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sábado, 26 de marzo de 2011

SETAS DE VALVERDE DEL CAMINO (I): EL GURUMELO (Amanita ponderosa)

Valverde: Paraíso micológico
Setas (I): Comestibles.

La estrella: el gurumelo («Amanita ponderosa»).

Angel Luis Bermejo Garrido
Sebastian Bermejo garrido


Su nombre proviene probablemente de una adaptación del término portugués «cogumelo», con el que designan a todas las setas.
Es una especie endémica, ya que en todo el mundo sólo crece en el sur de Salamanca, Extremadura, suroeste de Andalucía y Portugal, y en las montañas del Atlas , en el norte de Marruecos.  
Comestible excelente, es muy buscado y consumido en la provincia de Huelva. Se comercializa y sirve de aperitivo en bares y restaurantes. Está presente en casi todas las comidas de las casas de las zonas gurumeleras: “dornillos” asados, revueltos, tortillas, picadillos y acompañando toda clase de guisos.

Es tan apreciada que, además de  los ejemplares adultos, se extrae en estado de huevo («papa»), utilizando un instrumento para hacer palanca, («pincho») y sacarlos del «tempano» antes de echarlos en el canasto. El canasto permite la difusión de las  esporas de los ejemplares abiertos, llamados «jetas».

Crece igualmente en suelos pizarrosos, pobres, como en suelos arenosos  o  adehesados. Suele estar asociado por  micorrización a quercus (encinas, alcornoques,  etc) y cistus (jaras, jaguarzos).  Su época aparece reflejada en el dicho valverdeño: «en febrero gurumelo, en marzo gurumelazo y en abril  gurumelín». Su carne es compacta y blanca que rosea rápidamente al  aire, circunstancia que, entre otras, permite distinguirla de la mortal «Amanita verna» que crece en los mismos sitios  y en la misma época. Su olor y sabor es dulce y terroso, muy característico.

Es curioso que en una zona tan rica en setas como Valverde, sólo haya persistido la cultura del gurumelo. Quizá se deba a un aislamiento cultural o falta de información precisa sobre la bondad del resto de setas.  Hoy, en cambio, en la aldea global se permite la incorporación de mucha gente a la búsqueda de nuevas delicias, con garantías de seguridad.   No obstante,  en cuestión de setas, la primera regla siempre será: si no tienes seguridad al cien por cien, admíralas, fotografíalas, dibújalas si quieres, pero no te las comas.




TEMPORADA DE GURUMELOS 2011:
UN GURUMELO DE 1'180 gramos de GREGORIO BERMEJO, ENCONTRADO EN EL CAMPO  ... Y OTROS MÁS NORMALITOS.  


viernes, 25 de marzo de 2011

VALVERDE DEL CAMINO: SETAS DE OTOÑO:


SETAS DE OTOÑO:
DIA DE SETAS DE LA PEÑA “EL PEÑEO” EN PALLARES
( NOVIEMBRE DE 2010)

Juan Carlos Parreño Hidalgo.
Aficionado a las setas.

A  finales del mes de noviembre, los miembros de la peña “El Peñeo nos dimos cita en  las inmediaciones de la antigua estación de trenes de Pallares, en las inmediaciones de la  Fuente de la Corcha.

Ofrecemos al amable lector algunas fotos.  Las realizadas en interiores, se hicieron dentro de la cocina de la casa del Valle del Herrador, propiedad actualmente de Ángel Bermejo, y que fue propiedad de la familia del que suscribe estas líneas y de cuya interesante historia emplazamos a los lectores de este blog  para otro momento. La calidad de estas no es muy buena por la poca luz del día, de la casa y de la cámara que es de video y fotos y solo dispone de cañón de luz en vez de flash. Las fotos del exterior se tomaron en el campo y tampoco son muy buenas por lo nublado del día sobre todo.

En los canastos hay diversas variedades como tanas (amanita cesarea), boletos aéreos (boletus aereus) y edulis (b.edulis), gallipiernos (macrolepieta procera y lepiota racodes), níscalos (lactarius deliciosus, l. sangiflus y l. volemus variedad rugatus), orejas de judas (aurícula judae), clitocibe anisado (clitocibe odorus), gurumelillas (amanita curtipes), josefitas pequeñas (agáricus silvester) y quizás alguna otra especie que ahora no recuerdo. Uno de los que participamos en la comida que siguió a la búsqueda, nuestro común amigo Sebastián Bermejo, nombro también, entre las que recolectó ese día, al agaricus Augustus, para nosotros agárico augusto.

Las fotos se realizaron solo con las que quedaron tras los diversos “comistrajos” que degustamos y mucho ese día, es decir, setas a la plancha, asadas, y en “revueltos”, o sea, fritas.

Para mi fue un día especial, porque fue el primer día que encontré una cantidad importante de orejas de Judas, seta que identifique por primera vez en la zona de la sierra, poco más de un mes antes, exactamente en Cortegana, y que aunque no es una seta carnosa con un uso parecido al de las que acostumbramos a consumir por aquí, da una consistencia y aroma a los guisos y caldos muy apreciables, al menos para mi,.

Lo que a algunos puede resultar curioso es lo tardía de la fecha para la tana. Ese año las recolecté en Cortegana el día de la Hispanidad, cogí un par de Kilos, aunque llegué al mato a las 4 de la tarde, hora en que como dicen los gurumeleros, lo único que se cogen son cáscaras de naranjas.

Coincidí con un amigo, Jose Manuel, consorte de una profesora del Perrunal,  Juani Sanchez,  grandes aficionados a las setas  que me comentaban que se estaban yendo las tanas. En cambio, en Pallares las encontramos poco mas de un mes después, aunque ciertamente no en gran cantidad.

Otras setas que no son muy apreciadas o conocidas de las citadas son el clitocibe odora y el níscalo rugatus o arrrugado para los que estudiamos latín.
        El clitocibe  también llamado por nuestro grupo seta de anís, aunque no tiene nada que ver con la bola de nieve anisada,  es una especie muy apreciada por nosotros, de la familia o grupo de la Josefita y que recojemos  en sitios precisos todos los años en el pinar del saltillo, sobre todo, y siempre  días después de un buen aguacero. Esta seta es de pequeño tamaño pero de un aroma extraordinariamente potente y agradable a anís y almendras (aún congelada he sentido o me ha parecido sentirlo) y yo la uso para cocinar la carne en salsa aunque los manuales la recomiendan para sopas y caldos, sobre todo, y festejo cada vez que la encuentro, lo que no es muy frecuente.

         Respecto al  níscalo arrugado, quizás sea yo en Valverde  uno de los pocos que la consumen con frecuencia. Es una variedad del lactarius volemus o niscalo rojo, calificado como excelente comestible en manuales como el de editorial Anaya, si bien para mi solo llega a buen comestible, pero bien aliñado y unido a otros lactarios en “refrito” resulta muy apetecible y no muy laborioso de preparar, puesto que al contrario que el deliciosus no se deteriora tan fácilmente como sus pariente con la oxidación tan rápida que obliga a cortar partes de la seta, y tampoco es tan arenoso.


domingo, 20 de marzo de 2011

VALVERDE DEL CAMINO Y SUS EMBALSES

--- Valverde del Camino y sus Embalses ---

Por Manuel R. Fiscal Borrero.  Un pescador de caña.

      Destacamos 3 embalses en el término de Valverde del Camino. Situados a unos 4 Km., “Los Silillos I” y “Los Silillos II”, ambos Cotos de Pesca Sin Muerte; pueblan sus aguas especies como la Carpa, el Barbo y el Black-Bass.
     A unos 12 Km. se encuentra el embalse “El Campanario”, bello paraje natural, con especies como el Black-Bass y grandes Carpas.
1.- Nombre: LOS SILILLOS I (Coto de pesca sin muerte, Ciprínidos)
     Localización: Se encuentra a unos 4 Km. del núcleo urbano siguiendo la carretera del cementerio. Carretera asfaltada pero muy estrecha hasta llegar al muro del embalse. Tiene cerca del muro una chimenea que se divisa desde lejos.
     Dimensiones: Se trata de un embalse de tamaño medio/pequeño.
     Especies Piscícolas: actualmente pueblan sus aguas Carpas, Barbos y Black-Bass.
     Sus orillas: Sus orillas son accesibles y de escasa vegetación, matorral bajo. Son de origen pizarroso y no presentan gran dificultad para la práctica de la pesca, exceptuando algunos puntos de desnivel pronunciado.

     Desde hace varios años es considerado Coto de pesca sin muerte (Ciprínidos). Anualmente se celebran en sus aguas diversas competiciones de pesca deportiva y junto al muro del embalse tiene su sede el Club Valverdeño de Pesca Deportiva.
     
Competición de Ciprínidos en “Los Silillos I”




2.- Nombre: LOS SILILLOS II (Coto de pesca sin muerte, Ciprínidos)

     Localización: Se encuentra prácticamente contiguo al embalse Los Silillos I.
     Dimensiones: Se trata de un embalse de tamaño pequeño.
     Especies Piscícolas: actualmente pueblan sus aguas Carpas, Barbos y Black-Bass.
     Sus orillas: Sus orillas son accesibles y presentan alguna vegetación (jaras, jaguarzos,..). También se pueden apreciar las espadañas.
     También está considerado Coto de pesca sin muerte (Ciprínidos). En este embalse la práctica de la pesca es más esporádica.

Vista de una recula en “Los Silillos II”
3.- Nombre: EL CAMPANARIO (Pesca Libre)

     Localización: Se encuentra a unos 12 Km. de Valverde. Carretera Huelva-Badajoz. a la altura del cruce de Calañas, a 0,5 Km. un carril a la izq. y 5 Km. aprox. de carril no muy bueno.
       Dimensiones: Se trata de un embalse de tamaño pequeño.
     Especies Piscícolas: actualmente pueblan sus aguas grandes Carpas, Barbos y Black-Bass.
     Sus orillas: Sus orillas son accesibles en algunos tramos, con abundante vegetación y de gran profundidad, con grandes cortados no muy bueno para pescarlo a pie pero ideal para hacerlo en barca (sin motor de explosión, por supuesto). Consta de 4 ó 5 colas muy buenas para la pesca del Black-Bass, y una isla que da muy buenos peces.
    Suele estar al 80% durante casi todo el año, ya que no es un pantano que se utilice para beber y que está protegido de mucha y preciosa vegetación, por lo que da una buena calidad de peces.

Vista parcial de la zona del muro en “El Campanario”

      Para una mejor conservación de las especies piscícolas presentes en estas masas de agua debemos promover la práctica deportiva del captura y suelta.

viernes, 18 de marzo de 2011

VALVERDE DEL CAMINO: VIAS PECUARIAS Y CAMINOS PUBLICOS


Las vias pecuarias
Eran los caminos que se utilizaban desde el siglo XIII para realizar la trashumancia del ganado en busca de pastos frescos. Este desplazamiento del ganado se hacía en verano desde el sur hacia el norte y en invierno al contrario. En nuestra provincia existen 418 vías pecuarias.

De ellas, cinco comunicaban Valverde con los términos colindantes de  Zalamea, Calañas, Beas, Niebla y Paterna. Estas vías serían las siguientes:
1) Del Empalme a Valverde,
2) De Valverde a Calañas.
3) De Valverde a Paterna.
 4) De Valverde a Niebla 
 5) Camino de Huelva.


Hoy en día , las Vías pecuarias son propiedad de la Junta de Andalucía y es a ésta a quién corresponde su recuperación, clasificación y deslinde en caso de ser usurpadas. Las vías pecuarias pueden ser de tres tipos: cañadas (75 metros de ancho) cordeles (37,5 m) y veredas (20 m). En nuestro término son todas veredas.
      
                                   Los caminos  públicos.-

Son propiedad de los ayuntamientos, no tienen porque comunicar términos y su anchura oscila  entre 3 y 8 metros según sean de 1ª, 2ª o 3ª categoría.  Constituyen una trama interna del término que han servido desde siempre para el tránsito de personas, vehículos, ganado y maquinaria y han  tenido una importancia fundamental en la economía de los pueblos.

Corresponde al ayuntamiento la catalogación y defensa de los caminos. Actualmente el Catálogo de Caminos de Valverde está en fase de borrador que, para hacerse definitivo, tendrá que pasar por la aprobación del pleno y salir a información pública.

En estos momentos, los caminos públicos valverdeños pasan por una fase de crisis. Por un lado, los nuevos propietarios, al calor del abandono del campo, están cerrando algunos de ellos. Por otro lado aún el  ayuntamiento, no ha culminado la redacción del necesario catálogo de caminos que será el instrumento adecuado para defenderlos. En  la actualidad, varios caminos públicos están cortados: Camino de la Viña, Camino del Becerrillo, Vía Verde (a la altura del Cuervo) Camino de la Plata, etc.
Camino del Becerrillo
Estos caminos son bienes de dominio público (igual que una calle del pueblo). Es necesario que tomemos conciencia de que son un patrimonio de todos,  al que no podemos ni debemos renunciar. Su defensa, aunque está confiada al ayuntamiento la tenemos que hacer entre todos.
Camino de la Viña

sábado, 12 de marzo de 2011

OFICIOS PERDIDOS DE VALVERDE DEL CAMINO. LA POBREZA DEL TALABARTERO: ASPECTOS SOCIO-ECONÓMICOS DEL OFICIO DE TALABARTERÍA.

LA POBREZA DEL TALABARTERO   

Por Juan Carlos Sánchez Corralejo
«TELARES Y TALABARTEROS VALVERDEÑOS DEL  SIGLO XX (II). En Raíces, nº 4, págs. 37-38.


ASPECTOS SOCIO-ECONÓMICOS DEL OFICIO DE TALABARTERÍA.-
    El oficio de talabartería era un trabajo muy duro. La jornada laboral -allá por los años treinta y cuarenta del siglo XX-, se prolongaba de lunes a sábado y desde el amanecer hasta las seis de la tarde, con un breve receso para el almuerzo. Diez horas diarias de trabajo en las que, a veces, era necesario echar mano del candil para terminar la tarea.

    José Arenas Malavé nos manifiesta la dureza del trabajo en el telar sevillano.  El proceso de urdido duraba un día completo. Los cinco días laborales restantes de la semana se empleaban en confeccionar una pieza de lona de 70 cms. de ancho y unos veinte metros de largo. El resultado era el «acergao bonito». Las secuelas físicas eran otro cantar.

    La pericia de las tejedoras parecía dotarlas de conocimientos esotéricos. Se cuenta que María Jesús Carrero tejía «veintitantas cinchas entremulares diarias». José Arenas nos confiesa que era capaz de hacer 16 cinchas caballares, las de mayor tamaño, al día.
   
    Los salarios eran muy pobres. José Arenas cobraba un real diario, a fines de la década de 1930, con Manuel y Rafael Borrero, aunque finalmente consiguió que le pagaran una perra chica -una quinta parte de un real- por cada cincha caballar. Reposo Blanco Ramírez recuerda que ganaba dos reales diarios en 1945, -cuando sólo contaba con 13 años de edad- y trabajaba en el taller de Rafael Borrero, aunque terminó ganando dieciséis pesetas diarias, en 1963. Su hermana, Clara Blanco, cobraba por cuenta.

   
    La pobreza salarial obligaba a menudo al pluriempleo, tanto a empresarios como a trabajadores. José María Borrero Bermejo añadía a la producción de objetos de talabartería una fábrica de gaseosa -realizada por él mismo-, amén de dedicarse a esquilar ovejas en distintas fincas valverdeñas.

En el taller de las hermanas «mananas», amén de las producciones de talabartería, se fabricaban látigos para arrear a las bestias y se vendían horquetas y palas que la familia adquiría en Mula (Murcia).

 Clara Blanco trabajó en la Inval S.A., pero aprovechaba las faltas repetidas de luz para acudir al taller de La Calleja. Además se vio obligada a realizar labores de escarda -arrancando raíces de avena loca y trébol- en las fincas del contorno. Ello suponía acrecentar la delicada economía familiar con un jornal de 4 pesetas, aunque fuera a costa de perderse la Semana Santa y de un trabajo muy penoso, de sol a sol.

En otros casos, esa penuria llevaba a abandonar el trabajo: José Arenas, a raíz de su matrimonio en 1940, decidió abandonar la talabartería y pasó a trabajar en la calderas de esencias de la Fuente del Berecillo, del Ladrón y en la de Triana.


    La comercialización de estos productos se efectuaba en las ferias del contorno, por parte de los propietarios de los talleres y sus familias. El itinerario comenzaba en la Feria de Manzanilla -primer domingo de junio-, seguía en La Palma de Condado -antiguamente el 8 de septiembre-, Zafra -finales de septiembre-, continuaba en la feria de San Lucas de Gibraleón -16-18 de octubre- y finalmente Niebla -1 de noviembre-. En todas ellas, a los talabarteros valverdeños solían unirse otros de los pueblos comarcanos, sobre todo de Bonares. En dichas ferias era habitual ver a María Jesús Carrero, a Domingo Bermejo, a la familia Sánchez Domínguez, a los hermanos Domingo y Francisca Castilla, a José María Borrero Bermejo, a Rafael Borrero o a Manuel Flores, acompañados por sus familiares. 

Venta de alforjes en la feria de Niebla (1954). Rafael Borrero
acompañado por su esposa, Josefa Lorca, sus hijos, Mary y Pedro Borrero,
y Petra Velez Lorca.
 Feria de Niebla
   
 El tránsito hacia Zafra exigía facturar la mercancía y tomar el tren de Calañas. El género fabricado para Zafra era distinto al realizado para la provincia, siendo habituales las jáquimas con tiras bordadas y los «mosquiteros» más acordes con los gustos extremeños.

       A fines de la década de 1940 y principios de la de 1950, el precio de las alforjas de imitación sevillana oscilaba en torno a las 50 pesetas, el de las sevillanas genuinas unas 70 ptas, los alforjes de montura, unas 110 ptas, las jáquimas, unas 40 y los ataharres en torno a 60.
    No faltaron pedidos, en ocasiones abundantes, para Córdoba o Valencia, o los ya mencionados del ejército, que dinamizaron la economía de muchas familias valverdeñas. Por su parte, Rafael Borrero mejoró sus ventas gracias a tres viajantes que trabajaban sobre todo en la Sierra de Aracena.

    Sin embargo, la sustitución de la fuerza animal en los trabajos agrícolas y el transporte tuvo como consecuencia la desaparición de la talabartería tradicional valverdeña, a mediados de los años setenta. 

    Todos los entrevistados corroboran que se trataba de un oficio penoso, muy duro y muy mal remunerado, pero, a la vez, pleno de recuerdos emotivos. Sólo por eso y por evitar una pérdida irremediable, pensamos que se hace necesaria la reconstrucción de un antiguo telar valverdeño y completar, con mayor dignidad, la sala dedicada a estas actividades del Museo Casa-Dirección.