
Huelva
|
Margarita
Blanca Domínguez y Villegas. (1870-1886)
|
Novicia del convento de las Agustinas de Huelva
|
4
|
Enero 1873
|
Huelva
|
Juan A. Parejo
|
Amigo
cordial de los cuatro arriba citados
|
Enero 1873
|
|
Puebla de Guzmán
|
D. Bartolomé Otero Gómez
|
Arcipreste Puebla Guzmán desde
1865. Párroco de Alosno. Visitador
|
2
|
Agosto 1873
|
Huelva
|
Una
familia carlista de Huelva
|
40
|
Sept. 1873
|
|
Huelva
|
F.P. y N (“Por quinta vez”)
|
Párroco
|
40
|
Sept. 1873
|
Huelva
|
Un Carlista de Huelva
|
20
|
Sept. 1873
|
|
Huelva
|
Un Católico, Apostólico, Romano
|
12
|
||
Huelva
|
Francisco
de la Corte y Silvera
|
Negocios mineros
|
10
|
Sept. 1873
|
Un
católico, apostólico y Romano
|
10
|
Sept. 1873
|
||
Huelva
|
José de la Corte y Delgado
|
Escribano-Secretario
|
9
|
Sept. 1873
|
Dos señoras católicas que desean ver en el trono de España a su rey
legítimo el Sr. D. Carlos de Borbón y Austria de Este
|
10
|
Sept. 1873
|
||
Huelva
|
D.G.R.[16]
|
8
|
Sept. 1873
|
|
Huelva
|
A.P.
|
Antonio Pizarro[17]
|
8
|
Sept. 1873
|
Huelva
|
Domingo
Domínguez Brioso
|
8
|
Sept. 1873
|
|
Huelva
|
Carlos
Alfonso Domínguez y Villegas
|
4
|
Sept. 1873
|
|
Huelva
|
Margarita
Blanca Domínguez y Villegas
|
4
|
Sept. 1873
|
|
Huelva
|
R.G
|
¿Rafael
O. Gordillo?. Presbítero. Capellán?
|
Sept. 1873
|
|
Huelva
|
Francisco Quintero Corte
|
Sept. 1873
|
||
Sept. 1873
|
Suscripción a favor de los carlistas. 1872-1873 La Esperanza. 7/11/1872. 20/3 y 6/9/1873
La Esperanza competía como representante de la extrema
derecha con otra publicación más fanática, La Regeneración (1855-1873), un
diario neocatólico y carlista dirigido desde 1866, en su segunda época, por el escritor Antonio Juan de
Vildósola, con varios suscriptores del Condado,
el Andévalo y la Sierra de Huelva.
Año
|
Población
|
Suscriptor
|
Equivalencia[18]
|
Oficio
|
1868
|
Corteconcepción
|
M.G. (nº 2179).
|
||
1869-73
|
Sanlúcar
de Guadiana
|
D.L. (nº 4312)
|
||
1869
|
Escacena del Campo
|
(nº 1377)
|
Francisco Padilla Toro?
|
|
1869-71
|
Moguer
|
A.R. (nº 1380)
|
Antonio Romero Fernández
Iglesia de Nuestra Señora de la Granada
|
Presbítero.
|
1869-1871
|
Villarrasa
|
R.C. (nº 1393)
|
Rodrigo de
Cáceres Muñoz
|
Notario desde 1852.
Cosechero
|
1869
|
Alosno
|
(nº 4563
|
Quizá Bartolomé Otero
|
Párroco
|
1869-1872
|
Villanueva de los
Castillejos
|
C.C.E (nº 6786)
|
Cristóbal
Castaño ¿Domínguez?
|
Párroco
|
1870-72
|
Valverde
|
F.R S (nº 7477)
|
Francisco Romero Santos[19]
|
|
1870-1872
|
Puebla de Guzmán
|
J .L T. (nº 8446)
|
José L.
Toscano?
|
Espartero
|
1871
|
Valverde
|
J.M.P (nº 9078)
|
José María Pérez Bermejo (†1917)
|
Cura
|
1871
|
Valverde
|
R.G.
|
Rafael G.
|
|
1871
|
Los Marines
|
J.G.S. (nº 9262)
|
José Ginés Sánchez
|
Propietario
|
1871-1872
|
Huelva
|
J. M.C. (nº 9650)
|
José María de la Corte
Hernández
|
Notario
|
1872
|
Zufre
|
M F E (nº 10.266)
|
||
1872
|
Alájar
|
J.M.
|
José Mayorgas?
José Murto?
|
Juez
|
Suscriptores del diario La Regeneración. Huelva y sur de Badajoz 1869-1873. Elaboración propia
Antonio Juan de
Vildósola.
Cándido Nocedal.
El Pensamiento Español[20] recoge las limosnas de algunos curas onubenses a favor de los presos
carlistas como Bartolomé Otero, arcipreste de Puebla de Guzmán, o las limosnas
en favor de Pio IX, donde participan activamente los presbíteros de Bollullos[21],
de Almonte[22],
de El Cerro[23]
o de Zalamea la Real.[24]
No hemos encontrado
seguidores de los diarios El amigo verdadero del pueblo, ni de El Legitimista español, estandarte del carlismo
ilustrado. Sí, en cambio, de una publicación decenal -salía los días 1, 10 y 20 de
cada mes-, La
Ilustración popular económica, que
presentaba contenidos de carácter religioso –novelas y cuentos morales-,
poesías, y una sección instructiva de artículos de agricultura y artes y
oficios, adscrita al carlismo, y era difusora del antiliberalismo papal,
dirigida por Agustín López, aunque solo identifica a los suscriptores por un
número. Estos suscriptores recibían además un ejemplar de los libros religiosos
de la editorial.
Nº suscriptor/Población
|
Periodo de suscripción[25]
|
1207. Valverde
del Camino:
|
1874-75
|
2367. Alosno
|
1874-75
|
5067. Bonares
|
1872-73
|
5653. Valverde del Camino
|
1874-1876
|
6826. Huelva
|
1874-1876
|
Fuente:
La Ilustración
popular económica. Correspondencia con los
suscriptores.
Es posible además que llegara a
las mesas de lectura onubenses el libro La Bandera Carlista, con la historia
del partido legitimista desde julio de 1868 hasta el ministerio Ruiz Zorrilla,;
la Historia de D. Ramón Cabrera, y un
folleto de gran tirada Carlos VII el
Restaurador o la cuestión española.
Desde 1875 se multiplican los
suscriptores de un nuevo diario, El Siglo
Futuro, fundado por Cándido Nocedal –a la sazón jefe de prensa y
representante en Madrid del pretendiente Carlos María de Borbón-, procedente de los movimientos neocatólicos
del final del reinado de Isabel II y vuelto del exilio portugués. Algunos de
ellos eran suscriptores anteriores de El
Pensamiento Español, desaparecido en 1873 o de La Esperanza –que desaparece en 1874, aunque sería continuado por
un nuevo diario, La Fe.
Población
|
Suscriptor
|
Equivalencia de las siglas
|
Periodo de suscripción[26]
|
|
Valverde
|
S. de M
|
Simón
de Mora Moya (1850-1908)
|
Presbítero
|
1876͂͂-887
|
Valverde
|
V. L.
|
Vicente
Linares (Bejarano)
|
Párroco
|
1876͂-887
|
Valverde
|
C.F..
|
Cristóbal
Fernández
|
Presbítero
|
1876
|
Valverde
|
Juan
Miguel Ruiz?
|
Inversiones
mineras
|
1876
|
|
Linares
de la Sierra
|
V.F.
|
Vicente
¿Fernández?
|
||
Huelva
|
D. D. B.
|
Domingo
Domínguez Brioso
|
1876
|
|
Calañas
|
R.R. y G
|
Rafael
Romero Gante
|
Abogado
|
1876-1879
|
Alosno
|
B. O.
|
Bartolomé
Otero Gómez
|
Presbítero
|
1876-78.
|
La
Palma
|
J.C.
|
José
Cepeda Pérez
|
Presbítero
|
1876
|
Almonte
|
F.L.
|
Francisco
Lagares Ayala
|
Abogado
Cosechero
de vino
|
|
El
Almendro
|
J.G.B
|
Juan Gómez
Barba?
|
1876-1880
|
|
Campofrio
|
M.L.D.
|
Manuel Linares?
|
1876-1880
|
|
Higuera
|
J.F
|
Juan Fal (Reyes) (1817)
|
Médico.
Tío de Manuel Fal Conde
|
1876-84
|
Lepe
|
M. T.
|
Manuel
Toresano
|
Propietario
|
1877
|
Valverde
|
G. R. .
|
Gregorio
Ramos
|
Presbítero
|
1877
|
Zufre
|
A.L.S
|
1878-1880
|
||
Almonaster
la Real
|
R.
G. L
|
Rodrigo G. León?
|
1879-1880
|
|
Ayamonte
|
J. C. y Z.[28]
|
1879
|
||
Vill. Castillejos
|
M.C,
|
Manuel
Celis de la Peña (1892)
|
Farmacéutico
|
1879
|
Escacena
|
F.P.
|
Francisco
Padilla y Toro
|
Labrador
|
1879
|
Galaroza.
|
C. M. G.
|
Cristóbal Muñiz
González?
|
1879-80
|
|
Moguer
|
Cayetano
de Burgos Bueno
|
Sacerdote
|
Hasta
1883
|
|
Suscriptores de El
Siglo Futuro. Elaboración propia.
4.2. LA RECEPCIÓN DE LA IDEOLOGÍA CARLISTA Y LA INCONCRECIÓN
PROGRAMÁTICA
Vino de la mano de la prensa y se
acrecentó en los púlpitos. El carlismo seguía sujeto a su lema clásico, base de
su estrategia política, basada en solo dos puntales, la unidad católica y la
legitimidad monárquica, para sus seguidores la esencia de la tradición política de España,
sintetizada en su lema: «Dios, patria, rey».
Los debates más intensos fueron
en torno a la cuestión religiosa. Finalmente el artículo 21 de la Constitución
reconoció tanto el ejercicio público como privado de cualquier culto religioso.
La prensa carlista culpó al gobierno progresista de la persecución a la Iglesia
Católica “con muchas iglesias cerradas,
convertidas en clubs, en que se han
enseñado las doctrinas más perversas en Religión y en política.[29]
Los
discursos electorales hablan de los demonios del carlismo -el liberalismo y
la libertad de culto- y ensalzan la
defensa de la familia y de la propiedad, que se
consideraba en peligro, al tiempo que se reservaba el concepto de
españoles de buena voluntad a sus
propios seguidores.[30]
También llegaron a Huelva las proclamas del pretendiente: a
principios de julio publicaron todos los periódicos carlistas de Madrid el “Manifiesto de Carlos VII”, salido de la
mano de Antonio Aparisi y Guijarro y firmado en París el 30 de junio de 1869. Algunos otros lo hicieron en días
posteriores, unos añadieron comentarios temáticos; otros volvieron a
reproducirla en todas las ocasiones que
pudieron, en la onomástica de San Carlos, o a petición del secretario del duque
de Madrid[31].
Formalmente era una carta de D. Carlos a su hermano D. Alfonso[32], donde expresaba las
verdaderas aspiraciones del partido legitimista: cortes tradicionales, la
defensa de la religión de sus padres, de
la unidad católica, y el rechazo de unas cortes liberales, donde el
pretendiente solo veía “mayorías serviles
y minorías sediciosas”. Frente a ese liberalismo, Don Carlos proponía “la libertad hija del Evangelio”, aspiraba
a un nacionalismo sui generis basado
en el mensaje de “seamos todos muy españoles,
estimando en mucho las cosas del país, apeteciendo solo las útiles del
extranjero”. Defendía, por último, una política económica autárquica y proteccionista, y rechazaba la libertad de comercio para salir del colapso
económico[33]. La prensa progresista y demócrata silenció, en cambio,
el escrito o, como hizo la prestigiosa revista La América, acusó al
manifiesto de simpleza y desatino al pretender restaurar una monarquía añeja,
en la que los vasallos eran asimilados a la viña
y sus carneros.[34]
Un
año después, Don Carlos escribió la Carta-Manifiesto de 8 de junio de
1870, dirigida a la Junta Central Católico-Monárquica y a las
demás creadas. Fue una nueva reprobación retórica del liberalismo y un nuevo
alegato de la monarquía tradicional. Ambos
documentos, el Manifiesto de 1869 y la Carta de 1870, fueron reproducidos
nuevamente en la prensa carlista cuando se veía inexorable el nombramiento de
Amadeo de Saboya[35]; fue
utilizada por sus diputados, como el Conde de Cangas Argüelles, en las sesiones
parlamentarias[36], como
fundamento del ideario carlista. El Manifiesto volvió a ser publicado en la
prensa afín a principios de septiembre de 1873,[37]
cuando se agudizó la Guerra Carlista.
4.3. EL PAPEL RECTOR DE
LOS CURAS RURALES Y LA UNIDAD CATÓLICA COMO BANDERA
Aquella ideología contó con sus mejores
aliados en los púlpìtos. A veces se ha querido distinguir entre un alto clero
más cercano al liberalismo y un clero rural vinculado a los movimientos más
reaccionarios. Más allá de esa distinción, la prensa liberal y republicana acusó a muchos curas
de convertir las iglesias en clubs políticos carlistas. El presidente del Consejo de Ministros,
Juan Prim, definió la intentona carlista del verano de 1869 como “compuesta de media docena de sacristanes”.[38]
Los curas fueron los mejores voceros del
carlismo y sus partidarios más inquebrantables. Pero, además, hubo curas
guerrilleros, que abandonaron el presbiterio por el campo de batalla. Los más
famosos fueron el cura ecónomo toledano de Alcabón, Lucio Dueñas, retratado por Benito Pérez
Galdós en sus Episodios, quien en agosto de 1869 reclutó una docena de
mozos para defender la unidad católica y la monarquía absoluta; el
cura Santa Cruz, cabecilla carlista del país vasco, retratado en Zalacaín el aventurero por Pío Baroja, y otros muchos recogidos por la prensa de la
época.
También aparecen miembros de la clerecía
onubense entre los cabecillas ideológicos del carlismo, aunque ninguno de ellos
llegó a la contundencia del cura de Alcabón o de Santa Cruz. Uno de ellos fue
el zalameño Vicente Linares Bejarano
(1831-1911)[39],
quien alentó la llegada a
Valverde de la partida de Don Juan en el verano de 1874. Por ello, fue
represaliado. Su estancia en la cárcel fue brevísima, pero perdió el cargo de párroco,
aunque siguió siendo cura propio de Valverde en el último tercio del siglo XIX,
presbítero corrector de la Cofradía de Nuestra Señora del Mayor Dolor[40] y
devoto del Nazareno, al que dejó a su muerte unas arras de plata.
Vicente Linares Bejarano |
Caricatura publicada en la revista satírica La Flaca, nº 17. 14 de agosto de 1869. |
Otro cura valverdeño, Juan Bautista
Morales Pérez, párroco y arcipreste, participaba asiduamente en las
cuestaciones del diario La Esperanza
en la década de 1860 y era suscriptor de El
Siglo Futuro en la de 1870.
El
presbítero de Los Marines, Vicente
Vázquez, quien participaba económicamente en las cuestaciones económicas
para el ejército carlista, afirmaba preferir
pedir una limosna a jurar una Constitución atea, como la de 1869. El párroco de Jabugo, José Cubero Moreno, devolvió al gobierno varias mensualidades por
negarse a jurar la constitución[41]
y acabo formando parte, ya anciano, de la Junta Integrista de Morón, ciudad de
la que también fue párroco. Bartolomé Otero Gómez,
cura de Alosno y conocido carlista, tuvo un rifirrafe con otro cura, Diego
Jiménez Rebollo[42].
Francisco de Paula Zambrano y
Salas,
presbítero –andando el tiempo seria párroco de Villalba del Alcor- era
suscriptor de El Pensamiento Político, y
se definia como católico, apostolico, romano, usque ad carcaerem et in
mortem y carlista con alma, vida y corazón, hasta la muerte.
Antonio Romero Fernández, cura con destino en Moguer, y el párroco de
Castillejos, Cristóbal Castaño Domínguez, eran suscriptores de La Regeneración. El presbítero de La Palma, José
Cepeda Pérez, era suscriptor de El
Siglo Futuro y se adhirió al manifiesto de la prensa integrista en 1888,
antes de convertirse en párroco de Manzanilla, y desde 1906 fue Delegado del Partido Católico
Nacional[43]. José María Delgado, cura de Bonares era asimismo suscriptor del El Siglo Futuro en la década de 1880. Lorenzo Reyes Ruiz, cura de
Sanlúcar de Guadiana, trasladado a Córdoba,
participa en la suscripción pro-carlistas perseguidos[44].
De
otros simplemente sabemos que participaban en las suscripciones y en las cuestaciones Pro-Virgen María,
promovidas por los diarios La Esperanza
y El Pensamiento Español desde 1852,
y contra el Reconocimiento de Italia desde 1865. Ahí aparecen Pedro Moya
Camacho, cura de Valverde, y su párroco desde 1892; Esteban Moreno Labrador,
natural de El Cerro y chantre de la catedral de Cádiz, y toda la clerecía de
Almonte, de Bollullos, de Calañas, de El Cerro, de Zalamea... Todos participan en
la defensa de la enseñanza de la religión católica en escuelas y universidades desde la época isabelina, caso de Juan Santos Henares, cura de Santiago en Écija y más
tarde párroco de Moguer[45].
Antonio de Jesús Carmona,
párroco de Lucena y autor de La Perla Cristiana, participa en apoyo de la protesta del cardenal
de Toledo enviada al cardenal Jacobini.[46]
Varios de ellos eran monjes
exclaustrados por el proceso desamortizador: Manuel Romero Gante era un monje agustino
calzado exclaustrado, reconvertido
en párroco de Calañas desde 1845[47]; Joaquín Cabrera Paredes[48], cura de Moguer desde
1865 y párroco local en la década de 1880, fue anteriormente corista del
Convento de Agustinos Calzados de Granada. Otros casos nos resultan más mas dudosos[49]. Del Convento de la
Merced de Huelva aparecen coristas como Manuel Rufete.
El carlismo provincial se manifestó frente a la libertad de cultos. Francisco
Díaz Quintero, el diputado progresista onubense desde enero de 1869, se une a
las declaraciones de significados políticos del federalismo, como Pi y Margall,
para quien “El catolicismo había muerto
en el corazón de los pueblos”. En la sesión parlamentaria de 9 de abril se
congratulaba de no profesar religión alguna, ya que todas eran, a su entender,
contrarias a la moral. Fue duramente
criticado por la prensa católica.[50]
La Asociación de Católicos, núcleo de extracción de muchos
carlistas, inició un programa de
recogida de firmas en todo el territorio nacional, pidiendo la unidad católica.
En abril de 1869 se recogieron en la provincia de Huelva 15.636 firmas
procedentes de 26 poblaciones. En el otoño se habían incrementado a 16.542 y la
provincia ocupaba el puesto 32 en el ranking de catolicidad[51]. Además, varias Asociaciones de Católicos de la provincia enviaron a las Cortes exposiciones a través
de la Junta Superior de Asociación de
Católicos, como Los Marines, Aracena, Puerto Moral o La
Umbría[52]; Campofrío, Ayamonte,
Lepe, Bollullos, Almonte o Sanlúcar de Guadiana.[53]
El corresponsal de La Esperanza, José
María Redondo Vélez, defendía el carácter de católicas
apostólicas romanas de las mujeres de Huelva[54]
y se alegraba de que el ayuntamiento capitalino hubiese desestimado una
proposición para establecer el matrimonio
civil; alertaba de la falta de bulas de cuaresma ante la oposición a su venta
de ciertos concejales; criticaba la llegada de un predicador evangélico desde
Sevilla y los intentos de robo en las iglesias, como el ocurrido en la de
Zalamea la Real[55].
No fue la única iglesia
profanada: en febrero de 1869, fue
robada la iglesia de
Hinojos, “llevándose los ladrones cuantas alhajas y vasos sagrados hallaron en
el templo”[56]. Frente a ello, otros ayuntamientos, como el de Almonaster la Real, por voz
de Díaz Quintero, pedían la separación de Iglesia y
Estado.[57]
En mayo y junio de 1869 se
multiplican las misas en desagravio por lo que se consideraban blasfemias
proferidas en el Congreso de los Diputados. Fueron muy habituales en el
arciprestazgo de Niebla, en las iglesias parroquiales de Paterna del Campo,
Bollullos del Condadoy San Juan del Puerto.[58]
En la I República se acusaron
aún más las acciones contra la Iglesia Católica. El diario progresista La
Iberia criticaba la prohibición del
“Ayuntamiento de
Huelva de tocar las campanas al paso del Viático, siguiendo el ejemplo de Cádiz
y Orense”, y lo consideró una declaración de guerra a la religión y al
culto católico[59].
Además, en estas fechas vive en Huelva Pablo Sánchez Ruiz, un exfranciscano
y excombatiente carlista, reconvertido en pastor evangelista en Málaga y fundador de la congregación de Huelva, donde
falleció en 1876.
4.4.
Los maestros carlistas.
Junto a los
curas, muchos maestros de la geografía nacional
suscribieron, a través de la prensa católica, su apoyo al carlismo, en
alguna ocasión pidiendo el fin de la “comedia liberal”. En la provincia de
Huelva ese apoyo fue escaso, al menos en este encuadre cronológico. Podemos
singularizar esta realidad con personas como Francisco García Baro, maestro de Bollullos y Almonte, quien había
apoyado a la candidatura de monárquico-constitucional de José Gálvez Cañero,
diputado por Antequera en 1850[60];
y con Leoncio Cortes Cordero, maestro del Castaño del Robledo
hasta 1915, quien participaba en las suscripciones de El Pensamiento Español.
Continuará (…)
[1] BULLÓN DE MENDOZA, A. (1993): La contrarrevolución legitimista,
1688-1876, 11-12.
[2] CUERPO DE ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO. Narración militar de la Guerra Carlista de 1869 a 1876. Madrid.
Imprenta y Litografía del depósito de Guerra.1888. Harvard University.
[3] La Época 28/2/1870,
p. 3.
[4] LÓPEZ-CORDÓN, M. V.
(1976). La revolución de 1868 y la I
República. Madrid: Siglo XXI, pp. 34-35.
[5] Revista satírica, de carácter
republicano y federal, editada en Barcelona desde e marzo de 1869 que se
prolongará, cambiando de título (La Carcajada, La Madeja política, La Madeja)
hasta 1876. Su nombre se opone al título carlista La Gorda. Publicó excelentes
caricaturas a color a doble página en las que ridiculizaba la monarquía, el
clero, los militares y al político Juan Prim.
[6] MONTERO,
J (1999):”Prensa y propaganda en el estado carlista (1872-1876)”. Historia y comunicación social, nº 4,
págs. 89-134.
[7] Vizconde de la
Esperanza (1871): La Bandera Carlista en
1871, pp. 312-313. Madrid. Imprenta de El
Pensamiento Español.
[8] Con el subtítulo
“periódico monárquico”, es la más importante cabecera de la prensa absolutista
española del siglo XIX, y es considerado el órgano oficioso del carlismo
[9] Al carecer de sección de
correspondencia con los lectores, solo pueden seguirse a través de la
participación de los mismos en favor del ejército carlista. Algunos de ellos
eran sin duda suscriptores. Otros no.
[10] En la segunda mitad
de la década de 1840 lo había sido Antonio José Redondo.
[11] FERRERO BLANCO, M.D., 2000, p. 509
[12] CALERO DELGADO, M.L.
(2015): “La representación política y sus ediles en
el ayuntamiento de Huelva (1861-1868)”. Aestuaria,
12. Víd también. El Contemporáneo (Madrid). 27/12/1860, p. 2.
[13] FERRERO BLANCO, M.D.,
2000, p. 490.
[14] En 1885 era
suscriptor de El Siglo Futuro un
cartayero que respondía a las iniciales F.R.C. Nos inclinamos a pensar que se
trata del sacerdote de la Iglesia de San Pedro,
Francisco Rodríguez Calderón.
[18] Algunas dudas en la identificación de las siglas.
[20]
Cronológicamente,
es el tercer gran diario adscrito al neocatolicismo, al comenzar a publicarse
el dos de enero de 1860, dos meses y medio antes de que fracasara el asalto
militar del carlismo al poder, tras el cual abrazará la causa de la
reconciliación y de acatamiento a la reina Isabel II (Gómez Aparicio: 1967).
Los otros dos diarios tradicionalistas situados en la extrema derecha eran La
Esperanza (1844-1874) y La Regeneración (1855-1873), que compiten entre sí. Fue fundado por Gabino Tejado
(1819-1891), amigo y albacea de Juan Donoso Cortés (1809-1853), quien dejará su
dirección a Francisco Navarro Villoslada (1818-1895).
[23] Esteban Moreno Labrador,
chantre de la Catedral de Cádiz, y los presbíteros Miguel González Labrador,
Juan de la Corte Mateos, Manuel Pérez Bravo, Juan González Borrero, Pedro González
Labrador, Juan Bautista Vázquez Labrador
y J. Pérez Serrano.
[24] Los curas Manuel de
Puebla y Celedonio María Ramos, Benito Mora Morales, de El Buitrón, Juan de la
Cruz, de Riotinto, Diego García, de Las Delgadas, y los presbíteros Juan María
Carvajal, y Juan María García, el último de Riotinto.
[25] Vid. La Ilustración popular económica. 10/11/1874, 6;
/6/1875, 8; 1/12/1875; 7 10/10/1874, 6;
20/1/1875, 8; 20/7/1875, 7;
10/12/1875, 7.
[26] El Siglo futuro. Correspondencia.
[27] Esposo de Ignacia Díaz Santos y padre de tres niñas¨ Rita, Ignacia y
Josefa.
[28] ¿Juan Cáceres Zambrano? ¿Juan Castilla
y Zarza?
[29] Vid. por ejemplo La Esperanza. 9/10/1869,
p.3.
[30] La Regeneración. 11/1/1870,
p. 2. Manifiesto del candidato carlista por la circunscripción de Ciudad Real, Federico Salido Baydes.
[31] La América.13/7/1869,
8. La
Regeneración 27/7/1869, 1.
“La Revolución y los carlistas”. “El manifiesto del señor D. Carlos VII: La
Hacienda”. La
Esperanza.15/11/1870, 1¸ La Regeneración. 4/11/1869, 1.
[32] “Carta del Sr. D
Carlos de Borbón y Austria-Este a su augusto hermano”. 30 de junio de 1869.
[33] La Esperanza, El Pensamiento español y La Regeneración.
2/7/1869,
[34] La América. 13/7/1869,
p. 8.
[35] El Pensamiento español.
15/11/1870, p.1. La Esperanza. 15/11/1870, p.1. Lo hacen a petición de
Antonio Aparisi Guijarro.
[36] Sesión de 22 de junio
de 1871. Recogido por La Regeneración. 26/6/1871, p. 2.
[37] La Esperanza. 1/9/1873,
p. 1.
[38] El diario demócrata La Discusión hace suyo este lema para criticar la ley excepcional. 4/9/1869, p. 1.
[39] El cura fue padre -así
lo acredita la tradición oral valverdeña- del que fuera maestro de escuela
Bernardino Iglesias Pérez, nacido en 1865, que ejerció docencia en la escuela del
primer distrito, sita en la calle del Duque.
[40] Víd. SÁNCHEZ CORRALEJO J.C.(2005): “Los primeros corazones blancos: Los primitivos hermanos de la buena muerte”. La Chicotá, nº 4.
[41] El Pensamiento español.
2/11/1872, p. 2.
[42] La República. 6/6/1891,
p. 3. De resultas del encontronazo, su hermano Antonio,
miembro del comité republicano local, colocó un petardo de dinamita en caso del
párroco del Alosno.
[43] Su medio de difusión
fue el periódico El Siglo Futuro, desde el cual Ramón Nocedal acusó a Don
Carlos de «traicionar a las esencias del Carlismo».
[44] La Esperanza. 19/11/1870,
página 1.
[45] El Pensamiento español. 1/6/1864, p. 1.
[46] El Siglo futuro. 16/1/1882,
p. 1.
[47] El Católico. 26/5/1845,
p. 5.
[48] Hermano de Manuel
Cabrera Paredes, presbítero de San
Julián.
[49] José
María Guerrero, dominico exclaustrado de
Jerez de la Frontera, reconvertido en
párroco de Sanlúcar de Guadiana.
[50] El amigo verdadero del pueblo: periódico católico. 28/04/1869, p. 1.
[51] La Unidad Católica. 18/04/1869, p.
6 y 24/10/1869.
[52] La Esperanza. 8/2/1869,
p. 2. y 27/2/1869, p. 2.
[53] El Pensamiento Español.
17/2/1869, p. 1.
[54] Entre ellos José
María de la Corte y Delgado. La Esperanza. 15/12/1868, p. 2.
[55] “Huelva. 14 de
marzo”. La
Esperanza. 19/3/1869, pp. 1-2.
[56] La Esperanza. 3/2/1869,
p. 4.
[57] Extracto de la Sesión
de Cortes de 23 de abril”. La Esperanza 24/4/1869, p.2. Otras peticiones fueron la
abolición de las quintas, las matrículas de mar y el impuesto personal.
[58] El Pensamiento español. 14/5/1869, 3, 2/6/1869, 4. y 3/6/1869, 1.
[59] La Iberia y La Esperanza. 20/6/1873, p. 2. y
3 respectivamente.
[60] El Heraldo (Madrid.
1842). 6/9/1850, página 1.
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